LA HABANA.- Un administrador de la red callejera Snet y sus usuarios se unieron para llevar a cabo un proyecto sin precedentes en Cuba. Su objetivo es en abaratar el precio de Internet impuesto por el monopolio de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa).
Gandalf, seudónimo que usa en la red el joven que tuvo la idea, dijo a CubaNet que tanto él como sus colegas “están cansados de esperar por Etecsa para que baje los precios de Internet”. Por tal motivo, “decidieron tomar cartas en el asunto”.
“Lo que queremos lograr es tener conexión a Internet 24 horas. Para esto cuento con el apoyo de más de 70 personas a las que daba servicio de Snet. Lo principal es que la red está creada y tenemos una zona wifi de Etecsa relativamente cerca a la que estamos conectados”, explicó Gandalf.
“No nos vamos a robar el Internet ni nada parecido. Lo que vamos a hacer es compartir la conexión entre todos. En este momento no somos tantos, así que no podemos estar tantas horas al día conectados, pero a medida que se vayan sumando el presupuesto aumentará y podremos estar más horas online”, agregó.
“Estoy conectado con amigos que viven a un kilómetro. Mi PC realiza la función de servidor. Es la que está conectada a Internet y los demás se conectan a través de mí. Como tenemos que dividir el ancho de banda entre todos, tengo restringido realizar video llamadas o descargar archivos que superen los 20MB, pero estamos en la fase de pruebas, eso puede cambiar”, explicó.
Gandalf se convirtió en el administrador de Snet en su pueblo porque fue el primero en conectarse a esa red, pero sus ganas de estar online más tiempo lo hicieron abandonar Snet para dedicarse a su nuevo proyecto.
La red de barrio Snet, que conecta a miles de cubanos como una Internet alternativa, cubre la capital y parte de otras provincias cercanas como Mayabeque y Artemisa. Su estructura cuenta con nodos principales interconectados entre sí, que a su vez se conectan atienden a otros nodos de menos importancia. En un solo pueblo pueden existir varios administradores que ofrecen servicio al que lo solicite. Gandalf administraba un sector muy pequeño dentro de Snet.
Aunque ha habido decomisos de equipos y desmantelamiento de Snet por parte del Gobierno en algunos lugares de La Habana, la “red de la calle” ha subsistido gracias a sus reglas: no puede existir material relacionado con política, religión o pornografía; tampoco negocios que aprovechen la red para sacar tajada.
En cualquiera de estos casos, “el castigo” sería la desconexión parcial o total de la red. Por estas restricciones, Gandalf y sus amigos, decidieron abandonar Snet para conectarse a Internet de esta forma peculiar.
Gandalf cree que “lo más probable sea que el proyecto no sea del agradado de las autoridades”. La discreción condiciona el desarrollo de la iniciativa.
Actualmente el precio de Internet impuesto por Etecsa es de un dólar por hora de conexión, en un país donde el promedio salarial no supera los 30 dólares al mes.