PCC anuncia su VI Pleno para evaluar la marcha de los Lineamientos
written by CubaNet | viernes, 19 de mayo, 2023 12:24 pm
MIAMI, Estados Unidos. – Joel Queipo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y jefe de su Departamento Económico Productivo, anunció que la organización celebrará su VI Pleno el próximo martes 23 de mayo con el fin de evaluar la marcha de los “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”.
“El papel del Partido y su estructura de base y dirección, desde los núcleos hasta el nivel del Comité Central, le concede al desarrollo de la economía y a la solución de los problemas económicos una alta prioridad”, indicó Queipo Ruiz.
El VI Pleno se llevará a cabo en medio de una profunda crisis económica que ha llevado a una escasez generalizada de bienes básicos, como alimentos, productos de aseo y materiales de construcción, y una inflación rampante que ha afectado a los precios.
Queipo Ruiz resaltó que “donde se ejecutan muchos de estos Lineamientos y medidas económicas hay un núcleo del Partido que desempeña un rol decisivo”.
De acuerdo con el régimen, este proceso incluirá las valoraciones, críticas y propuestas de los más de 48.000 núcleos del Partido del país.
Los “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución” fueron presentados por el régimen cubano en 2011, durante el congreso del Partido Comunista celebrado ese año. Cinco años después, el PCC difundió una nueva serie de lineamientos económicos que enfatizaban la limitada naturaleza de las reformas ante la crisis económica nacional.
Las 274 reglas indicaban que no se permitiría la concentración de propiedades y riqueza, y prometían mejorar el servicio de internet, aunque solo “gradualmente, según lo permitan las posibilidades económicas”.
Murillo: reformas de Castro han generado “más errores que virtudes”
written by Agencias | viernes, 19 de mayo, 2023 12:24 pm
Marino Murillo, Vicepresidente y Jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, junto al general Leonardo Andollo, jefe del Grupo de Desarrollo para las provincias de Artemisa y Mayabeque (EFE)
LA HABANA, Cuba.- El vicepresidente cubano Marino Murillo reconoció hoy que la aplicación de las reformas económicas emprendidas bajo el mandato en la isla de Raúl Castro ha generado “más errores que virtudes” y un “distanciamiento” entre los objetivos iniciales y la práctica.
Murillo, conocido como el “zar de las reformas”, señaló que la “insuficiente capacitación” de los recursos humanos limita el cumplimiento de políticas nacionales asociadas a la actualización del socialismo, durante un seminario ante directivos del sector de la salud, según recogen medios oficiales de la isla.
Desde la aprobación de las primeras reformas en 2010, el Gobierno cubano ha aplicado un total de 100 lineamientos -como se denominan en la isla las nuevas directrices económicas-, lo que siempre ha ido acompañado de entrenamiento y formación para los medios intermedios encargados de llevarlas a cabo, indicó Murillo.
“Pero la calidad no ha sido buena”, admitió Murillo, que fue ministro de Economía de 2014 a 2016 y actualmente dirige la Comisión Permanente para la implementación de la nueva política económica, encargada entre otras cosas de definir la conceptualización del nuevo modelo socialista cubano.
Murillo señaló que en el área de la capacitación de los recursos humanos hubo “fallas” en los contenidos y en la selección de los participantes y resaltó la importancia de llevar a cabo nuevos seminarios para dar a conocer las nuevas normas jurídicas del sistema empresarial.
Los dos pilares fundamentales de las reformas para “actualizar” el socialismo son las nuevas facilidades para la inversión extranjera y la apertura del sector privado, al ampliar las profesiones en las que desarrollar el trabajo autónomo o “cuentapropismo”, que supera ya el medio millón de emprendedores.
En agosto, el gobierno cubano paralizó la concesión de nuevas licencias de cuentapropista entre las profesiones más extendidas, como la de restaurante o alquiler turístico, para perfeccionar y corregir irregularidades.
El sector lleva desde entonces a la espera de una nueva regulación que se teme más restrictiva.
Como aspecto positivo en la marcha de las reformas, Murillo destacó que se ha estrechado la relación entre los directivos de las empresas estatales y las juntas del gobierno a la hora de repartir el presupuesto para “maximizar” la producción.
