Recordando a Severo Sarduy con tres de sus grandes novelas
written by CubaNet | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
MADRID, España.- Severo Sarduy, a pesar de ser uno de los más importantes escritores cubanos del siglo XX, no tuvo en su país el reconocimiento merecido. Fue relegado de la cultura oficial por ser un autor incómodo para el castrismo: abiertamente homosexual e irreverente.
Aunque dejó Cuba muy joven, Sarduy, que se llamaba a sí mismo “un cubano en París”, siempre desarrolló una creación literaria marcada por la cubanía y el estudio de sus raíces: europea, africana y china.
Murió enfermo de SIDA en París, ciudad a donde había emigrado a sus 23 años y donde desarrolló la mayor parte de su obra.
Hoy en CubaNet, en el 86 aniversario de su nacimiento, recordamos algunas de sus más notables novelas.
De dónde son los cantantes
Publicada en 1967, esta, su segunda novela, según la crítica marcó el comienzo de la madurez de Sarduy como escritor. En ella hace un gran despliegue de recursos expresivos que acompañaría posteriormente a su obra literaria.
En De dónde son los cantantes Sarduy aborda las concepciones establecidas sobre “la identidad nacional” desde el choteo.
En el prólogo para una edición de Seix Barral, Roland Barthes definió sobre la novela: “Cubanas, chinas, españolas, católicas, drogadas, teatrales, paganas, circulando desde las carabelas a los self-services y de un sexo a otro, las criaturas de Sarduy van y vienen a través de un cristal de un parloteo depurado que le pasan al autor, demostrando así que no hay tal cristal, que no hay nada que ver detrás del lenguaje.
Además, se refirió al texto como “brillante, ágil, sensible, divertido, inventivo, sorprendente y sin embargo claro, y hasta cultural, y constantemente afectuoso”.
Cobra
Publicada en 1972, Cobra ganó el Premio Médicis para escritores en lengua no francesa. Bastante revolucionario para la época, aborda temáticas como la homosexualidad y el travestismo.
La novela cuenta la vida de Cobra, un travesti que trabaja en un prostíbulo conocido como Teatro Lírico de las Muñecas. Entre todas las chicas, Cobra es la estrella del lugar.
Desde el barroco y el erotistismo construye dos relatos entrelazados, el primero de ellos narra la transformación del cuerpo de Cobra, presenciada por la dueña del lupanar y la enana blanca Pup. En el segundo Cobra es iniciado en una banda de cuatro “black jackets” que han adoptado nombres-fetiches.
Cobra pertenece a una trilogía compuesta también por las novelas Colibrí (1984) y Cocuyo (1990).
Pájaros de la playa
Pájaros de la playa, publicada en 1993, es una especia de testimonio del deterioro de su cuerpo y padecimientos por causa del Sida.
La Editorial Tusquets, encargada de su publicación, resume sobre la novela: En una isla que fue refugio de atléticos nudistas, una vasta casona colonial, algo desvencijada, acoge una comunidad de jóvenes viejos. A ella acude un día Siempreviva con el deseo de vivir con mayor brío sus seniles extravagancias entre precoces ancianos de consumida juventud. En la casona, «donde se instala como en un hotel de lujo», conoce a Caballo, el médico. A partir de entonces, solo piensa en someterse a la cura rejuvenecedora de Caimán, curandero herborista y burlón. A medida que Siempreviva recobra un rancio esplendor, Sonia revive en la pantalla de su confusa memoria la pasión que la condujo hace cuarenta años a la locura y al accidente con el Bugatti tras el cual, al sobrevivir, la llamaron Siempreviva. Y, gravitando por encima de todos ellos, el Cosmólogo, narrador lúcido e implacable del lento desvanecer de esa fauna de “mórbidos”, herida de muerte.
“No tengo saldo”: una obra teatral sobre diáspora y resistencia
written by Laura Rodríguez Fuentes | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
VILLA CLARA, Cuba. — Cuando el dramaturgo Freddys Núñez Estenoz sube a escena para dar paso a su obra, todo el público de El Mejunje ya ha guardado silencio. Saben de antemano que lo que está por revelarse llegará a estrujarles el alma. “Este país necesita dejar de lado el odio”, se le escucha decir al director de Teatro del Viento en su speech inicial.
El patio del lugar se ha llenado de público, aunque no es noticia la presentación allí de la puesta “No tengo saldo”, que se estrenó hace casi cuatro años. Lo notorio de su reposición en el centro del país es que forme parte de una jornada sobre el “teatro de resistencia” y que su argumento actualizado cale hoy más que nunca en los espectadores.
“La realidad cubana muta todo el tiempo, por lo tanto, el espectáculo se actualiza también”, describe el director camagüeyano. “Son microhistorias para intentar dialogar con el público de frente a frente, desde sus problemas y sus carencias, desde sus necesidades, sus sueños y aspiraciones. Se trata de ponerlos delante de su realidad desde una perspectiva teatral”.
“Aquí estamos, y estar aquí no es como estar allá”, comienza diciendo una de las actrices en un soliloquio desgarrador. “Hasta el manisero se va”, prosigue la joven que habla sobre ilusiones rotas, abandonos y fe desmoronada. Más adelante irrumpe en la escena otro actor que saca de una caja un radio marca VEF: “No funciona, esto no funciona para nada y mi padre no lo quiere entender… He gastado los ahorros de mi vida reparándolo, pero el sistema no funciona”.
(Foto de la autora)
“No tengo saldo” no es una puesta sobre el saldo en sí, su argumento hurga en la fuga masiva de jóvenes, en la separación de las familias, en los conflictos generacionales y la desesperación de los que aún permanecen en el país. Esta es la primera obra de una trilogía llamada “Mediando” y sucedida por “To ta bien” y “Y ahora qué”.
