Si me permites, Paquito
LA HABANA, Cuba, junio, 173.203.82.38 –Paquito, aunque compartimos el respeto por el ideario martiano, y soy homosexual como tú, existen otras muchas cosas que nos hacen diferentes. Soy absolutamente anticomunista. Hace mucho dejé de creer en esta “revolución”, donde, según los que piensan como tú, rige el principio de “todos los derechos humanos para todos los seres humanos”. Tampoco creo en el partido en el que militas, que dista mucho de ser inclusivo o respetuoso.
No obstante, como no tuve la oportunidad de participar en tu intercambio con los lectores de Diario de Cuba, y como tengo la convicción de que nuestras posiciones encontradas no nos convierten necesariamente en enemigos, y como, además, veo que apoyas la diversidad dentro del movimiento LGBT, me gustaría hablarte de algunas cosas que evidentemente ignoras, y que tal vez te permitan conocer mejor la verdad y la postura de los miembros del Observatorio Cubano de los Derechos LGBT (OBCUD LGBT), así como la mía en particular, que difiere de la que ha contado CENESEX.
Acerca de tus respuestas al señor Laffita sobre el comunismo, he de admitir que no cuento con tantos conocimientos como ustedes sobre el tema. Lo que sí sé es que el comunismo ha hecho poco bien y muchísimo daño a millones de personas en el mundo, entre ellas, muchos como tú y yo. En su nombre se han cometido tantos crímenes e injusticias que, sinceramente, no entiendo cómo algunos aún creen en él.
Coincido contigo en que tratar de ofender o ridiculizar a alguien (aunque ese alguien sea Raúl Castro, a quien detesto sinceramente), llamándolo homosexual, es una muestra irrefutable de homofobia. Tampoco a mí me preocupa quién es gay y quién no lo es. También creo que la orientación sexual no debe ser un aspecto relevante para ser dirigente político o militante de alguna causa o partido. Y mucho menos debe ser una limitación para acceder a ciertos puestos laborales, como lo ha sido durante largo tiempo en Cuba.
De igual manera pienso, Paquito, que nuestra orientación o postura política no debería influir en la decisión de ese partido que defiendes, a la hora de permitirnos o no hacer uso de nuestros derechos.
El lector Saavedra, que intervino en el foro, cree necesario que el gobierno de Cuba “pida perdón pública y sinceramente por la represión que sufrieron, a inicios de la Revolución, los miembros de la comunidad LGBT”. Él cree que “se debería pedir perdón por las UMAP”. Y te pregunta, por último, sobre la política ¿inclusiva? del CENESEX.
Y justo aquí aparece otro punto en el que coincidimos. Como tú, pienso que pedir perdón muchas veces no es suficiente. Habría que hacer algo para rectificar y resarcir todos aquellos horrores. Y estoy segura de que tanto la labor del OBCUD LGBT, como la de Hombres por la Diversidad, contribuirán poco a poco a que estas cosas no vuelvan a ocurrir.
Pero, como ya lo sugirieron algunos gobiernos (entre ellos el cubano) a la hora de juzgar los crímenes de Pinochet y otros dictadores, también a los artífices de la represión contra homosexuales habría que hacerles pagar por sus crímenes.
Quienes destruyeron las vidas y el futuro de tantos cubanos “diferentes” (y no hablo sólo de los homosexuales, también de religiosos y disidentes), deben ser juzgados y pagar por lo que hicieron. No se trata de odio o de no perdonar. Se trata de justicia.
Si los nazis, Pinochet, y otros como ellos, fueron juzgados después de muchos años, creo que aún estamos a tiempo de que algunos de los que orquestaron aquellos crímenes en Cuba paguen por ellos, ya que no podrán “devolvernos vivos a los muertos”.
Sobre la política de CENESEX, los hechos demuestran que te equivocas cuando afirmas que es inclusiva. No dudo que contigo lo haya sido. Tampoco dudo que te haya dado la oportunidad de desarrollar tu activismo, pero ¿a qué precio, Paquito? Supongo que al precio de decir que sí a todo y nunca contradecir a su directora.
La amplitud y el carácter masivo de la V Jornada Contra la Homofobia no pudimos constatarla activistas independientes (entre ellos, una servidora), pues fuimos obligados a pasar horas en una estación de policía, sometidos a interrogatorios, sólo por haber planeado participar en los eventos donde estaría Mariela Castro.
Desconozco quién es tu amigo del OBCUD LGBT que no “pudo hablarte de tales impedimentos”, pero te puedo asegurar que en este país, los comunistas, Paquito, o al menos sus líderes y los agentes de la Seguridaddel Estado, aún reprimen y encarcelan a los que pensamos diferente, y nos llaman mercenarios sólo porque nos apoyan personas o algunas instituciones que, casualmente (y quizás para tu sorpresa) también apoyan y ayudan a CENESEX.
Algunos de los que no pudimos bailar en la conga de la Rampa, participar en los paneles en el Pabellón Cuba, o ir a la Gala en el Karl Marx, estábamos detenidos y amenazados por la Seguridad del Estado, y puedo demostrártelo. También puedes preguntarle a la vice-directora de CENESEX por qué un Centro tan “inclusivo” se ha negado en todo momento aceptar la colaboración que hemos ofrecido.
Creo sinceramente que eres muy tierno cuando le ofreces a “Antonio” tu perdón como humilde militante, sintiéndote un poco responsable por todo lo que le sucedió. Pero todos, incluso tú, sabemos quienes son los verdaderos culpables. También sabemos que el CENESEX, como el gobierno, no respeta a quienes pensamos diferente y nos desacredita y sataniza.
Te invito a que conversemos un poco, Paquito. Te invitamos a conocer lo que verdaderamente hace el OBCUD LGBT, y a que como buen periodista saques tus propias conclusiones.