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Aumentan robos y estafas en Santa Clara: “Muy pocas veces cogen a los ladrones”

Pinar del Río, Cuba, Robo, violencia, timos estafas

VILLA CLARA, Cuba. — Dentro de una tienda de la ciudad un individuo amistoso busca conversación con Maritza, una mujer bonachona y extrovertida que acepta de inmediato la sugerencia del joven de tasar sus prendas de oro. Al mismo tiempo, le asegura que estas pueden valer miles de pesos.

A sus 67 años, Maritza duda a la primera de sus buenas intenciones, hasta que entra en escena otra tercera persona que valida las capacidades del supuesto joyero, “el mejor de Villa Clara”. El muchacho se lleva consigo una cadena de diez quilates, una sortija y un pulso que pertenecen a la señora y otros dos anillos del advenedizo que participa también en trueque.

Los dos “clientes” esperan en una esquina el resultado de la valoración, pero el ladrón jamás regresó al lugar de los hechos y tampoco su cómplice, que se marcha luego alegando que lo notificará a la policía.

“Estaban en componenda y no sé cómo pude caer en esa estafa”, lamenta la mujer. “Seguramente son personas que vienen de otras provincias por eso no han podido cogerlos. Después, supe de una amiga que había caído en la misma trampa con su celular, con la promesa de cambiárselo por uno mejor”.

Los robos en plena calle en Cuba con esta tipología están siendo bastante frecuentes. De hecho, un caso similar a este fue reconocido hace pocos meses por el medio Escambray de Sancti Spíritus que hizo alusión al incremento de delitos relacionados con el cambio de monedas y la sustracción de objetos de valor, entre los que sobresalen las cadenas y anillos.

Sin embargo, últimamente, muchos cubanos han denunciado en redes el hurto hacia el interior de sus propias viviendas, una situación mucho más preocupante, ya que se dan muchas veces con las personas dentro y sobre todo en horario nocturno.

La mayoría de los asaltos en las viviendas se producen en horas de la noche (Foto de la autora)

A finales del mes pasado, Liván Machado y su familia se fueron solo por una noche de su casa, ubicada en el reparto América Latina, y al regresar les habían llevado la “balita” de gas y otros artículos menos valiosos, pero necesarios, que estaban ubicados en el patio trasero.

“Aquí te roban lo mismo un calzoncillo de la tendedera que una escoba vieja”, confirma este hombre. “A una vecina le arrancaron por la noche las sábanas y las toallas del mismo portal y, ¿adivina qué?, después las vio vendiendo en Revolico por un perfil falso. Con lo caras que están las cosas lo que te lleven te hace un hueco”.

A otra familia residente en la Calle Real le sustrajeron recientemente la turbina con la que halan el agua del acueducto, cuyo costo asciende a miles de pesos en el mercado informal, pero lo que más les llamó la atención fue que también se llevaron la cafetera y dos paquetes de pollo del refrigerador.

Aun así, hay robos que, por insólitos, no dejan de sorprender a quien sufre la pérdida, ya sea el bombillo con el que se alumbra un portal, la alfombra de limpiarse los pies y hasta la mascota de raza de la casa.

“El que entra a una vivienda ajena no perdona”, confirma otra mujer del mismo reparto a la cual le robaron la unidad externa del split hace ya dos meses. “De noche se escuchan pasos por las azoteas y los aleros. La verdad es que no se puede dejar la casa sola ni dormir tranquilo, porque lo peor es que muy pocas veces logran coger a los ladrones”.

A principios de marzo, fuentes oficiales del municipio de Placetas reconocieron el incremento de robos con fuerza en bodegas, hurto de ganado mayor y los delitos contra el patrimonio, en relación con el mismo período del año anterior.

Específicamente en la cabecera municipal, el escritor Otilio Carvajal denunció esta semana desde su perfil en Facebook el robo de la farmacia de la calle Candelaria en la que compra los medicamentos del mes: “Desde mi hogar rogamos humildemente a los rateros de Santa Clara dejar a las farmacias fuera de su área de impacto (…) Los perros olían y hasta que no dejen de oler no sabremos qué quedó. Llévense los jarabes, pero dejen los del tarjetón, que luego valen un congo en la bolsa verde”.

