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El castrismo y su manipulación del referendo

Código de las Familias referendo

LA HABANA, Cuba.- El régimen cubano ha anunciado como ley aún no vigente el nuevo Código de las Familias unas semanas antes de someterlo a referendo. El pasado 17 de agosto se publicó la Ley 156/2022 “Código de las Familias” en la Gaceta Oficial No. 87 Ordinaria, aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Una vez más, el régimen insinúa que de nada valdrá el voto popular el próximo 25 de septiembre, día en que se someterá a referendo, a no ser para validar un proceso que, de por sí, no es democrático.

El texto ha generado muchísimas polémicas, fundamentalmente en redes sociales, desde su aprobación por el Parlamento cubano el mes de julio último. Las visiones están divididas: unos abogan por el Sí, sobre todo aquellos que defienden la aprobación del matrimonio igualitario, otros por el No, principalmente por estar en contra de una mayor intromisión del Estado en las familias; y un tercer grupo aconseja no participar del referendo porque “en dictadura no se vota”.

Un referendo es un procedimiento jurídico mediante el cual se somete a voto popular leyes o actos administrativos para su aprobación. Según el artículo 218 de la ley No. 131, el referendo “se convoca por la Asamblea Nacional del Poder Popular, en este los ciudadanos con derecho electoral, mediante voto libre, igual, directo y secreto expresan si ratifican, aprueban, modifican o derogan determinada disposición jurídica”.

Al final del Código de las Familias publicado por la Gaceta Oficial se explica: “Este Código se publica en la Gaceta Oficial de la República de Cuba para general conocimiento” y “entra en vigor una vez ratificado en el Referendo Popular”.

No obstante, ya es un texto de general conocimiento en la población desde mucho antes de su aprobación por el Parlamento, pues incluso se discutió entre los ciudadanos. Entonces, ¿qué sentido tiene circularlo en Gaceta si aún no se ha aprobado en referendo? Con esto se genera una contradicción pues con la publicación en la Gaceta Oficial, el Código de las Familias se promueve como ley, independientemente del resultado del referendo el 25 de septiembre.

Por otro lado, lo que debería aclarar es que entraría en vigor “en caso de aprobarse en Referendo Popular”, lo cual incluiría la posibilidad del voto negativo, porque tal y como está se da por sentado que se aprobará en el referendo, o sea, que es prácticamente un hecho. ¿Qué sucedería en caso de que el voto mayoritario sea el No? ¿Se eliminará de la Gaceta Oficial? ¿Se reconocerá el voto popular o se manipulará?

“Esto rompe con toda la incertidumbre que debe regir en un proceso electoral transparente, quién gana solo se sabe después del proceso electoral”, declaró a Cubanet la abogada Laritza Diversent.

De manera similar opina la letrada Giselle Camila Morfi, para quien, con la publicación en la Gaceta Oficial, se “está anulando la participación ciudadana y la voluntad popular”.

Otro abogado consultado por Cubanet, bajo condición de anonimato, refiere que se trata de “un acto de coerción subjetiva, no tiene otra explicación, para desalentar a los que piensan votar por el No o no votar (como será mi caso). Es una forma de intimidación, para que los no conformes sepan que cualquier gestión en contra será en vano”.

Aunque en Cuba no son comunes los procesos de este tipo -el más reciente fue el Referendo Constitucional de 2019- anunciar como ley aún no vigente algo que ni siquiera ha sido aprobado en referendo es un acto antidemocrático, de hipocresía, además de irrespetuoso con la ciudadanía. Es mera propaganda a favor del régimen, hacer pensar a las personas que su voto, ya sea positivo o negativo, tendrá valor o influirá, cuando por debajo del telón emplazan sus trampas.

Todo ello muestra lo que muchos hemos estado alertando: que el Código de las Familias estaba aprobado de antemano y que el referendo es solo teatro.

