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La ganadería en Cuba “no anda nada bien”, asegura Machado Ventura

Cuba; Bueyes; Machado Ventura;

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José Ramón Machado Ventura (Foto: CNC TV)

MIAMI, Estados Unidos. – José Ramón Machado Ventura, uno de los hombres fuertes del castrismo, aseguró recientemente que los cubanos tendrán que producir alimentos para superar la crisis de desabastecimiento que atraviesa la Isla.

En un recorrido por varias provincias del occidente, centro y oriente, el funcionario aseguró que, para revertir la situación actual, los productores deberán desplegar “todas las energías y experiencias que atesora el sector agropecuario en la nación”.

Reseña el diario oficial Granma que, como parte de la nueva estrategia para aumentar la producción, se incrementó el programa de siembra de primavera en provincias como Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara, haciendo énfasis en cultivos como el plátano, la yuca y el boniato.

Durante los recorridos de Machado Ventura se dio a conocer que en la mayoría de los territorios del país la campaña de frío “es tensa debido a limitaciones con el combustible y en algunos lugares por el exceso de humedad en los suelos”

Paradójicamente, el titular de Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, dijo que muchas provincias exhiben un buen ritmo en la preparación de tierras, a pesar de esos inconvenientes. El funcionario expresó además que se mantiene el propósito de aumentar las áreas de plátano, boniato y yuca, entre otros cultivos de alta demanda entre la población.

Como es habitual, la plana mayor de la Agricultura en Cuba hizo énfasis en el embargo económico y financiero impuesto por Estados Unidos, país que, según Machado Ventura, “no escatima recursos ni esfuerzos para hacernos desistir de nuestro proyecto socialista y de la actitud solidaria hacia otras naciones”.

En peor situación se encuentra la ganadería, que, a decir del propio Machado Ventura, “no anda nada bien”.

En provincias como Matanzas, aunque no se reporta decrecimiento de la masa ganadera, sí hubo un incremento en el número de muertes vacunas, que ascendieron a 9 181. Llaman la atención, además, los bajos índices de inseminación artificial y de nacimientos en ese territorio.

En los análisis realizados por la dirigencia castrista se comprobó que muchas entidades matanceras no cumplen con su plan de entrega al complejo lácteo.

Algo similar ocurre en Artemisa, donde “los altos índices de mortalidad y la baja natalidad del ganado vacuno golpean los resultados del sector”.

Machado Ventura subrayó también que si provincias como Villa Clara, Camagüey y Sancti Spíritus, motores de la industria ganadera en Cuba, no avanzan en sus respectivos planes, el país no cumplirá la producción y la población sentirá la ausencia de carne, leche y sus derivados en los mercados y puntos de venta.

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Machado Ventura pide “sembrar más y producir más”

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Machado Ventura en reunión de la ANAP en Sancti Spiritus (foto Escambray)

MIAMI, Estados Unidos. – Este domingo 15 de marzo, José Ramón Machado Ventura, el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), pidió a los agricultores de la Isla “más producción” de alimentos, en medio de un panorama nacional signado por el desabastecimiento, la caída de las importaciones y los altos precios de los productos alimenticios fijados tanto por el Estado como por los vendedores privados.

“No queda más remedio que sembrar más y producir más, aprovechar mejor las potencialidades y reservas que tenemos, porque la necesidad de comida es ya”, dijo el funcionario cubano durante la Asamblea Provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Sancti Spíritus, de acuerdo con el periódico oficial Escambray.

Machado Ventura pidió a cada agricultor que “haga un poco más, no como consigna, sino como voluntad del campesinado”. Aseguró que, con los actuales recursos del país, “hay que buscar más producción”.

“Tenemos que extremar el acopio de la comida, crear los mecanismos que favorezcan el acopio, trabajar en la semilla y en la calidad de las producciones”, enfatizó.

