El mundo paralelo que dibuja EcuRed

CDMX, México. – Las Damas de Blanco, según dice la enciclopedia oficial cubana EcuRed, son “un grupo de disturbio mercenario”. Asegura la “Wikipedia cubana” que estas mujeres “desde su aparición pública comenzaron a realizar actos de desacato y desorden público” cuando realmente lo que intentaban era ejercer su derecho a la protesta pacífica y marchar con una flor en la mano hacia la iglesia.
Sabiendo que existen decenas de videos y fotos que documentan las golpizas que agentes del Estado les han propinado a ellas, EcuRed construye una realidad paralela y fácilmente desmontable. Sus autores se atreven a tanto que hasta sentencian que “fueron enfrentadas de manera pacífica y constante por el ciudadano común de Cuba”.
Las imágenes y los testimonios de las víctimas y testigos evidencian que EcuRed miente sin pudor porque en espacios públicos agentes de la Policía y Seguridad del Estado han golpeado con los puños o tonfas a estas mujeres por el abdomen, las extremidades, el rostro… También las inmovilizan y levantan en peso entre varios para lanzarlas al suelo o al interior de vehículos que las llevan a centros de detención donde la pesadilla continúa.
“Ellos te atacan, te esposan en la misma vía pública, te arrastran, te dan golpes”, así resume la dama de Blanco Jackeline Boni las detenciones que sufrió.
¿De qué manera esto califica como enfrentamiento pacífico y los policías uniformados como ciudadanos comunes?
La tergiversación con la que EcuRed (es decir, el régimen) describe a este grupo opositor está lejos de ser un caso aislado. Cuando se trata de la oposición cubana o de figuras críticas al régimen la enciclopedia digital los presenta cual Anticristos o incluso los borra de sus páginas.
Sin importar hacia dónde apunte la realidad, EcuRed promueve su propia versión de los hechos, la cual enrevesa y omite información políticamente contraria a sus intereses. Da igual cuantos videos, materiales periodísticos o textos académicos refuten lo que presenta. La “Wikipedia cubana” cierra los ojos y cuenta lo que el discurso oficial aprobaría, prácticamente lo mismo que ha hecho el ecosistema de medios oficiales por seis décadas. La EcuRed, como parte de este sistema de propaganda se inserta en la práctica binaria que caracteriza a la dictadura: o conmigo o contra mí. En el segundo caso se castiga el disenso con informaciones calumniosas o el ostracismo.
Pero eso no es todo: un perfil de EcuRed puede pasar de definirte como una de las promesas del periodismo cubano, a borrar con un clic cada alabanza y reconocimiento, si disientes. Entonces se olvidan de lo que escribieron antes y te reducen únicamente a lo que les conviene contar, tal y como hicieron con el escritor y periodista Carlos Manuel Álvarez (a quien, además, le adjudican un libro escrito por un autor español en 2003, cuando Álvarez apenas era un niño. No solo la supervisión ideológica define a esta enciclopedia, la falta de rigor también).
Algo similar denunciaron el dramaturgo Yunior Rodríguez y el ensayista Juilo César Guanche,; ambos de un momento a otro pasaron de ser elogiados por la EcuRed, a no ser bien vistos.
¿Qué es la EcuRed?
Lanzado en diciembre de 2010, este proyecto es administrado mayormente por los Joven Club de Computación, aunque también cuentan con el apoyo de la Oficina Nacional para la Informatización (ONI) y el Instituto de Información Científica y Tecnológica (IDICT). Desde su inicio se pensó como un programa colaborativo donde puedes acceder sin estar registrado, pero si quieres crear contenidos o editarlos, sí debes poseer una cuenta. Por supuesto, los contenidos publicados son supervisados (ideología, no precisión ni calidad). Es impensable que la enciclopedia de la dictadura cubana publique alguna entrada que cuestiona al régimen o alabe a un opositor.