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Un referendo viciado por el monopolio mediático del castrismo

Código de las Familias

LA HABANA, Cuba.- Antes de que el anteproyecto del Código de las Familias fuese aprobado finalmente por la Asamblea Nacional de Poder Popular, fueron dadas a conocer las cifras con que concluyó el proceso de consulta popular de ese documento.

Un total de 6 millones 481 mil 207 personas participaron en las discusiones, y el 61.96% de ellas se manifestó a favor del texto. Lo anterior significa que otros 2 millones 592 mil 482 cubanos, casi el 40% del total de participantes, manifestaron alguna objeción con respecto al Código. Una objeción que podría conducirlos a votar por el NO el día del referendo.

Si aplicáramos un concepto de elemental justicia, del que tanto se jacta la maquinaria del poder, esa cifra nada despreciable de personas que expusieron sus reparos al Código de las Familias tendrían derecho a que sus puntos de vista fueran llevados por estos días a los medios de difusión masiva -entre ellos la televisión- para que el electorado nacional contara con importantes elementos de juicio a la hora de emitir su voto en las urnas.

Sin embargo, la realidad no se comporta de esa manera. Esos criterios que cuestionan ciertos acápites del Código, y que según la información oficial se relacionan con la filiación, las relaciones parentales, la institución del matrimonio, y otras instituciones de guarda y protección en el ámbito familiar, no trascenderán más allá del ámbito de las reuniones de consulta popular.

En cambio, ya comenzó la ofensiva oficialista en gran escala para influir sobre la mente de los electores. A partir de que el gobernante Díaz-Canel, en su discurso de clausura de las sesiones de la Asamblea Nacional, convocara a los ciudadanos a votar SÍ en el referendo, la prensa escrita: la televisión, la radio, y cuanto medio ofrezca la posibilidad de llegar a la población, está siendo usado por el castrismo para llevar a cabo su labor proselitista.

Pero hay algo aún más grave. Y es el hecho de no tolerar ahora ninguna opinión que se aparte del criterio oficialista. El periodista Francisco Rodríguez Cruz, más conocido como “Paquito el de Cuba”, acaba de publicar en el semanario oficialista Trabajadores un artículo en el que, tras aseverar que todavía queda tiempo para “persuadir, conmover y convencer” a los electores, expresó que “por supuesto, habrá trampas y engaños desde ahora y hasta el 25 de septiembre, de poderes e individuos que siempre apuestan por crearnos problemas y llevarnos a la división, al odio y los rencores, ya sea en su propio beneficio o como rehenes conscientes o inconscientes de una política hostil y abusadora, a la que no le importa un ápice el bienestar de nuestras familias. Ya esos trucos los conocemos y sabemos derrotarlos”.

El autor del texto se trata del parecer de alguien que representa lo más genuino del totalitarismo castrista. Para ellos, no hay honestidad en aquellos que se manifiesten contrarios a la letra actual del Código, solo “odio y rencores”. No hay nada que se le parezca más que aquella afirmación de Mariela Castro en el 2019, en el sentido de que promover el voto negativo a la Constitución de la República era boicotear el plebiscito.

No dudamos de que habría muchas personas instruidas que irían gustosamente a la televisión para argumentar el por qué de la conveniencia del voto negativo a esta versión aprobada del Código de las Familias.

Pero, lamentablemente, no vivimos en un país democrático. Aquí solo se reproduce en los medios masivos lo que piensa la nomenclatura, que es lo que quieren que piense también el cubano de a pie.

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El referéndum del Código de las Familias: un dilema para la oposición

Código de las Familias

LA HABANA, Cuba.- Participar o no en el referéndum del próximo 25 de septiembre, al que será sometido el Código de las Familias luego de que fuera aprobado por la Asamblea Nacional, se ha convertido en un dilema para la oposición anticastrista.

Supongo que a muchos opositores –me refiero a los que no son demasiado conservadores– les suceda como a mí, que me molestaría mucho hacerle el juego a la dictadura sirviéndole de comparsa en esta farsa oportunista de “ejercicio democrático” que es el referéndum. Pero me dolería todavía más con mi abstención o con un No, oponerme a que absolutamente todas las personas gocen de derechos que hasta ahora les han sido negados.

