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Desarrollan en la UCI un pasaporte digital de la COVID-19

Pasaporte digital, COVID-19, Cuba

LA HABANA, Cuba. ─ La Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) trabaja en la creación de un “pasaporte digital COVID-19 cubano”, un nuevo concepto que se comenzará a aplicar a nivel mundial para monitorear la condición de los viajeros ante la amenaza del coronavirus.

De acuerdo con el diario oficial Granma, el pasaporte permitirá a las autoridades de los diferentes países saber si los ciudadanos que viajan están vacunados, si han sido diagnosticados como negativos al virus o si se han recuperado de este.

“Los expertos estudiaron diferentes versiones utilizadas en el mundo y ahora este proyecto está en fase de prueba (…) La idea es que cualquier cubano pueda tener ese pasaporte digital impreso, en la aplicación en un móvil, enviarlo por correo al interesado o que se pueda ver como una imagen en el teléfono celular. Para eso hemos desarrollado tres soluciones informáticas fundamentales”, declaró al medio oficialista Allan Pierra Fuentes, director del Centro de Soporte Tecnológico de la UCI.

“La primera es una página web donde el usuario introduce sus datos de vacunación y se genera el pasaporte digital. La segunda es el verificador, capaz de decir qué información almacena ese código QR y si fue generado con una firma válida y la tercera aplicación es la Billetera de Pasaporte, que permitirá tener la información no solo del usuario, sino de otras personas de la familia”, añadió el directivo.

El sistema almacenará la información utilizando códigos QR (código de respuesta rápida), en el cual estarán los datos encriptados de cada persona con una firma autorizada reconocida por la OMS. La misma solo será proporcionada por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y podrá ser leída en cualquier parte del mundo.

El código QR es la evolución del código de barras. Es un módulo para almacenar información en una matriz de puntos o en un código de barras bidimensional. La matriz se lee en el dispositivo móvil por un lector específico (lector de QR) quien logra desencriptar los datos almacenados.

Los desarrolladores del proyecto aseguran que el pasaporte digital permitirá velar por la identificación sanitaria en la frontera y la posibilidad a los cubanos de viajar con un pasaporte de vacunación válido. Asimismo, los extranjeros que se vacunen en Cuba podrán regresar a sus países con un documento de vacunación válido.

El pasaporte digital también regulará el acceso a lugares públicos de concentración con interés sanitario.

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El último “gran proyecto de Fidel” se deteriora sin que a nadie le importe

(Foto tomada de Cibercuba)

MIAMI, Estados Unidos.- El “último gran proyecto” de Fidel Castro, la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), se encuentra en una situación de deterioro tal, que los propios estudiantes han denunciado el mal estado de las instalaciones, según publicó en su sitio Cibercuba.

La Universidad, fundada en la Isla en el año 2002, cuando Fidel aseguraba estar en una intensa “Batalla de Ideas”, es hoy el despojo de lo que quiso ser en algún momento. De acuerdo a algunas fotografías enviadas por los propios universitarios, los baños están sucios y en mal estado, las cocinas destrozadas, las puertas ya no tienen yales y en ocasiones hay que cerrarlas con candados.

Dieciséis años después, las instalaciones de la UCI demuestran que el tiempo y la falta de mantenimiento han hecho mella en su infraestructura. Y este no es solo el único problema al que se enfrentan los estudiantes, el consumo de drogas ha llegado para quedarse. “El último gran proyecto de Fidel es ahora un desastre donde los robos, el sexo y hasta las drogas abundan en el campus universitario”.

Cocina de la UCI (Cibercuba)

“A mi hermano le han robado dos veces en un mes. Primero un disco duro y después un iPhone”, asegura un alumno de la UCI. Supuestamente en esta universidad estudian profesionales “altamente comprometidos” con la Revolución, formados para seguir un “modelo atípico” que mezcla estudio y trabajo.

El centro universitario más joven de Cuba ya no es aquel que el 23 de septiembre de 2002 les abrió las puertas a los primeros 2008 alumnos de informática.

Puertas con candado (Cibercuba)

La UCI ocupa los terrenos que entre 1942 y 1959 ocupó un reformatorio de menores. Luego de la llegada de Fidel Castro al poder en sus instalaciones estuvo ubicado, entre 1964 y 2001, la famosa Base Lourdes de espionaje ruso.

De la Universidad de las Ciencias Informáticas, que abrió sus puertas como un centro universitario de alta tecnología, se han graduado ya 15.000 ingenieros.




