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Reportaje revela estrechos vínculos de MIPYMES cubanas con la dictadura

Alcona empresas MIPYMES

MIAMI, Estados Unidos.- Las dudas de varios activistas cubanos sobre la autenticidad de las MIPYMES en la isla y sus estrechos vínculos con la dictadura siguen despejándose luego de una investigación de ADN, la cual reveló este jueves que, en efecto, algunas de las más poderosas empresas privadas en Cuba han sido registradas y operan en la actualidad por miembros del círculo íntimo del régimen.

Según el reportaje de ADN, “varias MIPYMES, como TL38 SURL y 25MN SURL, han sido registradas por miembros del círculo íntimo del régimen y mantienen estrechos vínculos con empresas estatales, como la exportadora Alcona S.A, dirigida por Loretta García, hija del General Guillermo García Frías, y otras entidades que forman parte del Ministerio de Agricultura (MINAG)”.

TL38 SURL, por ejemplo, fue registrada el 6 de diciembre de 2021 por la cubana Yureibys Pérez Blanco. La empresa se dedica a la preparación y conserva de carnes, y está asentada en el Barrio Embil, municipio Boyeros, La Habana.

De acuerdo a un reportaje publicado el pasado 30 de mayo por CubaNet, Yureibys Pérez Blanco es la esposa de Carlos Quintero Agullo, quien era el Director Financiero de Alcona S.A. Pérez Blanco es además una de los principales directivos de Treew, una “organización extranjera” encargada de comercializar los productos que Alcona S.A. exporta.

“Treew ha constituido empresas en todos esos países y uno de sus directivos principales es un ciudadano canadiense llamado Cristhopher Mark Hemingway, que ha hecho negocios con Cuba desde hace casi dos décadas vinculados a la compra de carbón vegetal y de caballos de raza (áreas de Alcona), además de comercialización de alimentos”, dice nuestro reportaje al respecto.

Según ADN, hace apenas unas semanas la empresa comercial Alcona S.A anunció en Facebook haber obtenido la aprobación de las autoridades cubanas para convertirse en uno de los exportadores autorizados de las nuevas micro, pequeñas y medianas empresas, pero no es de extrañar pues “según las regulaciones vigentes, las importaciones y exportaciones de las MIPYMES solo será posible a través de entidades estatales”.

Volvamos a Yureibys Pérez Blanco, quien reside en Estados Unidos, y, dice el texto de ADN, además de estar al frente de Treew maneja “una red de empresas registradas offshore que se encargan de comercializar internacionalmente productos de Alcona S.A y de otras entidades del MINAG, como Cítricos Caribe, y la Empresa Estatal Socialista Victoria de Girón”.

ADN publica un gráfico en el que se observa “la amplia red de empresas offshore registradas o relacionadas con la ciudadana y residente cubana Yureibys Pérez Blanco”.

empresas MIPYMES
Foto ADN

Alcona S.A es una de las nueve entidades que forman parte del Grupo Empresarial Flora y Fauna, del Ministerio de Agricultura de Cuba (MINAG), que dirige nada más y nada menos que el general Guillermo García Frías y su hija Loretta García.

La investigación d ADN revela que, hasta el momento, “más de diez MIPYMES registradas recientemente pertenecen a la industria del carbón, un sector que el régimen ha hecho grandes esfuerzos por presentar como de propiedad privada durante la era de Obama, a pesar de que los carboneros cubanos pertenecen a CCS (Cooperativas de Crédito y Servicios), un grupo de organizaciones que supuestamente son de propiedad y operación privadas”.

Sin embargo, un informe de la ASCE (Asociación para el Estudio de la Economía Cubana- sigla en inglés), revela que “en realidad, los CCS están bajo la supervisión y el control del gobierno”.

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Mendigos en la Plaza de la Revolución

Foto-galería de los autores. Imágenes tomadas en el entorno de la Plaza de la Revolución

 

LA HABANA, Cuba.- Cuando uno se detiene en el centro de la Plaza de la Revolución (antigua Plaza Cívica), además de observar los edificios de los principales ministerios, así como los del Consejo de Estado y el Teatro Nacional, además advierte, a un costado de la Biblioteca José Martí y, pudiéramos decir, hasta casi los pies de la escultura del Apóstol, un extenso parque que contrasta con la “solemnidad” del entorno.

La desolación que caracteriza el ambiente de la plaza, apenas transitada por algunas pocas personas, casi siempre turistas o trabajadores de las instituciones cercanas, se prolonga hasta ese parque que colinda con la Terminal de Ómnibus. No obstante, ahí la sensación de desamparo se torna más pesada, brutal, porque añade al raro ambiente la certeza de que las cosas andan muy mal y que el país, en verdad, se está cayendo a pedazos ante la vista de quienes, en medio de la comodidad de sus despachos cómodos, insisten en maquillar la debacle.

A cualquier hora del día, quien visite el lugar, podrá observar decenas de hombres y mujeres viviendo a la intemperie, dormitando sobre el césped o los bancos, a pleno sol o a la sombra de los árboles, incluso defecando en los matorrales que dan al fondo de la Biblioteca o pidiendo limosnas a quienes atraviesan el parque.

