“¿Cómo eso no lo dicen?”: Cubanos emplazan a periodistas del Canal Habana
written by CubaNet | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
Las personas que hacían cola en la Plaza de Marianao pidieron explicaciones a los reporteros del Canal Habana (Foto: CubaNet)
LA HABANA, Cuba. – Este miércoles 27 de enero, varios cubanos que hacían una larga cola en la emblemática Plaza de Marianao para comprar alimentos conminaron a periodistas del Canal Habana presentes en el lugar a que entrevistaran al público y no solo a la administración del mercado.
En imágenes captadas por las cámaras de un equipo de CubaNet se ve a una mujer que le pide al camarógrafo filmar dentro y fuera del establecimiento, así como tomar imágenes de los precios.
“Yo vengo por lo mal hecho”, contestó el reportero a la mujer que estaba visiblemente insultada por el valor de los productos.
Otra cubana presente en el lugar preguntó al periodista dónde se encontraba la reportera que hacía las entrevistas, pues quería darle detalles de todo lo que había acontecido allí en fechas recientes, sobre un camión con una carga de cebolla que fue a parar sobre todo a manos del sector privado.
“¿Dónde está, dónde está la que reporta?”, preguntó la mujer y agregó: “En la Plaza sacaron hace como tres o cuatro días un vikingo (camión) de cebolla y no duró ni dos horas; todos los cuentapropistas se llenaron de cebolla, ¿cómo eso no lo dicen?”, se quejó la mujer.
Tras los cuestionamientos, el camarógrafo recogió sus instrumentos de trabajo y se alejó del debate al que se habían sumado otras personas molestas por los altos precios dispuestos por el Gobierno y la acción de los revendedores.
Poco después, aprovechando el movimiento de la cola, los periodistas se marcharon de manera escurridiza, quizás para evitar referirse a los temas mencionados por el grupo de cubanos.
Los reporteros del Canal Habana habían llegado poco antes a la Plaza de Marianao escoltados por uniformados de la policía. Junto a ellos, también arribaron al establecimiento inspectores de la DIS, que multaron a varios vendedores ilegales de la zona.
Después de una remodelación capital, el 29 de diciembre de 2016 la Plaza de Marianao, ubicada en la avenida 51 y 124, fue reinaugurada. El renovado comercio ya no solo está destinado a vender productos agropecuarios, sino también huevos, pescado y otros surtidos, según el reporte oficial.
En la actualidad, al igual que la inmensa mayoría de los comercios estatales, el abastecimiento de la Plaza es intermitente y las largas colas son frecuentes, si no diarias, en todos sus portales y pasillos. En sus alrededores afloran vendedores ilegales que ofertan diferentes tipos de productos, motivo por el cual los operativos policiales son constantes en la zona.
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Jugos con cucarachas para el pueblo
written by Augusto César San Martín | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
LA HABANA, Cuba. – Imagine que se dispone a desayunar en familia. Cuando lo tiene todo dispuesto en la mesa, saca la botella de jugo de naranja de la nevera, la abre, y por azar, mira el interior de la tapa donde encuentra cuatro cucarachas alemanas vivas; y la boca de la botella manchada con el excremento del insecto.
Lo que usted imaginó, para mí fue real. Ocurrió en la mesa del comedor de mi casa, cuando nos disponíamos a compartir el desayuno familiar. Nadie se acercó para que publicara el horror de encontrarse a punto de beber cucarachas.
El jugo de naranja de la marca española Juver, vendido en el Supermercado de 3ra y 70, Miramar, contiene cucarachas en su interior. Tres días después de comprado el jugo, regresé al mercado y comprobé frente a un empleado de la tienda que a través del vidrio se pueden ver las cucarachas en la tapa del zumo de naranja Juver.
Esa es la cruda realidad que agobia la existencia de los cubanos. La verdad que no pudo negar el dependiente de la tienda que se presentó como administrativo, evadiendo identificarse por el nombre o cargo.
El empleado ordenó retirar el centenar de jugos de la estantería después que le mostrara a través del vidrio, las cucarachas dentro del zumo. Sin penas ni asombro por las cucarachas que se restregaban a nuestro lado sobre los alimentos en venta, el funcionario culpó al proveedor de la marca Juver.
“Realmente no debe pasar, ahora nos enteramos por usted que pasa eso (…) Hay que reclamar al proveedor (…) Evidentemente eso (botella de zumo) nosotros no lo producimos, y eso viene sellado”, explicó desentendido.
Según nos confesó una dependiente que solicitó omitir su nombre por temor a represalias, el lote de zumos presentó “problemas”, lo que provocó la devaluación del precio a 2.10 CUC (2.40 dólares). Sin embargo, el administrativo negó la rebaja; atribuyó el cambio de precio a un error en el código de venta.