Fin del embargo obligaría a pagar por software estadounidenses, reconoce Granma

nova linux cuba
Nova, sistema operativo creado en Cuba basado en Linux.

MIAMI – El uso extendido de software propietarios, sin pago previo de licencias, fue reconocido por el diario oficialista Granma, en un reportaje publicado ayer jueves 21 de mayo. En el mismo también se analizaron las posibilidades del país para enfrentar un posible levantamiento del embargo y la obligación, en consecuencia, de pagar las licencias de uso de tales aplicaciones.

El artículo, titulado “¿Una opción viable para Cuba?, de la periodista Amaya Saborit Alfonso, admitió que es masivo el uso de software propietarios, tales como Windows, Corel-Draw, Pho­to­shop o SAP, en toda la Isla, y señaló los precios de los mismos en el mercado internacional. “El pre­cio de un sistema operativo de Windows se encuentra entre los 119 y 219 USD y el paquete de Office (Word, Power Point, Excel, Access, Outlook…), entre los 240 y 680 USD. En­tonces ¿podríamos pagar precios co­mo esos?”, apunta la autora.

El embargo de Estados Unidos a Cuba no permite que los usuarios de estos software puedan pagar sus licencias. “¿Qué ocurrirá entonces si desaparecieran, a instancias del proceso de normalización de las relaciones Cuba-Estados Unidos, las circunstancias que hoy no nos obligan a pagar el uso de estos programas y sistemas?”, apunta.

El software propietario se refiere a cualquier programa informático o aplicación en la cual el usuario no puede acceder al código fuente o tiene un acceso restringido limitándose en sus posibilidades de uso, modificación y redistribución. El software libre es aquel que tiene abierto su código fuente y puede ser distribuido, modificado, copiado y usado libremente.

La solución impuesta, el software libre

“Como país subdesarrollado, la migración a software libre se impone en el camino hacia el alcance de una auténtica independencia tecnológica. Para ello, debemos cimentar nuestras bases con software que no dependan de ningún monopolio extranjero, y que principalmente sea posible analizar y modificar por nuestros profesionales”, recomienda Saborit Alfonso.

Sin embargo, desde 1999 la Aduana de Cuba, institución pionera en este campo, junto a otras instituciones gubernamentales cubanas, han estado tratando de adoptar software libre, en la mayoría de las ocasiones, infructuosamente. Como admite el artículo de Granma, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), la mayoría de las má­qui­nas que operan en Cuba emplean Microsoft Windows, y la mayoría de los usuarios utiliza Word, PowerPoint, Photoshop, etcétera, programas  empleados sin el autorizo de las empresas que los diseñan.

El problema principal es que, como pasa con todo lo que se hace “en socialismo”, se ha tratado de imponer el software libre por la fuerza del poder centralizado, no mediante el entrenamiento y la educación sobre sus ventajas y desventajas. Esto se suma a los problemas de compatibilidad de hardware y las deficiencias propias del software libre que, por lo general, no es sencillo de utilizar para el usuario promedio.

En 2003, llegó una “circular” (orden del gobierno central) al laboratorio de computación de una de las universidades en la Isla. Inmediatamente, los informáticos de la institución pusieron manos a la obra e instalaron Linux en todas las máquinas. Al día siguiente comenzaron las quejas de los usuarios y de los jefes de bajo rango; no sabían cómo usar aquello y el software al que estaban acostumbrados había cambiado de la noche a la mañana. Además, los problemas de incompatibilidad, tanto en software como en hardware, hacían casi imposible llevar a cabo el trabajo diario.

En menos de una semana los jefes orientaron, de manera subrepticia para que no se enteraran sus superiores, volver a instalar Windows en las máquinas, el Linux había durado, como reza el popular refrán cubano, menos que un merengue en la puerta de un colegio. Es de imaginar que esta situación se repitió a lo largo del país, pues más de 10 años después, continúa reinando Microsoft Windows y Microsoft Office en Cuba, según reconoce el trabajo de Granma.

El Software libre para sobrevivir, debe competir, evitar la línea de comandos y remunerar a los programadores

¡Sacrilegio! Cobrar por Software Libre y evitar la línea de comandos, muchos informáticos, fanáticos a nivel de culto, pondrán el grito en el cielo cuando lean este texto. Sin embargo, se puede observar uno de los más éxitos rotundos basados en software libre: El sistema operativo Android, basado en el Kernel de Linux y creado por la compañía norteamericana Google Inc. Android ha logrado convertirse en una plataforma muy lucrativa que en 2014 contaba con un billón de usuarios activos y más aplicaciones móviles publicadas que Apple y Microsoft. Una gran parte de este éxito se debe a que provee una interfaz súper sencilla para el usuario promedio, además de que brinda oportunidades muy lucrativas de remuneración para los programadores que lo utilizan como plataforma. Las nuevas y prometedoras posibilidades de micropagos que brinda la criptodivisa Bitcoin podrían ayudar en el futuro a monetizar implementaciones basadas en software libre que puedan competir con el software propietario.