A mediados de febrero el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, confesó que el Gobierno solo podía garantizar a la población el suministro de viandas y se quejó de las importaciones que debe hacer el régimen para asegurar la dieta básica de los cubanos, lo que incluye “una parte importante del arroz, y en menor medida frijoles y cárnicos”, así como “un nivel de vegetales y hortalizas”.

Especialmente después de la “situación coyuntural” declarada por el gobernante Miguel Díaz-Canel a partir de la caída de exportaciones de petróleo de Venezuela a Cuba en octubre de 2019, también la situación alimentaria ha empeorado.

Disímiles reportes de la prensa oficial dan cuenta de las ofertas y alternativas creadas por el régimen para sortear la crisis alimentaria, que incluyen la venta de carne de especies endémicas como el cocodrilo y la jutía, así como la elaboración de alimentos reforzados con moringa, la sustitución de la leche en polvo por leche de soya, y otras variantes.

Mientras tanto, durante la Asamblea Provincial de la ANAP en Sancti Spíritus varios agricultores dijeron que les “toca hacer corresponder la producción agropecuaria con la demanda alimentaria”, puesto que todavía no cumplen “con la misión de satisfacer la necesidad de comida”.

“A la base productiva le falta gestión para suplir los déficit de siembra y entrega, ya que nos ocupamos del problema cuando no aparece la producción”, señaló conforme a la retórica partidista cubana el campesino Pedro Álvarez, presidente la Cooperativa de Producción Agropecuaria 13 de Marzo, de Cabaiguán.

En la misma cita, el ministro de la Agricultura (MINAGRI) de Cuba, Gustavo Rodríguez Rollero, aseguró que las “potencialidades productivas” de la provincia de Sancti Spíritus eran semejantes a las del resto del territorio nacional, especialmente “a la hora de aportar a la alimentación del pueblo, la sustitución de importaciones y la exportación”.

Como es habitual en este tipo de reuniones, los representantes del Gobierno y el Partido cubanos abogaron por “aprovechar todas las experiencias de trabajo desde un pensamiento práctico y de fortalecimiento de la unidad de la membresía campesina”. Según uno de los asistentes a la cita, “el buen productor no es solo por producir, es también por el compromiso de aportar a la sociedad y defender la Revolución”.

Por su parte, Deivy Pérez Martín, primera secretaria del PCC en Sancti Spíritus, pidió a los campesinos que se comprometieran a contratar y entregar el mayor número de producciones posibles para lograr la soberanía alimentaria que tan ansiada fue por el difunto Fidel Castro.

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El socialismo se torna cada vez más amargo

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José Ramón Machado Ventura (foto: ACN)

LA HABANA,  Cuba. – Alucinante es un término demasiado condescendiente para calificar el llamado del segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura a garantizar el éxito de la zafra azucarera.

La exhortación tuvo lugar en el recorrido que realizó, hace pocos días, por los centrales Antonio Sánchez, 14 de Julio y Ciudad Caracas, 3 de los 4 que molerán en la provincia de Cienfuegos, según un reporte publicado en el diario Granma.

No creo que el alto funcionario desconozca los impedimentos para sobrepasar los 1,3 millones de toneladas que se produjeron en la contienda azucarera anterior, unas de las cifras más bajas desde principios del siglo XX hasta la fecha.

La descapitalización, los bajos volúmenes de caña, la insuficiente disponibilidad de fuerza de trabajo y la mala calidad del producto que llega a los ingenios para su procesamiento, son lastres que anulan los pronósticos halagüeños.

Así que Machado Ventura, vuelve a transitar por el camino trillado de la manipulación y el triunfalismo. Una postura habitual de los dirigentes cubanos, que choca con la verdadera realidad de Cuba: la ruina económica y social causada por las delirantes concepciones de progreso, a partir de la continuidad de la hegemonía estatal sobre los medios de producción.

Las vivencias, echan por tierra, esos anuncios que prometen éxitos a montones en todos los renglones productivos y avances en el mejoramiento del nivel de vida de la población.