Los testimonios de las víctimas de robos trascienden igualmente en redes sociales y funcionan como una especie de advertencia ante el peligro que supone tener la vivienda “mal enrejada”.

Fachada de una vivienda en Villa Clara (Foto de la autora)

Un usuario llamado Christopher Torres hizo catarsis recientemente en un grupo de compraventa de Santa Clara: “Uno se levanta en las mañanas y lo primero que escucha es el careo de los vecinos, que si se intentaron colar en casa de fulano, que si forzaron la entrada de tal establecimiento, que si los vecinos de la esquina se fueron de vacaciones y cuando regresaron tenían la casa vacía”.

Más adelante, agregó que llevaba tiempo sin poder conciliar el sueño: “Lo cierto es que llevo meses durmiendo con un machete debajo de la cama, pero lo que más me pesa es que si agarro a una persona dentro de mi casa lo voy a tener que usar”.

Cartel de advertencia en una vivienda (Foto de la autora)

Cientos de usuarios reaccionaron a la publicación del joven alegando que son muchas las zonas de la ciudad que se encuentran totalmente en penumbras y que los ladrones también suelen usar los apagones como un telón de fondo para cometer las fechorías. “Tengo mi casa enrejada por completo y anoche me estaban llevando las sábanas de un segundo piso”, advierte Anaberta Alemán. “Son ninjas, pero igual entran en tu casa y te matan”.




La Habana: intentan robar a un profesor en el transporte público

Profesor cubano, Robo, P11

LA HABANA, Cuba. — En redes sociales se ha hecho viral una denuncia con tintes de crónica escrita por Yarini Manuel Arrebola, profesor de la Universidad de La Habana, quien fue víctima de un intento de robo con fuerza en un ómnibus P11, que cubre la ruta Vedado-Alamar.

En el post, junto a una foto de su mochila rota a cuchilladas, el autor describe la desesperante situación de los profesionales cubanos y del país en general, ahogado en una crisis que ya es humanitaria y de humanidad, más que económica. Poco faltó, de hecho, para que el propio maestro resultara herido en el ataque. Lo salvaron el acolchado del bolso y varios exámenes de estudiantes.

El texto, amargo por su veracidad, expone el via crucis de quien debe levantarse de madrugada, cinco horas antes, para llegar a tiempo al turno de clases que le corresponde. Desde mucho antes de la coyuntura, Donald Trump y el COVID-19, los profesores universitarios no tienen transporte; realidad que los ha obligado a una rutina miserable y autodestructiva que, sin dudas, incide negativamente en el número de profesionales dispuestos a ejercer el magisterio.

Con ironía y parsimonia Yarini Manuel Arrebola lamenta la pérdida de una mochila que le ha costado dos o tres veces su salario, y ni siquiera se siente con ánimos para explicar cómo es posible terminar su jornada laboral a las dos de la tarde y llegar a su casa a las diez de la noche, tras más de siete horas de espera en la cola del ómnibus y el viaje hasta Alamar.

En no pocas ocasiones, el profesor ha arriesgado su vida para cumplir con sus estudiantes y llegar a tiempo a la Universidad. La más reciente, según su post, fue la semana pasada, cuando tuvo que viajar, durante casi un kilómetro, enganchado en la puerta del bus, y apoyado en un solo pie junto a otros cubanos que, como él, debían llegar a su trabajo a toda costa.

“Si esto coge un bache y me mato, ahí la universidad sí pone enseguida la guagua para los profesores”, pensó. Pero se equivoca. Su situación no le importa al decano de la facultad donde imparte clases, ni al rector, ni al ministro de educación superior, ni al amasijo de barrigones que florecen entre platos abundantes y carros con aire acondicionado, mientras los profesionales de este país se exponen a ser apuñalados por un carterista que erró el golpe, o a morir aplastados por la doble rueda de un bus articulado.

Ni siquiera la muerte de millones de cubanos removerá las conciencias de quienes hace tiempo pactaron la extinción de este pueblo. Fue una decisión tomada sin remordimientos, probablemente en medio de una sobremesa, y aderezada con la convicción de que es lo mejor para ellos y sus familias.

