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‘Cubanos: Un viaje épico’, un libro sobre la resiliencia y la búsqueda de la libertad

Portada de la versión en inglés de 'Cubanos: un viaje épico. La lucha del exilio por la verdad y la libertad'

MIAMI, Estados Unidos. – Cubanos: un viaje épico. La lucha del exilio por la verdad y la libertad es un fascinante relato del viaje y las experiencias de los cubanos desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad. Compilado por Guillermo Martínez y Sam Verdeja, este libro de 800 páginas presenta una selección de 39 capítulos que recogen valiosas anécdotas, ensayos e investigaciones que ilustran la lucha, la perseverancia y la resiliencia de los cubanos en su búsqueda de la libertad.

La obra presenta un viaje cargado de obstáculos y dolores, pero también de esfuerzos heroicos y logros notables en la diáspora cubana, desde Estados Unidos hasta España, Venezuela y Puerto Rico, entre otros destinos. 

En este sentido, el libro no solo se enfoca en la “pérdida” de la patria, sino también en la epopeya de aquellos que, llegados a tierras extrañas, demostraron que podían utilizar las herramientas democráticas para prosperar y aportar a las sociedades que los acogieron.

El libro aborda temas tan variados como la historia, la banca, la economía, la experiencia del exilio, las artes, el entretenimiento, la religión, los medios de comunicación, la publicidad, la política, la cívica y la vida social. También arroja luz sobre la dura lucha por los derechos humanos en el último medio siglo, afectada por la revolución castrista.

El libro, además, deviene un testimonio relevante del éxodo de los cubanos, huyendo de las promesas incumplidas del régimen comunista.

El relato de Carlos Arboleya, un banquero cubano que pasó de ser un empleado medio en Miami a presidente del Fidelity National Bank, es una de las muchas historias inspiradoras que contiene el libro. Este, junto con otros casos similares, ejemplifican el espíritu emprendedor y la capacidad de adaptación de los cubanos en el exilio.

Cubanos: un viaje épico… destaca también los aportes significativos de los cubanos a las sociedades que los acogieron, desde la música de Celia Cruz y Willy Chirino hasta los logros en la arquitectura de Antonio Quiroga y Orlando Díaz Azcuy, y en la educación de Modesto Maidique y Eduardo Padrón.

El libro es un valioso recurso para entender la complejidad del exilio cubano, y un tributo al espíritu resiliente de aquellos que, buscando refugio y libertad, han contribuido de manera significativa a las sociedades en las que han recalado. Al revelar la verdad y la lucha por la libertad que ha caracterizado al exilio cubano, Cubanos: un viaje épico… se convierte en un testimonio conmovedor y poderoso de la resistencia humana y la búsqueda incansable de la libertad.




Abuela de Camila Cabello lanza una novela con tintes biográficos

Camila Cabello

MIAMI, Estados Unidos. -La abuela de la cantante cubanoamericana Camila Cabello, Mercedes Rodríguez, lanzó recientemente la novela con tintes biográficos Los boleros que he vivido, según indicaron medios españoles

Con motivo de la presentación de la obra, su nieta viajó a Torre del Mar, España, donde la anciana cubana pasa largas temporadas.

La novela de 329 páginas cuenta la historia de una mujer que se separa de su marido tras muchos años de matrimonio, así como sus esfuerzos por reunirse con su hija y sus nietas en Estados Unidos. De este modo, la trama refleja los acontecimientos en la vida de la familia de Camila Cabello.

Durante el acto de presentación, que tuvo lugar en la alcaldía de Torre del Mar, Cabello explicó que su abuela, de 75 años, había soñado con este proyecto durante décadas. 

La cantante, de 26 años, nació en Cuba al igual que su abuela. La artista vivió parte de su infancia en México y luego emigró con su madre a Estados Unidos, adonde su padre (mexicano) se trasladó meses después.

“Mi familia es una parte tan grande de quién soy, es una parte tan grande de quién soy como artista, y es una parte muy grande de mi música”, dijo Cabello al lado de su abuela, durante la presentación.