Una de las actrices representa a una doctora recién graduada cuya pretensión principal no es otra que marcharse de la isla: “Se vende mi título de oro, mi primer estetoscopio. Mis manos exigen mudarse a cualquier parte para reparar lo roto. Compro allá todo lo que vendo aquí”.
(Fotos de la autora)
Freddys confirma que su teatro intenta “quitar esa cuarta pared” entre la obra y el público y lo logra magistralmente tocando temas sumamente sensibles a través de ese discurso satírico que siempre ha distinguido a su agrupación.
A pesar de que emplea cierta vis de comedia para solucionar algunas situaciones en escena, fueron más los espectadores conmovidos que los que decidieron reír ante esos giros dramáticos por momentos desconsoladores.
(Foto de la autora)
“Tengo miedo de que mis raíces se pudran” y “¿Qué es la vida?: decirle adiós al que amas con la certeza absoluta de no verlo nunca más”, se escucha también desde el escenario. “Los amigos terminan marchándose” y “Te espero en la otra orilla”, exponen otros de los parlamentos.
(Fotos de la autora)
“No tengo saldo” es más que un ensayo de los miedos y frustraciones tras el imparable éxodo masivo. Dicho por el propio director, es un reflejo de “las aspiraciones truncas y la incapacidad de construir sueños aquí y los colocamos allá”. También de la diáspora en los oficios, un conflicto sufrido recientemente hacia el interior de Teatro del Viento. De eso, precisamente, trata esa resistencia y sobre ese testimonio se desarrolla la puesta en escena que concluye mencionando los nombres de los que se fueron. “La Isla se está muriendo de tristeza”, dicen a coro.
(Foto de la autora)
En julio pasado Freddys dedicó un extenso mensaje en redes sociales para hablar de las despedidas en su agrupación: “Se nos va Cuba, despacio pero constante, pronto, muy pronto seremos nada, y tendremos que adorar las glorias pasadas, que, con el tiempo serán tan distantes, que puede que muchos duden si fueron verdaderas”.
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Leonardo Padura: El exilio es un drama que lamentablemente continúa desarrollándose en Cuba
written by CubaNet | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
MADRID, España.- El escritor cubano Leonardo Padura reconoció el drama que representa el exilio para quienes crecieron bajo el régimen comunista, durante la presentación de su novela Como polvo en el viento, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que tendrá lugar hasta el 5 de diciembre próximo y en la que participan 600 escritores de 46 países
“Hay razones de carácter político, de carácter económico, de carácter familiar, de todas las posibilidades de justificación para tomar la decisión de quedarse o de irse de Cuba, pero ha sido uno de los grandes dramas de mi generación, es un drama que lamentablemente continúa desarrollándose en Cuba”, expresó.
Padura explicó que además de todo el trabajo de campo realizado para su más reciente producción literaria, este es un fenómeno que ha vivido muy de cerca, por tener “una gran cantidad de familiares que han migrado”, por lo que conoce “de primera mano el desgarramiento familiar”.
Como polvo en el viento aborda las preocupaciones de un grupo de amigos que, por las condiciones económicas, sociales y políticas que se vivía en Cuba en los años 90, se vieron obligados a emigrar y a quienes el destino llevó a distintas partes del mundo.
Según precisó Padura, pone en voz del personaje de Clara uno de los planteamientos fundamentales del libro: “Todas las razones para irse de Cuba son válidas y las razones para quedarse también son válidas, lo importante es respetar unas y otras”.
Con respecto a esta diferencia de posturas, el autor manifestó que si en una sociedad no existe la diversidad, pues esa sociedad es mentira, que las sociedades uniformes no pueden existir.
“Muchas veces en Cuba se ha pretendido que exista una total unanimidad y mi experiencia como gente que ha vivido en Cuba es que realmente hay muchas posiciones con respecto a la realidad y en este fenómeno del exilio, pues muchas más posiciones”, señaló.
Padura volvió a referirse al exilio de los profesionales de su generación, que si bien es cierto que la suya fue una generación de universitarios, estos mismos universitarios han tenido y tienen un techo, limitaciones, que es uno de los factores que “ha provocado que esta diáspora no se detenga”.
El escritor y ensayista ha abordado los problemas de su generación, de la libertad de expresión y del exilio, en gran parte de su obra, como es el caso de sus primeras novelas detectivescas, la saga de Mario Conde, Herejes y El hombre que amaba los perros.
La presentación de su novela estuvo a cargo del comunicador y novelista mexicano Diego Petersen, quien calificó a Como polvo en el viento, como una obra de la diáspora, específicamente de la diáspora cubana.
Este momento también fue aprovechado para entregar a Leonardo Padura la Medalla Carlos Fuentes, recibida el año pasado pero que por la pandemia le había sido entregada de manera virtual, y que el también Premio Princesa de Asturias de las Letras quiso dedicar a la memoria de la escritora española Almudena Grandes, fallecida este sábado.
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Expertos analizan y resaltan las diásporas cubana y venezolana
written by Camila Acosta | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
LA HABANA, Cuba.- Las diferentes perspectivas de las diásporas cubana y venezolana, dos de las principales naciones emisoras de migrantes actualmente en la región, fueron analizadas este martes mediante el panel virtual titulado “Diásporas en América Latina: Cuba y Venezuela”, organizado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
Jorge Duany, del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de La Florida (FIU), explicó las cinco olas migratorias postrevolucionarias: la primera ocurrió entre 1959 y 1962, llamada exilio histórico; la segunda, entre 1965 y 1973, mediante los Vuelos de la Libertad; la tercera fue el éxodo de Mariel, en 1980; la cuarta fue la crisis de los balseros, en 1994; y la quinta ola acaeció entre 1985 y 2017, catalogada como Pies Secos-Pies Mojados, por la ley que la propició. Entre todas estas masivas emigraciones salieron de Cuba 1 140 000 personas aproximadamente.