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Los cubanos y la cultura del robo

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LA HABANA. Cuba.- El robo y el hurto son dos delitos penales diferentes, aunque a menudo se utilicen como sinónimos; pero son términos jurídicos con distinto significado. Para el cubano de a pie, el que toma algo que no es suyo da lo mismo que lo hurte o que lo robe, es un “tipo que resuelve”.

Sin embargo, es tan normal que muchas personas en la sociedad cubana tomen del Estado lo que no es suyo que –sin utilizar lo que de forma jurídica le correspondería– el régimen no le llama de ninguna de las dos formas, sino “desvío de recurso”, pero todo el mundo sabe que “están metiendo la mano”.

Para poder saber cuándo empezó el cubano a cometer estas acciones habría que remontarse al triunfo de la “Revolución”, cuando “La Piedra” (léase si quiere Fidel Castro) incautó todos los bienes de Estados Unidos en Cuba y también los de todos los cubanos que tenían capital acumulado e invertido en negocios, una acción que obligó a la casi totalidad de ellos a emigrar.

Pero como si eso hubiera sido poco los que quedaron resagados y sin mucho dinero que querían salir de Cuba tenían que hacerlo de forma definitiva y dejándolo todo atrás: casa, dinero, auto y bienes materiales de cualquier tipo.

El Estado “todopoderoso” se encargaba de hacerle un inventario a las personas y si se les rompía un vaso entre ese momento y la salida del país tenían que dejar los vidrios como prueba de que se había roto. Claro, esta forma de robo, y otras más, nunca estuvieron contempladas en el Código Penal.

Después de 1959 esto es lo que ha visto nuestra sociedad, el ejemplo del embudo, lo ancho para mi y lo estrecho para ti; en base a lo cual los ciudadanos cubanos comenzaron a tener una cultura del robo.

La mayor parte de los “fachos”, como se les dice de forma popular, lo ejecutan los mismos dirigentes, que roban al estado porque se sienten dueños de los medios que administran. Pero también los que trabajan directo en la producción y los servicios actúan de esa forma.

Antes de que les subieran el salario a los maestros se hacía difícil para el Ministerio de Educación captar docentes, y las personas comentaban: “es que lo único que tienen para robar es tiza”.

De forma general el mercado subterráneo se nutre de lo que se le roba al estado; es por eso que se puede comprar cualquier cosa en la bolsa negra.

En la capital hubo unos días en los que era muy difícil conseguir huevos, porque el estado en la actualidad solo vende los regulados. En el mismo momento en que se comenzaron a distribuir por la libreta de abastecimiento aparecieron los huevos en la bolsa negra al increíble precio de 450 pesos el cartón de 30 huevos, que implica que cada uno vale 15 pesos.

Cuando se empezaron a distribuir de forma normada algunos huevos adicionales a 90 centavos la unidad, las personas lo encontraban caro, y ahora estos valen casi 17 veces más.

¿Cómo aparecieron en el mercado subterráneo? Pues de diferentes formas. Algunos se cayeron del camión que los trasladaba, otros salieron caminando de los almacenes que los recibieron y hubo consumidores que seguro no alcanzaron por la libreta de abastecimiento, porque el huevo tiene merma.

Lo cierto es que el mercado negro tiene su propia formación de precio de venta, en la que interviene el tipo de cambio que tenga el dólar americano, en cualquier municipio de la capital encontrará el mismo precio.

Hubo una época en la que el salario era tan pequeño que algunos decían: “El estado ‘hace’ como si le roba al trabajador en el salario y el trabajador se lleva los bienes materiales para compensar”.

Un ejemplo reciente es la destitución de Marino Murillo Jorge, al que se le conocía como el “zar de las reformas”, y su posterior designación -el mes pasado- como presidente del Grupo Empresarial Tabacuba. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que partiendo de la “cultura del robo” que hay en el país ha sido premiado, porque lo pusieron de forma exacta, como se dice en el refranero popular: “junto al jamón”.