Pero es que los derechos de las personas se plasman en leyes, no se someten a referéndum para que su aprobación  dependa del voto de una mayoría, o como en el caso del referéndum que nos ocupa, de un 50% de los votantes. ¿Y el otro 50% no cuenta?

Si no fuera por el hecho de que en Cuba, desde 1959, hay una dictadura que convirtió a la sociedad civil en un grupo de organizaciones satélites al servicio del Estado-Gobierno-Partido Comunista, los movimientos de personas LGBTIQ, como sucede en  los países democráticos, hubieran abogado en los tribunales y en todas las instancias necesarias por leyes que proscribieran la discriminación por motivo de orientación sexual y el matrimonio igualitario.

En Cuba, los derechos de la comunidad LGBTIQ son condicionados a un referéndum que es convocado por los continuadores del mismo régimen que creó las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) e hizo que durante décadas la homofobia fuese política de estado.

Los dirigentes de este régimen, que ahora se muestran tan interesados en conceder derechos a la comunidad LGBTIQ, primero deberían pedir perdón por las UMAP, las redadas policiales contra los homosexuales, las expulsiones de universidades y centros de trabajo, y la llamada parametración del Decenio Gris, que tanto daño hizo a la cultura nacional, entre muchas otras cosas.

No faltarán quienes aleguen que en décadas atrás los homosexuales eran discriminados en mayor o menor medida en todo el mundo, incluso en países del Primer Mundo, y que la homosexualidad era considerada una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud. Pero fue en la Cuba de Fidel Castro donde se llegó al extremo de crear campos de trabajo forzado para la “rehabilitación” de homosexuales, y más de veinte años después, en la primera mitad de la década de 1980, al internamiento forzoso de enfermos del VIH-SIDA.

En los siniestros campamentos de las UMAP también encerraron a religiosos: Testigos de Jehová, evangelistas y católicos.

Paradójicamente, hoy el régimen ha logrado que estén irreconciliablemente enfrentados, a propósito del Código de las Familias, los dos sectores que históricamente han sido más discriminados y marginados en Cuba en los últimos 63 años: los homosexuales y los cristianos, tanto católicos como evangélicos.

El régimen, que está posando de moderno, inclusivo y democrático, saldrá ganando tanto si prevalece un bando como el otro. Si los fundamentalistas cristianos, sumados a los machistas y prejuiciados, y a los opositores que se nieguen a participar en el referéndum por considerarlo una jugada castrista, logran que triunfe el NO, los mandamases, compungidos, se lamentarán de que esta sociedad siga siendo patriarcal y heteronormativa pero dejarán claro que por ellos no quedó…Y si triunfa el SÍ y se aprueba el Código de las Familias, lo presentarán como otra victoria de la Revolución y otra muestra del apoyo mayoritario de los cubanos a la actual dirigencia, “a pesar del hambre, los apagones y todas las demás calamidades ocasionadas por el ‘bloqueo’”.

Por lo pronto, el régimen está consiguiendo una vez más dividir a la oposición. El referéndum es el nuevo motivo de la desavenencia. A los opositores que se oponen a participar en el referéndum, por los motivos que sean, los presentan como retrógrados, homofóbicos y cuestionan su respeto por los derechos humanos. Y algunos activistas LGBTIQ ven a esos opositores como enemigos de sus derechos y a la dictadura como su aliada.

Si me centro en los derechos de las personas LGBTIQ  es porque precisamente el matrimonio igualitario es lo que más controversia ha generado entre los cubanos.

El problema no es el Código en sí, con el que podemos estar de acuerdo en muchos puntos. Hay que reconocer que es inclusivo y avanzado. Es positivo al reconocer  los derechos de los niños y adolescentes, los ancianos y los miembros de la comunidad LGBTIQ. El problema está en la intromisión estatal en la vida familiar.