El investigador venezolano Tomás Páez comentó sobre el éxodo de venezolanos, el cual, según afirmó, inició bajo el mandato de Hugo Chávez. A partir de 2016 comenzaron a salir de Venezuela aproximadamente 1 200 000 venezolanos por año. Actualmente, según las investigaciones, ha emigrado de ese país un 20 por ciento de la población.
“Toda diáspora es buena: se beneficia el país de origen, el país de acogida y el migrante mismo”. Asimismo, señaló que muchas veces estos gobiernos de los países emisores de migrantes culpan de ello al neoliberalismo, al capitalismo o a la desigualdad, pero no se menciona que son principalmente estos modelos políticos, los contrarios al capitalismo, los que provocan la emigración, como es el caso de Cuba y Venezuela.
Carlos Aníbal Alonso compartió su experiencia como parte de la comunidad cubana en el exilio: “Siendo extranjero he tenido muchos más derechos en México que los que tenía en Cuba”. Explicó igualmente la relación entre el régimen cubano y el exilio, la cual calificó como macabra: “el régimen cubano exporta constantemente a la oposición, los obliga a marcharse del país; esa emigración es despolitizada por el discurso oficial y, por otro lado, el régimen cubano se mantiene económicamente, en parte, por el exilio”.
También participaron la periodista y escritora argentina Carolina Amoroso, y la escritora colombiana Melba Escobar. Ambas autoras han relatado historias de la diáspora venezolana. Por la parte cubana, participó Enrique del Risco, escritor cubano residente en los Estados Unidos, quien ha contado parte de las historias del exilio cubano.
Los panelistas resaltaron además que las diásporas cubana y venezolana están dispuestas a participar de la reconstrucción de sus países de origen, así como la necesidad de continuar reconstruyendo la memoria histórica de esos exilios.
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Singulares afrodescendientes de la diáspora cubana
written by Ileana Fuentes | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
María Magdalena Campos Pons, Olga Guillot y Rolando Laserie. Collage CubaNet
MIAMI, Estados Unidos.- Siempre se ha dicho que, huyendo del comunismo y de la pseudorevolución castrista, al exilio solamente partieron las clases altas de la sociedad cubana, o sea los blancos ricos y los de la clase media. Se afirma, con certeza infundada, que la población afrodescendiente —dicho en cubano, “los negros” — se quedó en Cuba apoyando al nuevo régimen y disfrutando de toda suerte de prebendas. Esa es una premisa falsa, frívola y [quizás inconscientemente] racista.
La mayoría de los cubanos —blancos, negros, mulatos, y chinos—, se quedó en Cuba no por estar de acuerdo con la dictadura: se quedó por no tener los contactos, familiares, o medios económicos para gestionar su salida de la Isla. Muchos se quedaron porque residían en provincia, lejos del centro de actividad migratoria que era entonces la ciudad de La Habana, la capital de la diplomacia —y de las aerolíneas— del país.
Al interrumpirse las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en enero de 1961, las salidas definitivas de Cuba casi desaparecieron, y no fue hasta los Vuelos de la Libertad que se abrió una vía. No obstante, había que tener quién tramitara esa salida, y cubriera los gastos. No fue hasta el éxodo por el puerto del Mariel que al menos por unos meses del verano de 1980 el trámite de la salida no tuvo que costearlo ningún refugiado (más allá de los familiares que en Miami compraron o arrendaron barcos de rescate a un alto costo).
Con el arribo de 125 000 refugiados cubanos a Miami —y la resultante emergencia—, algunos exiliados comentaban por primera vez, asombrados: “¿Y de dónde han salido tantos negros?” Desconectados de la realidad de la isla durante 20 años de des-arraigante exilio, e influenciados por la segregación aún vigente en el sur profundo que era la Florida, no se percataron de que esos cubanos “de color” salieron de donde mismo salieron años antes muchos exiliados afrodescendientes…
… comenzando con Celia Cruz, orgullo de todos los cubanos. Nacida en Santos Suárez, La Habana, el 21 de octubre de 1925, salió definitivamente de Cuba en 1960 rumbo a México, para nunca más volver. El régimen no la dejó ni siquiera regresar a enterrar a su madre. Conquistó el mundo con su voz y su talento, y proclamó orgullosa su cubanía en todo escenario. Ganó numerosos premios, entre ellos 23 discos de oro, siete premios Grammy, y la Medalla Nacional de las Artes de EE.UU. en 1994. La “reina de la salsa” falleció a los 77 años en Nueva York el 16 de julio de 2003
Lo mismo podemos decir de Olga Guillot, de “La Lupe”, de Xiomara Alfaro, de Rolando Laserie. Guillot buscó asilo en Venezuela en 1962, y luego se trasladó a México, donde residió por décadas, triunfando allí y en Latinoamérica. La “reina del bolero”, nacida en Santiago de Cuba el 9 de octubre de 1922, murió en Miami Beach el 12 de julio de 2010, a los 87 años. “La Lupe”, nacida Guadalupe Victoria Yolí Raymond, también en Santiago de Cuba, el 23 de diciembre de 1936, partió para su exilio neoyorquino en 1962, y fue artista reconocida en Estados Unidos. “La Yiyiyi” falleció el 29 de febrero de 1992; tenía apenas 55 años. Xiomara Alfaro, soprano especialista en boleros y en las canciones de Ernesto Lecuona, nació en La Habana el 11 de mayo de 1930. Partió al exilio en 1960 y continuó su exitosa carrera en toda Latinoamérica, Canadá, Estados Unidos, el Medio Oriente y Europa. Murió el 24 de junio de 2018, en Cape Coral, Florida, a los 88 años. Nacido en Santa Clara, el 27 de agosto de 1923, Rolando Laserie hizo carrera en Cuba, y luego de exiliarse en Venezuela en1960 continuó acumulando éxitos en Latinoamérica (especialmente en Argentina), en España, y luego en Miami, donde murió el 22 de noviembre de 1998 a los 75 años.