La música, especialmente el bolero, es un elemento central en la novela. Cada capítulo lleva el nombre de un bolero, género musical de letras románticas originado en Cuba que se volvió muy popular en la primera mitad del siglo XX en toda Latinoamérica. 

Para Mercedes Rodríguez, la música es esencial: “Es algo con lo que ningún ser humano puede dejar de vivir para ser feliz”, ha declarado.

La autora también habló sobre cómo la música ha impactado en la vida de su famosa nieta: “La lleva en la sangre, tiene fotos de dos años con un micrófono en la mano y con la radio puesta”. 

Asimismo, compartió la emoción que siente al ver a Cabello en un escenario o escuchar uno de sus discos: “Yo la oigo cantar en un concierto, por ejemplo, y me falta hasta el aire, me emociona tanto, es que no puedo explicártelo, es algo superior, es algo que yo nunca había sentido en mi vida”.

La canción favorita de Rodríguez en el repertorio de su nieta es “Never Be the Same”. “No la puedo oír porque hago el ridículo, inmediatamente empiezo a llorar”, confesó.




“El anarquista elegante”, la biografía no vendida de Orestes Ferrara

Orestes Ferrara, Cuba

LA HABANA, Cuba. — La Editorial Boloña, de la Oficina del Historiador de La Habana, lleva dos años  posponiendo la venta del libro El anarquista elegante, de Alessandro Senatore. Se trata de una biografía del italo-cubano Orestes Ferrara, quien fuera coronel mambí y un destacado político y periodista durante la República.

Originalmente, la presentación y comercialización de El anarquista elegante estuvo prevista para el 8 de febrero de 2020 en una de las presentaciones paralelas a la Feria del Libro que realiza la Oficina del Historiador para el lanzamiento de los títulos de Ediciones Boloña. Sin embargo, la venta no se efectuó porque, según se explicó entonces, los ejemplares —que fueron impresos en España— aún no habían llegado a Cuba debido a la crisis originada por la COVID-19.

Casi dos años después, aún no se sabe cuándo será puesto a la venta el libro. Me personé en varias ocasiones en las dos librerías especiales con que cuenta la Editorial Boloña y no obtuve respuesta.

La pasada semana, para informarme al respecto, acudí a la librería ubicada en la esquina de las calles Mercaderes y Obispo, en el municipio de Habana Vieja. Fui muy bien atendido por una competente empleada que me explicó que había allí varias cajas con ejemplares del libro, pero que este no se ha podido vender porque en la factura no aparece el precio. Me explicó que el libro originalmente debía haberse vendido en CUC, pero como no llegó a tiempo, luego de la Tarea Ordenamiento, hay que venderlo en el equivalente en pesos (CUP).

La empleada me dijo que volviese en unos días para consultar al departamento económico de la editorial e informarme qué averiguó. Cuando volví,  me dijo que no se sabe cuándo se venderá. Es raro, me comentó, porque los demás títulos que llegaron con retardo ya están a disposición del público.

Resulta increíble que un libro que se imprimió en el exterior y cuyo costo es en divisa se mantenga tanto tiempo guardado y no den curso a su mercadeo, con la consiguiente pérdida monetaria.

La razón que explicaría por qué no acaban de vender el libro es que no quieren dar destaque a la figura de Orestes Ferrara porque fue secretario de Estado durante el gobierno de Gerardo Machado.

A la caída del régimen de Machado, Ferrara tuvo que huir de Cuba, pero luego de su regreso, unos años después, fue senador y participó activamente en 1940 en los debates de la Asamblea Constituyente. Murió en 1972 en Roma.

En la gran mansión en que vivió Orestes Ferrara —ubicada en San Miguel esquina a Ronda, a un costado de la Universidad de La Habana— radica, desde hace más de 60 años, el Museo Napoleónico, que exhibe pertenencias del emperador francés que Ferrara coleccionaba.

Esperemos que durante la próxima Feria del Libro no vuelvan a posponer la venta del libro y los lectores  cubanos tengamos la oportunidad de adquirirlo y conocer más sobre Ferrara, una polémica figura que se destacó no solo como político de la República, sino también como oficial del Ejército Libertador durante  la Guerra de Independencia.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Lanzan “Orquesta Hermanos Castro. La escuelita”, un libro para hacer justicia

Libro “Orquesta Hermanos Castro. La escuelita” (Foto: Unos & Otros Cultural Project, Inc.)