Una de las reformas pendientes en la isla es la unificación monetaria, que según Murillo deberá crear un entorno “más favorable” para las empresas estatales, ya que en estos momentos circulan en la isla dos monedas que se regulan con diferentes tasas de cambio según el sector.
En Cuba circulan el peso cubano (CUP) como moneda nacional y el peso convertible en divisa (CUC, equivalente al dólar y a 24 CUP), una dualidad monetaria que persiste desde la década de los noventa y que ha generado graves distorsiones en la contabilidad empresarial y macroeconómica, además de dos niveles de vida entre la población.
La mayor parte de los cubanos cobra sus salarios y paga servicios básicos con la moneda nacional CUP y el sueldo medio es de unos 672 pesos cubanos (equivalentes a unos 28 dólares).
El cronograma -sin fechas- para aplicar la unificación está anunciado desde 2013, pero todavía no se ha llevado a cabo, aunque según varios analistas es probable que se realice este mismo año, ya que es también uno de los principales frenos a la inversión foránea.
En su discurso de cierre del último pleno del Parlamento en diciembre de 2017, Raúl Castro destacó que el fin de la doble moneda “no puede dilatarse por más tiempo” y se trata del “proceso más determinante” para avanzar en las reformas impulsadas durante su mandato.
(EFE)
“Todo es mentira”
written by CubaNet | viernes, 19 de mayo, 2023 12:24 pm
written by Orlando Freire Santana | viernes, 19 de mayo, 2023 12:24 pm
Raúl Castro junto a Marino Murillo (cronicaviva.com.pe)
LA HABANA, Cuba.- Durante el largo tiempo en que no se permitió la propiedad privada, e incluso fue mínima la forma de gestión cooperativa, los gobernantes cubanos eran los únicos actores de la sociedad con posibilidad de enriquecerse. Ello motivó que a los integrantes de la nomenclatura les cueste trabajo aceptar la idea de que otras personas ajenas a la maquinaria del poder puedan también acceder a la riqueza.
Sin embargo, la marcha de los acontecimientos, y hasta la propia ineficiencia gubernamental en la conducción de la economía, impusieron la necesidad de que surgieran sujetos de propiedad y gestión no estatales, los cuales, como es lógico, se esfuerzan por maximizar sus ganancias.
No obstante, en un primer momento el castrismo apostó por no permitir que los referidos sujetos acumularan riquezas. La versión inicial de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, en su acápite 104, establecía que “No se permite la concentración de la propiedad y la riqueza en personas naturales o jurídicas no estatales conforme a lo legislado, de modo consecuente con los principios de nuestro socialismo”.
A lo anterior se sumaron un grupo de planteamientos radicales emitidos en asambleas celebradas en todo el país, al estilo de: “que nadie piense que va a hacerse rico a costa del pueblo”, “hay que evitar la proliferación de nuevos ricos en Cuba”, “el trabajo por cuenta propia no debe dar lugar al enriquecimiento personal de nadie”…
Así las cosas, arribamos a la reciente sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, encargada de aprobar la Conceptualización y otros documentos partidistas, los que fueron calificados por el gobernante Raúl Castro como “los más estudiados y discutidos en la historia de la Revolución”.
Por la información brindada, todo hace indicar que la concentración de la riqueza fue uno de los asuntos más debatidos, y que al final colocó a las autoridades en una verdadera encrucijada: o mantenían la línea dura contraria a la riqueza y entraban en contradicción con importantes elementos de la actualización del modelo económico, o cedían ligeramente en su inflexibilidad y admitían la posibilidad de que algún sujeto no estatal se enriqueciera, a tal punto de que Marino Murillo lo considerara “uno de los riesgos más grandes que estamos corriendo.
A la postre, y como se deriva de la intervención del diputado José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, prevaleció la segunda consideración: “Reconocer la existencia de formas no estatales para diversas actividades implica la generación de determinada cantidad de riqueza. Corresponde entonces al Estado instrumentar las formas para poder regular esa acumulación de riquezas”.