La devaluación del producto es indicador del conocimiento que tenía la gerencia del mercado del alimento infeccioso puesto a la venta. Otras señales fueron, el visual deterioro de los envases que restaban en la estantería y el bloqueo de los empleados para evitar la persistencia en la demanda.
La reclamación como consumidores quedó entre los anaqueles semivacíos y contaminados de cucarachas, del mercado precursor de las Tiendas de Recuperación de Divisas (TRD).
“Ve al libro de quejas y sugerencias”, fue la única respuesta del administrativo anónimo. En el buró de información de la tienda no había nadie.
La normalidad de lo asqueroso
Según la política del Ministerio de Salud Pública sobre el control de plagas urbanas, el Supermercado de 3ra y 70 debería estar cerrado por la propagación de plagas. El control de plagas exige el cierre del establecimiento, para llevar a cabo el ciclo de limpieza, fumigación e higienización general, acorde con las normas.
“Fumigamos ayer”, fue la respuesta del administrativo al preguntarle las causas de la presencia cucarachas, vivas y muertas, en la estantería del mercado abierto al público.
La conveniente incompetencia del control higiénico en los centros de servicio a la población es lo único que mantiene la venta de alimentos en la tienda de 3ra y 70. Esta común irregularidad de las autoridades sanitarias es lo que convierte la infestación de cucarachas en los mercados de alimentos, en algo habitual para los consumidores.
La contaminación generalizada de los mercados con la plaga de cucarachas de la especie de alemanas o rubias (Blatella germánica), ha dejado de sorprender en Cuba. Pasó de lo asqueroso a la normalidad con la misma indiferencia que se miran los armarios vacíos por la escasez.
Las tiendas estatales son la única opción legal que tienen los cubanos para comprar alimentos. La propagación extendida de la plaga de cucarachas alemanas en el mercado oficial delata la irresponsabilidad de las autoridades que subestiman el riesgo sanitario.
La mezcla de estos insectos con los alimentos en las tiendas pone en riesgo la propagación de enfermedades como la gastroenteritis, fiebre infantil, infecciones, disentería; sin mencionar la repugnancia que provoca.
Propagación de la plaga en los alimentos
Zumo de naranja de la marca española Juver contaminado con cucarachas (foto del autor)
Los técnicos en control de plaga consultados para este trabajo afirman que la cucaracha alemana es la más difícil de exterminar. El combate contra este insecto no solo requiere de insecticidas ausentes en Cuba, también exige higiene y limpieza, algo que tampoco encontramos en los mercados cubanos.
Si a la falta de compromiso sanitario de los centros de servicios a la población, sumamos la resistencia de la especie a todos los tipos de químicos; nos enfrentamos a un problema urbano creciente, y sin solución.
Ante la rápida reproducción y propagación de la cucaracha alemana los fumigadores a lo largo y ancho de Cuba recomendaron una medida que ha perdido efectividad: la cuarentena de los productos comprados en la red comercial. Esto indica que, antes de entrar la compra a la casa, los consumidores deben revisar cada artículo salido de las tiendas.
La medida era efectiva cuando las cucarachas alemanas eran trasladadas a las casas en los empaques de alimentos, file de huevos o bolsas plásticas. En la actualidad los insectos están dentro de los productos como la harina, el pan o jugos; alimentos de su predilección.
La incontrolable plaga de cucarachas alemanas en el Supermercado de 3ra y 70 superó la etapa de invasión de las estanterías semivacías; los insectos están dentro de los productos alimenticios en venta.
Agradezco al azar por desviarme la mirada hacia la tapa de zumo de naranja, pero ahora, imaginemos todos, cuántos consumidores no tuvieron ese beneficio del destino, o consumieron el zumo en una cafetería particular. En esta ocasión son las autoridades sanitarias quienes deberían narrar la realiad, alejada de la imaginación.
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Los sombríos Mercados Artesanales Industriales en Cuba
written by Gladys Linares | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
Bazar inglés en La Habana. Foto Archivo
LA HABANA, Cuba.- Cuando el gobierno cubano eliminó de la libreta de racionamiento los productos de aseo personal, no desconocía que la mayoría de la población no puede comprar artículos de primera necesidad en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD). Por eso, como una alternativa para adquirirlos en moneda nacional, comenzó a comercializarlos en las tradicionales ferreterías expropiadas a sus dueños en la década de los 60, a las que luego les cambió el nombre por el de Mercados Artesanales Industriales (MAI). Pero desde 2011, cuando el jabón de baño y de lavar, la pasta dental y el detergente líquido comenzaron a venderse de forma liberada en estos mercados, el desabastecimiento ha sido la mayor dificultad.