La línea de comandos, aunque muy útil para los programadores y “cool” para los nerds, para el usuario promedio es una pared de concreto contra la que se estrellan aquellos que desean incursionar en el software libre por primera vez. La línea de comandos debería ser una herramienta solo disponible para usuarios avanzados, jamás un requisito para utilizar el software o instalar un driver. De hecho, lejos de sentirse orgullosos, los programadores que obligan al usuario a utilizar la línea de comandos deberían verlo como una falta y no como un logro. Lo difícil es crear una interfaz atractiva, útil y sencilla que pueda competir en el mundo moderno. Todo sistema operativo que requiera que el usuario común utilice la línea de comandos al menos una vez debería pertenecer a un museo de la década de los 80.




Pornografía en Cuba: Un negocio floreciente

Detalle de una foto de la serie de Kevin Slack, realizada en La Habana. Foto tomada de Kevin Slack Photography
Foto de la serie de Kevin Slack, realizada en La Habana. Foto tomada de Kevin Slack Photography

LA HABANA, Cuba. -A pesar de las leyes que prohíben tanto la importación, la producción así como el consumo de pornografía en Cuba, los sucesivos escándalos que involucran a alumnos, profesores y hasta centros de estudios en todos los niveles de educación, indican que la pornografía es un tema importante en la sociedad cubana actual, a pesar de que no ocupa espacio en la prensa oficialista, mucho menos en charlas o programas educativos que hablen de la sexualidad.

A juzgar por tanto silencio, pareciera que en Cuba no existe la pornografía cuando en verdad todo indica que es un negocio floreciente, muy vinculado a la prostitución y a la necesidad de los jóvenes de encontrar fuentes de ingresos mucho más acordes con la realidad económica del país.

Se ha hecho habitual que circulen por internet o, en el caso de Cuba ―donde es muy controlado el acceso a las redes―, se vendan en algunos negocios privados de películas de todo el país, videos pornográficos de estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI). En verdad es una especie de “pequeña industria” que va ganando espacios en reconocidos sitios digitales, al punto de que tanto quienes comercializan el producto como aquellos que lo consumen lo identifiquen con el nombre genérico de “videos de la UCI”, lo que equivale a una buena parte de la que pudiera llamarse “producción criolla”.

Al respecto nos habla el joven Iván Morales, que reconoce haber visualizado algunas de estas películas:

“Son los propios estudiantes que, para ganarse un dinero, ellos mismos filman las películas y, como tienen acceso a internet y saben cómo evadir el control, también las suben ellos mismos o en arreglo con los profesores, de eso no hay dudas. Yo tengo algunas en mi móvil, que me las han pasado amigos míos pero las puedes comprar por dos o cinco dólares a cualquier vendedor de discos. Claro, no puedes ir y dispararle a la cara, tienes que saber entrarle. Lo mejor es ir a una discoteca, ahí las encuentras fácil. O si tienes internet sin proxy las bajas en algunos sitios gratis. Si dices que buscas ‘videos de la UCI’, todo el mundo sabe de lo que estás hablando”.

Una estudiante de la UCI, que ha pedido no ser identificada, nos da testimonios personales de la realidad que se vive en ese centro de estudios:

“Tengo amigas que han hecho películas y las han subido a internet con ayuda de profesores. Sé que han ganado mucho dinero con eso y hasta tienen sus propias páginas. (…) Las hacen en sus cuartos. Hay muchas que también se anuncian desnudas y después vienen los extranjeros a Cuba y las buscan. Así ganan más que las jineteras. Yo una vez estuve a punto de hacer un videíto con mi novio y subirlo pero después me arrepentí. Él sí lo hizo con una de tercer año que es una loca y se ganaron trescientos dólares. Después de eso nos peleamos”.pornografia

No solo en la UCI la pornografía es un ejercicio habitual. Otras escuelas del país se han visto involucradas, como es el caso de la Secundaria “Desembarco del Granma”, en el Reparto Eléctrico, de donde han salido grabaciones y fotos que actualmente circulan en los móviles y tabletas de muchos jóvenes de la comunidad. Al respecto nos habla un estudiante de 9no. Grado al que entrevistamos a la salida de la discoteca de la localidad, después de verlo exhibir un video pornográfico en su móvil, a un grupo de adolescentes que luego lo compartieron en sus teléfonos:

