América Latina: el socialismo del Siglo XXI arranca 2023 con mal pie
written by René Gómez Manzano | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
LA HABANA, Cuba. — Con el inicio del nuevo año han llegado de diversos países hermanos de nuestra América Latina algunas informaciones sobre el desempeño desfavorable que han tenido las funestas políticas del llamado “Socialismo del Siglo XXI”. Si en 2022 fuimos testigos de triunfos reales o aparentes de los rojillos del subcontinente, ahora las aguas parecen empezar a recuperar su nivel.
Hay diarios digitales que se ajustan más a los principios al abordar esa problemática; entre los cuales destacan —en mi modesta opinión— PanAm Post e Infobae. Ninguno de los dos sobresale en el abordaje de los problemas de Cuba en particular, pero sí de los restantes países de la región.
Mediante la lectura de las más recientes informaciones divulgadas por esos órganos de prensa, nos enteramos, por ejemplo, de los primeros pasos y traspiés de Luiz Inácio “Lula” da Silva tras asumir, por tercera vez, la presidencia del Brasil. Estas noticias coinciden con el inicio del año debido a una idea de los legisladores del inmenso país que podría parecer peregrina: la de fijar el cambio de mandatos presidenciales para el día primero de enero.
Un comentario de la colega Oriana Rivas en el primero de los dos diarios mencionados nos informa sobre el poco edificante recibimiento que sufrió el flamante Jefe de Estado cuando se le ocurrió presentarse en el velorio del gran Pelé. “Lula, ladrón, tu lugar es la prisión”, gritaron acompasadamente miles de dolientes cuando el mandatario arribó al estadio donde tuvo lugar la capilla ardiente del formidable atleta recién fallecido.
En un plano más general y menos anecdótico, el antiguo embajador Arturo McFields hizo gala de su poder de síntesis al aludir a las evidentes contradicciones del discurso inaugural del ex obrero metalúrgico: “Habló de reconciliación y de juicios a genocidas, de crecimiento económico y grandes subsidios, de prosperidad y desprivatización”.
El colega recuerda citas del señor da Silva que datan de 2021. Hay en ellas una mezcla de inmenso despiste y portentoso descaro, pero uno no atina a precisar cuál de ambos predomina. Veamos, por ejemplo, esta perla: “¿Por qué Angela Merkel puede estar dieciséis años en el poder y Ortega no!”. O esta otra: “Si Cuba no tuviera bloqueo sería como Holanda”.
En Colombia, el gobierno de Gustavo Petro ha tenido que dar marcha atrás luego de haber anunciado a bombo y platillo durante los festejos de fin de año, la suscripción de un supuesto acuerdo de cese al fuego con los subversivos del ELN (“Ejército de Liberación Nacional”). Alfonso Prada, ministro del interior, anunció la suspensión de “los efectos jurídicos del decreto” que había proclamado de modo solemne la presunta tregua.
En Perú, por su parte, destaca la multiplicación de los defensores de Pedro Castillo, fugaz perpetrador de una intentona de autogolpe de Estado. Según Gabriela Moreno, “nueve abogados fracasan en la defensa” del expresidente. Como jurista, considero que este dato es digno que quedar plasmado en el Libro de Records Guinness. En opinión de la periodista, “el desfile de abogados del exmandatario revela el declive de su figura”.
Hilarante resulta lo escrito por Marcelo Duclos sobre la más reciente ocurrencia de los burócratas kirchneristas en Buenos Aires: “Nadie puede decir que los hospitales de la provincia tienen todo lo que necesitan ni mucho menos”, señaló como antecedente el colega. Pese a ello, las autoridades gastaron varios millones de dólares en comprar lubricante anal.
Pero lo mejor queda para el final. Aludiendo a la abrumadora carga impositiva que sufren los argentinos, José Luis Espert, diputado nacional partidario de la libre empresa, quien se perfila como precandidato a la presidencia de la nación, tuvo esta ocurrencia genial: “Las autoridades bonaerenses deberían repartir los pomos de lubricante a los contribuyentes al momento de recibir sus impuestos”.
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Piñera: socialismo de siglo XXI de Chávez, Fernández y Castro fue un desastre
written by Agencias | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
Sebastián Piñera (class987fm.com)
SANTIAGO DE CHILE.- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, destacó el giro a la derecha que ha dado Latinoamérica y aseguró que el “socialismo del siglo XXI” que aplicaron Hugo Chávez, Cristina Fernández, Rafael Correa y Raúl Castro fue “un desastre”.
“Ha sido malo para la gente, y cuando la gente tiene la oportunidad lo rechaza y elige una opción de más libertad, como es lo que ha pasado en Colombia, Argentina, Brasil. Excepto cuando no puede, que es el caso de Cuba y Venezuela, que se aferran al poder”, afirmó Piñera en una entrevista con el diario La Tercera.
Sobre el presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, el gobernante chileno subrayó que no comparte “muchos de sus dichos del pasado” sobre preferencias sexuales, la mujer, las dictaduras y la diversidad étnica.
Pero señaló que los brasileños votaron por él porque en el otro bando había un gobierno que “durante mucho tiempo había permitido, tolerado, incluso alimentado la corrupción, el estancamiento, la mediocridad, y la violencia y la falta de seguridad.
Piñera consideró que el programa preparado por el economista Paulo Guedes, que asumirá un superministerio de Economía, es lo que Brasil necesita e instó a juzgar a Bolsonaro a partir del 1 de enero de 2019, cuando asuma la Presidencia.
Una excepción a la derechización de la región es el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en México, aunque Piñera cree que el presidente electo mexicano “cambió” y “no tiene nada que ver con el de las primeras candidaturas”.
Y en cuanto a Argentina y sus dificultades económicas, Piñera destacó que el presidente Mauricio Macri “heredó una situación caótica” que está tratando de superar con una “política de gradualismo” que, por ahora, no ha concitado la confianza de los ciudadanos ni los mercados.
Sobre la situación de Chile, Piñera aseguró que su programa de gobierno está pensado para un plazo de ocho años, por lo que resultará fundamental que la derecha mantenga el poder en las elecciones de 2021, a las que el mandatario no se puede presentar.