En esta posición maneja recursos a todo lo largo y ancho del país, en particular en las principales provincias tabacaleras. Murillo se convirtió en dueño absoluto de ese negocio. Casi seguro que se sintió feliz de dejar el globo donde vivía y aterrizar en la tierra, donde con estirar la mano tiene cualquier cosa que le haga falta.

Así vive el cubano, con dirigentes corruptos en cualquiera esfera, no solo en la producción, también en los servicios.

Los de más abajo logran pequeñas tajadas, nunca llegarán a superar el nivel de viviendas, autos, alimentación, cuidados de salud, etc. que tienen los de arriba, pero tratan de imitarlos, porque para eso la “Revolución” ha pasado mucho trabajo en estos 62 años, enseñando la “cultura del robo”.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Perpetran robo en Banco Metropolitano de La Habana

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Cajero desfalcado en Banco Metropolitano de La Habana (foto del autor)

LA HABANA, Cuba. – Este miércoles se conoció que en la agencia del Banco Metropolitano sita en Lacret y Juan Delgado, en la capitalina barriada de Santos Suárez, se produjo un robo de dimensiones significativas el pasado mes de junio.

La cuantía de lo sustraído asciende a poco más de 31 mil pesos cubanos convertibles (CUC), que al cambio oficial en las casas de cambio (CADECA), equivale a 744 mil pesos en moneda nacional (CUP) o a unos 30 mil dólares estadounidenses.

Este reportero pudo conocer de una fuente bancaria que un empleado de la referida agencia sustrajo el dinero subrepticiamente del cajero automático existente en esa sucursal. Esto sucedió en el período comprendido entre finales de mayo y principios de junio.

La misma fuente, que requirió el anonimato, precisó: “Fueron detenidos varios trabajadores de la sucursal hasta que el autor del robo confesó que el dinero lo había sustraído él solo. Para eso aprovechó las deficiencias existentes en los mecanismos de control”.

Y prosiguió: “Se nos pidió la mayor discreción sobre el hecho. Han sido días terribles de citaciones, interrogatorios y constantes arqueos de cajas. Todos hemos estado en tela de juicio”.

Para terminar, la fuente expresó: “Seguimos esperando las conclusiones de la investigación penal para saber quiénes quedarán también acusados por falta de control y fiscalización. Esto nunca debió haber sucedido Es una vergüenza para todos los trabajadores de la sucursal”.

Una segunda fuente, involucrada directamente con el caso, corroboró esta información.

El Banco Metropolitano S.A. es un banco comercial exclusivo de la capital de Cuba. Se conoce que han ocurrido otros delitos cometidos en instituciones bancarias durante la etapa revolucionaria, pero éste sería uno de los más cuantiosos. Todos esos eventos han sido mantenidos en el mayor secreto.

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MININT impide desvío de 17 toneladas de maíz en Cienfuegos

MIAMI, Estados Unidos. – Fuerzas del Ministerio del Interior de Cuba (MININT) detectaron el desvío de 17 toneladas de maíz importado en la provincia de Cienfuegos, informó este lunes el Sistema Informativo de la Televisión Cubana.

El cargamento había sido descargado en la Zona 2 del Puerto de Cienfuegos. Posteriormente, fue transportado en un camión que, alegando dificultades técnicas, intentó burlar los controles de seguridad y llevar la mercancía a receptadores particulares.

El vehículo, que tenía como destino la Circuladora de Materias Primas y Premezclas de la Empresa Productora de Piensos del Centro, fue interceptado en la Finca Portilla, zona límite entre los municipios de Cienfuegos y Rodas.

El mayor Noelio Alexander Valdés Alba, primer oficial de la DTI Unidad Económica del MININT, en Cienfuegos, reveló que el operativo fue posible gracias a información recibida por colaboradores.

“Conocimos la información de que existían un grupo de personas inescrupulosas que se estaban dedicando a organizar la sustracción de un camión de maíz… procedimos a darle seguimiento y nos llevó hasta el lugar donde pretendían dejar el producto”, explicó el oficial.

La Televisión Cubana destaca que “todos los implicados en la cadena delictiva confesaron su participación, que pretendían encubrir a través de la falsificación de documentos”.

Según el reporte, la lluvia caída en la zona impidió la descarga del producto y, con ella, su depreciación.

