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Asesinos de profesor espirituano vendieron su moto en 200 000 pesos

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MADRID, España.- La Jefatura del Órgano de Investigación Criminal del Ministerio del Interior (MININT) en Sancti Spíritus confirmó que la causa del asesinato al profesor Santiago Morgado fue el robo de su moto. 

Los cinco responsables, cuyas edades oscilan entre los 28 y los 45 años, están bajo arresto con la medida cautelar de prisión provisional. Dos de ellos “fueron autores directos de la muerte”, informó el Periódico Escambray. 

El medio local compartió imágenes de una piedra, un palo, y dos piezas de un vehículo agrícola con los que provocaron la muerte al profesor espirituano, de 62 años, encontrado sin vida el pasado 4 de julio luego de tres días desaparecido. 

Las piezas del vehículo “las ataron al cuello y a las piernas del occiso, con la finalidad de hundirlo en un pozo con agua de más de tres metros de profundidad”, precisa la información.

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Pieza metálica con que fue arrojado el cuerpo al pozo. (Foto: Escambray)

La investigación reveló que uno de los asesinos “alquilaba con regularidad los servicios de transportación de Santiago y sabían que, dado el carácter afable de la víctima, resultaría fácil conducirlo hasta la localidad El Capitolio, perteneciente al Consejo Popular Banao, donde escondido tras la maleza lo esperaba un segundo victimario”.

“Era el mediodía del viernes primero de julio de 2022. Más tarde otro de los implicados manejaría la Suzuki de color rojo —también recuperada—, hasta el municipio camagüeyano de Vertientes, territorio en el cual fue vendida a un receptador por la cifra de 200 000 pesos en moneda nacional, aunque inicialmente planearon pedir 800 000. Un quinto implicado fungió como intermediario de la venta”, agrega la información del MININT compartida por Escambray.

Entre los elementos clave para llegar a los asesinos estuvieron el encuentro del casco del profesor y de los objetivos con que fue asesinado. 

A comienzos de julio, tras conocerse la desaparición de  Morgado, las autoridades informaron sobre “la creación de un grupo de trabajo provincial para la investigación directa y el esclarecimiento de un hecho que por su naturaleza violenta mantuvo en alerta a los espirituanos”.

Durante los últimos años se han registrado numerosas desapariciones en Cuba que han terminado en el peor de los desenlaces. Tal es el caso de la joven matancera de 22 años Claudia Montes, encontrada muerta el pasado 26 de junio, tras 14 días desaparecida.

A mediados de enero de 2021 se conoció que las autoridades habían hallado el cadáver de Yosvany Villar Ávila, un niño de 14 años reportado como desaparecido desde diciembre de 2020 en La Habana.

Una semana antes, había aparecido el cadáver de Alessandro Rodríguez Aguiar, quien llevaba varios días desaparecido en la ciudad de Santa Clara. El cuerpo fue hallado en los predios de la Facultad de Ciencia Médicas de Santa Clara, donde el joven de 23 años trabajaba.

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Encuentran sin vida a la joven desaparecida en Mayabeque hace 10 días

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MIAMI, Estados Unidos. – La joven cubana Beatriz Nápoles Morales, de 28 años, fue encontrada sin vida este sábado en San Antonio de las Vegas, provincia de Mayabeque, confirmaron sus familiares y amigos en redes sociales.

El pasado 15 de julio, varios usuarios de redes sociales reportaron la desaparición de Nápoles Morales, quien vivía en San José de las Lajas y trabajaba en el Círculo Infantil “Vegueritos” de San Antonio de las Vegas.

Lindbergh Ferrales Bacallao, un vecino de la víctima, aseguró este sábado que se trataba de “una pérdida irreparable, al arrebatar de su juventud a un ser humano inocente”. 

“Sus familiares agradecen cada nota de esperanza y la preocupación de todos los que se solidarizaron desde conocer la noticia. En paz descanse y brille para ella la luz perpetua. Que la justicia se haga oportuna ante tan horrendo crimen”, pidió el cubano.

(Captura de pantalla)

En los últimos años han trascendido numerosos casos de desapariciones, fundamentalmente de mujeres, niños y personas de la tercera edad. La más reciente fue la del profesor espirituano Santiago Morgado, hallado sin vida el pasado 4 de julio, luego de cuatro días desaparecido.

Actualmente, se mantiene en paradero desconocido la adolescente cubana Maydeleisis Rosales, más de un año después de que su familia reportara su desaparición. 