Durante algún tiempo estas tiendas no eran una mala opción, pues aunque había menos calidad con respecto a las de CUC, determinados productos se encontraban aquí a precios ligeramente inferiores, como los tubos de luz fría. Hoy, muchos se preguntan qué ha pasado con ellos que sólo se venden en CUC. Alrededor del 2013 todo parecía augurarle un buen futuro a estos mercados artesanales, que comenzaron a vender productos de la marca Provari, fabricados en el país: colchones, almohadas, todo tipo de muebles para el hogar, pero al poco tiempo también desaparecieron. Dada su buena calidad, no es de extrañar que hayan corrido la misma suerte de los tubos de luz fría, o el puré de tomates de la marca Ceballos: darle otro destino que le reporte más ganancias al gobierno.
Como parte de una disposición gubernamental para favorecer el ahorro, en su momento también los bombillos ahorradores se podían adquirir con frecuencia en los MAI, a la vez que se vendían en las TRD sin mayores problemas. Hasta que comenzó su ausencia prolongada en esos mercados. Después de casi un año sin encontrarlos, María, una vecina, pudo comprar dos. Inmediatamente fue a avisarle a una amiga y le comentó que hasta los habían rebajado a 15 pesos. Esta, recelosa, los revisó y descubrió que eran de 220 W. Mi pobre vecina se lamentaba de que el dependiente no la alertó, a pesar de haberle manifestado sus dudas sobre el precio de los bombillos.
Productos en venta en un Mercado Artesanal Industrial. Foto archivo
En sus inicios, en los MAI podíamos encontrar con frecuencia cazuelas de aluminio, algunos muebles, colchones, toallas, sábanas, manteles, telas, ropa de hombre, mujer o niño que, si bien eran confeccionadas artesanalmente cubrían las necesidades de las personas de poco poder adquisitivo. También en un lapso breve ofertaron cemento, pinturas para el hogar, puertas, ventanas, juegos de baño. Así se evitaban los trasiegos que se originan en los rastros. Pero con los años y la falta de mantenimiento estos establecimientos se han convertido en locales poco atrayentes. Además, las mercancías que se exhiben no tienen la calidad requerida, como tampoco una presentación agradable, ya sea en las vidrieras o en el suelo donde acostumbran a ponerla.
Otro rasgo distintivo de estos comercios es la inestabilidad del personal que allí labora, algo que debe estar asociado a los bajos salarios que perciben los empleados improvisados, que se caracterizan por su mala atención al público, siempre impacientes por terminar y reacios a orientar al cliente. Otra de sus limitaciones es que no poseen el más elemental conocimiento de algunos artículos que tienen poca salida, a pesar de llevar años en exhibición.
Recientemente me encontraba en el MAI de 16 y Dolores cuando escuché a una señora preguntarle a la dependienta por un codo plástico. Pero la pobre mujer, que olvidó la medida, formaba un círculo con los dedos índice y pulgar. La empleada, sin apenas mirarla, le respondió con un gesto que no había. Entonces, un hombre que esperaba para comprar le señaló donde estaba el codo y le dijo: “Mira, es de los de dos pulgadas”. Mientras de mala gana buscaba el codo, la dependienta rezongó: “¡Es que hay cada uno!”.
Tienda Flogar. Foto archivo
Y es que, como sucede con cada proyecto concebido para proporcionarle “bienestar” a la población, su tiempo de duración es corto, ya sea por el abandono o el poco valor de cambio que el gobierno le da al peso cubano. Aun así, no se cansan de repetir que los productos ofertados son subsidiados, y los mercados artesanales no son la excepción.
El regreso de MiniMax: “Mínimos productos, máximos precios”
written by Ezequiel Fuentes Morales | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
Fachada del Mercado MiniMax ubicado en la calle Aguilera (Foto de autor)
SANTIAGO DE CUBA, Cuba. – Desde hace varios meses la cadena de mercados MiniMax se esparce por varios puntos de la ciudad de Santiago de Cuba. Luces de color verde y diseños que logran distinguirse entre arcaicas fachadas llaman la atención de miles de transeúntes que diariamente recorren la urbe caribeña. Sin embargo, pocos conocen las historias que envuelven a estos centros comerciales que, con igual nombre, existieron en Cuba hasta 1959, cuando fueron desterradas por el régimen castrista al ser consideradas un símbolo del capitalismo.
En el poblado Fontanar, municipio de Boyeros, en La Habana, existió uno de estos mercados, que en la década del 50 del pasado siglo, lograron mantenerse entre los mejores del país.