La zona, que incluye varias manzanas de malezas y construcciones abandonadas, se ha convertido en un pequeño infierno, aunque para los mendigos es una especie de paraíso porque, al estar cerca de la Terminal de Ómnibus que permanece abierta las 24 horas, al menos cuando llueve o durante las noches frías, pueden camuflarse entre los que esperan para viajar y de ese modo obtener refugio.

Un custodio de la Terminal de Ómnibus nos comenta sobre la situación:

-Cuando no está el jefe de turno yo los dejo pasar, a los que no son muy problemáticos, si no, tengo que sacarlos. A veces los dejo que se acuesten en los bancos. Al fin y al cabo, aquí la gente que espera se tira en el piso a dormir esperando la guagua y nadie se da cuenta. Hay otros custodios que les hacen guerra, pero yo pienso que nadie sabe lo que le espera en un futuro. ¿Si algún día yo me viera así?

Oscar Benítez, vecino del lugar, asegura que el fenómeno de los indigentes viviendo en el parque de la Plaza se ha incrementado en los últimos años:

-Antes eran solo gente con problemas mentales, pero ahora tú puedes ver gente joven e incluso mujeres. Vienen de Oriente, porque allá no hay nada y prefieren estar aquí. Otros han perdido las casas por vaya usted a saber… La cosa es que ahora son un montón de gente y a cualquier hora que uno pase lo puede ver. Hay uno que lleva años viviendo en ese parque. Yo hasta le he dado comida a veces y ropa que no uso. Por aquí pasan los dirigentes todos los días y nadie hace nada.

No se bajan de sus carros para nada. Para ellos esa gente no existe- dice Benítez.

Muchos sienten vergüenza y no nos permiten que les hagamos fotos. No aceptan hablarnos de su situación por miedo a represalias. Temen perder lo poco que creen tener en ese espacio donde son invisibles. Otros aceptan conversar, pero después piden dinero, dos o tres pesos, tienen que mendigar para comer, para sobrevivir. Todos sus testimonios son prácticamente el mismo: han perdido sus casas, no encuentran empleo en sus provincias, han sido liquidados por el alcohol, pero primero por los sucesivos desencantos.

Confundidos entre los que esperan o despiden a un familiar en las terminales, inadvertidos por quienes erróneamente piensan que la indigencia es un estado muy alejado de sus realidades, postergados socialmente porque en Cuba, cada quien, a diario, debe librar una batalla angustiante para lograr subsistir o escapar…Los hombres y mujeres desamparados, sin hogar ni ingresos, cada día se convierten en multitudes.




Jóvenes deportistas sufren para entrenar

Atletas de futbol, 5 y 30 pm, Los Pinos, Ciudad de La Habana
Atletas de futbol, 5 y 30 pm, Los Pinos, Ciudad de La Habana_foto de Anndy Sierra

LA HABANA, Cuba.- El Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) no se acoplan. La práctica deportiva en la base, y el futuro de nuevos talentos, están en peligro. Los entrenadores, por supuesto, se quejan.

La práctica del deporte en la base depende mucho de los espacios que el sistema educacional le cede. Este curso escolar 2014-2015 no le deja nada al deporte cubano. Solo se podrá entrenar después del horario escolar, a partir de las 4:30 pm.
Oscar Folcae, conocido como “El Niño”, entrenador de fútbol, de 78 años, comenta que ya no puede realizar la doble sesión (mañana y tarde): está obligado a dar clases de fútbol después de las 4 y 30 de la tarde. “Solo cuento con dos horas para atender tres categorías. La verdad, estoy perdiendo mi tiempo. Este año no podré conformar un nuevo equipo”, dice a la prensa independiente.

Folcae señala que, anteriormente, los turnos de Educación Física se facilitaban para los alumnos que estaban en deportes. “Nosotros los entrenadores le dábamos al alumno la nota de Educación Física, le llamaban Área Especial en aquel entonces”.

Según un profesor de Educación Física, Armando Alonso, de 30 años, “está planteado que nosotros tenemos que dar las clases de deportes, y hacernos cargo de las notas…. Los alumnos que entrenan deportes también tienen que recibir clases de Educación Física”, continúa diciendo. “Antes no era así, pero este curso vino con esas indicaciones”, finaliza Alonso.

Pero no siempre fue así

En años anteriores, la mayoría de las escuelas primarias en la capital, por iniciativas de sus directores, ajustaban el calendario de clases. “Se unían dos turnos de Educación Física para que así al entrenador le diera tiempo de buscar y traer a los alumnos a la escuela”, señala Alejandro Borroto, profesor de 33 años.

Pero esta situación pone un obstáculo también a los alumnos que viven lejos de los centros deportivos.

Ángel Correa, atleta, de 11 años, dice: “Estoy faltando a los entrenamientos por el poco tiempo que tengo. Vivo muy lejos del estadio donde juego pelota, el entrenador por suerte no me regaña, pero me dice que me esfuerce un poco más”.
“Como yo, hay varias de mis amistades que practican otros deportes han tenido que dejar de entrenar porque sus padres no pueden llevarlos, y solo no los dejan ir”, dice Correa.