No fueron solamente los músicos populares los que partieron temprano al exilio. En 1959 lo hizo el poeta y periodista, director de redacción del Diario La Marina, Gastón Baquero. Nacido en Banes el 4 de mayo de 1914, escapó del castrismo protegido por tres embajadores, e hizo de Madrid su exilio permanente. Su producción literaria fue en extremo prolífica y reconocida, sobre todo en España. Baquero murió en Madrid el 15 de mayo de 1997.
En el campo de la música clásica vienen a la mente la internacionalmente conocida Zenaida Manfugás y la compositora y directora de orquesta Tania León. Nacida Zenaida Elvira González Manfugás, en Guantánamo el 22 de febrero de 1932, Zenaida viajó el mundo entero, literalmente, mucho antes de exiliarse en Nueva York en 1974. Considerada la mejor pianista cubana de todos los tiempos, Manfugás se radicó en Elizabeth, New Jersey, desde donde salió de gira en varias ocasiones, y donde impartió clases de historia de la música en la vecina Universidad Kean. Con su salud resquebrajada, Zenaida falleció el 2 de mayo de 2012, a los 80 años.
Tania León, quien fuera discípula de Zenaida Manfugás, es una compositora, directora de orquesta y educadora de fama internacional. Fundadora y primera directora de la orquesta del Dance Theater of Harlem, ha sido directora invitada de honor de múltiples orquestas sinfónicas en Estados Unidos, Canadá, Europa, Rusia y Latinoamérica. Sus composiciones —una larguísima lista— han sido interpretadas por orquestas famosas, incluyendo la Filarmónica de Nueva York en 2019. Nacida en La Habana el 14 de mayo de 1943, León vive en Nueva York, donde reside desde 1967.
La lista de cubanos afrodescendientes en exilio pica y se extiende. Los artistas de la plástica Juan Boza, María Magdalena Campos Pons, Florencio Gelabert y Juana Valdés. El saxofonista Paquito D’Rivera, que debutara como solista muy joven con la Orquesta Sinfónica de La Habana, y fuera miembro del grupo Irakere, nació en Marianao el 4 de junio de 1948. En 1980, estando de gira por España, pidió asilo en la embajada de EE.UU. D’Rivera es, en la actualidad, el músico y compositor cubano más famoso, y uno de los más reconocidos en el mundo. Abarca el jazz y la música clásica. Ha recibido 14 premios Grammys e innumerables premios y honores, incluyendo la Medalla Nacional de las Artes en 2005. Se le han otorgado dos doctorados honorarios. Ha tocado como músico invitado con las más importantes orquestas. Abiertamente opositor y crítico del régimen castrista, reside en New Jersey.
Entre los intelectuales habría que destacar (además de a Gastón Baquero), al ensayista Iván César Martínez, al historiador Juan F. Benemelis; a Coco Fusco, a Enrique Patterson; a Carlos Moore y María Ileana Faguaga, residentes en Brazil; y al ya fallecido poeta Esteban Luis Cárdenas.
Hay que destacar también a los médicos Dagoberto García, Laureano López Garrido y Juan Gualberto Edreira. García, médico radiólogo de rigor de todos los cubanos exiliados en Nueva York, desempeñó una larga y exitosa carrera en esa ciudad durante los años sesenta y hasta los ochenta. Y están Laureano López-Garrido y Juan Gualberto Edreira, ambos internistas de prestigiosos hospitales de Nueva York. Y ya que mencionamos a Juan Edreira, tengo que señalar a su hermano Orlando (recién fallecido, el 25 de febrero), catedrático de la Universidad Kean, director de asuntos hispanos de dicha universidad, y persona clave en la política y la vida civil de la ciudad de Elizabeth, New Jersey, que ayudó a miles de cubanos exiliados y a otros hispanos a completar sus estudios y hacer una carrera en dicha universidad del centro del Estado Jardín, durante más de cuarenta años.
Quedan nombres por mencionar: la abogada y figura política de Nueva Jersey Zulima Feraux Farber, que con su familia salió de Cuba en 1960; los músicos Mongo Santamaría, Jon Secada, Arsenio Rodríguez, Machito, Mario Bauzá, Israel López “Cachao”; la bailarina y coreógrafa Neri Torres, fundadora del grupo de baile folclórico Ifé-Ilé; el percusionista Cándido Camero “Manos de Fuego”, recientemente fallecido en Nueva York, a los 99 años; el documentalista Nicolás Guillén Landrián (1938-2003); el profesor de la Universidad Mary Washington, Marcelo Fajardo; el abogado, financista y filántropo Mario Baeza.
Por último, pienso también en la compositora, actriz y poeta Pura del Prado, nacida en Santiago de Cuba en diciembre de 1931, y fallecida en Miami, en octubre de 1996, de larga vida artística y muchos premios y reconocimientos a su talento. Para un desterrado, nada más exacto que lo que ella escribiera un día:
“Que voy a andar sin descanso, tendré una cruz vagabunda
Si mi tierra no me enfunda, ni me acuesto en su remanso.
Prométanmelo, soldados, roto este muro de hierro
No dejen en el destierro mis huesos abandonados…”
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Por Siempre Celia: una muestra que pretende viajar el mundo
written by Liliana Rodríguez | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
Celia Cruz. Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
MIAMI, Estados Unidos.- El Museo de la Diáspora Cubana en Estados Unidos prepara para este 20 de octubre su inauguración, y lo hará con la figura cultural más importante del exilio cubano del siglo XX e inicios del XXI: Celia Cruz. “Celia es la exilada por excelencia de Cuba”, así lo aseguró Ileana Fuentes, Directora del Museo, en una pequeña conversación acerca de Por Siempre Celia (Forever Celia), la exhibición que dará inicio al trabajo cultural de dicha institución para la comunidad de Miami.
Escoger a la denominada Guarachera de Cuba para inaugurar el Museo era una tarea obligatoria, “ella simboliza el trabajo, el sacrificio, la dedicación, la tenacidad, y todas esas cualidades que hacen que una persona tanto inmigrante como exilado pueda triunfar lejos de su tierra”.
