Reprendidos

LA HABANA, Cuba, junio (173.203.82.38) – Por estos días vuelven a cantar La Internacional como colofón de cada acto, cogiditos de las manos, con el pecho inflamado y las voces temblantes de nostalgia. Al pie del catafalco, el leninismo ortodoxo quiere dar señales de vida en Cuba. Y lo hace como cuentan que lo hace el cisne blanco: cantando antes de morir.
El diablo sabrá con qué polvo sideral fueron modelados tales especímenes. Ya que no se trata únicamente de los cubanos. Todos, en todo el planeta, son como primos toxicómanos: una vez enganchados, no hay ley ni lógica que los desenganche.
Sean académicos estadounidenses, o estrellas de Hollywood, dados a visitar La Habana como quien va al zoológico. Sean progres europeos, sobre todo españoles de Izquierda Unida, que vienen a la cabeza, por más que estos especímenes no demuestran llevar la cabeza en la cabeza sino en los cuartos traseros. Sean los pintorescos leninistas latinoamericanos, con los cuales, dicho sea de paso, nunca se llevaron muy bien nuestros caciques, parece que debido a su empecinamiento en hacer la revolución desde las butacas del fórum, mientras que las guerrillas se dedicaban a tirar tiros sin su respaldo.
Los comunistas ortodoxos no se rigen por una filosofía (ya que en la concreta niegan a Marx), ni por un corpus ideológico sólido, aunque tal vez ni ellos mismos han reparado en el detalle. No hay acción que los tipifique, como no sea la levitación. Lo suyo no obedece a un programa político. Ni siquiera a una mística, pues hasta los místicos buscan y encuentran sus fundamentos a ras del suelo.
Le han tirado el lazo a dos o tres argumentos que cacarean en coro, usando uniformemente la misma retórica, como un santo y seña, pero vaciados de sustancia apenas caen en sus discursos: La explotación capitalista, el medio ambiente, la paz, la igualdad de géneros, el peligro de la globalización, los problemas de la democracia…
El pueblo para ellos no está constituido por personas, cada una de las cuales posee un cerebro y un corazoncito íntimo y una boca para alimentarse como manda Dios. Es una masa amorfa. Una entelequia. Un amasijo sin atributos. No imaginan al hombre nuevo sino como a un golem, esclavizado al estilo de los viejos tiempos.
Perseguidores rabiosos y sufridos de algún tipo de nirvana, su pasatiempo favorito es hablar mal del capitalismo. Sin embargo, nada le garantiza tan larga existencia al capitalismo como el comunismo ortodoxo, por simple cotejo de contrastes.
Los cubanos tendemos a usar el verbo reprender con deliciosa tortuosidad cuando nos referimos a la gente que se aferra irracionalmente a una pasión, sobre todo en las relaciones amorosas. Les llamamos reprendidos. Pues tal parece que ni más ni menos son los leninistas ortodoxos: reprendidos de sus desaguisados.
Su única y verdadera sustentación es un eructo del alma: odiar el progreso, y dedicarse a negarlo, aunque el progreso los aplaste a diario. Su reino es de otro mundo, pero no en el sentido en que lo dijo Jesús, ya que el de los comunistas ortodoxos demuestra estar más lejos del cielo que ningún otro mundo. Es el desértico limbo de los yonquis, donde nada tiene sentido, como no sea darle al vicio, que en su caso específico no es sino el vicio de hablar por hablar.
Ese es exactamente el motivo por el que hoy todos, desde todo el mundo, convergen en La Habana, cada día más frecuentemente. Cualquier pretexto les sirve para hablar del futuro, entendido como el sueño que soñarán por la noche.
Tan divertido como un antiguo show del Alhambra tal vez sea repasar la lista de algunos, sólo unos cuantos entre los muchos eventos previstos para este año en la Isla, a los cuales, desde luego, vendrán los ortodoxos internacionales de marras (con los gastos pagados preferiblemente) para desgranar sus aportes:
IX Taller Internacional Paradigmas Emancipatorios; XVI Modelo de Naciones Unidas de La Habana. HAVMUN´11; IV Taller Internacional Innovación y Liderazgo en las Organizaciones; V Encuentro Internacional de los Abogados Laboralistas y del Movimiento Sindical en Defensa del Derecho; VI Conferencia Internacional de Derecho de Familia; III Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los Cinco Héroes; VIII Conferencia Internacional de Derecho e Informática de La Habana; XII Encuentro Internacional: Escuela de Verano de La Habana 2011 sobre Derecho Internacional Privado y Mercantil Internacional; VI Encuentro Internacional: Constitución, Democracia y Sistemas Políticos; VII Coloquio Internacional por la Liberación de los Cinco Héroes y en contra del Terrorismo…
Si alguien se extraña de que en esta lista no aparezca un solo evento dedicado a estudiar la forma de hacer prosperar los boniatos, habrá que recordarle que en el mundo mejor con que sueñan los comunistas ortodoxos quedará abolida la necesidad de comer, de comer comida quiero decir, o al menos de que la coma el pueblo.
Una última salvedad: No hay que confundir al comunismo ortodoxo con el fidelismo, que es aún peor, toda vez que mientras aquél se limita a flotar, éste patea y muerde.
Por más que ambos marchan unidos hacia un único destino: el basurero de la historia.
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