Este proyecto alternativo a la Wikipedia surge no con la premisa de compartir conocimientos ecuménicos, sino con la misión de “contrarrestar las informaciones politizadas sobre la Isla”. O lo que es lo mismo, intentar controlar la memoria histórica y cultural definiendo qué contenidos deben ser divulgados y de qué manera. Una meta que era mucho más fácil de alcanzar en los primeros años del proyecto, cuando apenas existía internet en la Isla, y la versión castrista de la Wikipedia estaba disponible en intranet. Ahora, con una sociedad mucho más conectada y con más acceso a una pluralidad de fuentes, ya no es tan sencillo.
Quizá por ello son visibles ciertos cambios en los contenidos de EcuRed. Si bien años atrás fue señalada por varios intelectuales por sus “cuantiosas omisiones” sobre todo de personajes no cercanos al régimen, poco a poco han empezado a agregarlos, aunque de modo muy parcializado.
Ante el cúmulo de información actual y la penetración de internet aparentemente los gestores de la enciclopedia han cambiado su estrategia y mutaron del silencio a la injuria. En algunos casos carentes de la más mínima sutileza o prueba: Dagoberto Valdés es un “conocido colaborador de la CIA”, por ejemplo. Rafael Rojas “ha obtenido diversos premios y puestos académicos “apoyado por los ingresos y contactos” y no por sus propios méritos. El equipo de Cubalex decidió emigrar espontáneamente y no porque los forzaron al exilio como alternativa a la prisión. Una de las entradas más largas que se ha ganado la oposición la mereció la periodista Yoani Sánchez, aunque para la EcuRed “es una simple mercenaria más”.
En muchos casos, los perfiles están escritos sin coherencia o con errores ortográficos y de puntuación, como el que le dedicaron a Laura Pollán.
En este caso específico también ponen en duda datos sin sentido, como el nombre con el que fue inscrito su esposo, o cuestionan sus valores morales por la cantidad de matrimonios que tuvo. Sobre la líder escribieron: “A fines de los años 90 casó con un tal Héctor Maseda Gutiérrez, quien tenía cuatro hijos de distintos matrimonios”. Esto parece una línea que se escribe cuando no hay mucho más que decir, pero que es coherente con el estilo de uno de los principales gestores de la enciclopedia colaborativa cubana. Se trata de Iroel Sánchez, bloguero y funcionario cubano, conocido por su discurso de odio contra la oposición cubana y cualquier espacio que no se asemeje al grupo más ortodoxo del régimen.
Aun así, la EcuRed asegura en su propia página que sus artículos no admitirán “contenidos considerados como: discriminatorios, obscenos, irrespetuosos, agresivos, propagandísticos o publicitarios, tendenciosos, difamatorios”.
No es la única enciclopedia totalitaria
Apenas en el primer trimestre de 2023, 14 años después que Cuba, Rusia lanzará el portal Znániya (Conocimientos), un análogo de la Wikipedia, a la que Moscú acusa de difundir “informaciones falsas” sobre la invasión a Ucrania.
“Lo estamos creando, el portal Znániya ya cuenta con más de 100 000 artículos. Está previsto que sea lanzado a principios de año”, informó el ministro de Desarrollo Digital de Rusia, Maksut Shadáyev.
En el caso de Cuba, hay que reconocerle al régimen de La Habana que fue uno de los primeros gobiernos en idear su versión alternativa y “políticamente correcta” de la Wikipedia. China, ese gigante experto en censura de la red, se le había adelantado. Desde 2006 la nación asiática presentó Baidu Baike, su EcuRed. Esta recurre a los servicios de voluntarios, pero sus contenidos en línea son revisados permanentemente.; un modelo que es bastante similar al cubano.
Aunque en el caso de China, los censores han dado un paso más: en 2018 presentaron una nueva enciclopedia elaborada únicamente por expertos y donde trabajaron más de 20 000 universitarios. A la par, han bloqueado páginas donde hay contenidos que no quieren que sus habitantes conozcan (como en Cuba), y han penalizado el uso de VPN.
Al igual que el Gobierno caribeño, su homólogo chino vela porque internet esté escrupulosamente limpia de todo contenido políticamente sensible. Solo que ellos tienen más recursos para perfeccionar la “muralla digital” y mejores enciclopedias.