Oscar Folcae, conocido como “El Niño”, entrenador de fútbol, de 78 años_foto de Andy Sierra
Oscar Folcae, conocido como “El Niño”, entrenador de fútbol, de 78 años_foto de Anndy Sierra

Miladis Soto, de 12 años, comenta que ha dejado el deporte por no poder ir. “Se me hace muy tarde, antes podía practicar el baloncesto en las mañanas, el profesor nos venía a buscar a la escuela en el horario de Educación Física”.

Los combinados deportivos se abarrotan por las tardes

Estadios como el “Ciro Frías”, “Eladio Cid”, o “Los Pinos” se ven como un hormiguero por las tardes. Entre la cantidad de atletas acumulados por no poder separarlos para otra hora y las personas que vienen a realizar ejercicios para la salud, o por recreación, aumentan los obstáculos para poder dar clases sin interrupciones.

“Eso es otro problema: la cantidad de atletas a la misma hora y los vecinos que vienen a jugar, molestando los entrenamientos. Uno se vuelve loco y al final no cumplimos con los objetivos. La verdad es que Educación nunca nos ha ayudado en el desarrollo deportivo”, expresa Yasser Cruz, entrenador de Baloncesto.

“Yo tengo el área del baloncesto para dar clases…Imagínese a 29 muchachos a la vez y me faltan 15, que no han venido desde que hice la captación en las escuelas”, concluye Cruz.

Alumnos que son el futuro del deporte cubano desistirán por el poco tiempo que tienen para entrenar. Entrenadores como Oscar Folcae –“El Niño”- se preguntan si seguirá debilitándose aún más el deporte nacional.




Circo sin pan

Foto-galería del autor

LA HABANA, Cuba.- Lo más recordado del verano de 1991, en Cuba, tal vez sean los XI Juegos Panamericanos, celebrados en La Habana entre el 2 y el 18 de agosto de ese año. No sé si “celebración” sea el vocablo más acertado cuando el suceso involucró tanta angustia para el pueblo cubano.

Casi medio millón de personas trabajaron sin descanso en las obras de construcción de las instalaciones deportivas que habrían de acoger a los deportistas de 39 naciones. A pesar de la crisis económica y política, el país se movilizó en pleno durante largos meses, porque había que regalarle a Fidel Castro el espectáculo soñado para celebrar su cumpleaños 65.

No importaba que el socialismo se estuviera desmoronando o que, como consecuencia del corte de suministros de alimentos y combustible provenientes de Rusia, en las cocinas de los trabajadores no existiera ni un pedazo de pan viejo para llevarse a la boca. El gobernante, fanático de los deportes, deseaba un poco de circo y no vaciló en malgastar las finanzas del país, en ruinas, en una pelea de gladiadores donde el pueblo sería el verdadero objeto de sacrificio.

Miles de horas de trabajo obligatorio, no remunerado en ocasiones; millones de brazos de mujeres, niños, hombres y ancianos levantando estadios, hoteles y otras edificaciones que, al pasar los pocos días de fiesta, no servirían para nada más; millones de dólares dilapidados en cientos de kilómetros cuadrados de abandono y desolación; numerosas familias, por más de una década, padeciendo hambre y enfermedades a causa de la desnutrición para satisfacer el antojo de uno solo.

Transcurridos 23 años, cuando muchos cubanos atraviesan el túnel de la Bahía camino hacia la zona este de la capital y observan lo que fueran campos deportivos, plazas, monumentos e inmuebles hoy cayéndose a pedazos, solo dan gracias, en primer lugar, al cielo por estar vivos a pesar de tanta locura y, en segundo, al Comité Olímpico Internacional por no haber permitido, en años más recientes, que celebraran una olimpiada en Cuba, porque habría arrojado en sus hogares más penurias que esas que cualquiera alcanza a ver donde quiera que torne la vista.

En su discurso en la inauguración de la Villa Panamericana, en julio de 1991, quizás Fidel Castro solo dijo una verdad innegable cuando señaló: “Por eso decimos que habrá dos épocas en la historia de nuestra arquitectura: antes de los Panamericanos y después de los Panamericanos”. Las desolaciones que ha captado nuestra cámara, irónicamente, no le dejan mentir.

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Ni después de muerto se respeta a Íñigo

Foto frontal de la escultura. Nótense los daños en el rostro, hombro y rodilla del trovador Topete- Foto RQH
Foto frontal de la escultura. Nótense los daños en el rostro, hombro y rodilla del trovador Topete- Foto RQH

GUANTÁNAMO.- Realizada por Ángel Íñigo, autodidacta recientemente fallecido y creador del Zoológico de Piedra, ubicado en el municipio de Yateras, la escultura está inspirada en el músico y poeta guantanamero Lorenzo Cisneros, fundador del Movimiento de la Nueva Trova en la ciudad del Guaso. Cisneros, conocido popularmente como Topete y quien radica en México desde hace casi veinte años, compuso una canción en homenaje a Iñigo y éste, en correspondencia, hizo la escultura.

Inicialmente, la obra fue ubicada en el primer bulevar de la ciudad, en la calle Aguilera entre las de Pedro A. Pérez y Martí, paso peatonal que quizás fue durante sus dos décadas de existencia uno de los más cortos del mundo pues sólo contaba con una cuadra. Específicamente, la pieza estaba situada frente al Bouquet, un barcito donde en la década de los ochenta del pasado siglo se reunían los poetas y trovadores para, entre tragos de ron barato, canciones y versos, echar a volar esperanzas que la vida se encargó de segar y convertir en añoranzas de juventud.