Uno no puede evitar sentir aprensión sabiendo que el Código de las Familias confiere al Estado la potestad para, “en circunstancias especiales”, intervenir y separar a los hijos de sus padres, “en aras del interés superior del niño”.

Y ahí es donde nos acordamos que este Código de las Familias, tan avanzado, tan inclusivo, que parece más propio de un país del Primer Mundo que de uno del Tercer Mundo, agobiado por las necesidades materiales más básicas, es obra de una dictadura. Un Estado-Partido Único-Gobierno que se arroga la facultad de graciosamente conceder derechos, como si fuesen una dádiva.

¿Puede haber derechos donde no existe el estado de derecho? En Cuba solo existe estado de derecho en la letra muerta de una constitución espuria que se viola a conveniencia cada vez que los mandamases estiman conveniente. Y es que en esa constitución le colgaron el apellido “socialista” a lo que los mandamases entienden como estado de derecho.

Ya que a los mandantes de la continuidad castrista les interesa tanto la voluntad de los cubanos y les ha dado últimamente por hacer plebiscitos, ¿por qué no sometieron a referéndum también el Código Penal y la ley de comunicación social, o como se llame esa ley de doble mordaza?

No, eso no, pero nos dan, ellos que son renuentes a dar derechos, uno que no nos pertenece: el de plebiscitar acerca de la vida privada de los demás.

En mi caso, no acabo de decidir qué hacer el 25 de septiembre. Lo más probable es que como hago en todos los simulacros de votación convocados por la dictadura, me abstenga. Por no seguirle el juego al régimen y porque los derechos no se plebiscitan. Pero me dolería, y mucho, que alguien interprete que postergo o me opongo a los derechos de la comunidad LGBTIQ.

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El lápiz coadyuvante del castrismo y el “cuadre de caja” del Referendo

El régimen cubano realizó una fuerte campaña por el "Sí" a la nueva Constitución
El régimen cubano realizó una fuerte campaña por el “Sí” a la nueva Constitución (Foto AFP)

GUANTÁNAMO, Cuba.- Se sabía que los resultados reales del referendo sólo serían del conocimiento de unos pocos dirigentes de la cúpula del castrismo.

También que iba a haber irregularidades, las mismas que se reiteran en cada una de las votaciones para elegir a los delegados del Poder Popular y diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

CubaNet publicó el pasado lunes 25 de febrero un artículo de Ana León titulado “Lo que se esconde tras la supuesta masividad en el referendo”, en el cual la colega denunciaba que cuando fue a votar, alguien ya había firmado en el espacio que correspondía a ella en el acta. Un video publicado inicialmente en Facebook mostraba cómo un ciudadano depositaba más de una boleta en una urna, y el colega Luis Cino informó que en otro colegio electoral se advirtió a los ciudadanos que la boleta que apareciera marcada con bolígrafo iba a ser anulada. Ante una disposición como esa tiene que dispararse la suspicacia pues, ¿acaso no favorece el trazo a lápiz la proclividad al fraude?, ¿no sabe eso la dictadura cubana, o será que no tenía bolígrafos para todos los colegios electorales?

En mi zona de residencia, un vecino, después de haber votado y firmado el acta, fue visitado por un miembro del colegio electoral para que volviera a firmar.

Ante esas irregularidades y la ausencia de observadores en todos los colegios electorales y comisiones electorales municipales, provinciales y ante la Comisión Electoral Nacional (CEN), no podrá hablarse jamás de transparencia.

Lo que nunca imaginaron muchos fue que el castrismo ofreciera unas cifras preliminares que asombraron por su incongruencia con lo que todos los cubanos vimos que ocurrió el pasado 24 de febrero. No puede ser de otra forma en un país donde el Estado-Partido decide todo sin contrapartida.