MIAMI, Estados Unidos. – La editorial independiente Unos & Otros Cultural Project, Inc. anunció este viernes la publicación del volumen Orquesta Hermanos Castro. La escuelita, de la periodista y escritora cubana María Matienzo Puerto.

“Llega un libro para hacer justicia con una de las mejores orquestas cubanas de todos los tiempos”, anunció la editorial en Facebook este 4 de septiembre.

Según la casa editorial, se trata de un libro biográfico acerca de la agrupación musical más duradera entre las llamadas orquestas familiares de Cuba: la Orquesta Hermanos Castro. “La autora, valiéndose del archivo familiar de los Castro, hace un recorrido por la trayectoria musical de esta pionera big band a la que se llamó ‘La escuelita’ y de la que surgieron numerosos talentos, que luego hicieron carrera bien como solistas, bien como integrantes de otras agrupaciones”, precisa el post de Unos & Otros Cultural Project, Inc.

Gracias a la labor de Matienzo Puerto, los lectores podrán disfrutar de un título provisto de “numerosa información” sobre la banda mencionada, desde el arribo de la familia Castro a la villa de Guanabacoa. Asimismo, el volumen abarca la fundación de la jazz band por Manolo Castro, su quehacer musical y discografía, la desintegración de la orquesta y el destino de los cuatro hermanos Castro, mediante la recopilación de fotos y otros documentos históricos.

Por su parte, la autora, una habitual colaboradora de CubaNet, aseguró en su perfil de Facebook que, con este libro, la Orquesta Hermanos Castro regresaba al escenario. “Entérense, la música cubana es infinita”, escribió Matienzo Puerto. “Solo les comento dos detalles. La Orquesta Hermanos Castro fue la primera  jazz band cubana y fue la primera en vender un millón de copias de discos con ‘Miénteme’ en la voz de Olga Guillot”.

Por su parte, el musicólogo y periodista cubano Helio Orovio, pidió hace años “revalorizar  el aporte de los Hermanos Castro a la música cubana”.

“Ahí están los discos, el repertorio, su música perfecta, todo; todos los boleros y los chachachá son joyas; hay que revalorizar esa orquesta como una de las grandes big band que tuvo Cuba”, aseveró el especialista.

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Censuran en Cuba libro sobre la vida de Michael Jackson

Cuba; Joao Pablo Fariñas; Libro; Michael Jackson;

Joao Pablo Fariñas; Libro; Michael Jackson;
Joao Pablo Fariñas (Foto: Facebook/Joao Pablo Fariñas)

LA HABANA, Cuba. – Lo más probable es que “Michael Jackson, el Rey del Pop”,  el más reciente libro del escritor y periodista Joao Fariñas, no pueda editarse en Cuba. La Editorial Arte y Literatura ya lo tenía en planes, pero funcionarios del Instituto del Libro y el Ministerio de Cultura se niegan denodadamente a publicarlo. Alegan que “en las instituciones culturales cubanas no se puede ensalzar la figura de un pedófilo”.

Las acusaciones de abuso sexual contra Michael Jackson nunca pudieron ser probadas. Los funcionarios de Cuba se remiten a la película “Living in Neverland”, exhibida hace varios meses  en la Séptima Puerta, el programa televisivo que conduce el periodista Rolando Pérez Betancourt.  Parece que el  otro documental sobre el tema,  “Michael Jackson: Finding the truth”, que  refuta los argumentos  de “Living in Neverland”, no va a convencer  a esos funcionarios acostumbrados a prohibir  que  nunca han dejado de ser pacatos, prejuiciosos y  homofóbicos.

Tampoco  depusieron su ojeriza por la música norteamericana, que para ellos sigue siendo la “música del enemigo imperialista”,  máxime en estos tiempos en que los comisarios de la UNEAC  hablan de “guerra cultural” y “diversionismo ideológico” como si estuvieran de vuelta en el Decenio Gris.