Es decir, que se admite, aun a regañadientes, que cualquier sujeto de propiedad o gestión no estatal (cuentapropista, cooperativista o usufructuario de tierras) se enriquezca, aunque siempre el Estado se esforzará por regular dicha riqueza.
De más está decir que semejante punto de vista no elimina la incertidumbre que embarga a muchos de esos actores emergentes. Hay interrogantes que quedan por responder. ¿Cuál será el nivel de riqueza permitido? ¿Quién determinará el momento de poner coto a determinada riqueza? ¿Qué método empleará el gobierno para “regular” la riqueza? ¿Será acaso mediante mecanismos económicos, como los impuestos, o intervendrán los temibles instrumentos administrativos, como los cierres, las prohibiciones o las confiscaciones?…
Lo que sí deben de tener claro los jerarcas del castrismo, es que mientras no desaparezca la desconfianza entre los distintos sujetos económicos, no se producirá el despegue de la economía.
Tres ejes para hacer una Cuba viable
written by Marlene Azor Hernández | viernes, 19 de mayo, 2023 12:24 pm
Raúl Castro, junto al Comandante de la Rev. Ramiro Valdés y al vicepresidente del Consejo de Estado, Miguel Díaz-Canel (AP)
MÉXICO.- He leído en varias ocasiones desde el año pasado, el rumor, que no noticia firme, sobre varias leyes importantes que se deben dictar en el país, luego de diez años de reformas del gobierno de Raúl Castro. Los rumores de nuevas leyes son: una ley de empresas “socialistas”, anunciada en el 2015 para publicarse en el 2017, una nueva ley electoral que ¿sería? para el 2018, una reforma constitucional que nadie precisa para cuando, el respaldo de la personalidad jurídica para las PYMES anunciada para el quinquenio 2016-2021 y una nueva ley de cine anunciada para el mismo período en los Lineamientos. Resulta asombrosa la lentitud del gobierno para legalizar en algo la actividad económica, social y cultural, que hasta ahora navega en la más evidente arbitrariedad. Las pérdidas por los costos de oportunidad son enormes, el país sigue atascado en una crisis endémica y la nomenclatura paralizada y/o acumulando su capital propio. Mientras los países “normales” se toman dos o tres meses para elaborar, revisar y aprobar una ley, el gobierno cubano se toma diez años y no las produce ni las cambia: elimina algunas prohibiciones y crea un nuevo código laboral que reproduce la prohibición de la libertad sindical, de huelga y la defensa de un salario mínimo que responda al trabajo necesario.
Límites absurdos a la actividad económica, restricciones sociales de la pobreza generalizada y disminución de la seguridad social que no se publican, represiones a artistas e intelectuales completamente arbitrarias y la sistemática represión funesta a la discrepancia sean opositores o no lo sean.
El gobierno cubano está fuera del tiempo real de la política: autárquico y atrincherado en sí mismo, siempre mirando hacia fuera a ver cómo están los aires, haciendo una febril política exterior de apoyo político, y sin enmendar los graves problemas nacionales. Estos no son importantes para el gobierno que sólo busca nuevos subsidios en el exterior. ¿Independencia nacional?
Con una fuerte contracción económica anunciada desde julio de este año, el gobierno impone nueve días de duelo y moviliza todos los recursos en transporte y petróleo para compulsar a la población a hacer tributos al tirano fallecido y para entorpecer la actividad económica del país. Los símbolos, y no la pobreza real, es lo que preocupa al gobierno cubano.
Dictadura al fin, no rinde cuentas de esta insensibilidad política contra la ciudadanía que no ve opciones y se marcha en masa del país.
Para hacer un país viable hay que trazar no los Lineamientos y la Conceptualización, documentos que por su tónica general, falta de plazos y sus lentos cambios, sólo sirven para continuar en la más absoluta arbitrariedad. Son imprescindibles las leyes que legalicen la actividad económica, social y cultural, civil y política, porque sin reglas claras se produce ese caos en el cual vive la sociedad cubana a diario: el reino de la arbitrariedad, la incertidumbre y la corrupción.