El asunto es que el racionamiento, la inflación y los bajos salarios se expanden con una proverbial celeridad en todo el territorio nacional.

Frente al discurso de uno de los más encumbrados referentes del poder en Cuba, hay que decir, alto y claro, que la industria del azúcar está más cerca de la extinción que de un salto hacia mejores resultados.

Sin un programa intensivo de inversiones con participación del capital privado es imposible que la industria, que fue el motor de la economía, se acerque a la posición que tuvo antes de la llegada del huracán revolucionario.

Por otro lado, considero que la cerrazón político-ideológica, de la cual Machado Ventura es uno de sus egregios representantes, es el pilar fundamental de la involución generalizada. El dedo acusador hacia el embargo estadounidense como único culpable de las múltiples regresiones, incluida la del ámbito azucarero, es una pose, un cliché, una moda asumida como cortina de humo para disimular los reales motivos del desastre, estrechamente vinculados a la mentalidad de trinchera, tan alejada del pragmatismo y la sensatez.

La zafra, a punto de comenzar, terminará en otro revés, quizás más dramático que el precedente. El entusiasmo despachado a granel desde las tribunas es materia residual, puro embeleco para un público que aprendió a cobijarse en los laberintos de la apatía contra los indiscriminados bombardeos de promesas y consignas.

Machado Ventura pretende ser creíble, vuelve a la palestra con ínfulas de salvar, y valga la redundancia, lo insalvable. Con su discurso promueve otra burda polvareda mediática que intenta cubrir los pormenores del descalabro.

Nuevamente habrá que comprar algunos lotes de azúcar en el mercado internacional para satisfacer la demanda interna.

Aunque no se divulgue en los medios de prensa oficialistas, la zafra que culminará en mayo del 2020, será un fracaso.

Un reflejo tangible de la decadencia de un modelo que quieren perpetuar a la fuerza, con remiendos reciclados en los talleres del partido.

El socialismo se torna cada día más amargo. La gente lo dice sin tapujos. Lo percibe entre los agobios cotidianos.

Es el sabor de los encontronazos existenciales. El cubano de a pie mira al futuro encaramado en el muro de la desesperanza acompañado por la banda sonora de la escasez.

En el horizonte, otra ronda de nubarrones que presagian peores tormentas.

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Machado Ventura: “Hay que hacer con bueyes todo lo que se pueda”

Cuba; Bueyes; Machado Ventura;

Cuba; Bueyes;
José Ramón Machado Ventura (Foto: CNC TV)

MIAMI, Estados Unidos. – José Ramón Machado Ventura, número dos del Partido Comunista de Cuba, llamó a los agricultores y campesinos cubanos a priorizar el uso de los bueyes para sacar adelante las cosechas.

Señala el diario oficial Granma que, durante una reciente visita al oriente del país, el funcionario cubano alertó sobre el momento que vive la isla y verificó el cumplimiento de los planes de siembra correspondientes a la presente campaña de frío, la cual se ha llevado a cabo gracias al uso de tracción animal.

“Quédense con la costumbre. Hay que hacer con bueyes todo lo que se pueda, aun teniendo el tractor y disponiendo del combustible”, comentó Machado Ventura en una parada de su recorrido.

Trascendió, además, que solo en el municipio de Jiguaní, provincia de Granma, de las 1 900 hectáreas pactadas para la etapa en ese macizo, 1 755 se prepararon con bueyes.

Machado Ventura es uno de los defensores de la tracción animal para garantizar la producción agrícola y aliviar los efectos del déficit energético que atraviesa la isla.

Su mensaje entronca con el llamado del gobernante Miguel Díaz-Canel, quien ha exhortado a cumplir “los planes programados para la agricultura, en especial la preparación de las tierras para la siembra de caña, con la utilización de bueyes, así como mantener la tracción animal en otros usos”.

El régimen de la isla también ha instado a potenciar la “tracción animal”, o el uso de caballos, bueyes y otros animales en el transporte y la agricultura, debido a la escasez de combustible que ha provocado una grave crisis energética en el país.