El mandatario lamentó que en 2013, al final de su primer mandato, la derecha llegara dividida y perdiera ante una “candidata formidable” como Michelle Bachelet.
“Espero que en el 2021 tengamos unidad, una visión de futuro y no vemos a ese o esa candidata mesiánica en la oposición. Así que las condiciones están dadas para poder dejar nuestras huellas profundas en el futuro de nuestro país”, concluyó.
(EFE)
Los verdaderos árboles de la vida
written by Ernesto Santana Zaldívar | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
LA HABANA, Cuba.- Es extraño que en la televisión cubana no se explote cómo los “árboles de la vida” están cayendo en Nicaragua. La gente derriba, cantando y saltando sobre ellos, con el júbilo de cuando derribaba estatuas de Somoza en 1979, estas instalaciones metálicas que simbolizan el nuevo poder total, el tótem de la “señora de los anillos” que se multiplica por todo el país.
Eso no se había visto ni en el Europa del Este, ni en la Unión Soviética, ni en la mismísima Corea del Norte. Una especie de imitación del famoso árbol del pintor austriaco Gustav Klimt, pero de 20 metros de alto y a 20 mil dólares la pieza, donde se mezclan, supuestamente, feng shui con catolicismo, Cábala judía con magia prehispánica y chavismo con sandinismo.
Un buen día de 2013, durante un homenaje por un aniversario revolucionario, a la primera dama Rosario Murillo, tan dada a anillos, colgantes, andariveles y amuletos, se le ocurrió armar la escenografía de una especie de altar con Sandino y la serpiente emplumada flanqueados por coloridos “árboles de la vida” metálicos. Desde entonces la imagen comenzó a brotar como maléfico hongo por todo el país y ya ha conquistado incluso la documentación oficial.
“La señora nos tiene embrujados con estos palos”, comenta una mujer mientras la gente echa abajo y quema esas instalaciones porque las ve como emblemas y talismanes del oscuro poder de Daniel Ortega y la Murillo, desde el año pasado vicepresidenta del país. Quieren volver a la vida. Mientras la cercana Reserva Biológica Indio Maíz pierde su bosque y el 47% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, la gran señora planta esos carísimos artificios.
Pero por cesar los abusos de esa retorcida pareja están cayendo, más que esos falsos árboles, los verdaderos árboles de la vida, los jóvenes estudiantes nicaragüenses, masacrados por la policía brutal y por las atroces turbas de ese gobierno. “Falsos seres, falsas conciencias, falsas propuestas. Falsos, falsos, falsos, así son estos minúsculos grupos alentadores de odio”, dice la Murillo.
Y sin embargo, ella y Ortega son los que han enviado a los esbirros a matar con odio y sin asco, como si los muchachos fueran peligrosos enemigos. Y lo son, sin duda, por su energía y su anhelo de futuro, porque son un obstáculo formidable para el control total que ambiciona esta secta de rufianes mesiánicos.
De nuevo, como hace poco en Venezuela, estudiantes que no son de izquierda ni de derecha, sino de la vida y del derecho a ser ciudadanos libres, resultan golpeados, torturados, humillados, asesinados, Y luego acusados de ignorantes, de pandilleros, de sicarios, con un desprecio increíble. El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, los llamó “la reserva moral que tenemos”.
Por supuesto, los medios gubernamentales en Cuba casi no hablan del asunto. Se refieren a “manifestaciones promovidas por Estados Unidos”, a “saqueos y destrucción de grupos violentos”. Hablan de los muertos como si fueran provocados por los propios manifestantes y, ahora, cuando algunos informes mencionan un centenar de caídos, en la televisión se dice al pasar que ha habido “diez fallecidos y decenas de heridos”.
Y, sin embargo, es tan evidente el esquema represivo largamente engrasado por la policía política castrista, probado varias veces ya en Venezuela y en la propia Nicaragua: el aplastamiento sin piedad y la humillante descalificación de los ciudadanos, que son el gran adversario, y que los jóvenes universitarios encarnan magistralmente ahora en la Universidad Politécnica como antes en las calles de Caracas.
Hoy Ortega y Murillo, siguiendo siempre el guion cubano, aceptan ir al diálogo para ganar tiempo, para enfriar la calle, para planificar los tortuosos obstáculos que deben poner ante la justicia, la verdad y la ley para evitar cualquier real esclarecimiento de los hechos sangrientos y cualquier cambio positivo en el país.
Sería esta la segunda, y definitiva, caída de Daniel Ortega, uno de los más viejos y fieles aliados del castrismo en Latinoamérica, pero sería sobre todo un golpe gravísimo y en muy mal momento al Socialismo del Siglo XXI. Un golpe demoledor, además, para el régimen cubano.
El gobierno nicaragüense negociará con sectores sociales que comienzan por pedir la salida de la pareja siniestra, para empezar a deshacer un entramado de caudillismo, corrupción y violencia que está ahogando al país y evita la emergencia de una nueva Nicaragua.
Uno de esos sectores es el de esos estudiantes dispuestos a morir por la democracia en su país que, sin saberlo, y sin que lo sepamos nosotros aquí, y casi ni lo hablemos, están cayendo por la democracia de Cuba también, porque nuestro futuro, desgraciadamente, pasa de alguna manera en estos momentos por Caracas y por Managua, donde están cayendo los verdaderos árboles de la vida, que no son los amasijos metálicos de Rosario Murillo.
“La de Venezuela fue una rebelión derrotada”, dice el tuit de un joven, “que en Nicaragua sea diferente”.
El fin del socialismo del siglo XXI
written by Carlos Alberto Montaner | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
Analista cubano: “El socialismo del siglo XXI está en caída”
written by Agencias | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
José Rafael Vilar (ABC.es)
LA PAZ, Bolivia.- El “socialismo del siglo XXI”, que alcanzó su máximo esplendor en América Latina a mediados de la década pasada por el auge de las materias primas, está ahora en su ocaso ante el agotamiento de los ingresos extraordinarios que sostuvieron a esas economías, afirmó el analista político cubano José Rafael Vilar.