Para hacer un país viable, es necesario contar con instituciones que respalden las leyes del país, al margen del PCC, los militares y los órganos de la seguridad del estado, y no, como apuntan hace rato muchos sectores de la sociedad civil independiente, unas instituciones disfuncionales que no sirven a los fines para los cuales fueron creadas, salvo el MININT, que tiene sus mecanismos arbitrarios de represión bien aceitados.
Para hacer un país viable hay que hacer políticas públicas sensatas, que sean bien diseñadas, y puedan ser evaluadas por ciudadanos y especialistas, sin tener necesidad de hacer “aproximaciones” o convertirse en detective y no en investigador, para de todas formas no tener los datos y las evaluaciones más precisas sobre las ocultas e incompetentes políticas públicas.
Ningún Ministerio involucrado en la economía ni las numerosas OCDEs producen de acuerdo a la demanda nacional. Es la economía de la penuria.
Sólo un botón de muestra: La política de la seguridad social en el país es errática.
El investigador Carmelo Mesa Lago señala:
“Es que ha habido una notable reducción de la asistencia social. En el VI Congreso del Partido de 2011 se acordó que a aquellas personas jubiladas y pensionadas con alguien en la familia en condición de ayudarlos se le retiraría la pensión. Ha habido una caída drástica tanto en términos de números de personas que reciben asistencia social como en términos de presupuesto. La reducción presupuestaria es de 2,2% a 0,3% entre 2008 y 20013. La reducción de la población atendida es 5,3% a 1,5%. Claro, la política de la focalización se aplica en todas partes para evitar que los beneficios lleguen a los que no las necesitan, pero Cuba tiene una situación muy especial de necesidad a nivel nacional. Entonces, decirle a la gente “si tú tienes familiares o parientes que te ayuden ya no te doy pensión”, conlleva que esas personas pueden estar en una situación muy difícil también. Eso afecta enormemente a los jubilados y pensionados y va en contra de lo que está ocurriendo y es que, las reformas económicas son racionales, y yo estoy de acuerdo con ellas, pero, muchas provocan efectos sociales adversos. Si hay una expansión de la población vulnerable, como estoy seguro que la hay -para no decir pobre-, en vez de reducirse la asistencia social debe extenderse. Para paliar los efectos adversos de las reformas estructurales debe haber una red mínima de protección social.[1]”
“Las fuerzas armadas (FAR) y el personal de seguridad interna (MININT), cuentan con programas separados de pensiones que son más generosos y costosos que el sistema general de seguridad social… Para financiarlo adecuadamente se necesitaría una cotización salarial de 118%, por lo que en la actualidad el Estado financia todos los gastos de este programa.[2]“, agrega Mesa Lago.
¿Por qué los órganos represivos del país tienen este sistema de seguridad social, muy por encima del resto de la población, cuando no producen ni bienes ni servicios para el desarrollo económico de la nación?
Sin leyes claras con reglamentos de ley que limiten la arbitrariedad, sin instituciones diáfanas que respondan a los intereses de los ciudadanos, y sin transparencia en las políticas públicas, tenemos un país desvencijado que vive una cotidianidad con las reglas de la jungla.
[1] Carmelo Mesa Lago “Las reformas en Cuba: racionales pero con efectos sociales adversos. La educación en el mapa de la política social actual” Cubaposible.com 4 de junio 2015,
[2] Carmelo Mesa Lago Cuba en la era de Raúl Castro, España Colibrí 2012. p 200
Cinco años opuestos a los ‘lineamientos’
written by René Gómez Manzano | viernes, 19 de mayo, 2023 12:24 pm
Parlamento cubano (foto tomada de Internet)
LA HABANA, Cuba.- Este 7 de diciembre se cumplen cinco años de la publicación del documento Cuba es lo primero. Hasta donde sé, se trata del único texto surgido de las filas opositoras en el cual se rebaten de manera integral los Lineamientos de la Política Económica y Social. Por aquellas fechas sólo existía el Proyecto correspondiente, publicado por el Partido Comunista de Cuba de cara a su VI Congreso. El hecho de conmemorarse un aniversario cerrado amerita dedicar unas líneas al tema.