Su madre, Isis Ameneiro, confesó recientemente a CubaNet que tiene pocas esperanzas de encontrar a la adolescente por el panorama de violencia e impunidad que se vive en Cuba. 

“Maydeleisis Rosales y Yosvany Villar Ávila, de 14 años, son solo dos casos por los que debiera establecerse una alerta Amber en la Isla, donde cada vez son más frecuentes las denuncias de desapariciones de niños, niñas y mujeres”, escribió la periodista de CubaNet María Matienzo. 

Las plataformas feministas independientes YoSíTeCreo en Cuba y la Red Femenina se han hecho eco de las denuncias por la desaparición de las jóvenes Yeniset Rojas y Addys López. Los familiares de estas dos mujeres tampoco han recibido respuestas de la Policía ni del proceso investigativo que, se supone, se está llevando a cabo.

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“Mi hija sigue desaparecida hasta el día de hoy”

Isis Ameneiro Rodríguez, desaparecida, Cuba

LA HABANA, Cuba. – La adolescente cubana Maydeleisis Rosales lleva más de un año desaparecida y su madre, Isis Ameneiro Rodríguez, empieza a perder las esperanzas. 

La última vez que la vieron tenía 16 años. El día 30 de mayo de 2021 estaba conversando con su exnovio en el parque de Campanario y Malecón, Centro Habana, y supuestamente un hombre se la llevó por el brazo. 

La denuncia penal de su desaparición fue establecida en la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Zanja a las 24 horas de perder el contacto con su familia. 

“Dice la Policía que la están presionando”, cuenta la madre de la adolescente desaparecida. Sin embargo, en lo que va de año, en más de una ocasión, los agentes del orden han ignorado sus súplicas e incluso la han coaccionado para que deje de hacer denuncias en las redes sociales y en la prensa independiente.

En marzo de este año, la Policía acudió al trabajo de Isis Ameneiro para intimidarla. 

“Ella debe estar bien. La juventud es así, a lo mejor se enamoró y no quiere virar”, cuenta Isis que le dijeron los agentes de la PNR involucrados en el caso. También le insinuaron que la niña no quería regresar porque la maltrataban en su casa o porque eran muy pobres. 

Hoy la nueva especulación sobre la suerte de su hija es que “está embarazada y no quiere regresar por miedo”, dice Isis. Sin embargo, no ha habido ni un solo resultado de la investigación de la Policía, asegura. 

Además de las amenazas para que desista de denunciar la desaparición de su hija, no ha recibido ninguna explicación sobre las posibles líneas de investigación. Los sospechosos han sido descartados sin mucha indagación, lamenta la mujer.

La pregunta de “¿dónde está Maydeleisis Rosales?” se ha hecho pública en varias ocasiones. La familia y los amigos han redoblado los esfuerzos para encontrarla, pese a que no cuentan con los recursos para emprender una búsqueda a nivel nacional. 

A un año y un mes de la desaparición de su hija, Isis Ameneiro tiene pocas esperanzas por el panorama de violencia e impunidad que se vive en Cuba. Maydeleisis Rosales y Yosvany Villar Ávila, de 14 años, son solo dos casos por los que debiera establecerse una alerta Amber en la Isla, donde cada vez son más frecuentes las denuncias de desapariciones de niños, niñas y mujeres. 

Parece que el caso de Maydeleisis Rosales no interesa demasiado a las autoridades cubanas, que han pospuesto la aprobación de una Ley Integral contra la violencia contra niñas y mujeres, y no tipificaron el feminicidio en el nuevo Código Penal. 

Por su parte, las plataformas feministas independientes YoSíTeCreo en Cuba y la Red Femenina se han hecho eco de las denuncias por la desaparición de las jóvenes Yeniset Rojas y Addys López. Los familiares de estas dos mujeres tampoco han recibido respuestas de la Policía ni del proceso investigativo que, se supone, se está llevando a cabo.

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Cineasta cubana Marilyn Solaya lamenta feminicidios y desaparición de mujeres en la Isla

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MIAMI, Estados Unidos. – Este 25 de junio, declarado “Día Naranja” por la campaña de Naciones Unidas “Únete” para poner fin a la violencia contra las mujeres, la cineasta cubana Marilyn Solaya lamentó que no hubieran buenas noticias en la Isla.

“A pocos minutos de finalizar este Día Naranja ―escribió en Facebook la realizadora―, que como cada mes hacemos un recordatorio sobre la violencia que persiste en todo el mundo hacia las mujeres y las niñas, lamentamos lo ocurrido a la joven Claudia Montes, de 22 años de edad, quien había sido reportada como desaparecida en el municipio matancero de Martí desde el pasado 11 de junio, y que lamentablemente, fue hallada sin vida”.

