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Nuevos fracasos del deporte cubano

Deporte cubano

LA HABANA, Cuba. – Dos de los deportes con que cuenta Cuba para afrontar los importantes compromisos internacionales más inmediatos ―los Centroamericanos de San Salvador, los Panamericanos de Santiago de Chile y, sobre todo, las Olimpiadas de París en el venidero 2024― muestran resultados que dejan mucho que desear. 

Uno de esos deportes es el judo. Una especialidad que a partir de la Olimpiada de Montreal 1976 siempre le había aportado medallas a Cuba en las más importantes competencias internacionales experimenta ahora una sequía de galardones que mucho inquieta al deporte castrista. 

En el campeonato mundial que se acaba de celebrar en la ciudad de Doha, Qatar, Cuba culminó su actuación sin medallas, algo similar a lo que había ocurrido hace dos años en el Mundial de Budapest. 

En esta ocasión las máximas figuras de Cuba realizaron actuaciones muy por debajo de lo que se esperaba de ellas. El judoca Iván Silva tuvo que conformarse con el quinto lugar en su división, mientras que Andy Granda se vio relegado a la séptima posición. En la rama femenina, la campeona olímpica de Londres 2012, Idalis Ortiz, no llegó a competir debido a una lesión en uno de sus hombros. 

Evidentemente, el judo cubano extraña los tiempos en que el fallecido entrenador Ronaldo Veitía conducía a las atletas de la Isla a los primeros planos de este deporte a nivel internacional. 

Por otra parte, el boxeo, calificado por la propaganda castrista como “el buque insignia del deporte cubano” acaba de naufragar en el campeonato mundial que tuvo como sede a la ciudad de Taskent, capital de Uzbekistán. 

Cuba llevó a esa cita un equipo completo de 10 peleadores con la aspiración de retener el primer lugar por países que había conquistado hace dos años en Belgrado. Sin embargo, se tuvo que conformar con la cuarta posición en el medallero, por detrás de Uzbekistán, Kazajistán y Rusia. 

Aquí lo más significativo fueron las derrotas de los boxeadores mejor ranqueados de la escuadra cubana, los que se fueron del evento sin medallas. Son los casos de Lázaro Álvarez, Arlen López, Roniel Iglesias y Julio César la Cruz. Todos participantes ya en el circuito profesional, y que ahora nada pudieron hacer en representación de la Isla. 

Mención aparte para el engreído Julio César la Cruz, elegido recientemente como diputado al Parlamento castrista. Cuando el árbitro de la pelea levantó el brazo de su oponente, La Cruz esbozó una sonrisa irónica, como burlándose de los jueces que adoptaron esa decisión. Al parecer, él y los que lo encumbran en la Isla creían que nunca podría ser derrotado. 

Y para colmo de males, el único medallista de oro de la delegación cubana, Yoenlis Hernández, abandonó al equipo durante una escala en Panamá de regreso a Cuba. De golpe y porrazo el castrismo se queda sin su mejor boxeador, y sin los 200.000 dólares que Hernández obtuvo como premio en la competencia.  

Para concluir con este recuento de nuevos fracasos del deporte castrista echemos una mirada a la reciente edición del Torneo de Ajedrez “Capablanca in Memoriam”, escenificado en el Salón de Embajadores del hotel Habana Libre. 

Ya es costumbre de los organizadores no invitar a jugadores de primer nivel internacional, con el objetivo de que los ajedrecistas cubanos puedan desempeñarse con éxito. Atrás quedaron los tiempos en que por este evento pasaron estrellas como Boris Spassky, Robert Fischer, Bent Larsen, Mijail Tal, Vassily Smislov y tantos otros. 

No obstante, y a pesar de repetirse ahora esa estrategia, los cubanos, en general, fueron relegados a las últimas posiciones. El ganador del evento fue el joven danés de 18 años Jonas Buhl Bjerre; en segundo lugar quedó el brasileño Alerxandr Fier. Solo Luis Ernesto Quesada ―tercer puesto― ocupó un lugar en el podio en representación de Cuba. El resto de los ajedrecistas cubanos ocuparon los últimos lugares en la tabla de posiciones. 

Es que, en resumidas cuentas, el deporte es también un reflejo de la crisis general que abate a la sociedad cubana. 

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.




El cubano Yoanki Mencía fue seleccionado como el más valioso de la Liga Nacional de Básquet de Argentina

Ciudad de México, México.-El jugador Yoanki Mencía fue seleccionado como el más valioso y el mejor extranjero de la temporada en la Liga Nacional de Básquet de Argentina.

