Los “méritos” de Stela Calloni


LA HABANA, Cuba.- Transcurre por estos días la edición 58 del Premio Literario Casa de las Américas. Los amantes de la literatura que ya peinan canas extrañan aquellos certámenes de los años sesenta, cuando los mejores escritores latinoamericanos del momento, como el peruano Mario Vargas Llosa, y los mexicanos Octavio Paz y Carlos Fuentes, oficiaron como jurados de ese evento.
Todo cambiaría a partir de 1971, a raíz del “caso Padilla” y la extrema censura impuesta por Fidel Castro a la creación literaria durante el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura. Los buenos intelectuales de la región comprendieron que el castrismo era incompatible con la libertad de creación, y en consecuencia perdieron el interés por la Casa de las Américas.
En lo adelante, solo los escritores de marcada tendencia izquierdista se harían presente cada año en los Premios Casa de las Américas. Y esta edición de 2017 no es la excepción. Ahora sobresale, como jurado del género Testimonio, la periodista argentina Stella Calloni.
Desde el punto de vista literario resulta cuestionable que la señora Calloni imparta justicia en un género en el que no ha incursionado como creadora. No obstante, el poeta Roberto Fernández Retamar y su equipo de la Casa de las Américas creen hallar otros “méritos” en el currículo de esta periodista. Quizás sean los “merecimientos” que encontramos en el libro Stella Calloni íntima. Una cronista de la historia, de la autoría de los argentinos Julio Ferrer y Héctor Bernardo, y que circula por estos días en las librerías habaneras.
En esas páginas la Calloni expresa que Estados Unidos maneja hoy el noventa y cinco por ciento de las noticias que circulan por el mundo, lo que aprovecha para “desinformar, manipular y ocultar la verdad”. Y a renglón seguido la periodista argentina asegura que la Sociedad Interamericana de prensa (SIP) es una simple filial de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
En cambio, Calloni define al canal televisivo chavista Telesur como “un desafío hecho realidad para crear lazos de integración amplios en la comunicación y rescatar la verdad ocultada por la oferta banal, la frivolidad llevada al extremo de la degradación, y la mentira repetida para anular toda resistencia”.
Stella pone en duda que la voladura de las Torres Gemelas haya sido un atentado de grupos fundamentalistas musulmanes, y sugiere la posibilidad de una autoagresión estadounidense.
Con respecto a los tratados de libre comercio que Estados Unidos ha firmado con varias naciones latinoamericanas, la Calloni estima que se trata de una recolonización de la región por parte de Washington.
Coincidiendo con el criterio de Raúl Castro, Stella opina que “la Organización de Estados Americanos (OEA) es una institución ausente en la defensa de los derechos de los pueblos sometidos a estrategias de dominación a lo largo del siglo XX. Fue cómplice de los sucesos más cruentos que dejaron mies de víctimas en el continente”.
Y como colofón, Stella Calloni no acepta que Fidel Castro haya sido un dictador, pues “un dictador jamás le daría educación a su pueblo, jamás le daría la oportunidad de cultivarse, y jamás proveería salud colectiva”.
No hay más que hablar. Aunque la señora Calloni no sea ducha en la técnica del Testimonio, al menos les garantiza a los muchachones de la Casa de las Américas que el premio vaya a parar a “buenas manos”.