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Preso por un delito que no cometió: cubano denuncia desde la cárcel de Valle Grande

Giordano Quintanal Díaz, preso, Valle Grande

LA HABANA, Cuba. — El preso Giordano Quintanal Díaz, recluido en el centro penitenciario de máximo rigor de Valle Grande, ubicado en el municipio de La Lisa, al oeste de La Habana, denunció ante CubaNet que se encuentra encarcelado injustamente desde hace casi un año.

Quintanal Díaz, de 49 años de edad y residente del reparto El Canal (Cerro), explicó a este diario que fue detenido en julio del pasado año a raíz de un incidente con agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en él que ni siquiera estuvo involucrado.

El recluso señala que el 18 de julio de 2021, pocos días después de las protestas antigubernamentales de los días 11 y 12 de julio, sus dos cuñados salieron a la calle con un cartel donde se leía la frase “Patria y vida”. Ambos manifestantes, y otros vecinos que intervinieron en su defensa, terminaron peleándose con dos policías que intentaban detenerlos.

Según el preso, al día siguiente, la policía se presentó en su casa para arrestarlo. Sin embargo, el propio Giordano Quintanal Díaz sostiene que en el momento del incidente del 18 de julio se encontraba en una cola para comprar pollo en la tienda Maravilla, en la calzada del Cerro.

Tras un proceso abierto en su contra, finalmente fue condenado a cinco años de privación de libertad por el supuesto delito de atentado, a pesar de que —de acuerdo con el testimonio de su esposa— durante el juicio se hizo evidente que no se le identificaba en el video de los hechos.

La fuente también refiere que a un vecino que estaba con él en la tienda no le permitieron testificar en el juicio.

Albañil de profesión, Giordano Quintanal Díaz reveló a este diario que está operado de los riñones y que, durante el cautiverio, contrajo una dermatitis provocada por la filtración de aguas albañales de los baños hacia la celda.

El recluso añade que los médicos de la prisión le recomiendan que le pida algún remedio a su familia, pues en el centro carcelario no hay medicamentos para aliviarlo.

La esposa de Quintanal Díaz afirma haber reclamado asistencia médica para él en incontables ocasiones, aunque sin éxito. Enfatiza, además, que Giordano se encuentra en muy malas condiciones, con la piel de brazos y piernas totalmente reventada, síntomas que en el penal describen como una sarna mal atendida.

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Comida podrida y panes con moho en Valle Grande, denuncia el preso político Moncho Pérez

Ramón (Moncho) Pérez Conde, Valle Grande

LA HABANA, Cuba. – “La comida está podrida, están matando a la gente aquí adentro”, denuncia el preso político Ramón (Moncho) Pérez Conde vía telefónica desde el penitenciario habanero Valle Grande.

Según declaró a CubaNet el activista, la comida que están dando en el penal está “echada a perder”, las tortas de picadillo las dan “con peste a podrido” y “a veces los panes tienen moho”. Moncho se refirió también a la poca cantidad de alimentos que reciben, principalmente de proteína.

“Por el día dan potaje de chícharos y por la tarde sopa de calabaza solamente, sin sustancia, sin proteína. Cuando toca pollo no llega ni a los 100 gramos”, declaró el opositor, encarcelado desde hace un año por el supuesto delito de desacato.

Además, Moncho Pérez cuenta que “las tortas” que les dan como plato fuerte son “del tamaño de un peso” y “las copas de arroz son de aproximadamente seis cucharadas chiquitas de comida”. Sin embargo, explica que, cuando un oficial de alto rango visita Valle Grande, “dan el almuerzo mejor que nunca”.

Mientras, a aquellos internos que critican o denuncian frecuentemente la situación en la prisión los encierran en celdas de castigo, les restringen las visitas familiares o los golpean, dice.

Así fue el caso del preso político Tony Alberto Salazar Deulofeo, también recluido en la prisión de Valle Grande, quien recibió una golpiza dos meses atrás por denunciar y criticar la mala calidad de la comida en esa prisión.

“Un día hicieron una infusión con la misma agua donde hirvieron los huevos y en ella se veían los pedacitos de cascarones, y otro día llevaron huevos revueltos que estaban verdes, con mal olor”, denunció Salazar Deulofeo en esa ocasión.

De acuerdo con el familiar de otro preso político que solicitó condiciones de anonimato por temor a represalias, no están dejando entrar a Valle Grande ninguna fruta, ni jugos o dulce de guayaba “porque cogieron a algunos reclusos haciendo vino o alguna bebida alcohólica”.

Recientemente, el vocero oficialista Humberto López visitó algunos centros  penitenciarios como la prisión Combinado del Este y el Centro de Detención de Jóvenes de San Francisco de Paula, donde mostró una imagen impecable de esas instalaciones y de los internos.