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Machadito mencionó otra “razón” que impidió las indemnizaciones

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Ramiro Valdés, Ramón Machado Ventura y Raúl Castro (foto tomada de Internet)

LA HABANA, Cuba. – Con bombo y platillo han celebrado por estos días los gobernantes cubanos el 60 aniversario de la proclamación de la Ley de Reforma Agraria, hecho protagonizado por Fidel Castro en plena Sierra Maestra el 17 de mayo de 1959.

La propaganda oficial insiste en que esa Ley acabó con el latifundio en Cuba, y que por primera vez les dio la tierra a los campesinos que la trabajaban. Sin embargo, se encubre la maniobra gubernamental que despojó de la propiedad de las tierras a esos mismos beneficiarios: la creación de las cooperativas de producción agropecuaria (CPA) hacia finales de los años 70. Porque, al integrar sus tierras a las cooperativas, los antiguos propietarios perdían esa condición, y se convertían en asociados a una propiedad de grupo, que en la práctica han devenido en organizaciones subordinadas a la política estatal en el sector agropecuario. Todo bajo el eslogan de que se pasaba a “formas superiores de producción”.

En el contexto de la referida celebración, el segundo secretario del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura, pronunció un discurso en el que, por supuesto, no escatimó halagos hacia la Ley de Reforma Agraria. Y, como era de esperar, se refirió también al Título III de la Ley Helms-Burton, y a los motivos que indujeron a las autoridades cubanas a no indemnizar en su momento a los propietarios afectados por las nacionalizaciones.

Después de amenazar con machetear  a cualquier expropietario que se aparezca con una reclamación al respecto, Machadito apuntó que “El imperio arrogante exigió en nuestro caso que la compensación fuera rápida y efectiva, a sabiendas de que ello era imposible para un país cuyas reservas financieras habían sido robadas y llevadas precisamente a bancos norteamericanos unos meses antes”.

Curiosamente, en esta ocasión el segundo  de la nomenclatura partidista se aparta de la justificación que siempre ha esgrimido el castrismo para no haber pagado las indemnizaciones a los ciudadanos estadounidenses que fueron expropiados: la eliminación por el gobierno de Estados Unidos de la cuota azucarera cubana.

De todas formas resulta significativo el hecho de que, en la avalancha de críticas con que el oficialismo cubano trata lo relacionado con la Ley Helms-Burton, no se dice ni media palabra acerca del porqué el entonces presidente Bill Clinton  firmó esa Ley en 1996. Quieren que el cubano de a pie interprete esa medida como otro capítulo de la agresión del imperialismo contra Cuba, y no como una respuesta ante el abominable crimen de la fuerza aérea castrista, que masacró a cuatro jóvenes de la organización Hermanos al Rescate, que tantas vidas ayudaron a salvar en el estrecho de la Florida. Claro, todo dentro de la estrategia gubernamental para contar la historia, y que incluye el ocultamiento de sus “trapitos sucios”. Por eso nunca hablan del hundimiento del Remolcador 13 de Marzo, ni de los bochornosos mítines de repudio a las personas que abandonaban la isla por el puerto de Mariel en 1980.

Por otra parte, es innegable la complejidad que envuelve la aplicación del citado Título III de la Helms-Burton, debido a las posibles afectaciones a terceros países que cuentan con inversiones en la isla. No obstante, más tarde o más temprano, algo habrá que hacer para indemnizar a los antiguos propietarios. Tal vez sea aconsejable acercarse a las experiencias dejadas por otros procesos de transición a la democracia en países que igualmente padecieron regímenes totalitarios.




Machado Ventura: “¿Para qué queremos centrales si no tenemos caña?”

MIAMI, Estados Unidos. – El Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), José Ramón Machado Ventura, dijo este domingo en Ciego de Ávila que no tiene sentido alistar los centrales para moler apenas 100 días.