También basan su censura en chismes y tonterías racistas, como la de afirmar que el rey del pop era “un negro que no quería ser negro”, cuando Michael Jackson afirmaba estar orgulloso de su raza. Su maquillaje  era para darle un tono más homogéneo a su piel, que había perdido pigmentación debido al vitiligo.

Sería mejor que tuvieran en cuenta que Michael Jackson, a diferencia de muchos ídolos progres que se limitan a hacer declaraciones altisonantes,  es el artista que más dinero donó a causas humanitarias.

Gracias al editor Armando Nuviola, “Michael Jackson, el Rey del Pop” fue publicado  en Nos&Otros Ediciones, y estará en la Feria del Libro que se desarrollará en Miami entre los días 22 y 24 de noviembre.

Es el tercer libro que Nos&Otros Ediciones publica en Estados Unidos  de Joao Fariñas. En 2015 apareció “Carlos Ruiz de la Tejera, la fuerza de la vocación”, y en 2018 “El largo y tortuoso camino de los Beatles”, que se presentó en la anterior Feria del Libro de Miami.

Tal y como hizo con los cuatro de Liverpool  en “El largo y tortuoso camino de los Beatles”, en “Michael Jackson, el Rey del Pop”, Fariñas no se limita a escribir una biografía del cantante, sino que hace un pormenorizado recuento de los premios que recibió, los lugares que alcanzaron sus canciones en las listas de la Billboard,  las películas en que participó (desde The Wiz  hasta This is it)  y  su discografía, desde los tiempos en que era el menor de los Jackson 5 hasta  Xscape, aparecido póstumamente en 2014,  cinco años después de su muerte, ocurrida el 25 de junio de 2009.  Por si fuera poco,  también incluye  la discografía como solistas  de sus hermanos,  los cuatro que lo acompañaron en los Jackson 5, y de las tres hermanas, Janet, La Toya y Maureen.

Con este libro,  Joao Fariñas, de 40 años, vuelve a hacer gala de sus amplios conocimientos sobre la música pop de los años 60, 70 y 80. Melómano empedernido,  poseedor de una respetable colección de discos,  es un amante de esa música. A ella dedicó dos libros casi enciclopédicos, “Dos décadas de música: el sonido anglosajón 1960-1980” (Editorial Arte y Literatura, 2011) y “Una década de música: el sonido anglosajón de los 80 (Arte y Literatura, 2017), a los que se suman “El largo y tortuoso camino de los Beatles” y  “Michael Jackson, el Rey del Pop”. Y anuncia que ya está trabajando en un libro sobre intérpretes del soul y el rhythm and blues que se titulará “Estrellas y superestrellas de la música negra”.

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Orlando Luis Pardo Lazo presentará en Miami su último libro

Orlando Luis Pardo Lazo

Orlando Luis Pardo Lazo
Orlando Luis Pardo Lazo presentará en Miami su último libro

MIAMI, Estados Unidos. – El escritor, activista y opositor cubano Orlando Luis Pardo Lazo presentará el próximo sábado en esta ciudad su más reciente libro “Espantado de todo me refugio en Trump” (Hypermedia Ediciones, Madrid, 2019), un volumen que aborda la corrección política como parte del lenguaje discursivo en Estados Unidos.

A decir del autor, se trata de una recopilación de “crónicas ficcionalizadas” que da continuidad a “Del clarín escuchad el silencio” (Hypermedia Ediciones, Madrid, 2016), y que recrean su experiencia, más que como exiliado, como un extranjero metido en la academia norteamericana, en Internet, en la campaña (presidencial) Hillary-Trump.

“Es mi experiencia como un extranjero, más que como exiliado, metido en la academia norteamericana, en Internet, en la campaña (presidencial) Hillary-Trump, en el problema de la corrección política”, dijo Pardo Lazo sobre el libro, que será presentado a las 7:00 pm. en la librería “Books and Books”, localizada en la 265 Aragon Avenue, en Coral Gables.

“Del clarín escuchad el silencio” es un diario de crónicas contraculturales que constituye la venganza radical de un autor que escapó del castrismo cubano solo para terminar atrapado en el castrismo académico norteamericano, donde los valores redundan en la tiranía de lo políticamente correcto y la “tontería izquierdista anti-Trump”, señaló.