Este miércoles la televisión nacional había anunciado para las 8:30 p.m. la transmisión de otro programa “Hacemos Cuba”, dedicado al análisis de la Constitución. Se suponía que en él la presidenta de la CEN, señora Alina Balseiro Gutiérrez, ofrecería los datos finales del referendo, pero eso no ocurrió. Al parecer, tanto ella como los demás miembros de la entidad estaban muy ocupados en “cuadrar la caja”, sobre todo después de que la propia presidenta reconociera que habían sido inscriptos más de 634 034 votantes que podían aparecer duplicados en el registro, pues votaron en diferentes sitios al que les correspondía.

Este jueves las cifras finales del referendo fueron dadas a conocer en la Mesa Redonda, pero las incongruencias continúan. Al programa acudieron la presidenta de la CEN y Homero Acosta, Secretario del Consejo de Estado.

Según la señora Alina Balseiro, votaron 7 848 343 electores de los 8 705 723 registrados, que representaron el 90.15% de la lista actualizada, de la cual fueron rebajados 597 980 electores, de ellos 594 580 por estar repetidos  ̶ aunque ella misma había afirmado al ofrecer las cifras preliminares que eran más de 634 034 ̶  y 3 400 por haber fallecido.

Fueron depositadas en blanco 198 674 boletas, y anuladas 127 100. Aunque la presidenta de la CEN no lo informó, de los datos ofrecidos se colige que no asistieron a las urnas 857 380 electores. Por tanto, si sumamos la cifra de electores que no asistieron a votar, a la de los que anularon sus boletas, las depositaron en blanco o votaron No (706 400), obtenemos que 1, 879 554 cubanos manifestaron de esta forma su oposición a la Constitución y, consecuentemente, a la dictadura.

Si tomamos como referencia los resultados de las votaciones para conformar la Asamblea Nacional del Poder Popular, realizadas en noviembre del 2017  ̶ según datos publicados por Granma el 1 de diciembre de ese año ̶  entonces votaron 7 610 183 ciudadanos, el 89.02%  de los 8 548 608 registrados. Aunque en este referendo el por ciento de votantes registrados subió (90.15%) con respecto a aquél proceso, si nos atenemos a las cifras oficiales, el número de ciudadanos que no asistió a las urnas, votó no, anuló su boleta o la depositó en blanco representa el 21.58% del total de votantes, ligeramente superior al 21.11% que mostró de igual forma su rechazo al régimen en las votaciones para diputados a la ANPP en noviembre del 2017.

Números que no cuadran

El pasado martes 26 de febrero Granma publicó los datos preliminares del referendo, ofrecidos por la misma Alina Balseiro. Entonces se informó que fueron inscriptos con derecho al voto 9 298 277 ciudadanos, que votaron 7 848 343 y que lo hicieron por el Sí 6 816 169. Las últimas dos cifras se han mantenido inalterables en el informe definitivo, sin embargo, si se excluyeron del registro 594 580 por estar repetidos y 3 400 por haber fallecido (cifras que suman 597 980), entonces el número de ciudadanos inscriptos como votantes no puede ser  8 705 723 como se ha informado ahora, pues una simple operación matemática demuestra que, si a la cifra preliminar de ciudadanos con derecho al voto (9 298 277) se le restan los repetidos y fallecidos (597 980), el resultado es 8 700 297 ciudadanos, por lo que se desconoce qué han hecho los miembros de la CEN con los 5 426 votantes que no encajan en el “cuadre”.

Más allá de estas incongruencias matemáticas evidentes, a pesar de las irregularidades denunciadas y del lápiz coadyuvante del castrismo, la realidad demuestra que el rechazo del pueblo al sistema sigue creciendo, aunque el régimen se aparezca con unos resultados que muy pocos creen.

Impusieron otra Constitución espuria. Ahora veremos qué pasará con todas las leyes complementarias. De lo que sí estoy seguro es de que los agentes de la Seguridad del Estado, la policía, la Fiscalía, los Tribunales y los dirigentes van a violarla impunemente, como hicieron con la anterior. Y no pasará absolutamente nada, porque Cuba está muy lejos de ser un Estado socialista de derecho, como afirma la nueva Constitución.