“Hay que hacer un esfuerzo nacionalmente para plantar más caña, porque el país no puede darse el lujo de gastar recursos y alistar los centrales para moler apenas 100 días”, señaló el funcionario.

Machado Ventura, quien chequea la marcha de la campaña azucarera en varias provincias del país, advirtió que hay que agilizar la siembra de caña en el período enero-abril para en el futuro inmediato lograr zafras de 150 días o más.,

De igual forma, el dirigente cuestionó la posibilidad de que deban abrirse más centrales para aumentar la producción. “¿Para qué queremos centrales si no tenemos caña?”, comentó.

Según trascendió en la reunión, de los cuatro ingenios existentes en el territorio avileño, El Ciro Redondo y el Primero de Enero adelantaron su arrancada, al igual que lo hará el Enrique Varona a finales de diciembre. Todo ello como parte de una estrategia del régimen cubano para recuperar el sector azucarero.

En la zafra de 2017-2018, Cuba apenas produjo poco más de un millón de toneladas de azúcar crudo, lejos de los 1,6 millones que las autoridades del sector se habían propuesto.

En la actualidad, el consumo de azúcar en la isla es elevado y se necesitan alrededor de 700.000 toneladas anuales para satisfacer la demanda tanto del mercado racionado como de las industrias locales y el sector privado.

Asimismo, existe un acuerdo comercial con China para venderle cada año 400.000 toneladas.

Hasta la década de los noventa, el azúcar fue el primer producto de exportaciones cubanas y representaba el 70% de los intercambios con la Unión Soviética. Tras la desaparición del bloque socialista, la producción de azúcar cayó de 7,5 millones de toneladas a menos de la mitad.

La caída del sector azucarero se hizo más significativa en el año 2002, cuando el dictador Fidel Castro ordenó desmantelar decenas de centrales con el pretexto de que la caída de los precios del producto en el mercado internacional hacían insostenible la industria.




Machado Ventura justifica el declive de los CDR

Susely Morfa

José Ramón Machado Ventura (I), segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, junto a Susely Morfa González, miembro del CC y del Consejo de Estado, y primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (ACN)

LA HABANA, Cuba.- En medio de una merma considerable en el funcionamiento de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), en especial a nivel de cuadras y barrios, la maquinaria del poder ha celebrado por estos días el IX Congreso de esa organización.

Pero, por supuesto, los gobernantes se niegan a interpretar la creciente apatía de la población hacia las tareas de los CDR como una muestra de rechazo al régimen. Ahora el castrismo acude al factor generacional para tratar de “explicar” las razones del declive de una organización fundada por Fidel Castro el 28 de septiembre de 1960, con el objetivo de reprimir a los opositores de su gobierno.

Semejante intento justificativo formó parte del discurso de clausura del referido IX Congreso, pronunciado por José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista. Tras aseverar que las mujeres y hombres de hoy no son iguales a los de seis décadas atrás, y que resulta inútil y carente de sentido dedicarse a comparar una generación con otra, Machadito afirmó que “Nada ni nadie permanece incólume al paso del tiempo. Las circunstancias cambian y con ellas las personas. Por tanto, se requiere un pensamiento creativo y una valoración correcta de la realidad, al definir la forma de actuar ante cada desafío”.

Traer a colación el elemento generacional, que en otras circunstancias podría explicar perfectamente la diferente manera de actuar de los jóvenes con respecto a sus predecesores, en este caso es pura hipocresía de los gobernantes cubanos. Porque ellos siempre han insistido en que en Cuba se manifiesta una continuidad generacional, algo ratificado últimamente por el flamante presidente Miguel Díaz-Canel en las Naciones Unidas. Es decir, que las nuevas generaciones siguen la pauta trazada por los barbudos de la Sierra Maestra. Entonces valdría la pena preguntar: ¿en qué quedamos, Machadito, hay continuidad para unas cosas y ruptura en otras?…

En otra parte de su discurso, el segundo hombre de la nomenclatura partidista expresó que la tarea más importante que tienen ante sí los CDR es la ideológica.  Una tarea que incluye el combate contra el delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales. Entre estas últimas se especifican el consumo de drogas y la prostitución, lo que indica la magnitud alcanzada por esas actividades en la vida diaria de los cubanos.

