Los cuentos de Luis Cino: reflejos realistas de la cotidianidad cubana

LA HABANA, Cuba. — El escritor y periodista independiente Luis Cino tuvo que esperar años para que se cumpliera su sueño de ver publicados sus libros de cuentos. Solo que tuvieron que ser publicados en el exterior y no en su país, porque Cino, como todos los escritores que se oponen al régimen, está excluido de las editoriales nacionales, pese a que la Constitución supuestamente recoge el derecho a la libertad de expresión.
Primero fueron publicados por Neo Club Ediciones, en Miami, Los tigres de Dire Dawa (2015) y Los más dichosos del mundo (2018). Y este año ha aparecido el tercer libro de Cino, Volver a hablar con Nelson, editado por Leiden Bokeh Press en Holanda e impreso en los Estados Unidos.
El nuevo libro de Cino está compuesto por 26 cuentos, todos escritos entre 2003 y 2011 (muchos de los cuales aparecieron en los dos anteriores libros), donde se abordan descarnadamente situaciones de la cotidianidad en Cuba.
En varios de los cuentos, se mezcla la ficción con vivencias del autor o de amigos y conocidos suyos, lo cual confiere realismo a estas historias.
Los textos se apoyan en el lenguaje y las técnicas del realismo sucio, estilo que tiene a figuras de gran renombre como Zoe Valdés y Pedro Juan Gutiérrez.
El cuento que da título al libro está dedicado a Nelson Rodríguez, el joven escritor que publicó su único libro, El regalo, en 1964 en Ediciones R, y que tuvo un trágico destino al ser fusilado después del fallido intento de secuestrar un avión para marcharse del país a inicios de la década de los 70.
Una frase que emplea el autor en este relato es verdaderamente elocuente: “Todos soñábamos con escribir libros y que los publicaran, no sabíamos cuándo, cómo ni dónde”.
Uno de mis cuentos preferidos es “Macuca”. Trata de una mujer que es abandonada por su marido al no poder concebir hijos. La soledad la conduce a refugiarse en las revistas del corazón y termina en una enajenación total. La imbricación de sus fantasías con la realidad está muy bien conseguida en el texto.
Otra historia muy bien lograda es “Una olla para la conejera”. Trata conflictos familiares frecuentes en Cuba. Un padre, antes de su muerte, solicita a sus tres hijos que siempre estén unidos. Pero los habitantes de la amplia morada heredada se multiplican con el tiempo, dividen y subdividen la casa y conviven de modo más o menos normal hasta que el Estado les otorga una olla arrocera, una por núcleo familiar, libreta de abastecimiento mediante. El pleito desatado para determinar quien tiene más derecho a comprar la olla da lugar a una violenta trifulca que termina con la intervención de la policía. Al final, los parientes deciden vender el equipo y repartirse el importe, y luego separarse, permutando la casona por tres más pequeñas.
“Luis Miguel nació para ser Feliz” y “Mantilla’s Blues” forman dos historias separadas en el tiempo que tienen una continuidad y un mismo protagonista.
El primero de estos relatos es el monólogo del niño Luis Miguel, y concluye: “Soy feliz soñando todo lo que tendré cuando sea grande. Tan feliz que me río solo aunque piensen que me volví loco”.
El segundo relato, muy bien logrado, refiere la frustración y el horrendo final de Luis Miguel cuando crece. Pierde a sus dos mejores amigos, uno en prisión y otro al que mata accidentalmente. Luego, en una plazoleta donde celebran un bailable público, mata a un vecino con el que tenía una querella y a un policía.
En sus cuentos, donde siempre está latente la inconformidad con el sistema, Cino aborda temas como la prostitución, el homosexualismo, el alcoholismo, la drogadicción, el suicidio, la enajenación, el Servicio Militar Obligatorio y la cárcel.
A mi juicio, Cino distorsiona un poco la realidad al poner en boca de muchos de sus personajes el gusto suyo por el rock y la música norteamericana en general, en vez de por la salsa y el reguetón tan en boga hoy, especialmente entre los marginales.
El uso del lenguaje vulgar, lleno de improperios y palabras obscenas es excesivo en ocasiones, pero Cino, basándose en que una considerable parte de la población utiliza habitualmente un vocabulario soez, insiste en que ese lenguaje es el mejor y más creíble para plasmar la realidad cubana.
Nota: Los interesados en comprar el último libro de Luis Cino pueden adquirirlo en Amazon.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.