“Tengo un yuma (extranjero) que me da 10 fulas (dólares) por una foto y 40 por un video. Yo y una jevita, claro. Todos son de mi aula, menos una que es de 8vo. (…) Dos o tres veces lo hicimos en un aula, en el piso, en las mesas. Hablamos con el custodio y nos quedamos después de las 6. (…) Le dimos 5 fulas. (…) Las otras las hemos hecho en casa de un socio (…). Hay otro yuma que siempre nos compra más barato pero es fijo. Todo lo que le damos lo compra”.

Por lo barato que resulta contratar a los “modelos”, muchos de ellos menores de edad, la capital cubana ha sido el escenario de filmación tanto de famosos pornógrafos como Kevin Slack, así como de administradores de pequeños sitios gay en internet que hasta ya exhiben apartados para los cuerpos desnudos de “cubanos de La Habana”. Sobre este nuevo “renglón turístico” hablamos con Javier y con Joel, dos jóvenes camagüeyanos que, como uno de ellos afirma durante la conversación, viven “de lo que venga”:

Nos dice Javier: “Cuando llegué a La Habana no tenía trabajo ni donde quedarme. Dormí dos días en un parque hasta que conocí a un yuma que me llevó para su casa. Yo tenía 17 años. (…) No nos acostábamos. Él solo me hacía fotos en el baño, desnudo, o en el cuarto, en la piscina, también íbamos a Mi Cayito (una playa frecuentada por gays al Este de La Habana). Siempre yo solo. (…) No sé si era para ponerlas en internet pero yo tampoco le pregunté. No sabía nada de eso. Así estuve hasta que él se fue. (…) Todo eso es normal. Lo que ahora sé es que si alguien quiere tirarme fotos tiene que pagarme. Y nada de 5 dólares, de 20 para arriba. (…) Hice un video para unos canadienses. Éramos tres chamacos y una jeva. Por ese nos pagaron 500 dólares a cada uno. (…) Un socio me presentó a unos españoles pero ellos querían darme solo 100 dólares y les dije que no. Era una película de maricones (…). Yo no tengo nada en contra de eso pero 100 dólares es una estafa, mira, yo vivo de lo que venga y hago lo que tenga que hacer pero no soy bobo”.

Javier y Yoel. Foto P. Chang
Javier y Yoel. Foto P. Chang

Por su parte, Joel nos da detalles de lo que sucede actualmente en La Habana:

“Es que no hay dinero. Y cuando tu llegas de Oriente, donde no hay nada, y ves que aquí en La Habana hay que luchar muy duro, cuando te dicen 5 dólares o lo que sea tú no estás pensando en si van a subir los videos a internet o no. Tú solo estás pensando en lo que te van a pagar. Después con los años uno aprende cuánto vale una cosa y la otra. Todos esos videos y las fotos circulan aquí en Cuba, la gente los tiene, y esto es así de chiquitico. Hay quien dice que no ve porno pero tú sabes que eso es mentira. Después todo el mundo sabe quién eres y lo que haces. Pero hay que vivir de algo, ¿no?”.

Negado a aceptar que ese prototipo de “hombre nuevo”, sin apetitos ni deseos individuales, sacrificado por la revolución en cuerpo y alma, ha sido un fracaso estrepitoso y que en verdad ha sido el socialismo el mayor obstáculo para que los jóvenes se desarrollen plenamente, el gobierno cubano continuará corriendo una cortina maltrecha sobre un tema que le resulta molesto no solo por incontrolable sino porque demuestra las dobleces del proceso político.




Cuba: territorio Android

Jovenes-tabletEs madrugada y todos duermen en el edificio, aunque una luz tenue sale de la ventana de Misael. “Vivo en La Habana con el horario de Frankfurt”, cuenta este joven que trabaja a distancia con una compañía alemana que desarrolla aplicaciones para Android. “Este robot verde me ha dado de comer por años”, cuenta mientras señala hacia el simpático logo del sistema operativo basado en Linux.

Sobre la mesa hay dos computadoras conectadas en red, varias tazas de café y un cenicero en el que ya no entra un cabo más. Misael tiene subcontratado a un amigo, graduado, como él, en la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI). Después de cumplir con el servicio social, ambos decidieron lanzarse al mercado de las aplicaciones. “Buscaban un desarrollador que supiera también diseño de interfaz de usuario”, detalla el joven que aún no ha cumplido los treinta años. “No lo pensé dos veces y dejé mi empleo estatal en un Joven Club de Computación”.

