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EEUU no prevé aumentar su personal diplomático en Cuba

Oficina de Intereses en La Habana (foto tomada de Internet)
Oficina de Intereses en La Habana (foto tomada de Internet)

AGENCIAS – Estados Unidos indicó ayer martes que no tiene previsto aumentar a corto plazo su personal diplomático destinado a Cuba cuando abra una embajada, y el senador republicano Marco Rubio alertó de que el Gobierno cubano espiará a la legación mediante la cuota obligatoria de empleados cubanos que trabajarán allí.

El subsecretario de Estado adjunto para Latinoamérica, John Feeley, defendió en una audiencia ante el Senado los más de 6 millones de dólares que el Gobierno estadounidense ha solicitado al Congreso para convertir la Sección de Intereses en La Habana en una embajada, una vez concluyan las negociaciones al respecto.

Esos fondos, solicitados para el año fiscal 2016, “se destinarán básicamente a una modernización que es necesaria” en la Sección de Intereses, aseguró Feeley en una audiencia ante el subcomité para Latinoamérica del Senado.

“No esperamos modificar a corto plazo el número de diplomáticos que enviamos allí”, sostuvo el funcionario, a pesar de que EEUU quiere eliminar los límites a su personal permitido en la isla.

La Sección de Intereses estadounidense es la misión diplomática de mayor tamaño que opera actualmente en Cuba, con alrededor de 50 personas contratadas por Estados Unidos y un grupo de empleados cubanos que el Gobierno de Raúl Castro proporciona a todas las legaciones en la isla, explicó Feeley.

Aunque no se esperan cambios a corto plazo, “a medida que mantenemos el apoyo a los derechos humanos, la democracia y una transición democrática pacífica en la isla, anticipamos que necesitaremos mejoras” en la capacidad de la embajada, dijo Feeley.

Entre esas cosas que busca tener Estados Unidos en La Habana son “un grupo de vehículos” diplomáticos y una mejor “infraestructura de telecomunicaciones”, además de la garantía de libertad de movimiento de sus diplomáticos en la isla, señaló el funcionario.

El senador por Florida Marco Rubio, que presidió la audiencia, advirtió de que la presencia de empleados cubanos por obligación del Gobierno de Cuba le genera “mucha preocupación”.

“Le garantizo que ninguno de esos empleados cubanos es solo un trabajador de la limpieza o un fontanero, todos ellos informan al Gobierno cubano”, afirmó Rubio, de origen cubano y uno de los aspirantes republicanos a la Presidencia en 2016.

“Si tenemos una embajada tiene que ser una verdadera embajada, no una misión infiltrada por funcionarios cubanos y que no pueda traer al país sus propios equipos”, añadió el senador.

Feeley reconoció que la obligación de contratar a empleados proporcionados por el Gobierno cubano es “única” y “anómala”, pero Estados Unidos tiene que restablecer sus relaciones diplomáticas con Cuba basándose en lo establecido en la Convención de Viena.

Estados Unidos y Cuba han mantenido este año tres rondas de negociaciones para restablecer sus relaciones diplomáticas, rotas en 1961, y aún está por programar una cuarta reunión que permita seguir allanando las diferencias para abrir las embajadas.

Se espera que el secretario de Estado, John Kerry, viaje a Cuba cuando el Gobierno estadounidense esté listo para abrir una embajada allí, que se ubicará en la actual Sección de Intereses.

Feeley defendió este martes ante el Senado la propuesta de presupuesto para el año fiscal 2016 del presidente Barack Obama que aumenta la dotación presupuestaria para Latinoamérica un 35 % en 2016, hasta los 2,000 millones de dólares.

De ese total, la mitad (mil millones) irían dirigidos a asistencia a Centroamérica; otros 288.7 millones a Colombia, 241.6 millones a Haití, y 119 millones a México a través de la Iniciativa Mérida.




Visa o muerte, ¿viajaremos?

Cola para la Oficina de Intereses en La Habana (foto agencia EFE)
Cola para la Oficina de Intereses en La Habana (foto agencia EFE)

LA HABANA, Cuba. –Son las 7:00 de la mañana en La Habana. La ciudad pareciera estar en calma pero en el parque de Calzada y K, frente a la antigua Funeraria Rivero, hay una multitud de personas aguardando. Algunas pasaron allí la madrugada porque vinieron de muy lejos, hay quienes terminan de pegar sus fotos en las planillas que deben entregar, otros terminan rituales para atraer la suerte o pagan por consejos de expertos. Hay cientos de negocios particulares para asistir a las personas con los formularios, incluso para dar instrucciones sobre cómo comportarse una vez estando cara a cara con quien tomará la decisión final.

