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Revista Demo Amlat dedica edición de septiembre a Cuba y las protestas del 11J

11 de julio Demo Amlat

MIAMI, Estados Unidos.- A la Cuba posterior al 11 de julio de 2021, el liderazgo femenino y las campañas electorales estuvo dedicada la edición No. 030 de la revista de Demo Amlat, una iniciativa de Transparencia Electoral que defiende y promueve los valores democráticos en Latinoamérica.

Con textos de Leduán Ramírez Pérez, Fidel Gómez Güell, Camila Rodríguez y Julio Llópiz-Casal, “los sucesos del 11 de julio de 2021 en Cuba emergen como eje aglutinador” de esta tirada correspondiente a septiembre.

El día de las históricas protestas antigubernamentales y “el rompimiento que esto significó, dentro de la narrativa del poder hegemónico del socialismo en la isla, son deconstruidos en la revista desde lo testimonial, el campo simbólico y el activismo a favor de los detenidos y desaparecidos” a raíz de las manifestaciones, que se dieron en más de 60 comunidades a lo largo y ancho del país.

“El sueño de alcanzar la libertad plena ha calado en una parte importante de un pueblo que llevaba demasiado tiempo en un letargo vergonzoso. Creo que ha servido para demostrar que sí hay voluntad de cambio y toma de conciencia política. Creo que se ha mostrado al mundo la cara horrible de la bestia, su verdadera condición inhumana. Ha servido para reconocer el gigantesco abismo generacional que nos divide y para confirmar lo que ya algunos sabíamos —y hoy saben muchos más—, que esta lucha se decide en Cuba, con el pueblo cubano en las calles, reclamando libertad, construyendo el cambio con sus manos, pacíficos, pero de manera decidida. Se trata de una especie de comienzo del fin”, reza el texto firmado por el joven antropólogo y escritor Fidel Gómez Güell.

Por su parte, de acuerdo al Doctor en Ciencias Sociales Leduán Ramírez Pérez, “en la Cuba actual la discursiva que asocia los problemas sociales y económicos con el embargo estadounidense y supuestas campañas orquestadas desde el extranjero para sustituir al Gobierno, ha perdido credibilidad ante las masas”.

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Fidel Castro, el Comandante Playboy

Fidel Castro; Cuba, Castrismo, Amazon Prime

Fidel Castro.

MADRID, España.- Decía Bob Hope, en tono profesoral, que en la vida todo había que comenzarlo por el principio. Hacía una breve pausa y seguía, risueño: “menos Playboy que se comienza por el medio”. Y tenía razón: el centerfold de la revista solía traer una señora estupenda provocativamente desvestida. Era una publicación “para adultos”. Fidel Castro estaba entre sus lectores, pero lo más importante es que se dejó entrevistar varias veces por el magazine. Sabía, intuitivamente, que la manera más rápida de llegarle al ciudadano norteamericano era a bordo del papel couché de esa revista.

Abel Sierra Madero ha investigado el romance de Fidel Castro con Playboy  y el de todas las revistas para adultos con Fidel Castro, con la revolución y con los cubanos y, especialmente, con las cubanas. El título de su libro es el que tomo prestado para este artículo. Resulta realmente increíble lo que ha encontrado y coleccionado. El libro está lleno de reproducciones de las primeras páginas de los magazines. No en balde Sierra es historiador, graduado en Cuba, y ha estudiado un doctorado en literatura en una buena universidad de New York.

En el epílogo, Sierra Madero cuenta su historia y la de su familia. Eran de origen muy humilde. Su abuela era lavandera y su abuelo cortaba caña. Creyeron en la revolución y se beneficiaron de ella. Escalaron socialmente. Su madre estudió ruso en la URSS. Pero Abel nació en 1976. Era de un par de generaciones posteriores al fenómeno revolucionario. Sus abuelos vivieron y murieron deslumbrados por Castro. Para Abel, cuando llegó la edad de efectuar juicios políticos, especialmente tras el desmoronamiento de la Unión Soviética y el fin del comunismo europeo, el Comandante era el ComaAndante. Un tipo latoso, indiferente a la realidad, que hablaba incesantemente cosas sin sentido. No veía la historia a través de los mitos. Cuando pudo, escapó de Cuba.