Este análisis es parte de lo que plantea Vilar en el libro Auge y caída del socialismo del siglo XXI, presentado esta semana en La Paz con los comentarios del expresidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005) y el senador opositor Óscar Ortiz.
“El auge del socialismo del siglo XXI empieza con el boom de las materias primas, podemos hablar de 2003 a 2005, con su epítome en 2008-2010, que es el momento cumbre. Y la caída empieza en 2013, o 2014, fundamentalmente en que se acaban los recursos”, explicó Vilar en una entrevista con Efe.
“El socialismo del siglo XXI está en una caída”, sentenció, y agregó que “al desaparecer esos ingresos extraordinarios que mantenían funcionando la economía, obviamente todo se va al diablo”.
Vilar, que en el libro se declara “crítico permanente del populismo, cualquiera sea su signo ideológico”, dijo que una de sus motivaciones para escribirlo fue la crisis de Venezuela, un asunto al que ha dedicado numerosas columnas de opinión publicadas en los últimos años en medios bolivianos y extranjeros.
Añadió que el texto tiene una génesis en un ensayo que publicó en 2016 en España, en la revista Gobernanza, que le resultó insuficiente para plasmar todo lo que quería decir.
El analista apuntó que una de las mayores falencias que ha visto es que la gente no suele ver las situaciones “como parte de procesos, los cuales les pueden dar muchas explicaciones y herramientas para superarlos”.
Consideró fundamental que se empiece a comprender que un “algo no surgió hoy y atrás no había nada”, que “todo tiene un ciclo, un sentido, un antecedente y, por supuesto, un consecuente”.
Por ello, en una primera parte del libro, Vilar plantea una “necesaria recapitulación” para entender los cambios políticos ocurridos en Hispanoamérica entre 2015 y 2017, iniciando el recorrido en el estado de la democracia en la región en la década de 1960.
Las dictaduras militares de la década de 1970, la etapa de redemocratización y la fase neoliberal latinoamericana preceden a la llamada “década maravillosa”, el contexto de bonanza en el que surgió el socialismo del siglo XXI.
Vilar recordó que el sociólogo alemán Heinz Dieterich ya había hablado en la década de 1990 sobre el socialismo del siglo XXI “como una consecuencia de la caída del muro de Berlín y de la necesidad de los socialistas reales de tener algo distinto”.
Esta corriente recién pudo “tomar carta de vigencia” cuando el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez la mencionó en el Foro de Sao Paulo en 2005.
“Quizás no fue la idea original de Dieterich, pero el socialismo del siglo XXI, del cual ahora reniega Dieterich, se convirtió en un movimiento caudillista y populista en Latinoamérica, donde tuvo fuerza”, sostuvo el analista.
Mencionó entre algunas características de este socialismo “la cooptación de poderes, la coacción a los medios de comunicación y la judicialización de la política”.
Algo que Vilar le reconoce como positivo es que logró sacar a una gran cantidad de población “de la pobreza a la tan vilipendiada clase media”, aunque después hubo un problema.
Y es que estos procesos no se dieron de forma sostenible, “sino a través de crear dependencias”, lo que termina siendo “clientelismo, prevendalismo, y cuando se acaban los recursos se entra a buscar créditos, a aumentar impuestos”, agregó.
Para Vilar, el socialismo del siglo XXI “va a desaparecer”, lo que no significa que “las ideas de izquierda o las ideas socialistas, con otras características, terminen”.
“Van a surgir otras, de eso estoy absolutamente convencido porque es una regla histórica. Para que exista una izquierda tiene que existir una derecha, para que exista un socialismo tiene que existir un liberalismo, para que exista un centralismo tiene que existir una democracia porque unas u otras son comparativas”, señaló.
La rapidez con que aparezcan estas nuevas corrientes se dará en función del éxito o fracaso de los actuales gobiernos de centro y centro-derecha en Latinoamérica que, a su vez, surgieron “en la medida del fracaso de los modelos del socialismo del siglo XXI”.
Lo que no ocurrirá es que se repitan de la misma forma, añadió.
Vilar subrayó que el texto es una iniciativa enteramente propia y sin financiación ajena de ningún tipo.
Eligió a La Paz para presentarlo primero por diversas razones, entre ellas que esa ciudad es el “núcleo del debate político” al ser la sede de Gobierno.
Lo presentará próximamente en Santa Cruz (este) y le gustaría llevarlo también a Paraguay y Venezuela, aunque esto último depende de factores económicos.
(Gina Baldivieso/EFE)
El fracaso de Nikita Jruschov y su Teología de la Liberación
written by Tania Díaz Castro | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
Al frente, Fidel Castro, Nikita Jruschev y Emilio Aragonés . Moscú, 1963 (monografias.com)
LA HABANA, Cuba.- Basta media vez que un líder político se empeñe en el comunismo, para que tarde o temprano caiga en el abismo de la derrota.
Recordemos hoy a Nikita Jruschov (1894-1971), expulsado del Comité Central del Partido de la URSS en 1964, con la aprobación de todos los que componían su gobierno. Recordemos a Stalin, a Mao, pésimos ejemplos de animales políticos.
A Nikita se le señalaron muchos errores, pero pocas veces se menciona que su mayor derrota no fue precisamente cuando aquel viejito siempre tan risueño se empeñó en instalar cohetes nucleares de gran alcance en Cuba, sino cuando insistió en sembrar la semilla del izquierdismo más ortodoxo en los países sudamericanos, tarea que continuarían el Iluminado cubano y Hugo Chávez.
El proyecto que usó Jruschov para lograr su empeño tuvo un nombre: Teología de la Liberación, que está pasando al olvido, para que América Latina se sacuda del polvo del izquierdismo más perverso y nocivo, las masas populares despierten y no se dejen manipular con ideas tenebrosas y sórdidas que, en la práctica, multiplican la pobreza y aniquilan las libertades ciudadanas.