Con más de diez mil ingenieros graduados en sus aulas, la UCI se ha planteado informatizar el país y desarrollar la industria del software. En sus laboratorios se han formado también los policías informáticos que censuran sitios webs conflictivos, crean falsos usuarios para apoyar al oficialismo y denigran a los disidentes en las redes sociales. Sin embargo, el resultado más importante de la escuela no son sus secuencias de código ni sus cibercensores, sino el amplio número de sus egresados que se dedican al negocio privado de las aplicaciones y trabaja a distancia con firmas extranjeras.

Cuba se ha convertido en una cantera para programadores en lenguajes como Java. Los más diestros terminan por lograr un contrato en otro país, pero la competencia es fuerte. Misael, que cobra por cada trabajo terminado, sabe que lo que hace podría valer más, pero se siente afortunado por recibir un salario en moneda dura. “Me pagan la mitad de lo que le darían a un informático en la India pero, ¿qué voy a hacer?”, explica delante de su ayudante, que parece ganar aún menos que él.

El resultado más importante de la UCI es el amplio número de sus egresados que se dedican al negocio privado de las aplicaciones y trabaja a distancia con firmas extranjeras

Los trabajadores como Misael están protegidos de los inspectores por un subterfugio legal. “Saqué una licencia de programador de equipos de cómputo, así que abono mis impuestos y mi seguridad social”. No declara sus verdaderos ingresos, pero sería difícil para las autoridades controlar cuánto se embolsa cada mes. “Hay días buenos y días malos, depende de cuántos encargos me hagan. Si logro unos cien euros cada semana ya me siento tranquilo”. Misael no solo vive con el horario de Alemania, también lleva sus finanzas en moneda europea. “Yo lo veía todo el tiempo frente a la pantalla y pensé que estaba jugando, pero ahora es él quien sostiene económicamente la casa”, cuenta su madre.

Los gastos para un programador también son elevados. Una conexión ilegal a Internet supone cien pesos convertibles cada mes, pero no puede prescindir de ella para enviar el producto terminado y recibir los pedidos. Si las fechas de entrega se acercan, tiene también que contratar a otros colegas.

La empresa alemana que contrató a Misael tiene entre sus clientes a hoteles, aerolíneas, centros culturales y algunos museos. El nombre del desarrollador cubano no aparece en los créditos de la aplicación y todo el trabajo se hace en inglés o alemán. Lograr la plaza no fue fácil. “Me pidieron un currículo y ver mis trabajos anteriores, después tuve que hacer una entrevista vía Skype… Con lo lentas que están las conexiones aquí, eso fue lo más complicado”. Afortunadamente, el joven logró conectarse desde una embajada extranjera y hacer su videollamada. Lo aceptaron de inmediato.

Android se aplatana

Las aplicaciones de Android no solo se desarrollan para clientes foráneos. Desde 2008, con la ampliación del servicio móvil para usuarios nacionales, el número de teléfonos inteligentes ha ido en aumento y con ello la demanda interna. En el mercado informal se puede encontrar, por ejemplo, la popular aplicación ETECSADroyd, con una base de datos filtrada desde la Empresa de Telecomunicaciones S.A . Con ella, bastan unos pocos clics para conocer desde el número de carnet de identidad, hasta la dirección exacta de cada abonado de telefonía fija y celular. El listado incluye los datos de Mariela Castro y de las secciones de la Seguridad del Estado en todas las provincias.

“Un día quise desarrollar una apps sobre el transporte público en La Habana, pero ¿cómo voy a programar algo así, si nadie sabe los horarios a los que pasan las guaguas?”

“Un día quise desarrollar una apps sobre el transporte público en La Habana, pero ¿cómo voy a programar algo así, si nadie sabe los horarios a los que pasan las guaguas?”, se ríe Misael sin dejar de teclear. Él pertenece a la generación del multitasking, esos que dicen poder hacer dos y tres tareas a la misma vez.

Son las cuatro de la madrugada y sus jefes ya están en su oficina al otro lado del Atlántico. “Vamos a ver si les gusta y me pagan esta aplicación, porque quiero comprarme un Nexus 7”. Se refiere a un tablet desarrollado por Asus con la colaboración de Google y que se ha convertido en el preciado sueño de muchos programadores del patio.