Con la remodelación del centro histórico de la ciudad, el bulevar desapareció, el tramo de calle volvió a ser vehicular y El Trovador comenzó a moverse por la ciudad. Hay quienes aseguran que de la calle Aguilera fue llevado hasta el frente de la sede del grupo de Changüí, en el popular barrio La Loma del Chivo, pero donde este reportero lo vio por muchos años fue en la calle Máximo Gómez, frente al local ocupado por el centro recreativo El Patio de Artex, hasta que fue situado en la Avenida Camilo Cienfuegos, una de las vías principales de la ciudad y donde ha sufrido la última mutilación.

Ya frente a la sede de Artex, la escultura había recibido algunos daños, un mal acompañamiento que ha signado a casi toda la obra legada por Iñigo al patrimonio nacional. Los ejemplos sobran. Hasta el mismo año de su muerte, el escultor estuvo reclamando protección y respeto para sus esculturas en las reuniones de la UNEAC y quejándose, porque siendo el creador del Zoológico de Piedra, quienes se encargan de administrarlo echaban en sus arcas casi todo lo que pagaban los visitantes y a él le daban una suma miserable.

Tanta fue la injusticia que, en la década de los años noventa, cuando yo ejercía como abogado, me otorgó un poder notarial para establecer una demanda y hacer valer sus derechos, de lo cual se retractó al recibir promesas de altos funcionarios de que el problema se resolvería. La verdad es que la solución nunca satisfizo al artista. El despotismo llegó al extremo de exigirle que para poder entrar al Zoológico de Piedra tenía que ponerse una credencial que lo autorizara y que era expedida por la empresa administradora.

A pesar de la importancia que la obra de Íñigo tiene para Guantánamo, tal parece que algunos dirigentes lo desconocen y así parece confirmarlo lo ocurrido el pasado 22 de agosto.

Foto lateral en la que se aprecia el daño ocasionado a la parte de la escultura donde estaban la guitarra y el brazo derecho del trovador- Foto RQH
Foto lateral en la que se aprecia el daño  donde estaban la guitarra y el brazo derecho del trovador- Foto RQH

Ese día, una brigada de la Empresa de Acueductos y Alcantarillado se dirigió al lugar donde había sido depositada la escultura para realizar un trabajo. Todo parece indicar que la obra debía ser desplazada para que ellos pudieran operar. La lógica indica que debían haber contactado antes con la Dirección Provincial de Cultura o con el Consejo Provincial de las Artes Plásticas para realizar el trabajo sin dañarla.

Pero estamos en Guantánamo, una provincia que quizás ostente el triste récord de ser el territorio cubano donde más se violan los derechos de los ciudadanos y donde algunos funcionarios transgreden impunemente las regulaciones que dicta el propio gobierno para el que trabaja, sin que la mayoría de las veces pase absolutamente nada.

Así que, sin consultar a las entidades mencionadas y mucho menos a los herederos del artista, los obreros movieron de forma irresponsable la escultura desprendiéndole una parte del brazo y de la guitarra. De nada ha servido la denuncia pública, realizada inicialmente en la emisora CMKS y luego en el periódico Venceremos, órganos oficiales del partido único.

Veinticinco días después, he pasado por el lugar para comprobar si el daño había sido reparado pero, como dice la canción, “el cuartico está igualito”.

El escultor Ángel Íñigo habrá constatado desde su tumba o desde el lugar por donde deambule su alma creadora y generosa, que ni aún después de muerto su obra recibe el respeto que merece.




Crece violencia de menores en barrios marginales

Foto-reportaje de Ernesto Pérez Chang

LA HABANA, Cuba.- Los hechos de violencia extrema continúan alarmando a vecinos de barrios periféricos de La Habana, sobre todo en aquellos municipios, como Arroyo Naranjo, donde se concentran grandes poblaciones con muy bajos ingresos.

Esta semana, varios jóvenes heridos por armas blancas, más uno de ellos fallecido en el lugar de los hechos, ha sido el saldo de una de las últimas peleas callejeras en el Reparto Eléctrico, asociadas a juegos de interés, donde participan cientos de muchachos, algunos de ellos casi niños. Intentan buscarse un dinero que los ayude a solventar la miseria en la que viven o, simplemente, lo hacen porque la hostilidad del medio donde han nacido y se han criado los obliga a insertarse en una cadena infinita de ilegalidades, para ganarse el sustento diario.

Peleas de perros, juegos de azar, campeonatos entre criadores de palomas, carreras de motos o autos y pequeños partidos de futbol o de béisbol no son escenarios para la simple distracción, sino actividades a donde una buena parte de jóvenes y adultos acuden para sumar unos pesos a los escasos salarios o pensiones que reciben del Estado, por largas y penosas jornadas de trabajo.

A la entrada de las escuelas o a la vista de maestros, policías y autoridades del gobierno, a los que parece no importarles la situación, se efectúan las competencias donde ya nadie se oculta para realizar las apuestas o para pelear por el cobro de una deuda.