A su vez, el título del volumen parodia una conocida frase de José Martí, que aparece en la introducción de su poemario “Ismaelillo”.

Orlando Luis Pardo Lazo publicó en Cuba los libros de cuentos “Collage Karaoke” (2001), “Empezar de cero” (2001), “Ipatrías” (2005) y “Mi nombre es William Saroyan” (2006). Fue ganador del concurso nacional de cuentos “La Gaceta de Cuba” (2005), con Cuban American Beauty. En 2014 editó y prologó las antologías de nueva narrativa cubana “Generation Zero. An Anthology of New Cuban Fiction” (Sampsonia Way Magazine, Pittsburgh) y “Cuba In Splinters” (O/R Books, Nueva York), ambas traducidas al inglés.

Desde hace diez años mantiene el blog Lunes de Post-Revolución y, en la actualidad, imparte conferencias sobre política y literatura cubanas en universidades norteamericanas y europeas. Desde el año 2016 estudia un doctorado en Literatura Comparada en la Washington University de San Luis, Estados Unidos.

 

Books & Books in Coral Gables

Address 265 Aragon Ave Coral Gables, FL 33134 United States

Phone 3054424408




Feria del libro en Santa Clara: la más reducida de los últimos años

SANTA CLARA, Cuba.-Frente a una de las carpas en las que disponen la venta de libros, Isabel Báez, recepcionista y abuela de cinco nietos, rebusca con los ojos entre los títulos desperdigados sobre la mesa. No ha podido alcanzar, sin embargo, la mayoría de los que estaba dispuesta a pagar de su bajo salario. “No llegaron a Santa Clara, parece que se quedaron en La Habana”, dice y entrecruza los brazos, molesta, en gran parte, por la cantidad de dinero que ha dejado esa tarde en la Feria del libro que traen todos los años a la capital provincial.

Muestra, con cierto desasosiego, una bolsita de nylon en la que trasporta cuatro o cinco cuadernos infantiles. “Todo esto me costó casi cien pesos. No lo pagué yo, qué va. El dinero me lo dieron mis hijos para que les buscara algo a los niños”, apunta la señora que se tortura bajo el sol cáustico de abril. “A mí me habían dicho que venían más libros. Si te guías por los carteles pareciera que era mucho lo que iban a traer, pero no. Son, prácticamente, los mismos del año pasado, y del anterior. Además, hay muchos libros históricos que casi nadie lee. Los particulares tienen mejores ofertas”.

Alrededor del parque Vidal de Santa Clara, en el mismo centro de la ciudad, dispusieron este año solo cinco carpas para la venta de libros, número inferior al de pasadas ediciones que, a diferencia de otros años, cierran a las seis de la tarde. Los propios compradores y los dependientes especulan que “fue mucho el papel gastado en las boletas de las votaciones”, razón principal de la corta tirada que tuvieron la mayoría de los volúmenes, algunos de los cuáles se quedaron en la capital cubana y no llegaron a las provincias.

“A esta feria hace tiempo que deberían quitarle el nombrecito de internacional”, espeta Ernesto Algora, un anciano que mira el panorama desde uno de los bancos de la plaza. “Yo lo que veo son muchos escritores paseándose de aquí para allá, leyendo poemas con tres o cuatro gatos, casi para ellos mismos. La gente no tiene qué comer, así que, ¿cómo van a andar en la compradera de libros? Ayer mismo una mujer estaba diciendo que la feria es como la zafra de los escritores, que es cuando les pagan un dinerito de más. Yo no me opongo a eso, claro que no, que aquí tó el mundo tiene que luchar su yuca…”.

Además de la casi mínima afluencia de compradores de libros, a las actividades planificadas ha asistido muy poco público y alguna que otra fue suspendida por total ausencia de personal.  “No sé por qué embullan a la gente y no traen a las provincias todo lo que dicen los carteles”, opina Julio González, estudiante universitario. “Yo recuerdo que antes las matazones y las colas eran grandísimas. Esta es la primera feria que he visto en la que tienen rebajas de precios a los mismos libros que hace años están llenándose de polvo en las librerías. A lo mejor, esto tiene que ver con la misma crisis que estamos viviendo, no se puede sacar de donde no hay”.