Ion Mihai Pacepa, una de las inteligencias mayores del espionaje en Rumanía, quien desertó a Estados Unidos en los años setenta, asegura que la Teología de la Liberación, como herramienta revolucionaria, tuvo de jefes fundadores no sólo a Nikita Jruschov, sino también el general Alexander Sakharovsky, jefe de la Inteligencia Rumana durante quince años y que vale destacar que fueron precisamente ellos dos, a través de maniobras muy bien ocultas en combinación con Raúl Castro -el hombre de mayor confianza del Kremlin, mucho más que Fidel-, quienes trajeron el veneno del comunismo a Cuba al triunfo de la Revolución de 1959.
En sus entrevistas a la prensa libre del mundo, el exespía rumano sostiene que la llamada guerra de liberación latinoamericana, representada por el movimiento de la famosa Teología de la Liberación, nació en 1960 en el vientre de la KGB. Así surgieron las FARC de Colombia, con el apoyo de Fidel y Raúl, el Movimiento de Liberación de Bolivia, con Ernesto Che Guevara y otros.
“Sobre todo Jruschov -afirma Pacepa- quería quedar para la historia como el líder soviético que exportó el comunismo a América Central y Sudamérica”.
Las cabezas pastorales más prominentes de dicho Movimiento, como Frei Betto, Gustavo Gutiérrez, Henry Camacho, Leonardo Boff y los obispos Sergio Méndez y Helder Camara, de México y Brasil respectivamente, sin duda alguna que no desconocían que se trababa de una estrategia secreta de la URSS con vistas a incitar a los pobres para que se rebelaran contra regímenes democráticos de economía libre y por tanto, contra Estados Unidos.
A simple vista vemos cómo la URSS, la que fracasó poco después por su catastrófico modelo de gobierno, en vez de utilizar el pensamiento marxista-leninista para su proselitismo político en el extranjero, prefirió valerse de las corrientes religiosas, como se puede ver en los libros de Frei Betto y de Gustavo Gutiérrez, considerado este último fundador de la Teología de Liberación.
Lo más importante de toda esta monserga histórica, conocida muy bien hasta por el Vaticano, es que la Teología de la Liberación no nació en América Latina, como se dice, sino en la mente de Jruschov y de sus espías favoritos de la KGB, para ser más exactos: en el cuartel de Lubianka, de Moscú, donde estuvo y donde puede que quede aún rastros de aquel mando, pese a que en la actualidad, no representa nada para esos millones de personas, sobre todo jóvenes, que encuentran la verdad en los grandes medios y no entre las promesas de un comunismo de museo.
El “socialismo del siglo XXI” envejece un año más
written by Alberto Roteta Dorado | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
(lapatilla.com)
FORT PIERCE, Estados Unidos.- Por suerte para “Nuestra América”, la amplia y compleja zona que José Martí enmarcara desde el Río Bravo o Grande hasta la extensa Patagonia, ya solo quedan, además de Cuba, cuatro naciones bajo la dominación del Socialismo del siglo XXI, el engendro que ha destruido a Venezuela con su Revolución Bolivariana y transformó de manera radical la política y la sociedad de Ecuador, Bolivia y Nicaragua, naciones en las que sus gobiernos totalitaristas han impuesto el modelo promocionado por Hugo Chávez y Fidel Castro.
Venezuela comienza el 2017 inmersa en la peor crisis económica del hemisferio. Según las últimas investigaciones, la falta de productos en 2016 llegó a estar entre un 70 y 80%, y el nivel de inflación de 500%, la más alta del mundo. La economía decae un 10% y se estima que decrezca para el 2017 en un 4,5%. Los pronósticos para este año no son nada alentadores. El Fondo Monetario Internacional estima que la inflación pudiera llegar a 1 660%, la tasa de desempleo aumentará de un 18,1% al cierre del año, a un 21,4% para 2017.
No obstante al desastroso presente y el incierto futuro del país, Nicolás Maduro, con solo un 19,5% de los venezolanos apoyando su gestión de gobierno, según sondeo de Datanálisis, en medio de una enajenación total ha augurado que en el 2017 el país será “victorioso” e “indestructible”, de manera especial frente a los ataques de los “ejes imperiales”, los que según su opinión son los responsables de los males de la patria de Bolívar, al pretender desestabilizar la economía y destruir la Revolución Bolivariana.
Mientras que en la destruida nación suramericana los mercados son saqueados para robar los escasos productos que van quedando, y así garantizar la sobrevivencia, el presidente hace sus primeras presentaciones de este año no precisamente para poner fin a los conflictos venezolanos, sino para solidarizarse con la causa palestina al pronunciarse por el fin de la “ilegítima ocupación israelí”.
Ciertos hechos trascendentes en la nación durante los últimos meses dejan el terreno preparado para una continuidad de acciones en este 2017. La expulsión del Mercosur, el diálogo entre el gobierno oficialista y la oposición ―acción que se prolongó sin solución alguna―, la intervención del Vaticano y especialmente del papa Francisco en dichas negociaciones, el duro enfrentamiento entre el chavismo y la Asamblea Nacional, que terminó con agresiones violentas entre ambas partes, y las múltiples acciones de protesta contra el chavismo y por la realización de un referendo revocatorio, no solo en Caracas ―con su histórica toma― sino en todo el país, han marcado el acontecer de la patria de Bolívar.
Justamente el domingo primero de enero, como inicio del nuevo año, Maduro sorprendió con la liberación de seis opositores considerados presos políticos, algo que ha exigido la oposición para mantener un diálogo abierto, entre ellos el exgobernador del estado de Zulia, Manuel Rosales, candidato a la presidencia en 2006.
Tras una década de experimentos políticos y sociales desde la perspectiva del nuevo modelo ―esta vez presentado como proyecto de Revolución Ciudadana―, en Ecuador, como ha ocurrido con todos los países que asumen formas socialistas de gobierno, se experimenta una grave crisis económica, lo que unido a los escándalos de corrupción, determinan un sombrío inicio de año.