Los fans de Android se reúnen con frecuencia para hablar de sus logros y de los últimos trucos de programación. La calle G sirve para contactarse físicamente, pero siempre terminan en alguna habitación, mirando las pantallas de sus teléfonos o laptops. Juntos prueban las apps que han hecho, hacen ingeniería inversa a otras que descargaron de Internet y se recomiendan programas. La mayoría trabaja con el entorno de desarrollo Eclipse. Algunos han agregado a sus conocimientos de programación, nociones en experiencia de usuario para mejorar la navegación y la usabilidad. Los hay autodidactas y graduados de la UCI, pero no los diferencia un diploma sino las habilidades que han logrado con la práctica.

“Sueño con visitar la sede de Google y ver los lugares de donde han salido las versiones Honeycomb, Ice Cream Sandwich, Jelly Bean, Gummy Bear y la actual KitKat”, cuenta Ramiro, uno de los más jóvenes desarrolladores de aplicaciones que hay en toda La Habana. Lleva un pulóver negro en el que sobresale una simpática figura de antenas verdes y ojos avispados. Esto es territorio Android.

Publicado en 14Ymedio




Nunca perder de vista al pueblo, que será quien decida

Eliecer Avila

Eliecer AvilaLA HABANA, Cuba, octubre, 173.203.82.38 -Aunque Eliécer Ávila obtuvo un reconocimiento fulminante en Cuba y en los medios internacionales por su interlocución con Ricardo Alarcón (que lanzó su célebre delirio sobre “la trabazón que habría en los aires del planeta” si todos tuvieran derecho a viajar), prefiere hablar, más que de los “viejos tiempos”, de lo que piensa actualmente, de lo que tiene que decir sobre los graves problemas que padece nuestra sociedad. Si bien hay diferencias en las ideas que tenía cuando ocurrió aquella reunión de dirigentes de la Universidad de Ciencias Informáticas con el presidente de la Asamblea Nacional, hay principios básicos que Eliécer mantiene desde entonces, como es el obligado y estrecho vínculo con el pueblo que deben mantener quienes quieran llevar adelante un proyecto de cambios políticos, sociales y de todo tipo en el país. De hecho, él mismo propuso el título de esta entrevista, que concedió a Cubanet a pesar de las dificultades (pasa muy poco tiempo en La Habana, cuando puede venir, y no tiene acceso a correo electrónico ni a internet). En la última visita acá, concertamos la entrevista, que finalmente tuvo que hacerse por teléfono.

Llama la atención, pese a la juventud de este ingeniero en informática, su talante serio y su sinceridad sin emotividades ruidosas, lo que no quita que por momentos pueda mostrar una sutil ironía, como cuando alude a la reciente victoria de Hugo Chávez en las elecciones de Venezuela, y a lo que puede sufrir el pueblo venezolano, al señalar “allá los que no lo conocen. Ya nos veremos dentro de cincuenta años”.

Cubanet – Muchos te ven como un líder potencial, pero quedan quienes te ven aún como “un producto de la UCI” sin suficiente credibilidad. ¿Qué les dirías tú a unos y a otros?

Eliécer Ávila – Por supuesto que me interesa la opinión que tiene el pueblo sobre mis planteamientos. La gente suele manifestármela todo el tiempo. Pero más me interesa que cada cual se sienta libre de pensar u opinar lo que desee, sobre mi pensamiento o sobre cualquier otro asunto.

Mi participación en la política no persigue como objetivo que la gente me vea de una forma o de otra. Cuando uno está preocupado por ese aspecto, empieza a dramatizar como lo puede hacer un actor de cine o de teatro para obtener la mayor cantidad de aplausos.

Yo solo pretendo ejercer mi derecho como ciudadano de Cuba a expresar, no solo mi visión de la realidad en que vivo, sino mis ideas y propuestas para hacer esa realidad respirable para los cubanos y coherente con los tiempos.

CN – Numerosas personas quieren saber tus opiniones y expectativas. ¿Cuáles son las diferencias y similitudes fundamentales entre tu pensamiento y el de los principales opositores políticos tradicionales?

EA – La verdad es que existe cierta falta de comunicación entre los diferentes grupos opositores del país, y más aun entre esos grupos y personas como yo, que no estamos afiliados a ningún movimiento. Esto dificulta que uno pueda conocer con suficientes detalles el pensamiento de los líderes de las organizaciones, así como los principios que las rigen. Por esta razón hasta ahora he preferido no dar criterios sobre persona alguna. No deseo caer en la superficialidad que veo día a día, reflejada en las opiniones de muchos, que basan sus criterios en lo primero que les cae en las manos o en lo que les ponen por el televisor.