“Recuerdo que en un viaje a La Habana con mi padre fuimos a un MiniMax, en donde había todo lo que uno quisiera. Al que yo fui quedaba en Fontanar, con vidrieras gigantes y estantes interminables. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, y eso que era un niño, es que lo bueno nunca se olvida”, narra Rafael, de 74 años.
Inmueble donde radicaba el mercado MiniMax en Fontanar, municipio de Boyeros (Foto Internet)
Inmueble donde radicaba el mercado MiniMax en Fontanar, municipio de Boyeros (Foto Internet)
Además del de Fontanar, había mercados MiniMax en 5ta Avenida, en Miramar, en el edificio FOCSA, en Altahabana, en el reparto Sierra Maestra, en Boyeros y en muchos otros lugares de la capital. Se trababa de centros comerciales que ofertaban excelentes productos a muy bajos precios.
Inmueble del antiguo MiniMax de 19 y 42, en Playa, actualmente un supermercado y Photo Service (Foto Internet)
Antiguo mercado MiniMax, radicado en Playa , La Habana (Foto Internet)
Emilio Sánchez, santiaguero de más de 80 años de edad explicó a CubaNet que, lamentablemente, “pocos saben la abundancia de las tiendas MiniMax en los años 50 y 60”.
“Ahora, aquí en Santiago están haciendo tiendas con el mismo nombre, pero hay que ver las barbaridades que se venden en ellas, como unos paquetes de caramelos a casi 10 CUC. Son una locura, y lo que era en aquel entonces el eslogan de los comercios, mínimos precios máxima calidad, ahora ha desaparecido por completo”, dijo Sánchez el señor, que sobrepasa los 80 años de vida.
Según Sánchez, los nuevos MiniMax bien podrían utilizar el eslogan “máximos precios mínima calidad”, ya que los anaqueles ofertan productos inalcanzables para los cubanos “de a pie”, que apenas recibe 30 CUC mensuales por su trabajo.
“Muchas luces y colores, pero las neveras vacías y las ofertas muy poco variadas, dejando una gran inconformidad, que parece no importarles a los que dirigen esas tiendas”, señaló.
Aunque no son ajenos a la escasez que golpea a la Isla, estos mercados comienzan a establecerse en varias del país. Por ejemplo, en el MiniMax ubicado en Vista Alegre, Santiago de Cuba, los expositores permanecen desocupados y solo alcanzan a mostrarse algunos paquetes de hamburguesas de 0.40 centavos y barras de mantequillas, marca italiana Kim, de un kilogramo, a 6.50 CUC.
Mantequilla Kim a 6.50 CUC el kilogramo (Foto del autor)
Mantequilla Kim a 6.50 CUC el kilogramo (Foto del autor)
Una joven que se encontraba en ese mercado comentó a CubaNet su disgusto ante la carestía y los exorbitantes precios de los centros comerciales estatales.
No entiendo como hacen una tienda nueva para vender lo mismo que en el resto, ya no saben dónde ponerlas y cualquier edificio viejo, en meses, es convertido en una tienda, pero con las mismas cosas caras”, criticó la muchacha mientras veía los precios de algunas especias ofertadas en la tienda por más de 8 CUC.
Neveras vacías en mercados MiniMax (Foto del autor)
Neveras casi vacías en mercados MiniMax (Foto del autor)
Interior del Mercado MiniMax (Foto del autor)
Departamentos de bebidas mercado MiniMax de la calle Aguilera (Foto del autor)
Más adelante, la joven comentó en tonos satírico: “¿No sé qué quisieron decir con MiniMax?, porque para nada esto tiene que ver con mínimos, ni con calidad. Lo único que tienen son mercancías. Así estamos, creemos que avanzamos y no nos damos cuenta que cada día retrocedemos más”.
Se disparan acciones brasileñas en NY y crece la bolsa en San Pablo
written by CubaNet | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
Jair Bolsonaro ganó las elecciones de Brasil en primera vuelta con el 46% de los votos. Foto ABC
MIAMI, Estados Unidos.- Luego del triunfo este domingo del candidato Jair Bolsonaro en primera vuelta en las elecciones presidenciales de Brasil, las acciones de las principales empresas brasileñas que cotizan en Nueva York registraban importantes subas este lunes tras la apertura de los mercados, con la petrolera estatal Petrobras a la cabeza con una suba del 12,37% y se cotizaban a 15,63 dólares, informó Infobae.
La subida se presentó, además de en la industria petrolera, en la minera: Vale subía un 1,40%, mientras que el gigante de bebidas AmBev trepaba un 4,67%. Así mismo, las acciones de la aerolínea de bajo costo Gol se disparaban un 13,10% y las de los bancos Itaú y Bradesco un 10,51% y 10,63%, respectivamente. Telefónica de Brasil crecía un 5,93%.