Al emitir nuestro escrito, contábamos con el relativo amparo brindado por un editorial del periódico Granma, que reconoció a los ciudadanos “la posibilidad de que cada uno exponga su criterio, sin cortapisas, discrepando si así lo considera”. Claro que esto no significaba mucho: los autores de La Patria es de todos hicimos uso de una invitación parecida, lo cual no impidió que termináramos presos durante varios años…
La fecha escogida no fue casual. Los tres autores —el profesor Félix Antonio Bonne Carcassés, el licenciado Guillermo ‘Coco’ Fariñas y el autor de estas líneas— la seleccionamos como modesto homenaje a Antonio Maceo en el aniversario de su caída en combate. Ese día nos reunimos en mi domicilio, donde se celebró una conferencia de prensa para dar a conocer Cuba es lo primero.
La esencia de nuestro manifiesto es simple: La economía de nuestro país necesita un cambio profundo, pero éste no puede realizarse utilizando los mismos instrumentos mellados de la planificación centralizada. Éstos no sólo han fallado, sino que han sido justamente los que metieron a Cuba en el callejón sin salida en que se encontraba en aquel momento y en el cual continúa hasta hoy.
Como derivación de esa tesis central, los tres autores impugnamos otros aspectos importantes de los Lineamientos. Por ejemplo, la pretensión de consagrar todos los esfuerzos al “análisis de la actualización del modelo económico y social del país”. Resulta obvio que lo único que puede hacerse con lo desastroso no es perfeccionarlo (que es lo que viene a significar la “actualización” de marras), sino solo desecharlo. En ese contexto, es un absurdo que el documento oficialista proclame: “Sólo el socialismo es capaz de vencer las dificultades y preservar las conquistas de la Revolución”.
Como probable desenlace de ese empecinamiento del equipo dirigente, alertábamos: “De persistir en la misma línea y en su negativa a realizar una verdadera apertura, la única perspectiva será un empeoramiento acelerado de la ya crítica situación nacional”; o sea, el “comunismo salvaje” en su peor expresión. Por desgracia, esto lo constatamos ahora una vez más, con la crisis migratoria creada en Centroamérica como resultado del indetenible éxodo nacional, consecuencia ineludible del fracaso del sistema.
Nos preguntamos: “¿Acaso para la actual dirigencia carecen de importancia… la corrupción generalizada imperante, la degradación ciudadana, la doble moral, la mentira y la estafa, la aplicación en la vida práctica del principio ‘todo está permitido’, los privilegiados predicando la austeridad, el florecimiento del delito común, el elevadísimo número de presos, la pérdida de la calificación de los numerosos graduados universitarios, la falta de acceso a internet, el exilio de dos millones de compatriotas, las ansias de emigración de la generalidad de los jóvenes y de muchos adultos, el uso generalizado de símbolos extranjeros y las decenas de miles de aspirantes —incluso militantes comunistas— a obtener la ciudadanía española?”
Por otra parte, señalábamos la endeblez de los Lineamientos con un dato objetivo: “¡En las 32 páginas del documento no se ofrece ni una sola cifra!” Y como conclusión decíamos: “El documento hace recordar las carticas a los Reyes Magos que antaño redactaban, llenos de ilusión, los niños cubanos”. Esta afirmación se debe a que “los planes que se enuncian en el Proyecto de Lineamientos constituirían una aspiración deseable, pero a condición de que el sistema funcionase, que no es el caso”.
Pese al lustro decursado, rememoro nuestra conferencia de prensa. Recuerdo de modo especial la reacción de una controvertida colega latinoamericana que se ha desempeñado durante decenios como corresponsal en La Habana de una importante agencia de prensa del primer mundo. En su pregunta (algún nombre hay que darle), ella planteaba que los opositores habíamos estado reclamando al gobierno que realizara cambios, y que en ese momento, cuando supuestamente él los llevaba a cabo, los criticábamos. Sería interesante saber si, al cabo de un lustro, sigue pensando igual.
Debo constatar que, lamentablemente, los planteamientos de Cuba es lo primero tienen validez análoga a los de La Patria es de todos. Para desgracia de nuestro país, tanto unos como otros mantienen su vigencia. Esperemos que no por mucho tiempo.