“Se evitó que resultara un daño significativo para el país porque se logra que todo el producto se restablezca a su destino normal sin que sufra ningún tipo de afectación por inocuidad o por deterioro”, señaló el primer teniente Daril Boza Pérez, Jefe de la Unidad Territorial de Investigación Criminal del MININT en Cienfuegos.

El facturador de la carga, dos miembros del grupo de custodia, el transportista y dos receptadores serán acusados por los delitos de receptación y apropiación indebida.

Las 17,5 toneladas del maíz importado recuperadas están valoradas en más de 150 000 pesos cubanos en el mercado informal.

Hace apenas dos semanas, un operativo contra acaparadores de productos alimenticios en Camagüey decomisó 43 toneladas de maíz en grano acopiadas en un almacén.

El hecho tuvo lugar en el poblado La Estrella, del municipio de Céspedes. Allí, las autoridades también confiscaron 210 litros de combustible y 12 tubos.

El ciudadano al que se le incautaron los bienes declaró que todo el maíz fue comprado a campesinos de la zona. Según el detenido, una parte sería utilizada para alimentar animales y la otra destinada a la venta.

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Condenan a administradora de bodega en Villa Clara por robar 280 libras de papa

Papa, Villa Clara, Camajuaní

(Foto: Vanguardia)

MIAMI, Estados Unidos. – Dos personas fueron sancionadas por el Tribunal Popular de Camajuaní tras haber desviado 280 libras de papas destinadas a la canasta básica normada en ese municipio de Villa Clara, informó el diario Vanguardia.

Los implicados en el hecho fueron la administradora de la unidad La Cascada -una bodega ubicada frente al cuartel de bomberos de la cabecera municipal de Camajuaní- y un ciudadano que no trabajaba en el lugar.

Ambos fueron condenados a un año y a ocho meses de privación de libertad, respectivamente, por el delito de apropiación indebida.

En el caso de la administradora de La Cascada, su sanción fue subsidiada con trabajo correccional con internamiento. El Tribunal le impuso, además, una sanción accesoria de privación temporal de derechos, por lo cual no puede ejercer cargos de ningún tipo durante dos años.

“En el caso de Camajuaní, existe una situación difícil por el azote del coronavirus, y hoy más que nunca hay que tener bien impregnados los valores éticos, el concepto de Revolución, ser más humanos y solidarios unos con otros. Este no es el mejor actuar de una persona encargada de custodiar los bienes del Estado y garantizar que lleguen directamente a la población”, declaró a Vanguardia Naivi Hernández Cardoso, fiscal jefa municipal de Camajuaní.

Según el medio provincial, el desvío de las 280 libras de papa se produjo el pasado 29 de marzo “cuando el ciudadano, por orientación de la administradora, trasladó seis sacos del preciado tubérculo en un carretón de caballo alquilado, con el fin de repartirlos entre la vivienda de la sancionada, de las dependientas de la bodega y la suya propia”.

Sin embargo, la operación fue neutralizada por un oficial del Departamento Técnico de Investigación (DTI) del Ministerio del Interior (MININT), quien interceptó el vehículo cuando salía de la tienda con el cargamento.

La fiscal Hernández advirtió que las autoridades judiciales del territorio serán enérgicas con los hechos delictivos relacionados con el desvío de productos alimenticios, combustibles, materiales de la construcción.

Asimismo, aseguró que serán juzgados todas aquellas personas que hayan dado positivo al coronavirus y se nieguen a ingresar a hospitales o centros de aislamiento.

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Cubano de Miami enfrenta cargos por utilizar beneficios para robar gasolina

MIAMI, Estados Unidos. – El ciudadano de origen cubano, Dani Daniel Toranzo, deberá responder a las autoridades de Miami-Dade por utilizar beneficios que le ofrecía el condado para echar gasolina en su auto personal.

Según el canal local América Tevé, Toranzo, de 43 años, se habría robado decenas de galones de combustible aprovechando su condición de supervisor de mantenimiento del condado asignado al Parque Amelia, en Hialeah.

El acusado confesó que durante cuatro meses utilizó la tarjeta del condado para poner gasolina en el vehículo que utilizaba para ir a trabajar. En ese periodo Toranzo realizó un total 17 transacciones por valor superior a los 320 dólares.