No obstante, y ya que sacas el tema, me gustaría sugerir una especie de “Conferencia Nacional de Oposición” en la que todos los que disentimos de la política del gobierno podamos poner en claro nuestras ideas y puntos de vista. Seguramente encontraríamos muchas divergencias y también coincidencias, pero todos saldríamos mucho más claros sobre cómo piensa cada cual con respecto a cada tema, porque son muchos los temas que hay que discutir.

Sin embargo, te puedo adelantar que la mayoría de los contactos y conversaciones que he tenido han sido con jóvenes que tienen mucho empuje y que han ganado, sin dudas, un espacio en nuestro ambiente político con sus proyectos, sobre todo en la actualidad. Y puedo afirmar: si en algo coincidimos de plano es que lo que sea que deba suceder con el futuro de Cuba, es el pueblo en su totalidad el que debe decidirlo, y no un selecto grupo de personas, como ha sido, para ser sincero, durante casi todo el tiempo de nuestra historia.

Consolidar una democracia institucionalizada y funcional donde las reglas estén claras para todos, y todos estemos incluidos en igualdad de condiciones: ese es sin dudas el primer paso imprescindible para poder avanzar en todo lo demás, incluyendo lo económico. Es, incluso, un paso obligatorio para poder discrepar de verdad, pero en un marco de cultura, civismo y respeto. En eso creo que la mayoría coincidimos.

CN – ¿Crees que el actual socialismo cubano es salvable, que hay que concebir otro socialismo o que se debe implementar otro sistema diferente por completo?

EA – Te repito: eso lo decide el pueblo. Pero mi propuesta siempre será no estar amarrados a nada, a ningún tipo de esquema o filosofía. Entre más abiertos estemos a la hora de encontrar una solución a cada problema, más opciones tendremos. Lo que sí te puedo asegurar es que las aspiraciones individuales de los cubanos no tienen nada que ver con el comunismo o el fidelismo que aquí se ha impuesto.

Creo que en las entrañas siempre hemos sido occidentales, lo cual es una suerte, y cuando se puedan expresar los deseos con libertad y esos legítimos deseos se conviertan poco a poco en leyes, el país lógicamente se empezará a parecer a los cubanos. Así que una filosofía de prohibiciones, centralizaciones, absolutismos y barreras mentales no tendrá respaldo suficiente jamás para imponerse. Téngase en cuenta que, cuando se impuso, vino con una mezcla especialmente dosificada de engaños y actos de fuerza. Hoy el pueblo conoce esa estrategia al dedillo, porque la ha sufrido y la sigue sufriendo. Así que no se tragará nada parecido nunca más. Allá los que no lo conocen. Ya nos veremos dentro de cincuenta años.

CN – ¿Te parece que la indiferencia del gobierno cubano hacia los reclamos de la Unión Europea y Estados Unidos sobre derechos humanos se debe principalmente al apoyo de casi todos los gobiernos latinoamericanos?

EA – A mi juicio, los gobiernos latinoamericanos no expresan siempre la verdad acerca de lo que piensan sobre nuestro gobierno, sino que algunos tratan de aprovechar en su beneficio lo que Cuba les puede ofrecer como parte de su política exterior encaminada a dar una imagen idílica de la revolución y de cómo viven los cubanos. Pero lo cierto es que sí, ese apoyo medio prostituido el gobierno comunista lo usa para legitimarse ante el mundo y ante el pueblo, fortaleciendo su rol de víctima eterna de las “injurias” y la “codicia” de los poderes imperiales.

No existe en Cuba nada más manipulado y ultrajado que el concepto universal acerca de los derechos humanos, sobre todo los que van más allá de la salud y la educación. Como si aquellos derechos se hubieran establecido para que en Cuba fueran interpretados de una forma “especial”, que, dicho en buen cubano, es como le da la gana al que no le conviene respetar su verdadera esencia liberadora.

CN – El gobierno cubano no parece dispuesto a ratificar los pactos de la ONU. ¿Cuál crees que debe ser el camino de los demócratas cubanos si esa negativa queda demostrada?

EA – La negativa está demostrada de antemano. Preguntárselo no es más que un protocolo necesario que cuenta con todo mi apoyo. Firmé con gusto esa demanda desde su creación, en cuanto Antonio Rodiles me la presentó, porque considero que es seria y contiene esencias indiscutibles.