Solaya también se refirió al feminicidio ocurrido el pasado 22 de junio, que acabó con la vida de la joven Patricia Williams, de 30 años; y lamentó que ascendieran a 12 los asesinatos de mujeres en Cuba en lo que va de año.

“Otras jóvenes se encuentran en paradero desconocido”, también lamentó. En ese caso, mencionó a la adolescente de 16 años Maydeleisis Rosales, quien está desaparecida desde el 30 de mayo de 2021, en La Habana; y a Yeniset Rojas Pérez, de Ranchuelo, Villa Clara, quien se mantiene en paradero desconocido desde el 18 de marzo.

Asimismo, aludió al caso de Addys López Rosales, de 21 años, cuya ubicación se ignora desde el pasado 2 de mayo.

Solaya recordó que el feminicidio se define como el “homicidio intencional de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia” y dijo que el conepto definía “un acto de máxima gravedad, en un contexto cultural e institucional de discriminación y violencia de género que suele ser acompañado por un conjunto de acciones de extrema violencia y contenido deshumanizante, como torturas, mutilaciones, quemaduras, ensañamiento y violencia sexual, contra las mujeres y niñas”. 

Finalmente, señaló que el “Día Naranja”, que se celebra el 25 de cada mes,  buscaba “movilizar a la opinión pública y a los gobiernos para emprender acciones concretas con el fin de promover y fomentar la cultura de la no violencia”.

Sin embargo, no mencionó la falta de transparencia del Gobierno cubano, que no publica regularmente estadísticas sobre violencia machista y feminicidios.

Aunque las autoridades no se han pronunciado sobre el hallazgo del cadáver, el asesinato de Claudia Montes sería el segundo feminicidio registrado en Cuba durante el mes de junio y el décimotercero reportado desde el 1ro. de enero de 2022. Podrían existir más casos, pero las organizaciones independientes que habitualmente reportan los episodios de violencia machista no tienen acceso a las estadísticas oficiales.

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“Aquí no hay días de fiesta”: Un año de desesperación en el hogar de una adolescente desaparecida

Isis Rodríguez, la madre de Maydeleisis Rosales Rodríguez

LA HABANA, Cuba. – Isis Rodríguez Ameneiro no ha perdido la esperanza de encontrar a su hija. El próximo 30 de mayo se cumplirá un año desde la última vez en que Maydeleisis Rosales Rodríguez, de 16 años, fue vista, en el parque de Campanario y Malecón, en La Habana. 

“El caso está en cero”, “es como buscar una aguja en un pajar”, son algunas de las explicaciones de la Policía hasta ahora, dice a CubaNet Rodríguez Ameneiro. “Fueron a mi trabajo a decirme: ‘Ella debe estar bien. La juventud es así, a lo mejor se enamoró y no quiere virar’”. 

“Nosotros somos un hogar humilde, trabajador, no nos metemos con nadie. Aquí no hay violencia, no hay malos ejemplos, ¿en qué ellos se basan para decir que mi hija no quiere estar aquí? ¿Qué saben ellos para decir eso?”, se pregunta Rodríguez Ameneiro. 

“Supongamos que sea verdad. Yo soy su madre, su tutora legal, y tengo el derecho de saber dónde está mi hija porque es menor de edad”.

Su desesperación y la inacción de la Policía la han llevado a ofrecer 5 000 pesos cubanos a “aquella persona que tenga alguna información valiosa” sobre el paradero de su hija. “Pero nada, nadie me dice dónde está”, lamenta. 

La familia también ha concedido entrevistas a medios independientes, ha publicado sobre el caso en redes sociales, ha repartido plegables y pegado carteles. Su denuncia también quedó asentada en la estación de policías de Zanja con el registro 30932, desde el mismo 30 de mayo de 2021.

“¿Qué vamos a esperar si estamos desesperados?”

“Nadie sabe en las circunstancias en las que debe estar mi hija. No sé si le están dando golpes, si está intimidada”, dice Rodríguez Ameneiro, antes de preguntarse qué más puede hacer: “¿Me olvido de mi hija? ¿Me hago la idea de que se murió? ¿Me resigno?”.

Rodríguez Ameneiro está convencida de que si hubiera pasado lo peor ya lo sabría “porque de las malas noticias se saben rápido”. “Supón que ella no quiera regresar. Ella no se manda”, dice, y repasa una y otra vez las causas posibles de la desaparición de su hija, se revictimiza a partir de las suposiciones de la Policía, que no tiene métodos de investigación criminal pero sí métodos de coacción. 