Se informó que el IX Congreso aprobó nuevas formas de realización de la denominada “guardia popular revolucionaria”, de acuerdo con las condiciones, características y necesidades de cada lugar.  Lo cierto es que, en la actualidad, son muy escasas las cuadras donde se continúan haciendo las clásicas guardias nocturnas de los CDR.

En lo referido al cobro de la cotización, casi la única actividad que hasta ahora funcionaba de manera estable, trascendió que ha decaído. Eso significa que cada vez son más los cederistas que se niegan a aportar su dinero para financiar las parasitarias estructuras de la organización a nivel municipal, provincial y nacional.

Por último, el IX Congreso lamentó el no completamiento de las plantillas de miembros profesionales de la organización, así como la inestabilidad de esos cuadros que se desempeñan en las citadas instancias superiores de los CDR. Lo anterior se agrega a los incontables Comités a nivel de cuadra que no cuentan con ningún vecino que acepte ocupar cargos en esa organización.




¿Cuál será el plan de unidad nacional de Machado Ventura?

José Ramón Machado Ventura (Foto Cuba News)

LA HABANA, Cuba.- La XXIV edición del Foro de Sao Paulo ya es historia, y sus ecos van desapareciendo gradualmente de los medios de prensa. Sin embargo, los cubanos tienen ante sí la necesidad de descifrar las palabras pronunciadas por la segunda figura del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura, durante la clausura de esa cita.

Después de insistir en el habitual discurso castrista de que “constituye una prioridad absoluta de Washington  y de su estrategia subversiva contra Cuba, promover la división en nuestra sociedad y, de manera particular, en las filas revolucionarias”,  Machadito apuntó que “frente al plan divisionista de Estados Unidos, impondremos nuestro plan de unidad nacional, revolucionaria y socialista”.

Pensábamos que la susodicha unidad ya se alcanzaba con el artículo constitucional que refrenda el carácter rector del Partido Comunista en la sociedad -lo que se mantiene en la actual reforma constitucional-, y también con el acápite que declara irrevocable el sistema político imperante en la Isla. Más, al parecer, los gobernantes precisan de mecanismos adicionales para garantizar la “unidad” de la nación.

¿Acaso una ola represiva que acabe con los grupos opositores, la prensa independiente y otros actores de la sociedad civil?  Aunque de la maquinaria del poder puede esperarse cualquier cosa, una opción tan radical podría ocasionarles un costo político muy elevado, sobre todo en sus relaciones con la Unión Europea, tal y como sucedió tras la Primavera Negra de 2003.

En otra parte de su discurso, Machado Ventura ofrece nuevas claves acerca de la futura actuación gubernamental. “Estamos obligados a dar más atención a los modestos medios de comunicación que poseemos”, afirmó el segundo secretario del Partido Comunista.  ¿Más atención y control que el que ya poseen? Resulta sorprendente semejante aseveración apenas unos días después de celebrarse el congreso de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), ocasión en que se reafirmó la total adhesión de los periodistas de ese gremio a las directivas que trace la cúpula del poder.

Y es que el castrismo nunca se siente seguro. Lo corroboramos con el anuncio reciente del Ministerio de Educación Superior (MES) sobre el plan de ingreso a las universidades para el próximo curso 2018-2019.  Para la especialidad de Licenciatura en Periodismo, los aspirantes serán seleccionados luego de un “riguroso proceso que demuestre las competencias necesarias para esta especialidad, y el compromiso con las mejores tradiciones de esa profesión en Cuba” (“Nuevas facilidades para el ingreso a la Educación Superior”, periódico Juventud Rebelde, edición del 19 de julio).