Sobre el camino a seguir, no me gusta hacer de iluminado. Yo creo que el contexto actual impone revisar a fondo las estrategias y también discutir, con seriedad, los puntos de vista y las formas de pensar y de proceder. Y por eso reitero mi propuesta de crear un foro donde estemos todos de frente.

En mi caso, soy un partidario de no solo concentrarse en la discusión con el gobierno, sino de mirar también hacia la gente, a los que más tarde o más temprano apoyarán o no los proyectos e iniciativas que se vienen proponiendo. Buena parte de este pueblo está desesperada por participar de algo diferente, algo serio, algo en lo que se pueda confiar.

Pero el misterio, los errores éticos, los secretos que no son operacionales sino de principios, no ayudarán nunca a este propósito.

Hay que recordar siempre que los mayores logros concretos de la oposición se obtuvieron con la participación de miles de ciudadanos que dieron sus firmas para apoyar una propuesta clara, hasta el punto en que el gobierno se vio obligado a cambiar la Constitución al darse cuenta de que se le podía mover el piso en un juego limpio al cual no estaba acostumbrado.

Los tiempos en que aquellos miles de cubanos dieron su respaldo eran mucho peores que estos.




Tupir la blogósfera

LA HABANA, Cuba, marzo (173.203.82.38) – Daría gusto si no diera lástima escuchar por estos días el corito de tonterías de los jóvenes de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) que dicen a los periódicos y la televisión que se aprestan a defender a la revolución en la blogosfera.

Por encargo oficial –ya el ciber-policía Tato Fontes lo había anunciado- el ciberespacio se llenará de blogs de jóvenes que repetirán hasta la saciedad que aman a sus líderes y que son felices aquí. Tan feliz como aseguró a Cuba Visión una linda rubita que es su abuelo, que ni siquiera sabe qué es Internet. Ni falta que le hace. Bastante tiene el pobre anciano con correr de cola en cola para comprar las papas, el pan por la libreta y lo que todavía llega a la bodega, luego de asegurarse de comprar el periódico para leer las Reflexiones del Compañero Fidel varias horas antes de que las lean por el NTV. ¡Feliz como una lombriz que es el abuelito de Elaine!

Puede que los jóvenes ciber-guerreros oxigenen un poco la blogosfera oficial. Ya Enrique Ubieta y Manuel Lagarde aburrían con tanta palabrería insidioso. Provocaban bostezos como el que no pudo aguantar la teniente coronel con cara de pocos amigos durante la conferencia ¿filtrada? en la que Tato Fontes largaba  mechones de pelo para explicar la ciber-agresión yanqui.

Los nuevos blogs deben ser más entretenidos. ¿Por qué no? Que nadie se llame a engaño. La UCI no es el siniestro centro militarizado y de adoctrinamiento ideológico que algunos suponen. Nada de eso. “Aquello es un vacilón”, me cuenta una amiga.

En la UCI, con las cuentas pagadas por el Estado para enfrentar a la contrarrevolución, si se tiene cuidado con el servidor y los ciber-chivatones, se puede además bajar filmes americanos, juegos electrónicos, la música de moda y se cultivan por e-mail noviazgos “de afuera”. Hasta sus buenos despelotes se forman en los albergues. Y casi siempre se digitalizan y luego circulan a tutiplén por todo el país. El porno nacional, ahora que hay que sustituir importaciones, también tiene su encanto.

Audacia, creatividad y mucho reguetón. ¡Dale! Cuba Debate remixed. No espero menos de los nuevos blogs revolucionarios. Si quieren enfrentar a los blogueros  y a los periodistas independientes, que actualicen, además del modelo económico, la muela bizca y zurda. Al menos en la red. Que dejen la solemnidad y se pongan para las cosas.

Advierten por estos días a los veteranos de la Asociación de Combatientes que  “esto está malo y se va a poner peor”. Así que  frescura juvenil, fiesta y pachanga, DJ, y que prendan el mechón.

Pero que  no  vengan a estas alturas, si de tupir la blogosfera se trata, con Paquito el de Cuba (¡ay cuánto horror!, qué atrevido) y los blogueros oficiales y oficiosos con seudónimo que marean a Fernando Ravsberg con sus cuentos de camino acerca de los cambios.

El rebaño de  jóvenes blogueros oficiales no puede fallar en esta ciber-guerra. ¿O habrá que traer a Hugo Chávez, que no se parece a nadie, ahora que además de cantar rancheras, le dio por escribir crónicas marcianas (¡ay, Bradbury!), para que dé una manito con su candanga tuitera a sus  mentores de La Habana?

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