Los ecuatorianos están preocupados por su crisis económica, algo que les deja un presidente, que al parecer comenzó su mandato con muchos proyectos encaminados a atenuar la pobreza y ayudar a los desposeídos ―como han hecho todos los que han seguido los pasos de Stalin y Castro―, y en la medida que fue envolviendo a las multitudes con su entusiasmo, se fue transformando en un prepotente dictador capaz de atacar con su ejército a cientos de cubanos que pacíficamente se manifestaban en la capital del país, y ahora mantiene sitiada a la provincia de Morona Santiago, en la que se ha declarado un estado de excepción con prohibiciones de todo tipo ante el conflicto con la etnia Shuar en su defensa de la tierra.
De acuerdo a los resultados de las investigaciones realizadas por la encuestadora Cedatos, el 28% de la población manifestó estar preocupada por la situación económica del país, seguido de sus inquietudes por el desempleo, subempleo y problemas familiares, con un porcentaje de 26% ―actualmente hay medio millón de desempleados y un millón y medio de subempleados―, lo que visto en su totalidad como parte de un mismo problema ―es decir, del problema económico―, abarca el 54% de la población encuestada.
Le siguen los hechos de corrupción denunciados en los últimos meses, lo que interesa al 19% de los ecuatorianos. Por temas como la corrupción de Petroecuador y Odebrecht, un 17% de la población lo consideró como los acontecimientos más importantes del país, luego de la solidaridad con los damnificados del terremoto de Esmeraldas, y de la crisis económica.
Pero lo más significativo de esta investigación, realizada en 15 de las 24 provincias, es que un 65% considera que el país va por mal camino y que el 52% de los ecuatorianos desaprueba la gestión del presidente.
Respecto a la forma de ser de Correa, el 63% lo desaprueba, y lo peor, el 62% no cree en su palabra. Al preguntar sobre quien es el personaje más importante de Ecuador, solo el 20% consideró a Correa.
Los movimientos de la Empresa Pública de Hidrocarburos del Ecuador (Petroecuador), han provocado un verdadero escándalo, lo que se ha considerado el peor caso de corrupción en la última década, según ha reconocido el propio presidente.
Recientemente, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos reveló que en Ecuador la empresa Odebrecht pagó 33,5 millones de dólares como sobornos a funcionarios del Gobierno. De acuerdo con los informes de los expedientes judiciales, la compañía se benefició por más de 116 millones de dólares como resultado de sobornos o multas entregadas entre el 2007 y el 2016, justamente durante toda la década que lleva Rafael Correa en el poder. ¿Coincidencia?
Los documentos del Departamento de Justicia de los EE.UU. no detallan nombres de los funcionarios ecuatorianos, de lo que se ha aprovechado Correa para pasar por alto este nuevo escándalo de corrupción, según él carente de valor y con fines geopolíticos para perjudicar el proceso eleccionario que se avecina.
En Bolivia, una de las naciones de mayor pobreza de la región, el socialismo del siglo XXI fue presentado a través de la Revolución Democrática y Cultural, proyecto que acaba de cumplir sus once años, y que según las aspiraciones del mandatario Evo Morales podrá mantenerse hasta el 2025, siempre que él, junto a su partido Movimiento Al Socialismo (MAS), logren continuar violando las leyes constitucionales y las decisiones de la mayoría del pueblo que dijo “no”, con un 51,3%, a su continuidad durante el referendo efectuado en febrero de 2016.
Por su parte Daniel Ortega, con una modalidad que no puede enmarcarse precisamente en las desafortunadas claves del socialismo del siglo XXI, pero de cualquier modo es un régimen dictatorial, aseguró su mandato presidencial mediante la manipulación del poder judicial, con lo que lograba acabar con la oposición y dejar al Partido Liberal Independiente (PLI) prácticamente en la proscripción. El pueblo nicaragüense lo repudió con una abstención en el simulacro eleccionario del 6 de noviembre, algo jamás visto en la historia electoral de Nicaragua.
El nuevo año comienza, pues, en Nicaragua, con la reciente revelación del Centro de Investigación de la Comunicación (CINCO), una ONG especializada en asuntos democráticos, según la cual el mandatario se reeligió en medio de una abstención de más de 70%, lo que ha tratado de atenuar Daniel Ortega junto a su esposa con sus “cálidos” y “emotivos” mensajes de felicitaciones a un pueblo que no los quiere en el poder.
Como Cuba es una nación con peculiaridades especiales, no la incluimos en este análisis; a pesar de formar parte del contexto latinoamericano, aunque con un modelo inclasificable que ya ni es socialista ni del siglo XXI.
De cualquier modo, su régimen dictatorial decidió recibir el año nuevo, y al propio tiempo, el aniversario 58 de su revolución socialista con un pomposo desfile militar, con cuyos gastos se hubiera podido atenuar el dolor de los desposeídos del punto más oriental de la isla, destruido recientemente por un huracán. Pero la necesidad de demostrar al mundo una inexistente fuerza a través de un obsoleto y corrupto poderío militar fue prioritario.
Comienza así un nuevo año, que pudiera traer cambios significativos para Venezuela, si la oposición sigue logrando el espacio que merece, y en Ecuador, si finalmente no se logra el triunfo del candidato de Alianza País, aunque lamentablemente Cuba, Nicaragua y Bolivia continuarán en ese estado que les ha anquilosado y llevado a un abismo, del cual resultará difícil poder salir, al menos durante este nuevo año.
Evo Morales, hacia una nueva reelección
written by Alberto Roteta Dorado | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
Evo Morales (Foto: AP)
FORT PIERCE, Estados Unidos.- Al parecer es denominador común de todos los líderes de la izquierda latinoamericana el hecho de no admitir una sucesión lógica mediante elecciones democráticas. Una vez cumplido el período de mandato que establecen las constituciones de sus países acuden a todo tipo de acción truculenta con la finalidad de mantenerse en el poder.
Todo parece indicar que con inmediatez olvidan los preceptos teóricos del modelo que ellos eligieron, y dejando atrás los conceptos de dictadura del proletariado y democracia socialista, establecen verdaderas dictaduras tras la apariencia de un dudoso respaldo popular.
