Incluyen a Luis Manuel Otero y Maykel Osorbo en campaña internacional por los presos políticos

MADRID, España.- La ONG Freedom House incluyó al artista Luis Manuel Otero Alcántara (LMOA) y al músico Maykel Castillo Pérez (El Osorbo), ambos prisioneros políticos del régimen cubano, en una campaña internacional para exigir la liberación de los presos políticos.
“Cuando las autoridades cubanas se movilizaron para sofocar la expresión artística, Luis Manuel Otero Alcántara puso su cuerpo y su libertad en juego y salió a la calle”, apunta Freedom House sobre el líder del Movimiento San Isidro, condenado a cinco años de prisión.
Sobre Maykel Osorbo, quien cumple una condena de nueve años de privación de libertad, expresó: “Un joven y prometedor artista de hip-hop emerge desafiante de la clandestinidad artística de Cuba para enfrentarse a un intento del gobierno de censurar la libertad de expresión”.
Además de Castillo Pérez y LMOA, la ONG visibiliza los casos de Mubarak Bala, de Nigeria; Nasser Zefzafi, de Marruecos; Nguyễn Văn Hoá, de Vietnam; Safiye Alagaş, de Turquía; Salma al-Shehab, de Arabia Saudita; Server Mustafayev, de Uzbekistán; Theary Seng, de Cambodia; y Tsi Conrad, de Camerún.
“Las experiencias de las personas descritas aquí ilustran las importantes presiones y daños que enfrentan los defensores de los derechos humanos y los activistas en favor de la democracia como represalia por su trabajo. Ubicados en todo el mundo, estos artistas, periodistas y activistas a menudo languidecen en condiciones penitenciarias miserables, sentenciados o detenidos sin tener en cuenta las garantías procesales y sin poder ver a sus representantes legales o seres queridos”, dijo Freedom House desde su sitio web.
Así como denunció que, en represalia por sus esfuerzos, han sido arrestados y condenados por una multitud de supuestos delitos, incluidos delitos graves como subvertir el poder del Estado, socavar la seguridad nacional y participar en actos de terrorismo.
“Una vez bajo custodia”, expone la ONG, “con frecuencia sufren tortura, desaparición forzada y denegación de atención médica. Incluso después de que sean liberados de duras penas de prisión o detención sin cargos, pueden enfrentar restricciones adicionales a su libertad, como prohibiciones de viajar o requisitos para presentarse periódicamente a las autoridades, lo que aumenta el riesgo de una nueva detención. Numerosos defensores de la democracia y los derechos humanos están atrapados en este ciclo, sin poder recuperar plenamente su libertad”.