Midalis Varona, hermana de uno de los muchachos lesionados durante la primera semana del nuevo curso escolar, nos cuenta cómo su hermano, de 14 años, fue agredido con una cuchilla por otro estudiante a raíz de una apuesta, en el campeonato de futbol que se realiza en la plazoleta aledaña a la discoteca del Reparto Eléctrico.

-Eso allí se llena de delincuentes pero él no hace caso. En su aula todos van y se ganan su dinerito y él quiere hacer lo mismo. Se lo he dicho, que no vaya, pero él se escapa. Yo no puedo hacer más. Mi madre no se ocupa de él y mi papá, ni hablar. Mi marido y yo nos hacemos cargo de José (el hermano), pero ya ves, yo también tengo que hacer otras cosas-, dice mientras atiende a su hijo pequeño.

El alcohol, las drogas, la prostitución, la pornografía, los robos con violencia están a la orden del día en los barrios marginales de La Habana. Un fenómeno que poco a poco se va extendiendo por toda la ciudad al punto de encontrarlo en las zonas más céntricas, y hasta en los barrios más exclusivos.

Alexis Hernández, menor de edad, pasó dos años recluido en una prisión de menores por agredir, en estado de embriaguez, a otro niño de su edad y causarle heridas de gravedad que estuvieron a punto de provocarle la muerte. Él también resultó herido, pero levemente. Hace solo unos meses terminó su sanción en una brigada de trabajo obligatorio. Participaba de las apuestas, aunque en otro barrio no de la periferia habanera, sino en el mismo Vedado, donde reside. Reconoce que, a pesar de ser menor de edad, nadie le impedía adquirir bebidas alcohólicas en los comercios del Estado.

-Es que hay de todo… Nadie va a divertirse, todo el mundo va a ganar su dinero. Yo eso no lo veo mal. Hay que luchar. Uno se deja llevar y nada, pasa lo que tiene que pasar…Ese tipo no me quería dar mi dinero. Yo estaba tomado y no lo pensé y le fui pa´arriba…-, confiesa.

Atrapados en el mismo callejón sin salida donde permanecen padres y abuelos al intentar hacer su vida en un país sin futuro, acosados por las inseguridades, obligados a crecer en un ambiente de perpetua sobrevivencia, engañados y traicionados con retahílas de promesas sin cumplir, a una buena parte de los niños y jóvenes cubanos no les quedan caminos para elegir más allá del crimen.




¿Siete años sin recibir sepultura?

LA HABANA, Cuba -Cástor Vispo, creador del famoso programa radial La Tremenda Corte, se habría divertido mucho con el desaguisado que enfrentamos todos los que en alguna ocasión nos propusimos visitar su tumba en el habanero Cementerio de Colón, para lo cual hemos debido apoyarnos en un equívoco tan desatinado e inexcusable como cualquiera de los alegatos de Tres Patines, su personaje estrella.

Entre las pocas referencias oficiales que se han publicado aquí sobre este gallego, considerado uno de los humoristas más importantes de Cuba en todos los tiempos, resulta imposible encontrar la fecha fidedigna de su muerte. Todas las fuentes, claro, enfatizan en el hecho de que haya permanecido en La Habana hasta el fin de sus días, a pesar del gran éxito internacional de su programa, y elogian esa “voluntad con la que hizo palpable la íntima decisión de ser cubano”, pero ni siquiera se han tomado el mínimo trabajo de verificar la fecha exacta de su muerte. Unos afirman que murió en el año 1966, sin precisar día ni mes; otros optaron por matarlo antes, en 1962. Ambos datos son pifias.

Lo curioso es que en los registros del Cementerio de Colón consta claramente que Cástor Vispo falleció el 1 de octubre de 1973, a los 66 años de edad, y fue sepultado al día siguiente. Así, pues, a cualquiera que pretenda buscar su tumba guiado por la fecha que se ha dado a conocer oficialmente, le resultará imposible hallarla. Parodiando a Vispo, es un tremendo caso para el tremendo juez de La Tremenda Corte, a través del cual las publicaciones oficiales (en el papel de Tres Patines) tendrían que aclarar cómo es posible que habiendo muerto en 1966, mantuvieran el cadáver sin sepultar durante siete años, hasta 1973.

Cástor Vispo había nacido en La Coruña, España. A los 18 años de edad llegó a Cuba destinado a convertirse en un imprescindible de nuestra cultura popular. Después de haber dejado huellas ciertamente imborrables de su talento y de su gracia torrencial, tanto en la radio, como en el teatro, el cine y las publicaciones gráficas, creó La Tremenda Corte, en 1941, programa que luego de más de setenta años, continúa ganando preferencias entre los radioyentes de buena parte de Latinoamérica y del estado norteamericano de Florida.

Por esas cosas de la endemoniada política, varias generaciones de cubanos dentro de la Isla han vivido ajenas a la trascendencia de Vispo. Y a más de un especialista tuvimos que deletrearle su nombre a la hora de solicitar que lo buscaran en los registros y en los compendios de personalidades históricas.

Padres, hijos y nietos que viven aquí se han perdido el privilegio de disfrutar (al menos libremente) de esa joya del humorismo y de la cultura criolla que es La Tremenda Corte. Lo más cerca que estuvimos fue a una distancia de años luz, mediante el programa televisivo ¿Jura decir la verdad?, remedo de Cástor Vispo y de Tres Patines que aún más que risa, nos provocaba vergüenza ajena y a veces lástima.