Por estos días es noticia Evo Morales, el insignificante mandatario boliviano, que hasta el presente solo ha sido el eco de sus colegas de izquierda en Suramérica, y se le ha conocido más por sus disparatadas intervenciones que por sus acciones como presidente de una nación olvidada para muchos.
Entre los días 15 y 17 de diciembre, en el municipio de Montero, al oriente del departamento de Santa Cruz, se efectuó el congreso del partido oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS). El principal punto de la cita fue analizar estrategias que garanticen la continuidad del proceso de cambios en Bolivia, lo que equivale a decir la continuidad de Evo Morales en la presidencia a pesar de su fracaso en el referendo efectuado el pasado febrero, en el que los bolivianos dijeron “No” a permitir que el presidente se presente a un cuarto mandato, su primera derrota electoral en 10 años.
Después de dos tensas jornadas de recuento, ante el casi igualado resultado, el “No” obtenía el 51,3% frente al 48,7% que lograba el “Sí”, con lo que se impedía una nueva reelección, algo que además no está contemplado en la constitución del país, la cual, en su artículo 168, hace referencia a la posibilidad de solo dos mandatos consecutivos. No obstante, el mandatario logró una autorización del tribunal constitucional para su postulación en el 2014, en lo que fuera su tercer período presidencial.
Durante el congreso una comisión política ha debatido propuestas para lograr mecanismos constitucionales que permitan otra reelección del presidente en 2019, que de lograrse prolongaría su mandato hasta el 2025, con lo que acumularía diecinueve años en el poder. Dicha comisión determinó respaldar la candidatura de Evo Morales para las elecciones del 2019, para lo cual aprobaron cuatro posibilidades. Una: aprobar una nueva reforma de la Constitución Política del Estado por dos tercios de votos de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Dos: una consulta por Iniciativa Legislativa Ciudadana, que incluye la recolección firmas del 20 por ciento del padrón electoral. Tres: la renuncia de Evo Morales seis meses antes de cumplir su actual mandato para quedar habilitado (asumiría la presidencia Álvaro García Linera).Cuatro: que el Tribunal Constitucional realice una interpretación de la CPE “para hacer prevalecer el derecho de los ciudadanos a elegir al gobierno de su preferencia por sobre las limitaciones que pudiera contener la misma Constitución.
Evo Morales ha dicho: “si vamos a estar toda la vida sometidos a la Ley, no vamos a hacer nada”, pero fue aún más lejos al afirmar que ni él como presidente, ni Álvaro García Linera, actual vicepresidente, pueden estar sometidos a la ley, y en su ignorancia ha propuesto cambios, lo que presupone una violación de las leyes constitucionales de la nación; pero ya se sabe que los comunistas lo justifican todo, y acuden a cualquier acción maquiavélica para lograr sus propósitos.
El limitado mandatario boliviano no es, pues, la excepción, y se une a la lista de los aparentes defensores de los pobres de Latinoamérica. Pero en lo más profundo de sí solo ambicionan posesionarse de los bienes de sus maltratados países.
En Ivirgarzama, en la zona cocalera del Chapare, donde están las bases sindicales del gobernante, durante el acto por el onceno aniversario de su triunfo presidencial, con su anquilosada retórica —en la que son temas recurrentes el imperialismo norteamericano, los posibles golpes de Estado y el no al pluralismo ideológico—, su pésima dicción y una imagen poco grata, el mandatario pretendió alentar a sus seguidores con las consignas: “Evo es del pueblo, si el pueblo decide vamos adelante para enfrentar a la derecha” y “hemos llegado al palacio para quedarnos”, evadiendo la pérdida de su aceptación popular, que según un sondeo de la encuestadora Ipsos, está en un 49 %.
La oposición boliviana ha respondido de manera enérgica ante las propuestas del Movimiento Al Socialismo (MAS), pronunciándose con una advertencia de resistirse a cualquier cambio que vaya en contra de la Constitución Política del Estado (CPE) y en contra de la actitud de ignorar los resultados del referendo del 21 de febrero, a través del cual el pueblo rechazó la modificación del artículo 168 de la Constitución.
Durante un acto en la Plaza Murillo de la capital del país, el expresidente Jorge Quiroga convocó a la población a hacer frente a la intención de repostular una vez más a Morales en contra del referendo, y expresó: “Quiero hacer un llamado a todos los bolivianos a trabajar juntos en el campo jurídico, internacional, constitucional, democrático, para defender nuestros derechos, nuestra Constitución, la democracia que el señor Evo Morales la tiene de servilleta”.
Igualmente el vocero nacional de los Demócratas y alcalde de Cochabamba, José María Leyes, se refirió a que no existe ninguna vía democrática para lograr una nueva postulación de ningún gobernante que hubiera permanecido por dos períodos consecutivos, por lo que cualquier vía que intente forzar la voluntad del pueblo sería un acto dictatorial. El senador de Santa Cruz, Óscar Ortiz, ha sido otro de los que se ha pronunciado en contra de las pretensiones de Morales, al insistir en que la Constitución Política del Estado no se acomoda a su conveniencia.
La Iglesia católica boliviana, institución con cuyos líderes el mandatario ha mantenido una actitud distante durante su mandato, se sumó el pasado martes a las expresiones de oposición ante el intento de postularse a un cuarto mandato y lo convocó a respetar el resultado de un referéndum que le negó esa posibilidad. Por su parte, la secretaria ejecutiva de la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Bolivia rechazó la posible reelección al considerar que el presidente no ha protegido a este sector, lo que las ha hecho recurrir a instancias internacionales para llevar a cabo sus proyectos.
Desfachatez, descaro, desvergüenza y cinismo, afirmó en El Espectador el prestigioso escritor uruguayo Danilo Arbilla al referirse a una nueva mutilación a la democracia, enmarcada en los fines y propósitos progresistas; y no solo es descaro y cinismo, sino una burla a los principios de los ciudadanos de una nación que determinaron, hace solo unos meses, que el socialismo del siglo XXI llegaba a su fin también en Bolivia.