Trabajador del condado de Miami-Dade desde 2016, el cubano fue arrestado el pasado 14 de julio y deberá presentarse frente a un juez el venidero 13 de agosto.

Se le acusa por los delitos de “robo en mayor cuantía” y “organización de un esquema para cometer fraude”.

Residentes de la ciudad entrevistados por América Tevé coincidieron en que Toranzo “tiene que pagar” por el delito.

“No creo que sea justo que una persona esté así, libre, haciendo de las suyas”, comentó al canal local un residente preocupado por situaciones de esa naturaleza, muy comunes en el condado durante los últimos años.

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Detienen a cubano en España por abuso sexual, intimidación y robo

Mossos d´esquadra, policía de Cataluña. Foto internet

MIAMI, Estados Unidos.- Un cubano de 26 años fue detenido este miércoles en la ciudad de Lleida, Cataluña, España, por las autoridades (Mossos d’Esquadra), acusado de los delitos de robo con violencia e intimidación, abuso sexual, lesiones y atentado a los agentes de la autoridad, según una nota publicada por el diario La Vanguardia.

Según la víctima el hombre le había hecho tocamientos en el autobús de línea Alfarràs-Lleida, y al bajar la habría golpeado y robado el bolso. De acuerdo a la nota, los Mossos lograron detener al presunto autor después de que intentara huir y agrediera a dos agentes.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 11:00 de la mañana del miércoles, cuando una mujer que estaba siendo atendida por un grupo de peatones y por un agente de la policía española en la parada de autobús de Prat de la Riba de Lleida, denunció que un hombre le había hecho tocamientos durante el trayecto de autobús de Alfarràs a Lleida.

La víctima explicó que cuando bajó del autobús el hombre la siguió, la golpeó, le tiró del pelo, la tiró al suelo y le robó el bolso. Con la descripción del hombre, los Mossos iniciaron la búsqueda y lo localizaron en la zona de la Seu Vella. Tras perseguirlo y que durante la huida golpeara dos agentes, lo lograron detener en la calle Tallada.

El cubano tiene numerosos antecedentes y es conocido en Almenar como una persona conflictiva. Tiene impuestas varias órdenes de alejamiento y está previsto que pase a disposición judicial mañana viernes.

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Un ladrón anda suelto

Médicos cubanos (Foto archivo)

LA HABANA, Cuba.- El 12 de enero de este año Díaz Canel denunciaba, en su cuenta de Twitter, los intentos del gobierno de los Estados Unidos de “imponer” el programa “Parole”, al que catalogó de: “perverso recurso para estimular el robo de cerebros”, asegurando que “se trata de una campaña anticubana más, que manifiesta la impotencia imperial ante las conquistas revolucionarias”.

Sin dudas, el gobernante cubano no visita con frecuencia el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, de lo contrario no diría tales necedades. Yo que a menudo lo consulto, sé bien que el robo es un delito que se comete apoderándose, con ánimo de lucro, de una cosa ajena, y donde se emplea violencia o intimidación sobre las personas. El Mataburro también considera robo a esa sustracción de fichas y cartas que se produce en el juego de naipes y en el dominó.

Si atendemos a esas definiciones resultaría absurdo considerar que los médicos, que no son cosas, puedan ser robados, a menos que el gobierno los considere simples fichas de su dominó. Esos médicos, y cualquier otro profesional, deciden voluntariamente el viaje o, para definir con más precisión, la escapada. Un viaje “definitivo” no se emprende sin pensarlo bien, por eso supongo que en casos como estos el silencio resultaría más provechoso al presidente, y a todo su gobierno.

No sé si a “Palacio” llegan noticias de las burlas que sufre esa “revolución” que formó médicos para luego considerarlos “cosas” de su propiedad, y que reparte por el mundo a cambio de dinero y otros bienes. La exportación, como fuente de ingresos, es imprescindible en el mundo moderno, pero no es lo mismo exportar níquel, que hombres y mujeres de batas blancas que abandonan sus familias para cebar las bolsas del gobierno a cambio de unas pocas “monedas baratas”, y esto, debía reconocer el presidente tuitero, es mucho más cercano al robo que a los ofrecimientos del programa “Parole”.