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Prohibido pasar. Prohibido sentarse

Foto-galería de Ernesto Pérez Chang

LA HABANA, Cuba. -En la Avenida del Puerto, en La Habana, hay un tramo de acera de unos cien metros de largo donde está prohibido detenerse. Después que uno pasa el edificio de la aduana, buscando los embarcaderos de las viejas lanchas que enlazan la Habana Vieja con los poblados de Casablanca y Regla, los policías te advierten a gritos que, si no vas a abordar, debes pasar de largo o cruzar a la acera de enfrente. Si te vieran sacar una cámara fotográfica, de inmediato te reprenden y hasta amenazan con decomisar el aparato.

Si el transeúnte decidiera tomar alguna de las pequeñas e inseguras naves, entonces deberá someterse a un proceso de requisa y a una sarta de advertencias sobre lo que no se puede hacer ni en la zona de espera ni dentro de las barcazas, bajo pena de una severa sanción. Está prohibido tomar fotos, usar los celulares, incluso sentarse, ya que han sido retirados los asientos de las lanchas y de los embarcaderos donde la espera se realiza en una fila, en medio de una pasarela bordeada por toscas barras de acero.

Lo más ridículo de la situación es que los puntos que enlaza el tradicional trasbordador no pertenecen a una zona de conflicto militar, ni son territorios extranjeros. Los destinos de esos viajes (Regla y Casablanca) se encuentran a menos de un kilómetro del lugar, incluso es un viaje que pudiera hacerse a nado (de estar limpia el agua) o por tierra, bordeando la bahía.

Segregación en el aeropuerto

Una situación similar a la anterior, incluso más repudiable, acontece por estos días en el Aeropuerto José Martí. Cualquiera que visite las terminales 2 y 3, para despedir a un familiar o amigo, deberá permanecer en las áreas exteriores de los edificios, expuesto al calor o a la lluvia de estos meses.

Bajo el pretexto de que las instalaciones no tienen capacidad para atender tantos visitantes, las autoridades del Instituto de Aeronáutica Civil y la administración del aeropuerto prohibieron los accesos al interior de los edificios y han desplegado un cordón de seguridad para evitar disturbios, debido a la inconformidad de las personas.

Policías y personal de civil, constantemente recorren las áreas de parqueo y las puertas de salida para prever y controlar cualquier manifestación de rechazo a la ordenanza, que ha provocado quejas como la que, hace unos días, circulara por los correos electrónicos y algunas redes sociales el cineasta cubano Juan Carlos Tabío.

Mujeres, niños y ancianos tumbados en el césped o en las aceras; rostros pegados a los cristales de la terminal para poder ver a los familiares que se marchan; multitudes discutiendo con quienes les impiden el acceso; familias escuchando las tontas explicaciones de empleados irrespetuosos que solo saben vociferar que se aparten de las pasarelas y que abran paso a los que entran y salen: son escenas que se repiten a toda hora en el José Martí.

Aunque algunos funcionarios han declarado a la prensa que tal segregación es una medida transitoria, el anunciado proyecto de construcción de una sala de espera exterior para familiares, aledaña a los estacionamientos, deja claro que la medida sí es en verdad permanente y no una cuestión de capacidad del aeropuerto. Es, sin dudas, una estrategia de contención contra posibles actos muy similares a los que provocaron las crisis del verano de 1994, cuando la situación se tornó muy tensa por la ola de secuestros de embarcaciones y aeronaves por parte de ciudadanos desesperados que buscaban escapar de la isla.

El actual escenario económico y político de Cuba se torna cada vez más delicado, mientras el abismo de pobreza se profundiza. No es de extrañar que las autoridades cubanas el surgimiento de actos similares a los de hace exactamente veinte años.

La reciente eliminación de las restricciones para salir del país solo beneficia a aquella parte de la población capaz de gestionar una visa y pagarse un viaje al exterior. En ese grupo, reducidísimo, se hallan solo aquellos que reciben ayudas económicas desde el extranjero o que cuentan con una entrada de dinero no proveniente de los bajísimos salarios que pagan las instituciones estatales.

El resto de la población, trabajadores con escaso poder adquisitivo, sabe que jamás podrá abandonar el país por medio de un proceso legal. En consecuencia, algunos audaces mantienen una constante exploración de las pocas vías de escape alternativas y, por tanto, ilegales; de ahí que las puertas de la isla, aunque a algunos ciegos les parezcan abiertas de par en par, en realidad cada vez son más vigiladas y resguardadas con la minuciosidad de los fieles carceleros.

 




Buscadores de oro en Guanabo

Oro en lingotes_archivo
Oro en lingotes_archivo

LA HABANA, Cuba. -El hombre se toma un descanso, revisa y guarda monedas, manillas, relojes, prendas, adheridos al imán. Trozos de hierro, clavos, herradura, tapas metálicas los desecha. Bucea en la arena. No usa careta, snorkel ni traje isotérmico –no tiene-, solo músculos para arrastrar el hierro magnético.