Lineamientos jorobados
written by Odelín Alfonso Torna | viernes, 19 de mayo, 2023 12:24 pm
LA HABANA, Cuba, septiembre, 173.203.82.38 -Un estudio de hace doce años, a cargo de la especialista Viviana Togores, del Centro de Estudios de la Economía Cubana, de la Universidad de La Habana, establecía que en ese momento una familia cubana de cuatro miembros, necesitaba “siete veces el salario promedio actual para satisfacer sus necesidades básicas”. Pero entonces ni siquiera se pensaba en la política de precios no subsidiados, aprobada por el presidente Raúl Castro, el 18 de abril de 2011, como parte de los 313 “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”.
Sin embargo, hace poco más de un mes, en el discurso por el 26 de julio, Raúl Castro se persignó sobre este cadáver al que llaman Revolución, y dijo: “Mientras no avancemos en la producción y la productividad, empezando por aquellas tareas que están en la mano, que se pueden lograr, como es la producción de alimentos para ahorrarnos miles de millones de dólares en importaciones, no se podrán producir aumentos salariales”.
Ello nos dice que la revolución cubana puede empezar de cero, sin apresuramientos, oxigenándose con las contribuciones del sector no estatal, con las remesas familiares y con el turismo. Y entretanto, a Raúl Castro no le atañe si una libra de cebollas representa el salario de día y medio para un obrero, o si la de bistec de cerdo representa el de una semana.
¿Podemos aspirar a que el salario promedio constituya un incentivo para impulsar la productividad? En realidad nunca lo fue.
El pasado lunes 27 de agosto, “La columna del lunes”, perteneciente al semanario oficial Trabajadores, publicó un trabajo del periodista Ramón Barreras Ferrán, titulado ¿Círculo vicioso? El reportero y su entrevistado, el Doctor en Ciencias Económicas y Premio Nacional de Economía, Joaquín Infante Ugarte, en franca contradicción con lo expresado por Raúl Castro el 26 de julio, se posicionaron a favor de la idea de aumentar la productividad a partir del estímulo salarial.
Ugarte desarrolló una propuesta para incrementar los ingresos de quienes perciben salarios en moneda nacional, unidad monetaria que se mantiene 25 veces por debajo del peso convertible. Propuso establecer el cambio a 20 X 1, sin modificar los precios en las Tiendas Recaudadoras de Divisas. De esta manera, refiere el especialista, “se mantendría igual el poder adquisitivo de los que reciben ingresos en CUC”.
En medio de este “círculo vicioso”, están quienes apuestan por el aumento de la productividad mediante el incentivo salarial, o quienes sugieren todo lo contrario. Esto, desde luego, junto a la sentencia de Raúl, deja congelado el lineamiento 171: “Incrementar los salarios de manera gradual, dirigidos inicialmente a las actividades más eficientes y a la labor de aquellos trabajadores que aportan beneficios de particular impacto económico y social.”
Ya que “no se podrán producir aumentos salariales”, ¿por qué no se congelan también aquellos lineamientos dirigidos a eliminar los subsidios, tales como los 176, 248, 250 y 285, por sólo citar algunos? ¿Por qué, en lugar de “apreciar” la moneda nacional, como sugiere el economista Ugarte, no se implementa de una vez el lineamiento (55) sobre la unificación monetaria, a partir de la correlación actual de los precios?
Raúl Castro sugiere aguardar por el aumento salarial, mientras se hace el chivo con tontera ante la escalada de precios en las Tiendas Recaudadoras de Divisas, todas de propiedad estatal. Obviamente, quien genera el desastre económico de una nación recoge más de lo mismo.
A estas alturas, con el alto costo de la vida en Cuba, la teoría de Viviana Togores quedó desestimada. Es impensable que una familia de cuatro miembros gane siete veces el salario promedio actual (420 pesos), unos 20 dólares; y ni siquiera con eso le alcanzaría para vivir dignamente. En cuanto a la propuesta del economista Joaquín Infante Ugarte, llega cuando la joroba en los Lineamientos del Partido Único ya fue dictada por Raúl Castro.