Celia Cruz se marchó al exilio, a través de México, el 15 de julio de 1960 y desde entonces su carrera no cesó de cosechar lauros. “Ella triunfó en la música, en la canción, pero su vida entera, esas seis décadas fuera de la Isla, representan el tesón y la insistencia por sobrevivir y triunfar, y romper todas las barreras. Ella era exilada, negra, latina y una mujer, entrando sin temor al mundo de la salsa, un género dominado hasta entonces por los hombres”.
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
La exposición, que contó con un equipo de trabajo de 13 personas, se diseñó por décadas, en las que se muestra lo más significativo de su obra cultural, y también un poco de su vida personal. Omer Pardillo, curador de la muestra, además de albacea de sus bienes y Director de la Fundación Celia Cruz, nos comentó que seleccionar las piezas que integran Forever Celia fue el mayor reto que han podido enfrentar.
“Esta ha sido la exhibición del amor y el respeto, pues todos los que hemos trabajado lo hemos hecho con devoción hacia ella. Celia estuvo muy vigente todo el tiempo, hubo épocas en las que había mucha información y muchas cosas que valían la pena destacar. Es por ello que seleccionar, dentro de tantas cosas valiosas, lo que fuera más distintivo para ella ha sido el mayor reto, y también el mayor logro”.
La muestra, la cual se divide en varios salones, contiene fotografías, videos, vestuario y objetos de valor de la estrella cubana. Desde sus comienzos en la década de los 50, en la Iglesia de la Caridad, en Santo Suárez, La Habana, recoge además el famoso concierto que concediera en África, con el grupo Fania All Stars, como parte del evento ‘Zaire 74’, organizado por ese país -actualmente República Democrática del Congo-, y que al mismo tiempo de presentar el encuentro de boxeo entre Muhammad Alí y George Foreman, estaba destinado a promover la solidaridad racial y cultural.
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
Forever Celia muestra momentos también de su visita a la Base Naval Militar de Estados Unidos en Cuba, en Guantánamo “Por si acaso no regreso”. Pelucas, zapatos y vestidos que incluso grandes nombres de la moda internacional hicieron para ella.
Sin embargo, el centro de la exposición lo constituye una réplica casi perfecta del estudio de la diva cubana en la que fuera su casa hasta su último día, en Fort Lee, New Jersey. “El cuarto está recreado vívidamente. Están sus Grammys, todos los premios y reconocimientos que ganó, los libros, las fotos, las medallas, y todo salió del legado que supervisa y cuida Omer Pardillo”, contó Fuentes.
Los organizadores pretenden que esta selección se desplace una vez termine en Miami, el próximo año. “El plan de la exposición es que viaje de museo en museo por varios años. Queremos hacer llegar el legado cultural y musical de Celia Cruz a tantos lugares como sea posible. Es por ello que Forever Celia está montada de tal manera que se puede desarmar y empacar con manuales de instrucciones y fotos, para que pueda ser expuesta en cualquier otra institución”.
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
Foto cortesía Museo de la Diáspora Cubana / Osmany Torres
Ante la interrogante de si podría algún día esta muestra llegar a los cubanos en la Isla, ambos entrevistados coinciden. “Ojalá algún día, ojalá fuera pronto, pero solo cuando estemos seguros de que allí haya una democracia. Ahora no, ahora no la hay. Incluso si el gobierno cubano actual dijera que permite la exposición no la llevaríamos”.
Celia Cruz está en cada cubano que ha escuchado su música y que la ha visto alguna vez brillar. Celia está en la memoria de esos a los que alumbró con su arte. Pero Celia Cruz no está en los cubanos de la Isla porque el régimen se encargó de mutilar su historia, y con ella, la historia cultural de millones de cubanos.
“El régimen la borró, la censuró. Por eso cuando los cubanos dicen que somos el mismo pueblo, yo no puedo aceptarlo. No somos el mismo pueblo”, asegura Ileana. “¿La razón? Hemos tenido un desarrollo en los últimos 60 años totalmente diferente. El pueblo cubano en el exilio tiene la noción, con más o menos detalle, de la historia de Cuba completa. Pero el cubano que ha vivido en la Isla y no sabe mas allá de lo que el régimen le quiere contar, ha vivido mutilado. Y eso hace que no seamos iguales, no pensemos igual y no tengamos la misma sensibilidad”.
“El pueblo no es culpable de eso, pero ha sido víctima de una falsificación de la historia, y de una ruptura”.
Miami o la otra Habana
written by Ernesto Pérez Chang | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
(nbcmiami.com)
LA HABANA, Cuba.- Cuando Marta dice que va a Miami, por la naturalidad y la frecuencia con que lo hace, parece que se refiere a otra provincia de Cuba. También sucede lo mismo cuando sus dos hijos, Yaíma y Yaiko, vienen de visita, a pesar de que llevan casi diez años viviendo en los Estados Unidos.
Se les oye hablar del traslado de un lugar a otro como quien toma un taxi para moverse dentro de la misma ciudad. Como si el viaje fuera desde la periferia hasta el centro de una misma gran urbe que pudiera llamarse “Habanamiami”, o al revés, siempre sin guion.
Algo ha pasado con ese mapa sentimental de Cuba que los cubanos conocemos pero que difiere de aquel otro que aún trazan empecinamientos ideológicos y confrontaciones políticas.
Si a la cantidad de cubanos y sus descendientes que hoy residen en Florida, Estados Unidos, sumáramos aquellos que van de visita con frecuencia, para estadías relativamente largas, la cifra seguramente igualaría o sobrepasaría el número de habitantes que posee la capital de Cuba, incluida la creciente población de “cubanos ilegales”.