En el campamento de San Francisco de Paula ante la pregunta del presentador del programa televisivo “Hacemos Cuba” sobre la situación de la comida, los detenidos dijeron que estaba “buena” y que les daban “desayuno, almuerzo, comida y merienda antes de acostarse a dormir”.

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Maltratos, pertenencias extraviadas y baños inundados en Valle Grande

tortura, presos 11J Alexander Díaz Rodríguez

LA HABANA, Cuba. – Desde el centro penitenciario de Valle Grande, situado al oeste de la capital cubana, el preso político Walfrido Rodríguez Piloto denuncia una extensa tupición que afecta las cañerías sanitarias, de manera que cada vez que llueve los excrementos inundan los pisos de las duchas.

Rodríguez Piloto denuncia además que el jefe de Unidad, un oficial conocido como “mayor Ortiz”, tiene la costumbre de amenazar con la tonfa durante las requisas e inspecciones y no permite que los internos se expresen y mucho menos que protesten contra las condiciones infrahumanas a las que se encuentran sometidos en esa instalación. 

Otros prisioneros de Valle Grande, entre ellos el preso político Yasser Fernando Rodríguez González, han denunciado también que las autoridades de ese penal tienen la costumbre de sacar a los presos de sus cubículos cada vez que van a efectuar las requisas para registrar los efectos personales de los reclusos sin su presencia, lo cual no solamente provoca el disgusto y las protestas de los afectados sino que además ha propiciado la pérdida de varias de sus pertenencias.

Rodríguez Piloto subraya que las autoridades penitenciarias pretenden restringir sus comunicaciones con la presencia de un militar junto a él cuando usa el teléfono. Al momento de redactar esta nota se conoció a través de su hermana que este jueves el opositor había sido trasladado al Hospital Pando Ferrer (Liga contra la Ceguera) a causa de su pérdida de visión. 

Sin embargo, la mujer asegura que el propio Rodríguez Piloto le reveló que no lo habían atendido, pues, según los guardias, en el hospital no había equipos con qué medirle la vista. El prisionero político está actualmente sin espejuelos, pues los que tenía fueron destruidos en una golpiza que le propinaron los militares de esa instalación. 

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Cubano que intentó detener arresto violento en La Habana sigue preso y sin juicio

anti-negritud, Cuba, presos políticos

LA HABANA, Cuba. — El ciudadano cubano Luis Armando Abréu Herrera, quien fuera detenido en septiembre de 2021 por evitar un arresto violento de la policía contra dos jóvenes en La Habana, continúa preso y sin fecha de juicio en la cárcel de Valle Grande, al oeste de la capital.

El recluso, de 56 años, relató a CubaNet que el 6 de septiembre de 2021 vio cómo unos policías estaban deteniendo violentamente a dos jóvenes y decidió intervenir. En represalia, los agentes lo empujaron, lo arrestaron a él también y lo condujeron a la 4ª Unidad de Policía de Infanta.

Una vez allí, agentes del orden le propinaron una golpiza “por chismoso”, a la cual se vio obligado a responder. Abréu Herrera cuenta que padece de miopía y denunció a este diario que durante la golpiza los agentes le rompieron y le sustrajeron sus espejuelos.

Posteriormente, el ciudadano fue atendido en el hospital Clínico-Quirúrgico Provincial Joaquín Albarrán, ubicado en Avenida 26 y Línea del Ferrocarril, municipio Plaza de la Revolución, conocido popularmente como el Clínico de 26, donde ni siquiera le dieron certificado médico de las lesiones

Luis Armando Abréu añade que el 7 de septiembre de 2021 fue trasladado a la unidad de la DTI de Acosta, en el municipio de Diez de Octubre, donde lo tuvieron esposado a los barrotes de la celda hasta el 9 de septiembre.

El preso apunta que en ese lapso de tiempo se mantuvo gritando a distintas horas del día y de la noche “patria y vida” y otras consignas como “libertad”, “abajo la dictadura”, etc.

Al amanecer del 10 de septiembre de 2021, Abréu Herrera fue conducido a la prisión de Valle Grande.

El recluso, residente en el municipio de Habana Vieja, señala que necesita tomar psicofármacos que no le están administrando. Asimismo, lamenta que apenas puede ver sin sus espejuelos.

En relación con estas necesidades de salud, comenta que el médico de la prisión le aclaró que tenía que anotarlo en una lista, pero que de momento había “muchos presos con hernia”. También recalca que el médico no le aclaró qué relación puede haber entre la hernia, los espejuelos y los psicofármacos.

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