El robo se hizo costumbre en Cuba, y no son pocos los que con él pactan. Yo mismo lo sufrí doce días antes de que Díaz Canel denunciara los supuestos intentos de “desfalco” de profesionales de la salud. Así despedí el año, sufriendo el robo de mi teléfono móvil. Comencé a vivir el año nuevo en la Cuarta estación de policías de La Habana, esa que se levanta en la calle Infanta esquina a Manglar, y bien que recuerdo la alarma de los guardias por la cantidad de delitos que se habían cometido durante ese día que antecede al “triunfo”.

Ya transcurrieron tres meses, y algo más, desde aquella aciaga jornada en la que fui tratado como bandido, cuando en realidad era el inocente a quien habían despojado de su teléfono, el que sería luego vendido. Ya pasaron tres meses y fui tan iluso que creí en la posibilidad de que apareciera, sobre todo porque la policía, su “técnica”, identificó a la “nueva dueña” y su lugar de residencia, pero siguió pasando el tiempo y jamás me devolvieron el “aparato”.

¿Acaso la receptación no se considera delito en Cuba? ¿Tendrá aún el teléfono esa mujer? ¿No resultaba esencial su testimonio para que las “autoridades” conocieran la verdadera identidad del ladrón y luego dar con su ubicación? ¿Habrán detenido al cuatrero? ¿Lo habrán juzgado? ¿Estará en la cárcel? ¿No sería justo que volviera el teléfono a mis manos? Las respuestas son tan claras como el procedimiento que decidieron para empantanar el asunto.

El teléfono nunca fue devuelto a la víctima, sobre todo porque cambió el victimario; la policía desplazó al ladrón, y se puso en su lugar para castigar aún más a la víctima, un periodista independiente que acostumbra a denunciar los desmanes que provocan el gobierno y sus instituciones. Tres serían los encargados de averiguar el paradero del teléfono y encontrar al ladrón, pero ninguno “resolvió”.

El primer policía asignado al caso duró tan poco que no recuerdo su nombre. Luego Yunelvis, una muchacha rubia, y en extremo delgada, se encargó de averiguar, pero prontísimo me hicieron saber que había sufrido una “amenaza de aborto”, y que el primer teniente Alexei Pita, con quien no tuve encuentro alguno, se ocuparía del asunto; sufrí entonces la arrogancia y las groserías de un oficial de apellido Millán, quien, tras mis reclamos, terminó sugiriendo a puro grito y antes de colgar el teléfono que me quejara en el lugar que me diera la gana.

Sin dudas todo estaba decidido; el ladrón había resultado de gran utilidad a la policía y también a la “revolución”. Este ladrón se convirtió, para ellos, en una especie de Robin Hood, un cuatrero que robaba a los “malos”, a esos que “están tan lejos del pueblo”. Este ladrón, tan sátrapa y ratero como Robin Hood, serviría para atemorizar, para callar las denuncias de alguien que se atrevía a enjuiciar a una “revolución” a la que aun presentan como justa y benefactora.

Es astuto, pero depravado, que la policía se aproveche de un delincuente para castigar a alguien que piensa y actúa diferente a lo que ellos suponen que es la justa norma. Tolerar el robo es un delito mayúsculo, consentir al ladrón es una afrenta a la ley, dejarlo suelto propicia el vandalismo, pero ellos prefirieron castigar a la víctima, amedrentarlo para que se decidiera por el silencio cómplice, lo que sin dudas no consiguieron hasta hoy.

En Cuba el delito es castigado en algunos casos y en otros es silenciado, sobre todo si es un robo útil a la policía y al gobierno. En Cuba la justicia no es la misma para todos y las autoridades la manejan a su antojo, haciendo que algunos sean más vulnerables que otros. Es inmoral que la institución policial desatienda la seguridad de quienes no comulgan con sus presupuestos. Y durante tres meses esperé, pensé en el “beneficio de la duda”, ya no.