Jóvenes cubanos, cada vez más lejos de la lectura

LA HABANA, Cuba.- Muy poco o nada importa la literatura a la mayoría de los jóvenes y adolescentes que en las primeras jornadas visitan la Feria Internacional del Libro La Habana 2019. Más que adquirir un buen libro, prefieren satisfacer necesidades no tan intelectuales como alimentarse, buscar pareja, comprar accesorios de moda o tomarse la selfie del día.

Al expreso desinterés por la lectura se unen los altos precios que cada año tienen los libros. Algunos superan los 10 CUC, en una época donde ni siquiera las bibliotecas digitales –que transitan gratis de un dispositivo a otro–, pueden competir con la creciente atracción que sienten los jóvenes cubanos por las redes sociales.

La vigésimo octava edición de la principal expo venta de libros en la isla comenzó el pasado día 7, en su sede tradicional de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña. Este año el evento fue dedicado a la República Argelina Democrática y al escritor cubano Eduardo Heras León.

Los organizadores han destacado la ambición de comercializar unos 4 millones de ejemplares, dentro de un programa que tiene previsto realizar 1300 actividades y cuenta con la presencia de unos 380 invitados foráneos, 127 expositores (entre cubanos y extranjeros), la participación de más de 40 naciones, de 15 editoriales extranjeras y la primera incursión de Viet Nam y Bulgaria en la feria.

Hace un par de años, en febrero de 2017, un estudio del Observatorio del Libro y la Lectura, perteneciente al Instituto Cubano del Libro, reflejaba que cerca de la mitad de los universitarios cubanos no mostraban interés por la lectura.

Aunque las conclusiones del análisis tuvieron como referencia las encuestas realizadas a un pequeño núcleo de 1423 jóvenes, la realidad expuesta en las entrevistas realizadas por CubaNet, en predios de la feria, a otros miembros de ese segmento poblacional, confirma que la problemática es tan abarcadora como creciente.

Paula García Regalado, estudiante preuniversitaria de último año, refiere que tanto ella como sus amigos en el mejor de los casos comprarían un solo libro, con el propósito de justificar ante los padres su ausencia al hogar.

Otros no adquirirán ni siquiera uno. García cuenta que muchos padres se niegan a financiar la compra de literatura por encima de las necesidades básicas, que comúnmente golpean a las familias de la isla.

“No voy a gastar en libros el dinero que me dieron, voy a comprar uno bien barato para enseñarlo en la casa y el resto lo gasto en mis gustos. Hablo de mí que mis padres pueden darme dinero, pero conmigo vienen amigos que no tienen esa suerte, imagínate si lo que ahorran en la semana dejando de merendar en la escuela lo van a gastar en esa bobería”, dijo.

Uno de los integrantes del grupo de García, William Fons Pedroso, señaló que “a nadie le gusta leer, es que ni en la escuela los maestros consiguen que lo hagamos”, y describió la feria como un espacio cuya única utilidad gira en torno a las posibilidades de interactuar con otros jóvenes.

“Aquí uno viene a tomarse un trago, comer algo rico, a caminar por el lugar que está bonito, y por supuesto, a intentar ligar alguna muchacha. El que te diga lo contrario es un mentiroso, o mejor, dile que te enseñe los libros que compró.  Nadie está para eso” sentenció Fons.

Por la larga escalinata que bordea los muros exteriores de la fortaleza, levantados sobre la entrada este de la bahía, incesantemente decenas de jóvenes suben y bajan en bandadas. En lo más alto, por momentos el sonido que generan sus bocinas portátiles se vuelve estridente, y es allí donde más se acumulan.

“Aquí arriba se ‘calienta’ más el ambiente, porque es abierto y cada cual puede poner su música. El ‘perreo’ se pone bueno. ¿A qué otra cosa se puede venir?”, acotaba una mucha de 16 años, renuente a identificarse alegando que sus padres la creían en la escuela.

Leidiana Marrero, Sheyla Agudo y Yanetsis Santiesteban, viajaron a la feria desde el barrio Romerillo, en el municipio Playa, acompañadas de un grupo de más de diez jóvenes.