Ese “compromiso con las mejores tradiciones de esa profesión en Cuba”, obviamente, se refiere a que el gobierno obligará a cada estudiante a firmar un acta en la que se comprometa, una vez graduado, a ser fiel a las autoridades del país. El castrismo pierde el sueño cada vez que un joven periodista abandona las redacciones de Granma o Juventud Rebelde, o no acata el cumplimiento del servicio social, y decide incursionar en el periodismo independiente.

Y otra de las tareas anunciadas por Machadito es la de “conceder más peso a la formación cultural y política de nuestros militantes y seguidores”.  No obstante el diluvio mediático unidireccional a que es sometida la población cubana, al parecer eso no satisface totalmente a los gobernantes. Por lo cual, por ejemplo, los delegados al recién finalizado congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), recibieron conferencias de varios ministros para que los “actualizaran” sobre el acontecer nacional e internacional.

Quizás ese énfasis en la formación cultural y política de los seguidores del castrismo sea la principal misión que le encomienden al poeta-comisario Alpidio Alonso en su nueva responsabilidad al frente del Ministerio de Cultura.




¿Se va Raúl junto con sus viejos compinches?

De izquierda a derecha,
Ramiro Valdés Menéndez, José Ramón Machado Ventura y Raúl Castro Ruz (Foto: radiorebelde.cu)

LA HABANA, Cuba.- Este sábado fue 24 de Febrero, día del “grito libertario” mencionado en el viejo poema de los tiempos escolares. Una fecha que se suele vincular sólo, de manera inexacta, al poblado oriental de Baire, cuando lo cierto es que, debido a la simultaneidad de alzamientos en toda la geografía cubana, es más correcto denominarla como Inicio de la Guerra de Independencia.

En otros tiempos era uno de los cuatro días al año que, en cumplimiento de un mandato de la Constitución democrática de 1940, tenían carácter de celebración nacional. Al triunfo de la Revolución perdió esa condición, pues resultaba necesario dar paso a las nuevas fiestas del castrismo: 26 de Julio (sin importar que ese día de1953 hayan muerto veintenas de cubanos) y Primero de Enero.

La fecha constituyó ocasión propicia para un acto solemne, que fue trasmitido el mismo sábado en la prima noche, al término del Noticiero Nacional de Televisión y justo antes del esperado capítulo del culebrón brasileño de turno. Es de suponer, pues, que el espacio haya contado con una buena audiencia de cubanas —y también de muchos de sus compatriotas masculinos, ¿por qué no decirlo?— deseosas de no perderse las últimas incidencias de los romances Édgar-Laura y José-Isabel.

El acierto de los burócratas adscritos al Departamento Ideológico del Comité Central del único partido, al escoger la hora de la trasmisión, se vio opacado por la torpeza que mostraron al definir los contenidos. Comenzaron por un espectáculo penoso: el doctor Eusebio Leal Spengler, sin dudas la persona de mayor nivel intelectual entre todos los jerarcas del régimen, en función de guía turístico obsecuente, con voz untuosa y gestos deferentes ante el poder.

Resulta evidente que el experimentado Historiador de La Habana, pese al despojo que sufrió cuando su empresa Habaguanex quedó bajo el control del pulpo militar Gaesa, prefiere mostrarse obediente ante sus jefes. Es como si no importara el admirable trabajo de restauración que concibió y dirige, y que, al menos en la zona vieja de la ciudad, ha restablecido parte del esplendor borrado por decenios de abandono y apatía.

De esto da muestras el mismo sitio escogido para la conmemoración: el viejo Capitolio Nacional, edificio admirable menospreciado bajo el fundador de la dinastía. Éste, en aquellos tiempos iniciales, cuando ni siquiera se soñaba con un órgano integrado por congresistas votados —aunque no elegidos— por el pueblo (como los de ahora), lo destinó para la burocracia de la Academia de Ciencias. En la actualidad está siendo remozado, y lo que pudimos ver por televisión despierta admiración por nuestros antecesores que lo erigieron y los contemporáneos que lo restauran.