El libro que Abel ha escrito es sorprendente. Nada supe de las fantasías sexuales de esas publicaciones con mis compatriotas, incluidas las fantasías sadomasoquistas, entreveradas con historias reales muy conocidas, como la de Marita Lorenz, la alemanita de 18 años a la que Fidel, supuestamente, violó, embarazó y luego obligó a abortar contra su voluntad.

¿Qué hay de cierto sobre la hipersexualidad de Fidel Castro? Creo que no es verdad. Me parece que tiene razón Juan Reinaldo Sánchez, el jefe de los escoltas del Comandante (La vida oculta de Fidel Castro), citado por Sierra, cuando lo presentó como un tipo normalillo, incluso tímido, aunque poseía decenas de casas espectaculares, regadas por toda la Isla, en las que recibía a sus esporádicas amantes, mientras mantenía a su santa esposa, Dalia Soto del Valle, lejos del radar de los cubanos, quienes conocieron de su existencia tras llevar 25 años de casados y tener cuatro hijos en común.

La atmósfera de sensualidad de la Isla acaso comenzó con la primera campaña publicitaria en la que se mezclaron el producto que se quería vender (los tabacos) y el sexo. En el siglo XIX se contaba que unas tabaqueras voluptuosas torcían los puros sobre sus muslos sudorosos en medio del clima ardiente de Cuba. Aunque no fuera cierto, los muy puritanos estadounidenses se quemaban de deseos y adquirían los tabacos para cerrar los ojos y soñar mientras fumaban, hasta que Bill Clinton mezcló la realidad con la fantasía y utilizó un puro como un extraordinario juguete sexual. (Nunca un habano fue más famoso).

Pese a esas revistas de dimes y diretes no creo que la sociedad cubana fuera especialmente sensual. Lo he escrito otras veces: Cuba, antes de la revolución, era una sociedad formada en la pacata tradición hispano-católica en la que copular –como dicen los vascos- “era más un milagro que un pecado”.

Había, por supuesto, prostíbulos, pero esa costumbre, también española, italiana y francesa, estaba relacionada con la santidad de las mujeres honorables. Como también había unos discretos gángsters que explotaban los ocho casinos de juego que existían en La Habana y compartían sus “beneficios” con el corrupto Fulgencio Batista.

Incluso, cuando las revistas estadounidenses de la entrepierna dibujaban a una Cuba lujuriosa, la policía política cubana había inventado un delito, la dolcevita, por el que castigaba a los “revolucionarios” que realizaban “fiestas de perchero” (para colgar las ropas cuando se desnudaban).

Más aún: en los primeros años de la revolución a estos idiotas les dio por cerrar las “posadas” o moteles furtivos en los que las parejas se daban cita. Un buen amigo, que había conquistado a una señora casada con un hombre feroz, se disponía a hacer el amor en una de esas posadas, cuando escuchó a un dirigente revolucionario que gritaba desde un megáfono en las afueras del motel: “compañeros, la revolución no puede tolerar estas inmoralidades. Salgan inmediatamente de las habitaciones y váyanse. No serán detenidos”.

Como mi amigo le temía al marido de la dama en cuestión, hizo una memorable canallada. Le dijo que no quería exponerse y que ambos saldrían solos. Ella lo miró con desprecio, se vistió y se marchó para siempre. Él espero unos minutos y se aventuró a salir. Lo esperaban numerosos vecinos con ánimo de divertirse. Le gritaron mil cosas, pero la palabra que más le hirió fue la que corearon incesantemente: “paje .., paje .., paje…

Mi amigo nunca más pudo contactar a la señora casada. Creo que se suscribió a Playboy.Ahí debió leer las entrevistas que le hicieron a Fidel Castro.




Voces 5

LA HABANA, Cuba, febrero (173.203.82.38) – El último viernes de enero volvió al ciberespacio la revista Voces, del portal Voces Cubanas, cuyo número 5 –con Voltus V en el imaginario gráfico y escritural- introduce el bisturí en textos que recrean el impacto generacional de la animación japonesa e historietas criollas como Elpidio Valdés, Yeyín y María Silvia; en convivencia con temas, autores y problemas trascendentes de la realidad insular, conectada a tantos escenarios de locura mediante el montón de creadores caribeños desparramados por el planeta.