Estaríamos hablando de más de dos millones de personas, de las cuales una gran parte estaría concentrada en ese grupo de ciudades que conforman el Miami actual, lo cual de cierto modo disputaría la condición de “capital de todos los cubanos” a una Habana cada vez menos atractiva para esos que, según cierto chiste popular, no tienen “fe”, es decir, “familiares en el extranjero” o, para ajustarlo mejor a nuestro tema, en Miami.
Los datos, ya provenientes de fuentes oficiales, ya de alternativas, circulan por ahí para asombrar a muchos, pero por sí solos no dicen nada, al menos que se los compare con otras variables también relacionadas con los índices de población como los ingresos personales, el bienestar, la tasa de natalidad; al igual que se establezcan las relaciones de dependencia entre ambos grupos, teniendo en cuenta que uno sostiene al otro y que, incluso, representa una parte imprescindible de la economía de la isla, tanto es así que se pudiera afirmar que esta ha sido diseñada por los arquitectos de la “construcción del socialismo” para que cada familia, si pretende sobrevivir a las adversidades, se sienta obligada a crear entre sus miembros al menos un emisor de remesas.
Ironía del destino y paradoja al mismo tiempo. Si observamos bien esto que he señalado sobre esa “pieza” del cuadro familiar destinada al “sacrificio”, entonces no es, por ejemplo, que la estructura de la familia cubana actual solo se haya fragmentado frente al fenómeno migratorio sino que se complejizó, al mismo tiempo que lo hicieron los contextos.
A diferencia de hace veinte, treinta años, cuando Miami era “El Norte” o “La Comunidad”, “El Enemigo” o “La Gusanera”, ahora resulta mucho más difícil hablar del Miami cubano como “lo extranjero”, “lo otro”, a pesar de que, con razón, para muchos continúa connotando exilio.
Ya no se habla de un país Cuba que existe solo en los límites de una geopolítica sino de algo que, en parte debido a la diáspora, lo trasciende más allá de los proyectos e intenciones de cualquier gobierno o régimen. La realidad impide a cualquier extremista hablar de “traiciones”, “renuncias”, “abandonos”, “mercenarismo” aun cuando ciertas leyes emanadas de mentes aberradas insistan en desconocer que el guion entre un lugar y otro ha sido borrado.
La realidad ha hecho quebrar cualquier intento de dividir, marcar o segregar aquello que el devenir ha ido integrando en una sola entidad que no entiende de ideologías, caprichos, normativas y que torna obsoleta toda visión ultra nacionalista del fenómeno Estados Unidos-Cuba, donde la frontera se torna inconsistente en muchas cuestiones, al punto de que por ahí, en alusión a esta relación, algunos digan en broma pero con un trasfondo muy cierto: Estamos Unidos a América.
Tan es así que resulta difícil contestar a una pregunta como la que me hiciera hace poco cierto amigo: ¿Miami es la Habana que queremos o La Habana es el Miami que tenemos?
En nuestras conversaciones cotidianas Miami no es una ciudad ajena pero tampoco una extensión de esa Cuba insular que para muchos es sinónimo de falta de libertades, obstáculos al crecimiento personal e incluso miedo, incomodidad o, lo peor de todo, provisionalidad.
Muchos dirán que Miami está lo suficientemente cerca y “amoldada” a sus gustos y aspiraciones como para convertirse en la alternativa a todo eso que han marcado como negativo y que sin dudas funciona como lastre a pesar de que algunos desmemoriados, en retorno al lugar del cual huyeron pero con dinero suficiente en el bolsillo, se empeñen en no ver lo que alguna vez lograron advertir gracias a un monedero vacío.
Habrá quienes consideren poco justo de mi parte el confrontar contextos económicos y políticos desiguales, divergentes e irreconciliables ‒uno, exitoso; el otro, fallido‒, pero resulta que no se trata de eso sino de indicar que, al menos en este instante, ya no es sensato hablar de la existencia de dos partes cuando se trata de una sola pieza, pero con dos caras.
En una situación ideal, quizás futura, cada cual elegiría la que más le guste pero hoy todo parece indicar que, como una moneda, al lanzarla al aire, habrá de tocarnos lo que el destino quiera.
Los cubanos y el amor a distancia
written by Ana León y Augusto César San Martín | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
LA HABANA, Cuba.- En Cuba, el Día de San Valentín genera más preocupación que ganas de celebrar. Mientras la fecha se aproxima, la limitada variedad de regalos aumenta sus precios y las ofertas de los restaurantes se tornan inalcanzables para numerosas parejas.
A los inconvenientes de celebrar el amor en un país signado por la escasez material y la emigración, se suma el handicap de las telecomunicaciones. Casi todas las familias cubanas tienen un bienamado fuera de la Isla. El malestar de la ausencia no recae solo en cónyuges temporalmente separados; también despierta la añoranza por hijos, padres o hermanos que viven en otro país, y deben recurrir al frío recurso del chat o la llamada telefónica para sustituir el beso, el abrazo y la celebración con sus seres queridos.
Pero contrariamente a lo que sucede en otras regiones del mundo donde la tecnología contribuye a acortar lejanías y paliar los efectos de la soledad, en Cuba las telecomunicaciones no facilitan el contacto con los parientes emigrados.
CubaNet conversó con varias personas acerca del amor a distancia, las probabilidades de que funcione y la manera de hacerlo perdurar. Aunque varias mujeres consideran que no es posible por aquello de que “el roce hace el cariño y la desconfianza crece como la mala hierba”, otros entrevistados sostienen que la distancia favorece la pasión, haciendo de cada reencuentro una experiencia atesorable.
Un tercer grupo habló del problema real, que en la actualidad no tiene tanto que ver con la separación como con las circunstancias que la motivan y la falta de recursos para alimentar el romance desde la plataforma virtual.
Nada puede sustituir la calidez de la presencia humana en una fecha tan señalada; sin embargo, en la era digital las alternativas para avivar el amor online son prácticamente ilimitadas, desde una tierna videollamada hasta un sex chat con la pareja, ambas desde la intimidad del hogar. En Cuba, no obstante, la idea suscita menos entusiasmo, pues tener que ir a un parque para capturar la señal Wi-Fi e intentar comunicar con la persona amada, es un desafío incluso para los amantes más tenaces.