Esperemos que el MAS no logre sus propósitos. De cualquier modo, si en el 2019 vemos reelegirse al señor Morales, no hemos de asombrarnos. Tal vez siga el camino de los hermanos Castro y de Daniel Ortega, y desde su soledad en los Andes siga luchando por un inexistente socialismo y contra el “enemigo imperial”.
Latinoamérica: la balanza se inclina para su bien
written by Alberto Roteta Dorado | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
Una mujer pasa frente a un cartel del Che Guevara y Hugo Chávez en Venezuela (Foto: Carlos Garcia Rawlins/Reuters)
FORT PIERCE, Estados Unidos.- Los equilibrios políticos en Latinoamérica están cambiando. Por suerte, no solo para la región, sino para el mundo. En lo político, la balanza favorece a la centroderecha, lo que se ha ratificado en la reciente reunión de la Organización de Estados Americanos, en la que se concluyó la sesión de debate sobre la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela.
La sesión tuvo lugar gracias a que 20 de los 34 integrantes de la entidad decidieron que se llevara a cabo, ante la propuesta de Venezuela de que se suspendiera.
El pasado 31 de mayo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, activó la Carta Democrática de este organismo para el caso particular de este país; un paso sin precedentes al ser la primera vez que se activa a un estado miembro contra la voluntad de su gobierno.
Durante la sesión los estados miembros participaron de la presentación del informe del secretario general acerca de la crisis social y política en Venezuela, aunque no se sometió a votación para determinar si se prosigue con el proceso de la Carta, que podría llevar a la suspensión de este país del organismo.
Mientras en territorio venezolano continúa la represión y la peor situación económica de su historia, algo que ha llevado al desorden social en las últimas semanas, en las que cientos de ciudadanos han asaltado establecimientos para robar por hambre; hechos desmentidos por su presidente Nicolás Maduro y el diputado Diosdado Cabello, quienes acusan a la oposición de generar estas acciones.
Cientos de venezolanos denunciaron el maltrato recibido por miembros del aparato electoral, militares y chavistas mientras se desarrollaba el proceso de validación de firmas para activar un revocatorio que eliminaría a Maduro del poder. Lo que, unido a los sucesos antes referidos, le confieren protagonismo a Venezuela dentro de Nuestra América; no obstante se destaca sobremanera por su conocida crisis económica y los caprichos de su presidente, Ecuador, el atrasado país andino.
Este último atraviesa una crisis económica que se agrava cada vez más. El presidente Rafael Correa, con su estilo sui géneris que se mueve entre la ironía y la agresión verbal, ha pretendido pasar solapadamente esta indefinida etapa, que podría ser lo mismo una recesión que una desaceleración de su economía. La realidad es que el Gobierno no renueva contratos de personal, se endeuda cada vez más e intenta sacar de donde no tiene.
Con amplias reducciones de nóminas, las empresas bajan sus ventas y caen sus utilidades, lo que ha originado un elevado nivel de desempleo en un país donde todos se explotan en un intento de supervivencia en lo que se ha llamado “la grave enfermedad de la economía”, algo que se demuestra con el decrecimiento interanual de 0,8% durante el tercer trimestre de 2015, con estimaciones muy desfavorables para este 2016.
Se insiste en la caída del precio del petróleo como elemento desencadenante. No obstante, muchos se inclinan por la idea de una vulnerabilidad del modelo económico que ha impulsado la revolución ciudadana, conducida por un economista que ha llevado al país al abismo.
En medio de la incertidumbre comienzan los preparativos para las elecciones en febrero de 2017, con un presupuesto de 131 millones de dólares para los comicios. Correa no participará en las elecciones, y su partido, Alianza País, no ha elegido ningún candidato. El mandatario piensa abandonar el poder dejando tras sí devastación, no solo por el efecto de los sismos, sino por la ineptitud de su mandato. Lasso o Bucaram, representantes del CREO y del Fuerza Ecuador, respectivamente, tendrán que asumir la herencia de la revolución ciudadana como paradigma fracasado del Socialismo del siglo XXI.
En Suramérica es noticia también Colombia, la que se presenta ante el mundo con un acuerdo de paz a partir del cese al fuego y el desarme definitivo de sus Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), alcanzado el 23 de junio en La Habana, lo que marca el comienzo de una nueva etapa, en un país donde el conflicto político ha durado por más de medio siglo. Al acuerdo inicial de La Habana le seguirá un período de conversaciones y la firma del documento final previsto para el próximo mes. Estas acciones dan inicio a una reconciliación nacional, que incluye medidas radicales relacionadas con las sentencias para los responsables de los crímenes durante estos años.
Permanece casi en el silencio –pero no por eso olvidado– Panamá, cuyo gobierno presidido por Juan Carlos Varela, con solo dos años de actividad, ha tenido que renovar su gabinete de trabajo, lo que trajo consigo cambios en varios de sus ministros. De manera anticipada el ministro de Seguridad, Rodolfo Aguilera, presentó su renuncia. Según datos de abril del presente año, solo el 46% de la población panameña acepta la labor de gestión presidencial, siendo las áreas más vulnerables de su actual mandato la seguridad social, el desarrollo pecuario, la canasta básica y la salud.
No obstante, en materia de derechos humanos y de establecimiento de relaciones entre los países centroamericanos, la labor del presidente Varela ha sido meritoria. A su gestión se debe la solución de dos grandes conflictos migratorios, devenidos en crisis humanitarias, ambas protagonizadas por cubanos.
De forma general, Latinoamérica experimenta cambios medulares que deberán traer un nuevo orden político y social. Recordemos la reciente destitución de Dilma Rousseff por el Senado de Brasil, la derrota de Evo Morales en Bolivia luego del referendo por su cuarto mandato, el radiante triunfo de Mauricio Macri en Argentina y, en días pasados, del centroderechista Pedro Pablo Kuczynski en Perú.
Los casos de Cuba y Nicaragua van quedando aislados y fuera del contexto actual de Nuestra América. Ambos merecen ser tratados en futuros escritos. Lamentablemente, Daniel Ortega ha resultado ser el candidato del Frente Sandinista y de la Alianza Nicaragua Triunfa para las próximas elecciones, una vez que consiguiera la elección indefinida. Cuba permanece detenida en el tiempo, pero en la espera de grandes transformaciones que no podrán dilatarse mucho más en el tiempo.