De manera abierta, sin mostrar timidez o recato, mientras más compañeras del mismo grupo asienten con la cabeza, las tres coinciden en que visitan la feria con la intención de encontrar una relación de corto plazo.

“Somos de la escuela de cocina de Gaviota, pasamos el día oliendo sazones y tenemos que despejar. Aquí se juntan una ‘pila’ de chiquitos –muchachos– de todas partes y en la ciudad no hay muchas o mejores opciones de entretenimiento, por lo tanto, dónde mejor para encontrase un buen novio que en una tarde te quite el estrés de la semana. ¿Libros? No niño, para qué, eso ya no se usa”, acotó Marrero.

La feria capitalina correrá sus cortinas el próximo día 17 con una dedicatoria a los 500 años de la ciudad, para extenderse por todo el país y culminar el evento la jornada del 14 de abril en Santiago de Cuba.




Disposiciones administrativas hacen que los cubanos lean menos

LA HABANA, Cuba. – Hay consenso respecto al hecho de que cada vez las personas leen menos, sobre todo si se trata de textos en formato de papel. Ello despierta la preocupación de muchos especialistas, pues la supremacía de las nuevas tecnologías digitales, en buena medida, han terminado favoreciendo más el entretenimiento de banal que el consumo de literatura y el acceso a conocimientos a través de la red.

Por supuesto, Cuba no es ajena a esa tendencia, a pesar que de la propaganda oficialista se desata cada vez que llega el mes de febrero y se inaugura la Feria Internacional del Libro de La Habana. Entonces, se informa de elevadas cifras de asistencia del público a los pabellones y recintos expositivos de la Feria. Sin embargo, la realidad indica que muchas personas acuden a esos lugares como un modo de distracción –tampoco hay muchos sitios adonde acudir para pasear con la familia-, y no con el fin de adquirir libros.

Conscientes de la merma que ha experimentado el hábito de lectura en la Isla, las autoridades del ámbito cultural establecieron desde hace varios años un Programa Nacional por la Lectura, el cual involucra a bibliotecas públicas y escolares, al Instituto Cubano del Libro y a otras instancias del Ministerio de Cultura (MINCULT).

Precisamente, una de las ediciones más recientes del Noticiero Cultural de la Televisión Cubana estuvo dedicada a analizar la marcha del referido Programa. Después de coincidir en la complejidad del asunto, los especialistas estuvieron de acuerdo en el arduo trabajo que tienen por delante la familia, las bibliotecas y la sociedad en general en aras de que todas las personas, en especial las nuevas generaciones, se conviertan en lectores habituales.

Pero, como era lógico suponer, ninguno de los participantes en el Noticiero Cultural mencionó alguna de las medidas administrativas que han alejado de los libros a niños y adultos. A continuación, nos referiremos a tres de esas disposiciones.

La llegada a la dirección de la Biblioteca Nacional del historiador Eduardo Torres Cueva significó el cierre del Departamento Infantil-Juvenil de esa institución bajo el argumento de que las bibliotecas nacionales debían ser preferentemente para el uso de profesionales e investigadores. Por tal razón, se trasladó la colección de libros infantiles y juveniles para la Casa de Cultura del municipio de Plaza de la Revolución, un lugar más pequeño y con menos condiciones materiales para prestar el servicio. A la postre, muchos niños y jóvenes, con el consiguiente disgusto de padres y familiares, se han visto privados de las actividades y los libros que ofrecía la Biblioteca Nacional.

Por otra parte, la desidia y apatía de bibliotecarios y funcionarios llevó a la desaparición de los Clubes Minerva, surgidos en la Biblioteca Nacional en el año 1997, y luego extendidos por todas las bibliotecas provinciales del país. Mediante una asignación inicial en divisas por parte del MINCULT y una cuota módica en moneda nacional de los lectores, se pudieron adquirir importantes títulos de la literatura universal. Los lectores cubanos pudieron acceder a obras de Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, George Orwell, Isabel Allende, Carlos Fuentes y Camilo José Cela, entre otros. Por supuesto que los autores cubanos críticos del castrismo estaban prohibidos. En esa lista figuraban Rafael Rojas, Zoe Valdés, Guillermo Cabrera Infante, Carlos Alberto Montaner y varios más.