A quienes siguen o inician este encuentro de sortilegios cocido en casa y adobado en cazuelas amigas de Barcelona, México, Miami o New York, les bastará conectarse a www.vocescubanas.com/voces, y los lectores del patio, sin acceso a Internet, tendrán la opción del Cd, la memory flash y algún impreso de los pocos que circulan de mano en mano.

La novedad de Voces 5 empieza en la foto de portada del edificio Focsa –tomada por Orlando L. Pardo Lazo-, continúa con el Índice como postre, la degustación de los textos, imágenes y caricaturas; los tradicionales juegos con letras, números y espacios, más la inserción de 9 páginas de Cartoon Webwork: El juego de la vida, de Guillermo Rosales y, como si fuera poco, la foto a color de Gorki Águila con guitarra y el dibujo-fusión Voltus-Voces V, de Rolando Pulido, diseñador del Índice y la contraportada.

Ajena a secciones, notas al pie, fichas de autores, machón editorial y otras reverencias formales, la nueva entrega de Voces renueva su visualidad y hurga con desenfado en la memoria histórica y  cultural de nuestra isla, sin obviar el abordaje de aspectos del pasado y el presente que infieren un replanteo fundacional.

Por razón de espacio solo comentaré el menú del Índice, de manera que los lectores escojan y degusten sus platos preferidos entre las 68 páginas de Voces 5. Por su actualidad, frescura y valor ético sugiero empezar con América y los traidores, del periodista Ernesto Morales, que acaba de llegar a Miami y desmitifica el “heroísmo” de los funcionarios castristas que aterrizan en la capital del exilio y compran perdón, dinero y olvido ofreciendo al mercado informativo las vísceras de sus patrones.

En esa línea socio antropológica se inscriben los ensayos breves de Miriam Celaya, autora del agudo y delicioso De oráculos y adivinos –sobre la Letra del Año-, y Dimas Castellanos con su enjundioso Corrupción y reforma, mientras el historiador Fernando Dámaso propone El rescate del General Narciso, texto erudito y justiciero.

La excelencia se mueve a su vez en los homenajes y entrevistas. Entre los primeros sugiero imprimir y leer en casa Cuba, la noche y la locura, de Ahmel Echevarria Peré, quien retoma al mítico Reinaldo Arenas a propósito del testimonio novelado de Tomás Fernández Robaina. El reverso de los homenajeados es el imprescindible José  Lezama Lima, reinterpretado en Voces por un trío de virtuosos: Alexandra Molina (La noche de los nonatos), Néstor Díaz de Villegas (Los 15 minutos de Lezama) y Carlos Alberto Aguilera (La Internacional del delirio), piezas breves y fecundas tomados del Dossier Lezama Lima en Diario de Cuba.

En las entrevistas dialogan con desenfado y galanura el escritor Emilio Ichikawa con el cantautor Frank Delgado, y la blogger Claudia Cadelo con el prisionero político Pedro Argüelles, uno de los periodistas independientes condenado durante la Primavera Negra de 2003.

La ronda de evocaciones sobre las historietas niponas y cubanas es, en cierta medida, un homenaje emocional y memorioso al mundo grafico, visual y sonoro de varias generaciones. Tres escritores toman lanzas, espadas y rayos láser para desatar los entuertos creativos de los “muñequitos” cubanos y la nipoanimacion. Jorge E. Lage recuerda que Somos pioneros exploradores, mientras Orlando Luís Pardo  trae a la bella María Silvia en In Memorian y Yoss, despierta a Voltus V y otros animados inspiradores en Generación V.

Voces 5 nos regala, además, algo de poesía (3 poemas de Luz en la Piedra, de Vicente Echerri); el relato Rompiéndose la espalda, de Daniel Díaz Mantilla; las crónicas Sabores de enero (Wendy Guerra) y Reflexiones de casino (Juan Juan Almeida), y 3 posts del blog Mujerongas, de la escritora Grettel J. Singer, quien advierte en su bitácora que dichas féminas “son no sólo las corpulentas, sino las desgarradas y las atrevidas”.