El real brasileño se apreciaba esta mañana a un 2,2% frente al dólar, cotizándose en 3,75 por cada unidad de la monedad estadounidense.
En tanto en Brasil, el índice Bovespa trepaba un 6% y se ubicaba en 86.963,30 puntos.
Jair Bolsonaro, el candidato preferido por los mercados, obtuvo el 46% de los votos, casi diez puntos por encima de lo esperado de acuerdo a las encuestas, y se impuso por amplio margen sobre el petista Fernando Haddad, que logró el 29,3%, durante las elecciones del gigante sudamericano este domingo.
Como ninguno de los dos candidatos llegó al 50% por ciento de los votos como lo exige la Constitución de ese país, ambos deberán disputar la segunda vuelta pautada para el 28 de octubre.
El régimen de Maduro inició la “ocupación temporal”
written by CubaNet | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
Un miembro de la Guardia Nacional bolivariana en el mercado de Coche para inspeccionar los precios (Foto AFP/ Federico PARRA)
MIAMI, Estados Unidos.- El gobierno de Venezuela inició esta semana la “ocupación temporal” de 97 mercados municipales por orden Nicolás Maduro. El dictador aseguró que el país enfrenta “una guerra económica”, y por ello militares armados con fusiles ejecutarán una operación creada con el objetivo de luchar contra la implacable escalada de precios, dijo Tareck El Aissami, a cargo del recién creado ministerio de Industria y Producción.
De acuerdo a la nota publicada por Infobae, Maduro afirmó, durante un acto político en Caracas la noche de este miércoles que “la toma de los mercados municipales ha sido todo un éxito. Presos están un grupo grande de mafiosos, mayoristas, ladrones, capitalistas. Encontramos de todo ahí, hasta prostitución”.
El régimen inició esta semana la “ocupación temporal” de 97 mercados municipales. (Foto AFP / Federico PARRA)
“¡Es un pote de humo!”, gritó escéptico un vendedor de verduras en Coche, uno de los mayores mercados de Caracas, donde varios locales estaban cerrados, advertidos del operativo.
“Necesitamos que pongan orden”, lanzó por su parte Rodolfo Amell, comprador habitual.
Los sueldos de los venezolanos se diluyen día tras día por la hiperinflación, y todo esto en medio de una severa crisis económica proyectada en 13.800% por el FMI para 2018 y en 200.000% por el Parlamento de mayoría opositora.
Algunos especialistas sostienen que la inflación se dispara por la emisión de dinero sin respaldo para cubrir un déficit fiscal cercano al 20% del PIB, mientras que la escasez de alimentos básicos -causada por el deterioro del aparato industrial por férreos controles de cambio y de precios- también ha empujado los precios de los productos.
Un hombre compra mercadería en el mercado de Coche (Foto AFP / Federico PARRA)
Los comerciantes protestan. Javier Pérez, el dueño de un pequeño puesto en el mercado de Coche, en el oeste de Caracas, dice que el alto costo de la vida no se resuelve con controles militares.
“Si el problema lo resuelven desde la punta hasta la cola, nos acomodamos. Si no, vamos a seguir igual. Cuando los productos llegan al mercado, ya los precios están elevados”, afirmó.
Sus ventas se desploman por la falta de efectivo, problema crónico en Venezuela que el gobierno achaca a “mafias” que trafican el papel moneda, y analistas a la imposibilidad de imprimir billetes -que cada día pierden valor- a la velocidad requerida para cubrir la demanda.
Vista del mercado de Coche, en Caracas (Foto AFP / Federico PARRA)
Un mismo producto es vendido a dos precios: uno en efectivo y otro, más alto, si se cancela con tarjeta de débito.
Alfredo González, habitante de los Valles del Tuy -estado Miranda-, tiene poca fe en la militarización. “No se burlen más del pueblo, amor con hambre no dura”, pide.
Precios topados, desabastecimiento
written by Orlando Freire Santana | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
Tarima de un mercado de oferta-demanda en Centro Habana (Archivo)
LA HABANA, Cuba.- El pasado 11 de febrero apareció un reportaje en el periódico Juventud Rebelde (“Entre la ley y el desacato”) que daba cuenta de la alarmante escasez de productos agropecuarios que padecen los habitantes de la ciudad de Cienfuegos.
A raíz de las afectaciones ocasionadas por el huracán Irma en la región central del país, y con vistas a evitar la excesiva especulación con esas producciones, fueron topados en esa ciudad los precios en todas las formas de comercialización de los productos del agro, incluyendo los mercados de oferta-demanda que habitualmente comercializaban mediante precios libremente formados.