“A ella se le dejó tener novio con ciertas libertades, pero con un límite. Se le exigía su carrera y que fuera una niña de casa porque se le dio una buena educación. ¿Que su papá tiene un carácter fuerte…? Pero no la maltrataba ni la azotaba. A ella se le daba mucho cariño aquí y cuando yo no cedía ni su papá tampoco, su hermano intervenía, siempre había alguien que aflojaba y terminábamos dándole permiso para lo que quisiera”.

La mujer usa esa explicación para descartar el comentario de la Policía de que su hija no quiere regresar por ellos. La pobreza en la que viven tampoco es motivo suficiente para que Maydeleisis quiera huir y no verlos nunca más, apunta. 

Una foto de Maydeleisis usada por la familia para indagar sobre el paradero de la adolescente (Imagen de la autora)

Rodríguez Ameneiro siente que su caso puede ir cayendo en el olvido poco a poco. Hace menos de un mes se presentó en su casa una persona que decía ser de la Contrainteligencia. 

“Me asusté porque me preguntó ‘¿Usted es Isis Rodríguez?’ y yo pensé que era por algo malo. Me dijo que ellos estaban haciendo una ‘pequeña investigación’ porque ha pasado mucho tiempo. Me dijo además que era un caso muy complejo porque podía haber personas que conozco implicadas”. 

Aun así, la mujer critica la gestión de las autoridades: ¿Qué han hecho para encontrarla?”, cuestiona constantemente. Ellos “no han tenido ningún tipo de conciencia. Me han peloteado, me han mentido. A lo mejor, está perfectamente, pero yo tengo el derecho de saber”, afirma.

“Me llegaron a decir en mi cara que yo estaba como si nada porque siempre andaba muy bien vestida. Nadie sabe lo que siento cada vez que tengo que decir: ‘Dejen eso ahí que es de la niña’. Me enfermé de los nervios. Se me cayó el pelo. Su papá y yo bajamos de peso y tuvimos que sentarnos los dos y decirnos que teníamos que ponernos fuertes. Aquí no hay días de fiesta”.

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La desaparición de Bebo Zumeta

LA HABANA, Cuba. – El 9 de octubre a las 9:00 de la mañana Alberto Zumeta Díaz, “Bebo”, salió de su casa y aún no ha regresado. Como todos los días, el anciano de 81 años recorrió los 500 metros hasta el mercadito donde pretendía comprar el aguacate y la piña que le encargara su nieto.

“Él llegó hasta el kiosco y preguntó si había aguacate”, dijo a CubaNet Anay Zumeta, la hija de Bebo. “Johana, la vendedora del mercadito habló con él. Me dijo que como no había aguacate, siguió”.  

Esa fue la última huella que el anciano dejó en el reparto Lutgardita del municipio Boyeros, una localidad ubicada a unos 20 kilómetros de La Habana.

Cuando desapareció, Bebo vestía pantalón azul oscuro, pulóver amarillo y chancletas; en la mano llevaba una jaba confeccionada con saco de nailon. Antes de tomar rumbo desconocido, el anciano conversó con su hija sobre el desayuno del nieto y las tareas que él mismo realizaría ese día. 

“Cuando salió de la casa estaba orientado. Se puso el nasobuco antes de salir, me dijo que regresaba rápido y salió rumbo a la calzada”, recuerda su hija. 

Era una mañana soleada. Bebo caminaba por la calzada en dirección al mercadito cuando fue visto sorteando las irregularidades de la acera. Angélica Beatriz, una vecina de la localidad, asegura que el anciano iba “orientado” durante el trayecto. 

“Yo venía en el rutero y lo vi; bajó la acera para evitar algún hueco, miró si venían carros, y luego volvió a subir la acera rumbo al kiosco”.

Reportado como desaparecido 

La desaparición de una persona está regulada por la legislación civil cubana bajo la declaración judicial de ausencia o la presunción de la muerte. Ninguno de los procesos tiene por objetivo la investigación o el esclarecimiento de las circunstancias de la desaparición, salvo en los casos relacionados con bienes o derechos.

Desde el mediodía hasta la madrugada del día 10, la familia de Bebo rastreó todos los lugares de la localidad donde pudo haber llegado el anciano. Sin éxito, Zumeta se dirigió a la Estación de Policía de Santiago de las Vegas, donde realizó la denuncia formal de la desaparición. 

