Todo sobre las dos visitas de Frank Sinatra a Cuba
CDMX, México.- Quien fue uno de los artistas más influyentes del Siglo XX visitó La Habana en dos ocasiones. Se trata de Frank Sinatra, también conocido como “La Voz”.
Su primera estancia en la capital cubana fue en 1946, invitado por los principales capos de la mafia. Se hospedaron en el Hotel Nacional y ahí organizaron sus reuniones y fiestas.
Al encuentro asistirían un grupo de admiradores del famoso cantante. Lucky Luciano dijo al respecto, según consta en el libro El Imperio de La Habana: “Si alguien hubiera preguntado, había una razón aparente para semejante reunión. Se celebraba para honrar a un chico italiano de New Jersey llamado Frank Sinatra, el cantor que se había convertido en ídolo de los adolescentes del país. Había volado a La Habana con sus amigos, los Fischetti, a conocer a su amigo Charlie Luciano y durante la semana se daría una gala en su honor (…) Frank era un buen chico y todos estábamos orgullosos de él, del modo en que había llegado al estrellato.”
El útimo día de ese año, los huéspedes que acompañaban al cantante reservaron el Casino Parisién y armaron una celebración por todo lo alto. No faltó nada: ni lujos, ni bebidas, ni alimentos costosos. También contrataron artistas para que fuese la noche más entretenida. Pero lo mejor de la celebración fue cuando ya cerca de medianoche al escenario subió Sinatra y comenzó a cantar hasta que su voz aguantó.
No existen casi fotografías de esos días que el cantante pasó en La Habana, como el más ilustre invitado de la mafia. Pero sí testimonios de la época que narraron cómo prácticamente cerraron el hotel aquellos “hombres de negocios” con sus guardaespaldas.
Incluso Sinatra negó los detalles de esa visita y sus acompañantes; y demandó a una revista norteamericana que publicó el suceso.
Regresa a La Habana
En cambio, de lo que sí hay más fotos y evidencia es de su segunda visita a La Habana.
Fue cinco años después. En 1951 el cantante regresó a Cuba ahora con su esposa, la actriz Ava Gardner que deslumbró a todos con su belleza, dejando a Sinatra en un segundo plano.
“Huraño, colérico, huidizo, Sinatra mantiene encerrada en el apartamento del hotel a su flamante media naranja, o la lleva y la trae a escondidas, discutiendo desdeñoso con todos, no permitiendo que nadie: público, fotógrafos o periodistas se les acerque.” Así escribió el cronista de la revista Bohemia la visita de los recién casados. Como se lee, era ella quien atraía toda la atención. Al punto de que la llamaron en la revista cubana : “el animal más bello del mundo”.
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