Mas, al parecer, las autoridades cienfuegueras han extendido demasiado el tope de precios, y lo que inicialmente se concibió como una medida para proteger a la población, ha devenido en una desesperación generalizada ante lo difícil que resulta encontrar viandas, frutas, hortalizas y cárnicos con que componer una comida variada.
Comenta una cienfueguera que muchas veces los vendedores ocultan los productos para no ofertarlos al precio topado, y si el cliente pegunta por ellos, tendría que pagarlos a un precio superior, que evidentemente sería el precio de mercado.
Sin embargo, al final del reportaje sus autores defienden el tope de precios, y argumentan que todo se solucionará cuando aumenten los niveles de producción, y lo contratado en el campo transite sin desviaciones hacia los mercados.
Movidos por la curiosidad decidimos recorrer algunos mercados estatales habaneros con precios topados, y después comparar su surtido con el estado de las tarimas del mercado de 19 y B, en la barriada del Vedado, el cual comercializa mediante la relación oferta-demanda. Entre paréntesis, y según entendidos en la materia, este mercado de 19 y B ha resistido el embate gubernamental contra los mercados de oferta-demanda —varios han sido cerrados en los últimos meses— debido a que allí compran personajes de la cultura oficial y diplomáticos de varias embajadas.
Los mercados estatales, en general, exhibían tarimas semivacías, y con productos de pésima calidad. Además de boniato, calabaza y yuca, es difícil hallar otros surtidos en ellos.
El mercado de 19 y B, en cambio, muestra en sus tarimas toda la variedad de frutas, viandas y hortalizas que propicia en Cuba la actual época del año; y los productos son de primera calidad.
Se evidencia que no son los niveles productivos del país los que únicamente definen la presencia o no de productos agropecuarios en los mercados. Porque topar precios provoca la desmotivación de alguno de los eslabones de la cadena producción-comercialización al no percibir los ingresos que proporcionarían unos precios libremente formados. El productor reacciona dejando de producir, mientras que el comercializador esconde los productos para después ofertarlos a un precio superior en la economía sumergida, o la “bolsa negra”, como solemos decirle los cubanos.
Llegar a un nivel de precios asequibles al bolsillo promedio de los cubanos pasa, por supuesto, por aumentar las producciones de los renglones del agro. Pero el asunto no queda ahí. El Estado debe esforzarse por eliminar la burocracia y la ineficiencia de sus mecanismos comercializadores. Así los mercados estatales podrán competir con los de oferta-demanda, sin necesidad de recurrir a un poco convincente tope de precios.
Empresa española planea el primer mercado de abastos en Cuba
written by Agencias | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
Mercado mayorista de pescado de Mercasevilla (EFE)
LA HABANA, Cuba.- La empresa española Mercasa elaborará un estudio de viabilidad para la construcción de un mercado central de abastecimiento en La Habana, el primero de este tipo en Cuba y con el que se quiere garantizar el suministro de alimentos frescos como carne, pescado, frutas y verduras.
El acuerdo para llevar a cabo el estudio fue suscrito hoy en la capital cubana entre Francis Herrera, vicepresidenta del Grupo de Empresas Mayoristas de Alimentos de Cuba, y Macarena Olona, secretaria general de Mercasa, en presencia del embajador español en el país caribeño, Juan José Buitrago, y de la ministra de Comercio Interior, Mary Blanca Ortega.
La empresa española, por encomienda del Ministerio español de Comercio, deberá completar el estudio en el plazo de ocho meses, con un presupuesto de 640 000 euros procedentes del Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), indicó a Efe el director Internacional y de Proyectos de Mercasa, Ricardo López.
En una primera fase, expertos de esa compañía se instalarán en Cuba con el fin de recabar datos y realizar el trabajo de campo “para establecer un modelo de mercado que funcione y que tenga todos los frescos: fruta, verdura, pescados y carnes”, refirió López.
“La realidad cubana es muy especial, la tenemos que tener muy en cuenta, es un proyecto de viabilidad atípico”, consideró.
Una vez cruzados esos datos con los emplazamientos que propone el Gobierno cubano para el mercado de abastos de La Habana, comenzará la redacción del proyecto de factibilidad.
El responsable de Mercasa precisó que de momento no hay planteado un proyecto de gestión mixta para el futuro mercado, aunque avanzó el interés de la compañía española -una vez aprobado el estudio- en participar en la ejecución y gestión de las instalaciones ofreciendo “apoyo consultor para enseñar a gestionar un mercado de estas características”.