Tras el entremés del breve recorrido turístico, vino el plato fuerte: Una alocución del General-Presidente en la cual, tras aludir con brevedad a la efeméride, se centró en el otorgamiento de galardones a tres de los más antiguos y ancianos integrantes de la nomenklatura castrista: José Ramón Machado Ventura, Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías.

Los méritos exaltados no fueron —pues— los de Guillermo Moncada, que retornó a la manigua ya herido de muerte por la tuberculosis; ni los de Bartolomé Massó, que sin poseer grandes dotes militares, no vaciló en ponerse al frente de los alzados de Manzanillo y Bayamo; ni los de Juan Gualberto Gómez, colega periodista que no faltó a su cita bélica en Ibarra, pese a ser un hombre de pensamiento y paz.

Tampoco los de los hermanos Lora, que proclamaron que era hora de que pelearan los hombres en vez de los gallos; ni los de José Martí y Máximo Gómez, jefes civil y militar de la insurrección que condujo a nuestra independencia; ni los de tantos otros héroes de finales del Siglo XIX.

No, las virtudes glorificadas —reales o supuestas— fueron las de los tres ancianos mencionados, ahora enquistados en los estratos superiores del inmenso aparato burocrático del castrismo. ¿A quién se le habrá ocurrido la idea de escoger para ese acto, entre los 365 días que tiene el año, la fecha gloriosa del 24 de Febrero? ¿Habrá sido el mismo Eusebio Leal? ¡Qué mal gusto!

Pero por encima de ocurrencias poco felices, la ceremonia de condecoración parece poner de manifiesto la voluntad de Raúl Castro de abandonar su alto cargo dentro del Estado no solo, sino junto con sus tres viejos compinches. Si no fuera ése el caso, no tendría mucho sentido ese acto solemne. En la liturgia comunista, el otorgamiento de medallas suele ser prólogo de la democión y el paso a retiro.

Si fuese así, al menos tendríamos que congratularnos de un hecho positivo: Miguel Díaz-Canel o quienquiera que sea el “tapado” escogido por el General de Ejército, asumirá sus funciones el próximo abril sin la rémora de tres viejos conservadores como los antes mencionados.




Castro condecora a sus secuaces más antiguos

Raúl Castro condecora a Ramiro Valdés

LA HABANA.- Raúl Castro, condecoró con el título honorífico de “Héroe del Trabajo” a tres históricos acólitos del régimen, los comandantes Ramiro Valdés y Guillermo García Frías, y al segundo secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), José Ramón Machado Ventura.

“Como característica común de estos tres mambises de nuestro tiempo puedo citar su fidelidad a la Revolución y a Fidel, su consagración al trabajo, la modestia y la sencillez que los han hecho merecedores del reconocimiento y el respeto de los cubanos”, destacó Castro en el acto, celebrado hoy en el Capitolio de La Habana.

El homenaje se ha hecho coincidir con el 123 aniversario del reinicio de la guerra de independencia frente a España, declarada por el prócer José Martí, considerado “héroe nacional”.

“No hay mejor ocasión que ésta para entregar el mérito de héroe del trabajo de la República de Cuba como justo reconocimiento a la obra de una vida entera, consagrada a la Revolución a tres valiosos compañeros”, resaltó el gobernante.

Junto con Raúl Castro, Valdés, de 85 años, que fue la mano derecha de Ernesto Che Guevara en el Ejército Rebelde, y García Frías, de 90 años, son los únicos comandantes de la Revolución que quedan vivos; mientras que Machado Ventura, de 87 años, fue primer vicepresidente del país entre 2008 y 2013.

Los tres dirigentes ya ostentaban el título de Héroe de la República, la más alta distinción que entrega el Gobierno cubano.

El acto tuvo lugar en la sede del Capitolio, que lleva varios años siendo restaurado, para albergar la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el parlamento unicameral de la isla.

(EFE)