Voces 4

LA HABANA, Cuba, enero (173.203.82.38) – Como regalo de fin de año circula en la red el cuarto número de la Revista Voces, ubicado en www.vocescubanas.com/voces y presentado el pasado 26 de diciembre en el apartamento de Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar, fundadores de la Academia Blogger de Cuba, que edita desde agosto estas páginas sin censura, ajenas a mandatos oficiales y banderías políticas.

Al igual que en las entregas anteriores, Voces apuesta por la libertad de expresión desde la frescura y la originalidad. Su formato incluye textos de 20 autores en 60 páginas, con dibujos de Belén Cerros, blogger de La vida agridulce; diseño de índice y contraportada de Rolando Pulido, y composición a cargo del escritor y fotógrafo Orlando Luís Pardo Lazo, responsable de trazos y figuras que retoman los juegos con letras, flechas y números que crean sugerentes espacios en blanco, lo cual compensa la simplicidad y la ausencia de secciones, notas al pie, fichas de autores y machón editorial.

Voces 4 trae temas y figuras que cubren la vastedad de intereses de quienes se acercan a lo cubano desde el ciberespacio. Voces exiliadas y marginadas en Cuba, que dimensionan el espacio insular en su conexión con el mundo: problemas sociales, políticos, culturales, poesías, reseñas de libros, piezas narrativas, crónica y análisis puntuales, como La verdad como lógica de vida, que constituye el comunicado-denuncia del grupo de Hip Hop Skuadrón Patriota, con el cual finaliza la revista.

Comienza con el ensayo de Vicente Echerri Sobre una fracturada identidad, el cual analiza la destrucción -y la transformación- de la nación cubana, la identidad a la que nos aferramos, la abolición del contrato social y otros problemas que cambian cualquier visión triunfalista sobre el futuro de Cuba.

El tema sociopolítico es abordado con sentido crítico y polémico en textos como El socialismo cubano: malabares al borde del abismo, de Reinaldo Escobar, quien parte del discurso del general Castro ante el Parlamento del régimen; En defensa de WikiLeaks, de Ernesto Fernández Busto; mientras Iván de la Nuez ofrece La política: ¿patrimonio de la humanidad?; en tanto Rosa María Rodríguez Torrado le saca lascas a La miel del poder, las reformas ¿y la heredad?, y José Gabriel Barrenechea se pregunta: ¿Comienza la reforma?

La poesía, mejor servida que en el número anterior, trae cuatro inéditos, dos del  dramaturgo y narrador Abilio Estévez, que obsequia De los dioses / Del equilibrista; mientras Feliz Luis Viera regala dos poemas inéditos de La Patria es una Naranja, uno  sobre las putas y otro en torno a la noción de patria.

La diversidad narrativa galopa a través del relato testimonial de Yoani Sánchez (Guajira de Centro Habana); la crónica de viaje En Puerto Plata, sin visa, de Armando Añel; el cuento En la oficina, de Mabel Cuesta, y las ficciones de Omar Alfonso Requena –Una probable Vasumitra-, Jorge Enrique Lage –Flash Forward-, los 12 post del anónimo Zorphdark y las 19 viñetas sin título de Orlando Luis Pardo Lazo, quien delira sobre el encuentro con Aki, una chica nipona que le sirve de pretexto para ofrecer sus luminosas construcciones escriturales en torno al amor y la soledad existencial.

Voces 4 incluye, a su vez, cuatro piezas de crítica literaria y cultural. Tania Favela aborda Las tentaciones de Lucio Gaitán, reseña sobre la novela Un viejo viaje, de Manuel Pereira; descrita además por Eliseo Alberto, quien le dedica el titulo Viento a favor. A Miguel Iturria Savón se debe El Carnaval y los Muertos, acerca de la novela homónima de Ernesto Santana, Premio Kafka de 2010. Mientras Néstor Díaz de Villegas sorprende con Filosofía del T-Che, donde contrapone la leyenda de Jim Morrison –“falso ídolo de una teología de la liberación”- y los imperativos de mercado que imponen las imágenes de Che, Scarface y otros iconos contemporáneos.