López recordó que Mercasa, fundada en la década de los sesenta, dispone de una “experiencia única” para gestionar mercados “de última generación” al contar con una red de 23 mercados centrales de abastecimiento en España.
Mientras, el embajador español destacó que la firma de este acuerdo es “un momento de satisfacción” para el Gobierno de ese país, aunque puntualizó que el estudio de viabilidad “no es un punto de llegada, sino de partida”.
Buitrago confió en que la colaboración entre las dos partes “produzca un buen producto”, sostuvo que se trata de un proyecto de “enorme relevancia” para Cuba y España y recordó la “magnífica experiencia” de su país en el ámbito de la producción y distribución.
La necesidad de un mercado mayorista para poder abastecerse de productos es uno de los principales reclamos del emergente sector privado que ha surgido en Cuba bajo el Gobierno de Raúl Castro, en especial de los autónomos que se dedican al sector de la gastronomía.
En la actualidad los llamados “cuentapropistas” deben abastecer sus negocios en los mismos comercios minoristas estatales en los que compra el resto de la población y a los mismos precios, aunque desde hace un año y medio funcionan en Cuba varias tiendas que ofrecen alimentos y productos de higiene y limpieza en formatos industriales y con costes algo menores.
Además, la red minorista cubana con frecuencia padece de desabastecimiento.
El país caribeño gastó en el último año 1800 millones de dólares en la importación de alimentos, una cifra que las autoridades cubanas quieren disminuir mediante diversas medidas para estimular la producción propia.
(EFE)
Gobierno a carretilleros: prohibida la venta a partir de este lunes (vídeo)
written by Augusto César San Martín | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
LA HABANA, Cuba.- Vendedores ambulantes que comercian productos agrícolas, conocidos popularmente como carretilleros, informaron a este medio que a partir de hoy su actividad quedaba suspendida por decisión gubernamental.
Desde este lunes quedaría prohibida la venta de productos agrícolas de forma ambulatoria registrada bajo la forma comercial “Trabajador por Cuenta Propia Carretilleros”.
La medida no ha sido dada a conocer de manera oficial. Sin embargo, varios cuentapropistas recibieron durante los últimos días la alerta de inspectores que regulan su licencia otorgada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
En declaraciones para CubaNet, un carretillero que se identificó como Robert dijo que fue alertado por los inspectores sobre el inicio de la prohibición a partir de hoy. Su lugar habitual de venta es en la calle Salud, en Centro Habana.
“Me dijeron que a partir del lunes no podían vender ningún carretillero teniendo patente o no teniendo”, cuenta Robert, antes de agregar: “Dicen que uno vende muy caro, (pero) en el mercado se vende más caro que los mismos carretilleros afuera”.
Juan Carlos, un joven profesor convertido en carretillero, vende su mercancía en la intersección de Salud y la avenida Belascoaín, en Centro Habana. Pero se niega a aceptar la prohibición hasta que no la hagan oficial. “No será la policía quien me prohibirá vender porque tengo mi licencia. Tienen que comunicármelo de forma oficial”.
A finales del pasado año se dispararon los precios de los productos del agromercado. La libra de tomate llegó a costar 25 pesos (1 USD) y la de malanga 15, por citar dos ejemplos. El salario medio en la Isla es de unos 23 dólares.
El gobierno culpa al acaparamiento y ocultación de mercancía por parte de transportistas y administradores. A finales de año suspendió la entrada a la capital de los camiones que cargaban la mercancía hacia los agros no estatales.
Esto provocó el alza de precios y un marcado desabastecimiento en los últimos meses del 2015 y la primera semana del 2016.
A Ernestina Pérez, residente en Mantilla, municipio Arroyo Naranjo, le “parece bien” la medida tomada con el comercio de productos agrícolas. “Así van a bajar los precios (…) porque serán menos los intermediarios”.
Dagoberto Baró, quien precisó que es vendedor de productos agropecuarios desde antes que se otorgaran las licencias expresó a CubaNet: “Yo tengo una pila de años vendiendo, con policía y sin policía (…) Los camioneros son los que nos venden caro: la caja de tomate nos la están vendiendo a 500 y 600 pesos, a 20 ‘fulas’ (CUC, equivalentes a dólares). Una pila de chamacos nuevos comenzaron a comprar la mercancía ‘a trocha y mocha’, por eso los productos subieron; entonces el guajiro se aprovechó”.
“Nosotros comprábamos la malanga a tres pesos. En dos días subió a cinco, al otro a ocho y a diez pesos (…) Yo vendo el tomate a 12 pesos pero me fajo con el camionero para que me venda la caja a 400 pesos”, dice Baró.
No pocos consideran que los carretilleros funcionan como una especie de mensajería, que opera hasta entrada la noche.