Son muchas las insatisfacciones que vivimos los cubanos, y la incertidumbre es una de las “conquistas” más significativas en la Cuba de hoy, porque entre los guardianes también abundan los émulos de Bonnie y Clyde, de Dick Turpin y Robin Hood, y aunque aparezca el ladrón y lo robado no siempre habrá castigo y devolución, pero yo seguiré escribiendo, y solo dedicaré cortesías a la justicia.




La inútil pretensión de Díaz-Canel de acabar con el relajo

Díaz-Canel; Cuba

Miguel Díaz-Canel
Miguel Díaz-Canel (Foto archivo)

LA HABANA, Cuba.- El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, está empeñado en ponerle fin a la sustracción ilícita de combustible en las empresas estatales, pero lo más probable es que sus esfuerzos no tengan la más mínima relación con el éxito.

La lucha por detener el tráfico en este sector clave de la economía es un objetivo de vieja data, y a todas luces tendiente a prevalecer en medio de las periódicas intervenciones de funcionarios en los medios de prensa.

Y es que el robo de lo que sea, es una práctica que muy pocos pueden evadir, en aras de sacarle un tramo de ventaja a la escasez generalizada, la inflación, y al salario promedio de menos de un dólar diario.

Se trata de una cultura de la supervivencia, que hace mucho tiempo rompió los diques de un modelo político supuestamente revolucionario, capaz de, entre otros disparates, crear y reproducir un sujeto social modélico (el hombre nuevo), y alcanzar niveles de desarrollo espectaculares con el liderazgo de la empresa estatal socialista.

La historia demuestra lo contrario. Cuba es una suma de relativas conquistas sociales y notorios fracasos.

Basta fijarse en los niveles de indisciplina, mostrados sin pudor, en la vía pública, escuelas, centros de trabajo y vecindarios, para advertir que el caos no es una interpretación forzada de la realidad, sino una condición dominante de la que es imposible escapar.

Todos los clamores por el orden desde el poder resultan patéticos, incluido el de Díaz-Canel. Un personaje que conoce bien los factores desencadenantes de las corruptelas a todos los niveles de la sociedad.

Y es que el Estado es el único culpable en la estimulación de este tipo de comportamientos, a raíz del obstinado deseo de conservar su hegemonía a través de regulaciones y decretos que obstaculizan las posibilidades de un mejoramiento del nivel de vida, mediante el esfuerzo personal.

Se trata de una estrategia política que favorece la igualdad en la pobreza, y la magnificación del centralismo económico como el medio por excelencia para salir del estancamiento.

La disposición para impulsar nuevas tácticas que pongan freno al hurto de combustible, chocarán con los poderosos intereses de los implicados.

Se sabe de antemano que la continuidad del pillaje está garantizada, después de esas operaciones policíacas que culminan con el arresto de algunos chivos expiatorios, quizás un rimbombante anuncio en el noticiero y la afirmación de un alto funcionario de que ahora sí se acabó el relajo.

Las ventas solapadas de petróleo y gasolina son una de las más lucrativas en el amplio universo de ilegalidades, y, por tanto, sus beneficiarios no van a replegarse fácilmente por las amenazas del presidente.

Si acaso, moderarán sus ambiciones y seleccionarán con mayor cuidado a sus clientes, pero nada de abandonar una fuente de ganancias segura.

En este escenario se da por sentado que siempre habrá dinero de sobra para borrar expedientes condenatorios, y protegerse contra delaciones con amigos influyentes que salvan del aprieto con una oportuna notificación dirigida a la oficina de algún dirigente de alto nivel.

Todo está dispuesto para que esas promesas de terminar con el desorden sean tomadas como fuegos de artificio.

Saquear las empresas estatales, en la medida de lo posible, es un mandato de la supervivencia. Un proceder común, bajo la máxima de que “ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón”.

Los responsables de los desfalcos sienten que es una reacción lógica. Otros lo ven como una guerra asimétrica, donde es necesario anotarse victorias, aunque sean pírricas.

De esos triunfos depende el sustento de miles de familias y, por otro lado, la vida disipada de los gerentes de las gasolineras, que a menudo obtienen la codiciada plaza, gracias a su militancia en el partido o el historial de acciones en apoyo a la revolución.