Un señor, custodiado por policías, se sube a una pequeña escalera de metal. Se dispone a “cantar” números. No es precisamente una lotería pero lo pareciera por las expresiones de ansiedad de las personas que escuchan. Es algo mucho más serio, definitorio tal vez. Los números y los nombres son para ordenar las inmensas filas de los que ese día se someterán a la entrevista en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos con el fin de calificar para una visa. Un asunto que, como alguien me dijera, es casi como obtener un doctorado. O mucho peor, porque pareciera un proceso aleatorio donde puede más la suerte que los requisitos.

Observar lo que sucede en Calzada y K todas las mañanas, de lunes a viernes, escuchar lo que las personas hablan, las angustias de quienes esperan en las filas y de los otros que aguardan sentados en un banco del parque o en el borde de una acera, las expectativas sobre el viaje, los planes de reencuentro con familiares y amigos pueden dar una idea de las verdaderas aspiraciones de un pueblo que ha sido víctima del encierro, de la falta de libertades, durante largos años.

Como me dijera alguien, si sumáramos las multitudes que día por día colman los alrededores del lugar alcanzaríamos, o superaríamos, una cifra de personas muy similar a la de aquellos que marchan por la plaza gritando consignas. Tal vez son los mismos desempeñando roles políticos según las circunstancias.

“Más que una cola para la entrevista parece que fueran a solicitar una rebaja de condena o la libertad condicional. Mira esas caras”, me dice alguien que también espera a que “canten” su número. Nadie quiere estar entre los últimos en la fila. Ni siquiera más allá del centenar porque se comenta que sólo los primeros tienen suerte.

“Hay que cogerlos fresquecitos porque cuando llega el mediodía y tienen hambre o sueño, comienzan a batear gente”, me dice una señora de unos 70 años que ya tiene la experiencia de varios rechazos. “Un dineral me he gastado en trámites todos estos años pero yo insisto. Al final, no sé cuánto tiempo de vida me queda y quiero ver a mis nietos”, agrega esta mujer que, a pesar de su largo “entrenamiento”, continúa poniéndose muy nerviosa durante las entrevistas.

En la multitud de los que esperan, hay varias personas mayores. Muchas de ellas hace años que solo ven a los hijos por fotografías o saben de ellos por correos, según logro escuchar en las conversaciones que poco a poco transitan hacia el silencio más absoluto, sobre todo cuando la fila atraviesa el portón de la sede diplomática.

Algunos se santiguan, otros no pueden ocultar el nerviosismo. Si los funcionarios o los agentes de seguridad les piden un documento o les ordenan algo en favor de la disciplina interna, reaccionan con exageración, con torpeza. No es obediencia a la autoridad sino una forma de sometimiento que tal vez proviene de tantos años bajo un sistema de recompensa-castigo por nuestras acciones. A algunos les tiemblan las manos cuando les toman las huellas dactilares y al responder a las preguntas es frecuente escuchar tartamudeos, voces entrecortadas, susurrantes. Después de la negativa suele haber lágrimas, súplicas. Entendamos que para muchos no se trata de calificar para un viaje, sino de obtener una carta de libertad o al menos una licencia temporal. Se trata de recomponer sus vidas, realizar sueños largamente postergados.

Cuando he hablado con amigos que se marcharon de Cuba definitivamente, muchos me han confesado que, aunque han pasado los años, aun sienten miedo cuando regresan. A veces tienen la sensación de que algo impedirá que logren salir nuevamente. Viven el terror de quedarse encerrados y solo sienten alivio cuando el avión aterriza en otro lugar, cualquiera que no sea territorio cubano.

A la salida de la Oficina de Intereses uno comprueba estos sentimientos. Quienes calificaron se abrazan, se felicitan, incluso lloran. Los rechazados muestran su desconsuelo. “Es como si me hubieran tirado un cubo de agua fría. Ya yo me veía lejos de esta mierda”, me dice un señor de unos 60 años que ni siquiera comprende por qué no calificó: “Me dijeron que no calificaba y nada más. Me dieron este papel que ni entiendo qué dice pero por lo que veo es como un año más de prisión”.