Marlen Clara Peralta, residente en Centro Habana, considera que no hay mucha diferencia de precios entre los cuentapropistas y los mercados agropecuarios estatales. “Se buscan el dinero de forma honrada y trabajan hasta pasada las 10 de la noche. Te llevan el producto hasta la puerta de la casa, eso se paga”, dijo.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Investigación (ONEI), de enero al mes de septiembre del 2015, los carretilleros vendieron 570,8 millones de pesos, superando otras formas de comercialización.
El periódico capitalino Tribuna de La Habana, en su edición de este domingo, abordó el tema del reordenamiento de las formas de ventas de la red agropecuaria. Según el medio oficial, las medidas se inclinan incrementar el número de establecimientos del Mercado Agropecuario Estatal (MAE) en los consejos populares de la capital, para establecer precios topes.
Este incremento de mercados estatales tiene el fin de eliminar, ya sea por la competencia de precios o las suspensiones, los puntos de venta, mercados arrendados de oferta y demanda, y los que ahora encabezan la lista de la prohibición no declarada: los carretilleros.
Ernesto Acosta, residente en Párraga, Arroyo Naranjo, considera que la eliminación de los carretilleros encarecerá los productos agrícolas en el mercado negro. “Una vez más se está equivocando el gobierno. La gente va a seguir vendiendo, ahora de forma ilegal, y el riesgo lo tendrá que pagar en dinero el pueblo”.
Rubén Martínez del mismo municipio, es mucho más incisivo: “Los gobernantes no necesitan ir al mercado y mucho menos comprar a un carretillero”.
Los carretilleros acercan el producto a los clientes (foto de Augusto César San Martín)
Carretillas vacías en una calle (Archivo)
Bolsa negra sobre ruedas
written by Martha Beatriz Roque Cabello | viernes, 29 de enero, 2021 8:52 am
LA HABANA, Cuba -Ver en una película un supermercado lleno de productos, es algo muy placentero para los cubanos, porque los de la Isla permanecen siempre vacíos, o pobremente surtidos y con ofertas inalcanzables para nuestros bolsillos.
Tampoco los funcionarios que tienen la responsabilidad de dirigir estos lugares se esfuerzan por hacer atractivas a la vista sus pobres ofertas. Los grandes estantes para exhibir la mercancía suelen estar llenos con un mismo artículo.
Además, se ha convertido en un hábito la remodelación de los supermercados. Cada vez que llega un nuevo gerente –lo cual ocurre a menudo-, hace cambios estructurales, generadores de inversiones, bajo el lema de aplicar técnicas comerciales sobre las que muy poco demuestran conocer.
Cuando los clientes acuden a estos supermercados, muy rara vez disponen de una cesta o un carrito para echar las compras, o de bolsas de nylon (conocidas aquí como “jabitas”) para llevar a casa lo adquirido.
Hablar de la “jabita”, con sus múltiples usos a nivel nacional y su comercialización en bolsa negra, llevaría más de un artículo, y más de uno se le ha dedicado ya. Así que me limito a mencionar el caso de los llamados “carritos para la mercancía”, que también son robados y puestos a la venta en el mercado subterráneo, a un precio que oscila entre 20 y 30 cuc, por ser muy útiles a cierto tipo de trabajador por cuenta propia.
En la capital, resulta fácil encontrar cualquier vendedor trasladando sus mercancías dentro de uno de estos “carritos”, que pueden ser de cualquier tamaño, pero en la mayoría de los casos se ven nuevos y sin defectos. Para ciertos vendedores callejeros, es importante disponer de estos carros, ya que se les prohíbe estacionarse en un lugar fijo, y deben usarlos para trasladar sus productos mientras se mantienen caminando por los diferentes barrios de la ciudad.
La Contraloría General de la República, que tiene sus auditores en la calle, no detecta algo que está a la vista de todos, pues los carritos se mueven graciosamente por toda la ciudad. Tampoco lo hacen los inspectores estatales que tienen como objetivo controlar a los que poseen licencia y detectar y sancionar a los que no la tienen.
Un supermercado como “La Mía”, ubicado en la calle Belascoaín, entre Zanja y San José, en el municipio de Centro Habana, no le ofrece cestas a sus clientes, y mucho menos carritos que ayuden al acopio de las compras. Lo que brindan a veces a las personas que visitan el lugar es una caja de cartón para que lleven las mercancías hacia el lugar donde se pagan.
En tanto, los carritos son desviados hacia el mercado de bolsa negra desde el interior de los propios mercados, pues la corrupción sobre ruedas es una de las muchas maneras que tienen los trabajadores estatales de aumentar sus ingresos.