En video: Acto de repudio a Yoani Sanchez, observadora del referendo

MIAMI, Estados Unidos.- El periodista Mario J. Pentón compartió en su perfil de Facebook un video del acto de repudio que sufrió la periodista cubana Yoani Sánchez durante la celebración del referendo constitucional el pasado domingo.

El video, según Pentón, fue publicado por una de las “múltiples cuentas” que controla la policía de Cuba en Twitter, a nombre de una usuaria llamada Sandra Herrera, quien arremetió contra Sánchez, e incluso la llamó mercenaria, mientras Yoani fungía como observadora.

Un grupo de personas gritaron e intimidaron a Sánchez en un colegio electoral durante el conteo.

Por su parte, Yoani denunció que se negó a firmar el acta como observadora “porque durante todo el tiempo que estuve allí me sentí acosada, amenazada y no respetada en mi derecho de presenciar el escrutinio”.

“Salí del local, con una veintena de personas que gritaban tras mis espaldas. Las consignas se repetían, daban vivas al proceso, me acusaban de no querer a mi patria y un grupo de niños se sumó a la algarabía sin saber muy bien por qué estaban allí. Una mujer vestida de blanco, practicante de la santería, fue confundida con una Dama de Blanco y también recibió algunos insultos”, relató Sánchez en su perfil de Facebook.




“Después del referendo, se van”

Hace más de dos años inició la construcción del caserío, que hoy acoge a más de cincuenta familias ilegales. Foto del autor

LA HABANA, Cuba.- Si las autoridades cumplen su amenaza de desalojo, unas cincuenta familias asentadas en terrenos estatales del municipio Alquízar, provincia de Artemisa, perderán esta semana la precaria vivienda que habitan desde hace más de dos años.

El anuncio de desahucio, efectuado por miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y la oficina provincial del Instituto de la Vivienda en días pasados, rompe con la promesa gubernamental de legalizar la situación de los ocupantes, quienes seis meses atrás habían logrado abortar otro intento de desalojo usando a sus hijos como barrera.

Según han dicho las autoridades, el pequeño asentamiento, insalubre y sin electricidad, situado en las afueras del barrio Alquitex, interrumpe la expansión del plan agrícola del territorio, que tiene previsto utilizar esos terrenos para la producción de cultivos varios.

En la “favela”, como algunos bautizaron al grupo de “quimbos” construidos con tejas, listones de zinc viejos, y los más pobres con telas y nylon, habitan más de veinte menores de edad y algunas mujeres embarazadas. Varios niños ya han nacido ahí.

Los quimbos fueron construidos con pedazos de zinc, tejas y nylon. Foto del autor

Roberto Amaral Báez, uno de los ocupantes, señaló que los agentes de la policía dieron como ultimátum hasta el domingo 24 para que demolieran las casas y abandonaran las tierras.

“Después del referendo se van”, dijo Amaral que aseguraron los representantes de la PNR, y alega que el plazo respondió a la intención de “evitar cualquier inconveniente que perjudicara la votación del referendo. Mucha gente está indignada por lo que quieren hacernos”.

Para evitar el desalojo durante el verano pasado, cuenta Amaral que las familias utilizaron consignas pro gubernamentales como “Yo soy Fidel”, “Viva Raúl” y “esta es una revolución por lo pobres y para los pobres”, las cuales corearon y pintaron en las improvisadas paredes de cada vivienda.

Las autoridades entonces decidieron no expulsarlos. Los residentes del ilegal caserío ahora planean aplicar el mismo método, y aunque temen que esta vez no funcione por la firmeza de las amenazas, pero ellos sumarán a las consignas la frase “yo voté Sí por la Constitución”.