Amaury Fernández Cabrera, de 34 años, residente en el pueblo turístico Guanabo:

-Pesco y buceo a pulmón desde muchacho, lo hago antes del amanecer. El sol agota mucho en verano y los bañistas interrumpen el trabajo. También buscamos en invierno, aunque hay demasiado frío, marejadas, frentes fríos, pero el mar arrastra arena, piedras y descubre tesoros. Un trabajo duro. Tuve suerte que una hermana, que vive en los Estados Unidos, me regaló un traje isotérmico y un detector de metales. No los venden en Cuba. Ni tanque de oxígeno. La inmensa mayoría de los buceadores no pueden tener esos recursos sin familiar afuera. Casi todos bucean a pulmón. Encontramos prendas, relojes, manillas, sortijas, aretes, cadenas de oro y plata, dinero. Hay quienes encuentran objetos muy antiguos, de mucho valor- dice Fernández Cabrera.

Antiguas espadas, monedas de metales preciosos, finas prendas de uso personal, balas de naufragios por huracanes u otras causas; hoy cotos furtivos de buzos. El mar de leva a veces arranca objetos sumergidos que llegan a la orilla.
Durante los siglos XVIII, XIX y primeras décadas del XX hubo intenso tráfico internacional y cabotaje de mercancías pasajeros, especialmente entre los puertos de La Habana y Matanzas. Durante la Guerra de independencia de 1895 ocurrieron muchos desembarcos, también naufragios. Un monumento (1923) en Guanabo recuerda “Al General Rafael de Cárdenas Benítez, jefe de la Brigada Norte del Ejército Libertador (1895). Su brigada contribuyó a salvar expediciones que llegaron a estas playas; una de ellas bajo su directa conducción”.

Amaury Cabrera sale del mar-Foto RCA
Amaury Cabrera sale del mar-Foto RCA

Hace décadas se ha desatado en la isla verdadera fiebre de búsqueda de oro y otros metales preciosos en playas, ensenadas, remansos de mar, donde usualmente acuden turistas que extravían objetos. Especialmente al este de la capital. Algunos miles de personas, incluidas mujeres, han convertido la búsqueda de prendas en modo de vida permanente, sustento familiar. En países desarrollados, tenemos noticias de que también lo hacen, como hobbie.
Oro, plata, joyas alcanzan enorme valor, sobre todo por su escasez. Por un gramo de oro de 10 quilates se paga diez dólares; de 14 quilates, 19 dólares; de 18, 25. Ganancias inmensamente superiores al raquítico salario mensual de un obrero (unos 15 dólares).

Cuba ha sido desvalijada de sus metales preciosos. Primero los conquistadores que ilusionados por la Fiebre del Oro trocaron pedazos de espejo, collares y otras baratijas por el oro ceremonial de los indígenas, y los obligó a trabajar en las minas y en el lavado de arena de ríos para extraer pepitas. Les arrebataron todo el oro.

El gobierno actual desató en 1960 una enorme campaña publicitaria para la entrega (donación) por la población de oro, plata, joyas, “para comprar armas”, dijeron entonces.
Después, discretamente fue extrayendo de la circulación todas las monedas, de excelente plata mexicana.

En los 80 del pasado siglo -quinientos años después del saqueo a los indígenas- otro cambalache de oro y plata recuerda el espurio trueque de los conquistadores al establecerse las Casas de Cambio de Oro y Plata.

Detector de metales en mano, Orlando se encamina al mar- Foto RCA
Detector de metales en mano- Foto RCA

El gobierno contrató a joyeros -muchos se hicieron ricos a costa de ciudadanos inexpertos en precios- encargados de tasar joyas hasta de siglos anteriores, generalmente engarzadas con finísimos trabajos de orfebrería, canjeadas por bonos (papelitos) solo para comprar equipos electrodomésticos, alimento, ropa y calzado -de extrema escasez- en tiendas estatales habilitadas al efecto.

Hubo avalancha de pueblo para, muy contentos, despojarse de sus preciadas prendas: sortijas de compromiso matrimonial, manillas, cadenas, remembranzas de ancestros para terminar en la gran manga del Estado, a cambio del refrigerador, televisor a color, mudas de ropa, conservas enlatadas. Se debe reconocer que personas muy pobres tuvieron esa única oportunidad de obtener bienes inalcanzables. Se dijo era “para comprar armas para la defensa del país”. El sincretismo hispano-africano presenta a la Virgen de la Caridad del Cobre (María), Patrona espiritual de Cuba, como Oshún, diosa del Amor, las Aguas, del Oro (dinero). Por eso se representa vestida de amarillo. Oshún cree que quien entra al mar con prendas es para ofrendársela. Ella la toma, después la devolverá entre piedras y arena. Convincente demostración divina de por qué entre tantas necesidades materiales resurge la fiebre.

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Ya no hay subvención a la Cultura

Fábrica Cubana de Arte, una antigua factoría de aceite

LA HABANA, Cuba -La idea conceptual probablemente fue a partir de The Factory, el Estudio de arte de Andy Wharhol, en Manhattan, New York, en la década del sesenta. Esa rara amalgama donde el artista pop recreaba sus pinturas, serigrafías y litografías. Además de la fotografía hecha por él y por sus amigos, contaba con la presencia de bandas de música, principalmente del mundo del rock. Se filmaban películas experimentales algo licenciosas, interpretadas por gays, transexuales y modelos.