El fin de la izquierda en Latinoamérica
written by Alberto Roteta Dorado | jueves, 5 de enero, 2023 12:46 pm
(Foto tomada de internet)
QUITO, Ecuador.- Los pueblos de Latinoamérica, con una historia matizada por la existencia de dictaduras y corruptos gobiernos, amén de un espíritu sui géneris que oscila entre la sumisión cuasi patológica y la más desenfrenada rebeldía, han sido el terreno propicio para la puesta en marcha de una propuesta de modelo experimental: el Socialismo del Siglo XXI.
El 30 de enero de 2005, durante el V Foro Social Mundial, por primera vez Hugo Chávez mencionó la idea del Socialismo del Siglo XXI. A partir de este momento adquirió difusión mundial; aunque en sí no es suya la idea, sino del teórico alemán Heinz Dieterich Steffan.
Los rasgos histéricos de la personalidad de Chávez cautivaron a los miembros de los sectores más populares de su país. El inicio de una serie de reformas, las que, sin duda, beneficiaron a los más desposeídos, fue determinante para que alcanzara la cúspide de la popularidad que logró el mandatario. No tardó mucho para que naciera un “hombre nuevo”, de marcada tendencia populista, que seguía las pautas de sus hermanos caribeños de Cuba y, de forma expansiva, se diseminaba por parte del continente.
Muy pronto se acentuaron los sentimientos de odio por parte del fallecido mandatario venezolano, hacia el “brutal enemigo”, cual sombra que de manera oculta suele aparecer como trasfondo para la justificación de todos los males de los sistemas corruptos.
Inspirado por su mentor, el Dr. F. Castro, se declaró enemigo acérrimo del país más poderoso del planeta y fue capaz de maldecir en público al gobierno de Israel. Ya todos conocen de sus insultos, malas acciones, ironía desmedida y marcado cinismo; aunque lo mostraban como el mejor amigo de la Cuba de los Castro, sitio adonde fue en los últimos días de su paso por la tierra.
Los proyectos de colaboración con gran parte de Latinoamérica, tras una aparente hermandad, comenzaron a ejecutarse. Fue surgiendo cautelosamente un movimiento político de marcada tendencia izquierdista en países como: Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Chile; pero como es lógico, y dando continuidad al fracaso europeo del siglo XX, los países de Latinoamérica en los que se instauró el nuevo modelo comenzaron a deteriorarse, ya sea en lo económico, lo social o lo moral.
Las protestas populares en Ecuador, país cada vez más en deuda con China, donde la economía se deteriora progresivamente y la incertidumbre reina por doquier; el colapso económico de Venezuela, declarada por su actual presidente en “estado de emergencia económica”, y donde en días recientes ha tenido lugar una de las más multitudinarias manifestaciones; los escándalos de corrupción de Brasil y Argentina, este último país con una derrota contundente de la izquierda; así como el “no” de los bolivianos para la reelección de su presidente Evo Morales por un cuarto período consecutivo, han demostrado que el Socialismo del Siglo XXI no tiene aceptación, que sus caudillos se van extinguiendo, y que constituye un fracaso total; aunque se le modifique su nombre o se saque de su contexto histórico y geográfico, es un modelo que no funciona en el orden práctico, aunque sus teóricos lo describan como el paraíso terrenal.
Suramérica emerge de las profundidades abismales, a las que ha llegado por los efectos del Socialismo del Siglo XXI. La restauración de un orden político con independencia y liberalidad, acorde a las particularidades de cada territorio, ya es un hecho patente en el actual contexto.
Cuba, que sigue siendo parte de Latinoamérica, permanece de manera estática por décadas. Al parecer, los cambios que estremecen al continente no logran el eco necesario en la mayor de las Antillas. El haber permanecido en un total aislamiento, que no tiene nada que ver con embargos ni bloqueos sino con la propia política del gobierno comunista de la Isla –que ha sido capaz de impedir la comunicación con el resto del mundo, ofreciendo al pueblo cubano tan solo el lado que han considerado conveniente, y acorde a los cánones que establecieron como permitidos– ha sido uno de los principales factores de un fenómeno social patológico: el estar en una condición estática, de cuya condición sólo se sale esporádicamente para evadirse y aislarse aún más.
Al estar tan limitada la información, y la que se ofrece se distorsiona llegando solo a través de los medios oficialistas en los que ya nadie cree, los cubanos de la Isla desconocen muchas de las realidades acerca del viraje total que ha experimentado “Nuestra América”, así como los móviles que han conducido a estos cambios.
Las acciones aisladas de ciertos grupos opositores no pueden ser consideradas como verdaderas muestras de arraigo popular. Hay más preocupación por tratar de salir del país, por cualquier vía y de cualquier forma, que por los verdaderos cambios internos en el orden social, político y económico.
Si se convocara a un plebiscito o referéndum como el que recientemente ha tenido lugar en Bolivia, ¿tendrá aceptación el actual mandatario cubano que no fue elegido por el pueblo? Todos sabemos que no, que nunca simpatizó a nadie, que jamás el pueblo cubano se identificó con la imagen de Raúl Castro. Pero ya se sabe que en la isla de la represión y del engaño no tendrá lugar tal convocatoria. Seguirán las falsedades, continuará la monarquía de los Castro, cual sucesión apostólica o corona heredada, a pesar de que Latinoamérica se abre al mundo y logra salir del yugo de un socialismo de aparentes matices nuevos, que en realidad ha sido el mismo régimen corrupto y destructor que por décadas fue aniquilando parte de la Europa Oriental y de Asia.
El fin de la izquierda en Latinoamérica es un hecho innegable de la historia, lo que, sin duda, demuestra la ineficacia de un sistema, que tras la apariencia de las bondades, solo ha servido para corromper a unos y enriquecer a otros. Las victorias de los últimos tiempos, podrán influenciar sobremanera, en aquellos que aún permanecen bajo el engaño de sus líderes.