Las autoridades amenazaron con desmantelar ‘la favela’ tras la realización del referendo. Foto del autor

Tras el intento de desalojo fallido, destaca Migdalia Coto Lorenzo, una de las afectadas por el hostigamiento, el gobierno dijo que facilitaría servicios de electricidad y agua potable, entregaría propiedades, y otorgaría una libreta de abastecimiento a cada núcleo familiar.

“Pero todavía nada, lo que estaban era durmiéndonos para finalmente sacarnos de aquí, pero vamos a ver a cómo tocamos, porque no tenemos para dónde ir. Van a pasar trabajo para quitarnos esto, que es lo único que tenemos”, refirió Coto, y agregó: “nosotros vivimos aquí como la gente de Venezuela, muy mal”.

Coto explicó que a lo largo de 18 meses los vecinos de la comunidad han recibido más de 10 multas de Vivienda, algunas de ellas presumiblemente fueron aplicadas para justificar la legalización de la propiedad y la construcción de los inmuebles.

El monto de las multas pagadas asciende a más de diez mil pesos en algunos casos, según ilustró Alfonso Velázquez Camacho, otro residente del caserío.

Las familias subsisten en condiciones precarias. Foto del autor

“La última vez que vino Vivienda fueron 1500 pesos de multa, parejo para todo el mundo. Nos dijeron que echáramos, aunque sea, un pequeño cimiento, para luego ellos venir a poner los otros 1500 y poder legalizarnos. Pero ya vez, todo fue mentira y ahora tenemos los días contados. En cualquier momento nos sacan a patadas con niños y todo”, expuso Velázquez.




OCDH fue testigo de cambio del padrón electoral durante referendo

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Raúl Castro vota en un colegio electoral en Playa. Foto Cubadebate

MIAMI, Estados Unidos.- Contrario a lo que el régimen cubano ha publicado durante toda la jornada de votación por el referendo, colaboradores de la Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunciaron la poca participación de los cubanos a los colegios electorales este domingo 24 de febrero.

Dos días después, las cifras que inicialmente había dado el gobierno, las que rectificó, más lo vivido por los cubanos en las mesas electorales son bien diferentes.

La irregularidad denunciada por el Observatorio vino a confirmarla este lunes la presidenta del Comité Electoral, Alina Balseiro, cuando aseguró que durante la jornada habían sido inscritos más de 634.034 votantes y advirtió de que se trata de personas que votaron en sitios distintos al que les correspondía, por lo que podían estar duplicados en el censo.

El gobierno cubano dijo inicialmente que en la Isla habían votado 7.8 millones de cubanos, de los cuales 6.8 lo hicieron por el sí, pero la baja asistencia a las urnas seguía denunciándose por parte de la oposición.

El gobierno de Miguel Díaz-Canel dijo que antes de las 9:00 a.m. habían votado 2 millones de personas, cifra que fue aumentando mientras avanzó el día, a las 11:00 a.m. lo habían hecho 5.1 y las 2:00 p.m. 6.7 millones.

Pero el padrón electoral que habían difundido en todos los medios oficiales antes de que comenzara la farsa del domingo se les fue de las manos, y a las 6:00 p.m. terminaron cerrando las urnas con más de 9.2 millones de electores.




Denuncian fraude electoral en referendo: hombre vota sí en 30 boletas

Fraude electoral en Cuba. Foto captura de pantalla

MIAMI, Estados Unidos- La organización opositora CubaDecide publicó en la red social Facebook un video en el que se observa como un cubano realiza fraude electoral. El hombre marcó consecutivamente 30 boletas con el Sí y las depositó en la urna, de acuerdo a la denuncia.

El video fue grabado por miembros de la organización que estuvieron como observadores en el escrutinio.

Este domingo 24 de febrero los cubanos votaron en refrendo por la nueva Carta Magna, que establece como principal línea política, la irrevocabilidad del sistema socialista.

Los resultados preliminares de la votación por el referendo no se darán a conocer hasta hoy lunes a las 3:00 pm, de acuerdo a una nota publicada por el sitio oficialista Cubadebate, en el que se afirmó, además, que, según la Comisión Electoral Nacional, hasta las 5:00 pm del domingo votaron 7 524 318 cubanos, lo que representa el 81.53% del listado electoral actualizado.