Quienes esperan su turno en la fila para entrar, están al tanto de los rechazados. Calculan sus probabilidades de éxito o de fracaso. Algunos preguntan si ese día trabaja determinada funcionaria que tiene fama de intransigente, otros esperan caer en la ventanilla de alguno más flexible. Pareciera que se alistan para un trámite de vida o muerte, o ¿será que, tratándose de Cuba y de su futuro tan incierto, toda gestión para una garantía de escape es así de extrema?




Anuncian cambios para pedir visa de EEUU

SINALa Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana, Cuba pondrá en práctica un nuevo Sistema para la programación de citas, pago de tarifa, y servicios de información que proporcionará un mejor servicio al cliente. Estos servicios están diseñados para ser más convenientes a los usuarios y reducir el costo de solicitud de una visa a los Estados Unidos, eliminando la actual tarifa de programación de citas.

A partir del 27 de septiembre 2014, todas las solicitudes de visa de no-inmigrante(incluyendo las categorías B-1, B-2, J y P) las de novio (a) (K-1 y K-2) y las de residente retornante, deberán programar su cita a través de la página web http://www.ustraveldocs.com/cu, (en inglés) o http://www.ustraveldocs.com/cu_es (en español).. El número de teléfono en Estados Unidos es (786) 408-5995. Para las llamadas no hay que pagar una tarifa excepto las que se aplican regularmente como llamada.

La nueva página de Internet para la programación de citas permitirá a los solicitantes de visa elegir el día y la hora más convenientes para ellos mediante la visualización de un calendario interactivo de programación. Las solicitudes de visa de no-inmigrante y novio(a) (K1 y K2) pueden pagarse en efectivo en cualquiera de las tiendas de las cadenas “Family Dollar”, “7-Eleven”, o “ACE Cash Express” en los Estados Unidos. El pago con tarjeta de débito también se puede realizar a través de las páginas de Internet del sistema de programación de citas: http://www.ustraveldocs.com/cu o http://www.ustraveldocs.com/cu_es. Los solicitantes de visa de Residente Retornante continuarán pagando su tarifa en la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la Habana.

Le comunicamos que todos las citas programadas actualmente después del 27 de septiembre se mantendrán tal como indica su calendario. Este cambio que anunciamos se refiere a las citas que serán programadas después del 26 de septiembre.

Para programar una cita de visa de no-inmigrante o de novio (a), los solicitantes deben seguir un sencillo proceso de tres pasos:

1. Completar una solicitud de visa (formulario DS-160) en línea;

2. Pagar la tarifa de solicitud de visado en los sitios web http://www.ustraveldocs.com/cu o http://www.ustraveldocs.com/cu_es, o en cualquier tienda “7-Eleven”, “Family Dollar”, o “ACE Cash Express” en los Estados Unidos;

3. Programar una cita en dicho sitio web o a través del centro de llamadas.

Los diplomáticos residentes en Cuba y casos oficiales presentados por el Gobierno de Cuba continuarán utilizando los procedimientos actuales de programación.

Con la excepción de las visas de prometido (K1/K2) y las pocas reclamaciones de visa de inmigrante presentadas por reclamantes residentes en Cuba, el Centro Nacional de Visas continuará programando las citas de visas de inmigrante.

Los solicitantes del Programa Cubano de Parole de Reunificación Familiar continuarán programando sus citas a través de nuestro actual servicio de información de visas y programación de citas como se indica en la sección sobre los Programas Cubanos de Parole en la página de Internet de la Sección de Intereses de los Estados Unidos (USINT) (http://havana.usint.gov/cuban_family_reunification_parole_program2.html).

Para obtener más información, a partir del 27 de septiembre 2014 consulte las páginas http://www.ustraveldocs.com/cu o http://www.ustraveldocs.com/cu_es; la página de Internet sobre visas de la Sección de Intereses http://havana.usint.gov/visas2 , o siguiéndonos en las páginas de Facebook y Twitter de la Sección de Intereses de los Estados Unidos.

Un soldado del Regimiento de Protección y Seguridad a Sedes Diplomáticas custodia,en la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana. La SINA, como popularmente se le conoce, está ubicada en el malecón habanero y su seguridad se halla reforzada pue