“Formulamos la denuncia y ofrecimos todos los datos (…). A partir de ese momento los familiares y amigos nos movilizamos. Hemos buscado en todos los municipios de La Habana, en las provincias como Artemisa y Mayabeque; hemos pegado el anuncio en todos los lugares, y logramos divulgarlo en una ocasión por el Canal Habana”. 

La familia indagó en los hospitales de la capital, en los centros de aislamiento de casos sospechosos de la COVID-19, y en el Hospital Miguel Henríquez, donde se realizan las pruebas de PCR a las personas deambulantes. Hasta el momento, el nombre de Alberto Zumeta Díaz no aparece registrado en ningún centro de salud. 

Cartel colocado por la familia Zumeta en varios puntos de la capital cubana (Imagen: cortesía de Anay Zumeta)

De la incompetencia a la inercia policial 

Desde que se produjera la desaparición, el universo de la familia Zumeta se concentra en la esperanza de un aviso; todos en casa esperan una llamada que anuncie el hallazgo. 

Casi una semana después del incidente, Anay Zumeta recibió la llamada de una persona que aseguró viajaba en el ómnibus de la ruta 450 con “el señor de la foto”. 

“Salimos para la parada a buscarlo, pero no era él”, dice Zumeta. “Conversé con el chofer de la guagua para saber qué harían con la persona. Me aseguraron que lo entregarían a las autoridades. A la mañana siguiente recibí una llamada de la Estación de Policía de Zapata y C (Vedado); me informaban que tenían a Alberto Zumeta Díaz”. 

Cuando la familia llegó a la estación policial le presentaron al mismo deambulante de la ruta 450. 

“Cuando vuelvo a ver al señor (…) tenía sangre en el pulóver y puntos dados en la ceja. (…) Cuando le advierto a la Policía que ese no era mi papá, porfiaron”. 

Hasta la llegada de Zumeta, la Policía no identificó al deambulante que llevaba cuatro horas retenido. Según explicaron, la mayoría de “esos casos dicen un nombre falso”. 

La historia del señor de la ruta 450, sumada a la indiferencia de la Policía local, demuestra el desinterés de las autoridades en los casos de ancianos desaparecidos. A los 13 días de formulada la denuncia, la Policía de Santiago de las Vegas permanecía inmóvil. 

“No se concibe que después de dos semanas no se haya investigado nada”, señala Zumeta, y añade que solo a través de incesantes gestiones personales logró iniciar la investigación sobre la desaparición de su papá. La abogada consiguió una cita con el Jefe Nacional del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) para personas desaparecidas.

La búsqueda realizada por el oficial se basa en los protocolos aplicables a la desaparición de una persona presuntamente vinculada a un hecho delictivo. En el sistema legislativo cubano no existen mecanismos que garanticen la búsqueda de una persona desorientada, o normas específicas que regulen la desaparición de un ser humano.

“Quien haga la denuncia de un familiar desaparecido y lo deje en manos de la Policía, no obtendrá ningún resultado. Aparecerá el día que alguien lo encuentre (…). Yo he tenido resultados positivos con la Policía por las gestiones, pero todo el mundo no tiene las mismas posibilidades de llegar a esos niveles para hacer efectiva la búsqueda de un familiar”.  

Las posibles causas de la desaparición

Alrededor de 130.000 personas en Cuba padecen Alzheimer, enfermedad incurable que degrada la memoria, pero Bebo no tenía síntomas visibles de ese mal. Además de hacer los mandados de la casa, el anciano llevaba las cuentas del mercado y realizaba actividades físicas sin dificultad.

“La pérdida de la orientación que pudo haber provocado un cuadro disociativo agudo en la mente del anciano no debe prolongarse tantos días”, explicó a CubaNet una psiquiatra relacionada con el caso, que pidió comentar bajo anonimato.  

Las características de la disociación mental limitan el avance de la persona y se hacen perceptibles para los demás. Según la especialista consultada, una persona disociada puede correr otra suerte, algo en lo que también coincide Zumeta, quien teme que su padre haya sido víctima de algún tipo de ajuste de cuentas en su contra.

“Yo soy abogada hace 30 años, esa es una función social que no siempre la gente entiende (…). Eso puede provocar represalias en mi contra”, explicó a CubaNet. 

Con el paso de los días aumentan las incógnitas sobre el paradero de Alberto Zumeta. Casos como el de Bebo revelan la ausencia de un mecanismo legislativo, que obligue al Estado a cumplir un protocolo de búsqueda específico en relación con las personas desaparecidas de la tercera edad, lamentablemente desamparadas.

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