El borrador final de la Constitución tiene 229 artículos, 11 títulos, dos disposiciones especiales, 13 transitorias y dos finales, y entre los puntos más cuestionados establece que el Partido Comunista es el único legal en Cuba y que está por encima del Estado.




Resultados del referendo en Cuba se darán a conocer este lunes

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Conteo de boletas hoy en Cuba. Foto Granma

MIAMI, Estados Unidos.- La jornada de elecciones en Cuba, en la que los cubanos tuvieron que salir a votar por una nueva Constitución terminó, y a esta hora se hace el recuento de boletas que validarían la nueva Carta Magna cubana, que establece como irrevocable el carácter socialista del sistema impuesto en la Isla hace 60 años.

Sin embargo, los resultados preliminares de la votación por el referendo no se darán a conocer hasta mañana lunes a las 3:00 pm, de acuerdo a una nota publicada por el sitio oficialista Cubadebate.

De acuerdo a detalles en el mismo sitio web, la Comisión Electoral Nacional informó que hasta las 5:00 pm votaron 7 524 318 cubanos, lo que representa el 81.53% del listado electoral actualizado.

A las 7 de la mañana de este domingo 24 de febrero abrieron los colegios electorales en toda Cuba, 25 mil, y se esperaba la participación de al menos 8 millones de personas.

Raúl Castro y su sucesor, Miguel Díaz-Canel protagonizaron las votaciones del referendo este domingo, en una jornada marcada por la censura. Desde este sábado varios sitios web críticos con el régimen fueron bloqueados en la Isla, como CubaNet, opositores fueron arrestados, golpeados e intimidados.

El borrador final de la Constitución tiene 229 artículos, 11 títulos, dos disposiciones especiales, 13 transitorias y dos finales, y entre los puntos más cuestionados establece que el Partido Comunista es el único legal en Cuba y que está por encima del Estado.

El último referendo Constitucional en la Isla se realizó en 1976. En ese momento el gobierno dijo que había participado el 98% de los votantes cubanos, de los cuales el 97,7% votó sí.




EE.UU. rechaza referendo de Cuba como “otro engaño” para “encubrir la tiranía”

EE.UU. John Bolton Cuba
John Bolton (Reuters)

MIAMI, Estados Unidos.- El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, calificó el referendo constitucional que se realiza este domingo en Cuba como “otro engaño” para “encubrir la tiranía” del “régimen” de la Habana, según informó la agencia de noticias EFE.

“El referendo constitucional de hoy es otro engaño del régimen cubano para encubrir su represión y tiranía”, afirmó Bolton en un mensaje en su cuenta de Twitter.

“Estados Unidos respalda los llamados del pueblo cubano por la libertad y la democracia”, aseveró el principal asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense, Donald Trump.

En una línea similar se expresó Marco Rubio, senador por Florida y ex aspirante a la candidatura presidencial de EEUU en 2016, al remarcar que “el llamado “referendo” en Cuba es otra maniobra más de la dictadura cubana para aferrarse al poder”.

“El plebiscito de hoy es una farsa y un fraude del partido comunista de la isla”, subrayó Rubio también en esa red social.

Más de ocho millones de cubanos están llamados este domingo a las urnas en todo el país (11,2 millones de habitantes), donde funcionan más de 25.300 colegios electorales.

La nueva Constitución busca plasmar la controlada apertura económica impulsada por el expresidente Raúl Castro, a quien sucedió Miguel Díaz-Canel en 2018, y reflejar la nueva sociedad cubana, muy diferente de la que participó en el referendo de 1976.

El primer borrador del proyecto fue sometido a tres meses de consultas populares en las que por primera vez se incluyó a los más de 1,4 millones de cubanos residentes en el exterior, aunque estos no pueden votar en el referendo.

EFE