Por último, es lastimoso observar que libros que debían ser los primeros en ser leídos por los lectores principiantes, se vendan únicamente en divisas, fuera del alcance del ciudadano de a pie. Pensamos en las novelas de Miguel de Carrión (Las honradas y Las impuras) y de Carlos Loveira (Generales y doctores y Juan Criollo). Son textos con pocas complejidades formales y con historias atractivas que atrapan enseguida a los lectores.

Como vemos, las autoridades culturales debían comenzar por una autocrítica a la hora de analizar el desdén de los cubanos hacia la lectura.




El libro más oculto del castrismo

El general Arnaldo Ochoa, visto en la televisión cubana, comparece ante un tribunal (Archivo)

LA HABANA.- En la Cuba de Fidel y Raúl Castro hay muchos libros ocultos que carecen de una nueva edición. La lista es tan larga como su dictadura. También los hay que han sido convertidos en pulpa de papel, no importa la materia que traten.

Pero el más oculto de todos, ese que —por supuesto— guardan bajo cuatro llaves, es este que tengo frente a mí: Vindicación de Cuba, publicado en 1989 por Editora Política y distribuido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En él puede leerse la trayectoria de los juicios celebrados en 1989 contra el General de División Arnaldo Ochoa y sus hombres, acusados de narcotráfico y lavado de dinero y fusilados días después.

Vindicación de Cuba, título tomado de un artículo de José Martí que respondía a otro donde se dice que los cubanos no eran capaces de regir su destino, es un libro raro, hecho con el peor papel de imprenta y un cartón de pésima calidad como portada y contraportada, y elaborado a la carrera —es evidente—, como si se temiera a algo imprevisto

Se trata de un volumen raro: ninguna persona aparece como autor, ni siquiera de la presentación o prólogo; con un sinnúmero de notas de la prensa nacional, intercaladas sin orden cronológico alguno.

Sólo al final, donde se exponen las sentencias de muerte para los acusados, se aclara que serán ejecutadas por los 29 integrantes del Consejo de Estado y de sus jefes superiores Fidel y Raúl Castro.

Podría decirse que Vindicación de Cuba es un libro terrible, de esos que, a partir de la lectura de sus primeras páginas, donde ya se ven las malas intenciones, dan deseos de guardarlo para siempre o hacerse miles de preguntas.

¿Por qué tanta divulgación de este hecho, inédito en la historia de Cuba? ¿Por qué las contradicciones ya en sus primeras páginas, donde se dice que los acusados han colaborado poco y a regañadientes con el esclarecimiento de los hechos ocurridos y en el siguiente párrafo se señalan sus “claras confesiones”?

Además, ¿cómo es posible que estos altos dirigentes del Ministerio del Interior estuvieran involucrados con el narcotráfico desde mediados de 1986 y que ni Fidel ni Raúl supieran nada, según editorial del periódico Granma de junio 16 de 1989, páginas 10 y 11 del libro?

Portada del libro (Foto: Tania Díaz Castro)

Y algo más: ¿A qué Código de Honor hace referencia el libro, implantado por Fidel y Raúl para expiar fallos y dar una muestra postrera de valor, cuando a Ochoa y sus hombres, maestros de la espada y de la guerra, no murieron de forma voluntaria sino obligados por los verdaderos responsables de lo que ocurría ante los ojos de todos?

Si hubo un pacto de sangre entre el castrismo y aquellos, los más leales y temerarios, obligados al suicidio antes del amanecer aquel 13 de julio de 1989 aunque se merecieran morir de cara al sol, el libro claramente lo dice.

Por eso ha continuado oculto, sin una segunda edición. Mucho menos expuesto en los estantes de una biblioteca para aquellos cubanos que quieren descubrir la verdad y sean capaces de regir sus propios destinos.

Una pregunta final se impone ante la presencia de este viejo y deteriorado libro: ¿Realmente Fidel y Raúl creyeron que la Revolución salió más fortalecida con la muerte de aquellos hombres?