Pero esta Fábrica de Arte Cubano (FAC), como se le llama, situada en las calles 26 y 11, en el Vedado, no tiene nada que ver con la otra. Creada desde sus inicios como una simbiosis de todas las artes, como la fotografía, la pintura, la literatura, hasta el teatro y la música. Proyectos alternativos que en otro contexto podrían llegar a ser censurados; sin embargo, aquí tienen libertad de expresión. Por lo que muchos artistas envían sus obras, esperando ser partícipes y ganar algo de fama.

No deja de ser llamativa esta compleja alianza, pero hay condiciones que atentan contra la buena realización en este centro cultural, una antigua fábrica, remozada para galerías, dos bares, salones para música, teatro y una pantalla para cine. La razón principal es que no tiene la debida climatización, solo usa ventiladores que no refrescan casi nada, en una atmósfera de por sí viciada por el encierro y la falta de circulación de aire. Por lo que se mantiene un calor agobiante, que no permite disfrutar de las múltiples opciones. Las personas sudan copiosamente y muchas no resisten hasta el final.

Una programación reciente tenía dos muestras fotográficas, la primera de desnudo artístico, en blanco y negro, y en color, y la otra, de fotos de travestis, que recuerdan el trabajo del fotógrafo y director David LaChapelle, imágenes combinadas con colores estridentes que ostentan un dramatismo marcado, historias resumidas en una mirada.

Teatro de la Luna, que dirige Raúl Martín, vino con una puesta hecha de fragmentos de algunas de sus obras, y otras del dramaturgo Abilio Estévez, acompañadas de la música de Juan Formell y Descemer Bueno, música que nos trajo un soplo de aire fresco. El mejor momento de la escena fue cuando dos actrices negras, vestidas con los colores de la bandera cubana y la norteamericana –una bandera cada una-, cantaron a dúo un antiguo bolero. El público enardecido las premió con sus aplausos.

Gerardo Alfonso, en un mini concierto con sus viejos temas, actuó en un saloncito climatizado, pero con deficiente insonorización, conspirando el ruido de voces provenientes de las otras salas.

La película que proyectaron fue Hero, del director Zang Yi Mu.

Precios y  libreta de abastecimiento

La entrada de la FAC cuesta 3 CUC (moneda nacional equivalente al dólar) –el precio estándar del cover en estos lugares–, pero llevado al cambio para un cubano medio puede representar el salario de casi una semana. Al traspasar la puerta te entregan una tarjeta, réplica de la libreta de abastecimiento (cartilla de racionamiento), –sin duda algo original–, que tiene el valor aproximado de 35 dólares, o sea, lo que consumas, al final debes pagarlo. Una verdadera tomadura de pelo, con unos precios muy altos: una simple botellita de agua cuesta 1.50 dólar, y una cuña de pizza 2 dólares. La tarjeta ni siquiera la puedes conservar de recuerdo: te la quitan antes de irte.

Poco antes de inaugurado el lugar, quien lo ideó, el músico X Alfonso, ofrecía una entrevista a la publicación Progreso Semanal, que se edita en Miami. Entonces se refirió a unas entradas que costarían, en sus palabras, 50 pesos en moneda nacional, “con derecho a todo”: o sea, bastante menos de lo que se cobra ahora y en otro tipo de moneda.

También, Alfonso aclaró que, aunque se trata de un proyecto personal, el edificio, el espacio físico en sí mismo pertenece al Ministerio de Cultura, más concretamente al estatal Instituto de la Música. La entrevista luego fue reproducida por el oficialista sitio en internet Cubadebate.

Uno de los encargados de inaugurar la Fábrica de Arte Cubano fue el también oficialista cantautor Silvio Rodríguez, el 14 de febrero del año en curso.

“Es de Cultura, pertenece al Instituto de la Música, pero el lugar está destinado exclusivamente para el proyecto Fábrica de Arte. No es la primera vez que hacemos este proyecto, ya lo probamos durante dos años, y como funciona es que cada lugar tiene su cabeza, hay una persona que se dedica sólo a gente de cine, uno de danza, uno de teatro, otro de fotografía, otro de plástica, y entonces son varias cabezas organizando todas en coordinación para que tenga un sentido, una coherencia”, respondió X Alfonso a Progreso Semanal.

El espacio ocupa una vieja fábrica de aceite cuyo nombre, El Cocinero, aún puede verse en la chimenea. Está situado en las márgenes del río Almendares, en una zona de La Habana bastante deprimida y marginal. Además de un viejo astillero, en los alrededores se encuentra un barrio con mala fama: El Fanguito.

A la nueva Fábrica de Arte Cubano algunas personas  van a exhibirse, como si fuera una pasarela de modas; no se quedan quietos, y van de un lado a otro con una bebida en la mano, sin detenerse a observar propuesta artística alguna. Otros, asimilan la programación y la disfrutan a duras penas, abanicándose el sudor. Y están los desafortunados que no aguantan el sauna y se van a la media hora.

Es una lástima que un proyecto tan ambicioso como éste no cumpla con las expectativas previstas. Debiera hacerse una reestructuración con mejores condiciones ambientales, donde la gente se sienta bien y repita la experiencia. Quedan muchas cosas por descubrir en la Fábrica de Arte Cubano.