Los cubanos enamorados a larga distancia están obligados, en el día de San Valentín, a mantener en público una charla pensada para el ámbito privado. Debe ser un trance horrible no poder manifestar emociones de forma espontánea, por el hecho de que cualquiera puede estar pendiente a la conversación.
Para estas parejas es muy difícil tener un momento íntimo. Un videochat con pretensiones románticas desde un parque repleto de gente, termina siendo una conversación rutinaria, interrumpida por la inestabilidad de la señal que entrecorta las palabras y pixela la imagen. No es de extrañar que muchos prefieran el correo electrónico o el messenger; aunque otros consideren que ciertas alegrías deben ir acompañadas de un testimonio visual para generar el impacto deseado.
Tal fue el caso de un cubano entrevistado por CubaNet en las afueras del Estadio Latinoamericano. El hombre llevaba un buen rato con su hijo cargado y trataba de hacerle tomas con la pantalla del celular para que su esposa, en el extranjero, pudiera ver al bebé dormido. Aquel hombre de pie, perseverando con la conexión y resguardando a su hijo del sol inmisericorde, ofrecía un cuadro que según la sensibilidad del espectador, podría calificarse de lamentable o definitivamente romántico.
El amor a distancia es tan válido y viable en la Isla como en cualquier parte del mundo; la diferencia estriba en los obstáculos para mantener el idilio. Algunas parejas soportan la lejanía, otras se quiebran; pero no hay dudas de que regularizar el acceso a Internet podría extender la durabilidad de estas relaciones y traer otros beneficios. A fin de cuentas, un amor en Cuba es siempre un buen motivo para regresar.
Cuando un hermano se va
written by Leonardo Calvo Cárdenas | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
Eduardo Ojeda - Foto de Leonardo Calvo
LA HABANA, Cuba, agosto, 173.203.82.38 -Roberto Ojeda Camaraza o simplemente “El Abuelo” para sus hermanos de lucha, el héroe humilde y consecuente de mil batallas por la democracia y la justicia acaba de perder su último combate con la vida. Solo cuando el pasado 17 de agosto dejó de existir físicamente víctima de una grave enfermedad, el Abuelo descansó en su más de medio siglo de lucha por los ideales que abrazó desde joven y que supo defender desde la acción y la palabra, siempre sin hacer concesiones de principios o dar un paso atrás, siempre sin declinar en la simpatía y entusiasmo que era incuestionable alimento espiritual y acicate para los que tuvimos la inmensa suerte de tenerlo como amigo y compañero.
El Abuelo combatió a la dictadura de Fulgencio Batista, escapó de Cuba luego del triunfo de la traición castrista y en el convulso año 1961 regreso a Cuba como avanzada la invasión de Playa Girón. Pasó diez y ocho años en las prisiones castristas en la época de la mayor barbarie, en el tiempo donde nadie escuchaba y fue un héroe destacado por su firmeza e intransigencia.
Tal vez una de sus más ejemplares grandezas es haber atravesado el vía crucis del exilio, confrontación, prisión, exilio, de haber muerto sin poder regresar a su tierra amada y haber logrado vencer el fantasma del odio y el rencor para, sin abandonar su compromiso con la causa de la democratización de Cuba, convertirse en un adalid de la reconciliación nacional y el dialogo político.
El Abuelo junto a sus compañeros de la Coordinadora Socialdemócrata en el exilio por más de dos décadas han dado un ejemplo paradigmático de madurez y cultura política al anteponer los intereses de la reconstrucción nacional a las crispaciones o las venganzas que traerían más dolor y sufrimiento a la tan lacerada patria. El Abuelo presidió la Coordinadora durante dos periodos en los cuales puso toda su experiencia, energía y simpatías en el cometido de impulsar el trabajo de los socialdemócratas moderados en medio de un escenario político caracterizado por la más álgida y extremista confrontación.
Ejemplo paradigmático de humildad, sencillez, altruismo y desprendimiento nunca podré olvidar como a su llegada hace casi diez años al Congreso de la Internacional Socialista en Sao Paulo después de recibir el saludo efusivo del secretario general Luis Ayala y ante la convocatoria de éste para acreditar su organización el Abuelo con la naturalidad y firmeza que le caracterizaba respondió “yo represento aquí a la Corriente Socialista Democrática que está en Cuba”. Allí, este hombre cargado de historia y heroísmo, puso su intelecto y capacidad al servicio de unas compañeros a los que nunca había visto personalmente, muchos de los cuales no habíamos nacido cuando ya el había entrado a la historia y que teníamos un reciente pasado “revolucionario”. Esta, como tantas otras anécdotas del abuelo, retrata nítidamente y de cuerpo entero la altura moral, ética, humana y política de este hombre que lo dio todo por sus ideales y sus camaradas.
No puedo olvidar en esta hora de irremediable dolor, con cuanto entusiasmo esperaba y buscaba nuestros escritos para difundirlos entre sus compañeros de la Coordinadora, porque el Abuelo fue siempre un fiel defensor del principio “Cuba manda y el exilio obedece” Sus correligionarios en Cuba fuimos privilegiados beneficiarios de su hermandad y confianza sin límites, aún en los más difíciles momentos de nuestra trayectoria política. Las breves conversaciones telefónicas con el abuelo eran verdaderas inyecciones de entusiasmo de quien nunca se limitó para demostrarnos en cuanta estima tenía nuestro trabajo y esfuerzo, siempre dejando a un lado toda su historia y grandeza humana y política.
El luchador incansable, el vencedor de todos los retos y de los mayores desalientos, el Abuelo entrañable de todos sus hermanos nos dice adiós dejando un vacio muy difícil de llenar. Nuestro único aliciente es convertir el dolor de su ausencia irreparable en determinación y compromiso redoblado para echar adelante la obra de reconstrucción democrática, justicia y reconciliación a la que dedico cada instante de su valiosa vida.
Cuesta mucho trabajo sobreponerse a un dolor que se hace más duro en la distancia de esta impuesta separación, la memoria y el ejemplo de este cubano ilustre nos ayuda en el difícil cometido de no guardar enconado rencor a la indolencia criminal que ha impedido que le dé al Abuelo el abrazo entrañable que él se ganó con su virtuosa existencia y yo le guardaré siempre en mi corazón agradecido.
Morir dos veces
written by Camilo Ernesto Olivera Peidro | sábado, 25 de febrero, 2023 6:18 am
LA HABANA, Cuba, agosto, 173.203.82.38 -Durante décadas, el destino de los cubanos que abandonaban el país pareció ser el de morir dos veces. Primeramente, cuando sus familiares veían elevarse el avión que les transportaba con rumbo norte. Después, la segunda podía ser la inevitable muerte biológica.
Este destino fue compartido por muchos, sin distinción. Pero las figuras con un prestigio ganado en el medio artístico han sufrido con mayor intensidad esa doble muerte.
Era 1980, en plena crisis del Mariel, momento en que la TV nacional ponía al aire, en vivo, una versión de la novela “Rojo y Negro”, de Sthendal. A las ocho y treinta, previo a la salida del capítulo correspondiente, una locutora anunció la sustitución del actor Evelio Taillacq, por Frank González, en el papel protagónico. El comunicado concluía con una frase leída de manera enfática por la locutora: Que se vaya la escoria. Modo eufemístico de notificar la salida del país de ese popular actor y condena a la primera de sus dos muertes.
El Instituto Cubano de Arte y Cinematografía (ICAIC), tampoco escapó a este modo de censura y asesinato político de la memoria. Durante varios años no se exhibió en la isla el filme “Guarda fronteras”(1980), el cual era protagonizado por varios de los animadores del entonces muy popular programa televisivo “Para Bailar”. La supresión de la película comenzó a raíz del frustrado intento de salida en una lancha, con rumbo norte, de uno de ellos, el carismático Salvador Blanco.
Durante la segunda mitad de los años ochenta, del pasado siglo, fue muy popular en Cuba “Contacto”, un espacio televisivo que conducía la locutora y animadora Hilda Rabilero.
El programa se caracterizaba por combinar las entrevistas a figuras de la cultura o el deporte locales, con presentaciones de agrupaciones musicales. En cierta ocasión, Hilda invitó al set del espacio a su mamá, la recordada actriz Eloísa Álvarez Guedes. Durante el dialogo, Eloísa se refirió a la familia y en especial a sus hermanos. Entonces Hilda le preguntó cuál de éstos era para ella el más querido y recordado.
Eloísa quedó pensativa por unos segundos y dudó en responder, luego preguntó si de veras podía decirlo. El brillo de la añoranza estaba en sus ojos. Por un instante, ambas olvidaron que estaban en un estudio de tv, en medio de un programa en vivo, que era seguido por casi todo el país. Hilda le habló a Eloísa con una sonrisa cómplice y le indicó que podía decir lo que quisiera, pero esta última decidió no hacerlo. El más querido para ella, pero innombrable, entre los hermanos Álvarez Guedes, era Guillermo.
En ese momento habían pasado casi treinta años desde que los dos se vieron por última vez. Eloísa permaneció en Cuba hasta el fin de sus días, y fue querida y respetada por todos. Guillermo Álvarez Guedes no soportó a la dictadura castrista, que convirtió cada bar de esquina en un convento con victrolas apagadas, mientras el futuro de su firma de discos “Gema” se trocaba en una oscura incógnita. Se estableció en Miami, a inicios de los sesenta, y es hoy día respetado y venerado como uno de los grandes comediantes de habla hispana. Su nombre no puede ser mencionado en los medios de difusión de la Isla. Sin embargo, su recuerdo pervive en los cassetes y los discos que, por generaciones, han pasado de mano en mano entre las dos orillas.
Muchos nombres han pasado a formar parte de las listas negras en los medios de difusión cubanos. Y en varios casos sigue siendo así: Raúl Gómez, Annia Linares, Mirtha Medina, Donato Poveda, Arturo Sandoval, Vicente Rojas, Tanya Rodríguez, Maggie Carles, Celia Cruz, Olga Guillot, Paquito D’Rivera, Luisa María Güell, más un muy largo etcétera. Para algunos, el “rescate” llegó después de su segunda y definitiva muerte, como en el caso de La Lupe, cuyas grabaciones han sido difundidas en la isla después de su fallecimiento, en 1992. Otros no han tenido ni siquiera esa suerte.
Muchas cintas de músicos y cantantes fueron borradas de los archivos en Cuba, cuando éstos emigraron. El genocidio cultural ha sido letra corriente a través de reglamentaciones para las emisoras de radio y televisión, orientadas desde el Departamento Ideológico del Comité Central del PCC.
En los últimos tiempos, algunos “hijos pródigos” han vuelto de visita a Cuba, desde el “más allá”. Es notable el reciente regreso de la valiosa cantante Xiomara Laugart, de quien muchos en la isla no supieron nada durante años, y que, sin embargo, fue fundadora, en Nueva York, junto a Descemer Bueno, otro “hijo prodigo”, de la interesante agrupación “Yerba Buena”.
La agonizante necesidad de dinero duro y fresco que hoy exhibe sin recato la corrupta cúpula gobernante, ha convertido a los antiguos “gusanos” en “mariposas” y a los “traidores” de antaño en “trae dólares”.
Ahora se habla de una posible derogación de las prohibiciones a cantantes y músicos cubanos exiliados, tanto en la radio como en la televisión. Ojalá sea cierto. Pero en cualquier caso, el daño está hecho. Demasiados murieron ya dos veces, víctimas de la censura.