Así lo anunció el periódico cubano “Trabajadores”, citando las cuentas oficiales de su club,Comodoro Rivadavia. El cubano tuvo un enorme crecimiento esta campaña y lideró al equipo de Martín Villagrán al tercer puesto en la fase regular.

Sus promedios,en 37 partidos, fueron de 16 puntos, 7.3 rebotes y 1.6 asistencias 29.1 minutos por juego.

Mencía ha contado que comenzó a jugar al básquet como a los siete u ocho años. “Antes jugaba al béisbol y tenía algunos familiares que jugaban al básquet a nivel amateur. Y a esa edad me incliné a jugar al básquet, jugaba ahí en clubes de barrio y así fue mi comienzo en Cuba”.

A sus 19 años el atleta fue captado por técnicos argentinos y le ofrecieron contrato.  “Al principio me costó mucho el tema del viento y mucho frío. Al venir del Caribe de Cuba, que hace mucho calor y sol, al principio me costó bastante. No conocía nada de la ciudad y adaptarme fue un proceso que me costó un poco. Era la primera vez que salía de Cuba por tanto tiempo y siendo tan chico, así que fue un cambio muy grande. Ahora me siento como en casa, me acomodé muy bien a Comodoro”.

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El Comité Olímpico Cubano y el infausto día de su surgimiento

Comité Olímpico

LA HABANA, Cuba. – A propósito de la reciente visita a Cuba de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), salieron a la palestra múltiples detalles acerca del trabajo del movimiento deportivo cubano. Sin embargo, nada se habló sobre esa especie de desaguisado histórico que acompaña a la fecha en que surgió el Comité Olímpico Cubano (COC). 

Quiso el azar que el Comité Olímpico Cubano surgiera el 13 de agosto de 1926. Es decir, el mismo día en que venía al mundo en la localidad holguinera de Birán Fidel Castro Ruz. Es como si el devenir del COC estuviese condenado a emparentarse con la existencia del hombre que cercenó su autonomía, y que terminó dirigiendo los hilos del deporte en la Isla como se administra una finca privada.  

Una cosa es el plano teórico, y otra bien distinta la realidad. Porque está establecido que el COC es una entidad no gubernamental, lo que equivale a reconocer su autonomía con respecto a los centros de poder. Mas, a partir de 1959, cuando Fidel Castro se hizo con el poder, se las arregló para colocar al frente del olimpismo cubano a figuras más dedicadas a garantizar la adhesión política a su régimen ―o lo que es lo mismo, la no aspiración a la autonomía― que a desarrollar el espíritu olímpico entre nuestros atletas. Ejemplo de ese directivo plegado al poder lo fue Manuel González Guerra, presidente del COC entre 1963 y 1997.  

Si tuviéramos que destacar los hechos más significativos que marcaron la interferencia de Castro en la labor del COC, habría que empezar a hablar de las dos olimpiadas en las que el máximo líder decidió que Cuba no asistiera. 

Primero fue la Olimpiada de los Ángeles en 1984. El gobernante cubano, en sintonía con sus socios moscovitas, decidió boicotear esos juegos como represalia por la no asistencia de varias naciones de Occidente a la Olimpiada de Moscú en 1980. Esa actitud del mundo occidental estuvo motivada por la agresión soviética a Afganistán en 1978. No obstante, y como quiera que los comités olímpicos de esas naciones occidentales eran autónomos, muchos atletas pudieron participar en Moscú 80 aun sin el visto bueno de las autoridades políticas de sus países.

Después, en 1988, Castro impidió que Cuba participara en la Olimpiada de Seúl. En esta ocasión mediante un alarde de solidaridad con esa especie de dinastía medieval que constituye Corea del Norte. Hay que decir que en esta oportunidad el boicot castrista no fue secundado por casi ningún país,  pues la mayoría de las naciones que construían el “socialismo real” acudieron a la cita olímpica coreana. 

El tercer episodio de la intromisión de Fidel Castro en el accionar del Comité Olímpico Cubano tuvo lugar en 2002, cuando a los deportistas de la Isla se les prohibió participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se celebraron en la capital salvadoreña.

Dos años antes, durante la Cumbre Iberoamericana de Panamá, el entonces presidente de El Salvador, Francisco Flores, le había dicho al gobernante cubano una verdad que su egolatría no podía asimilar: “Hemos tenido mucha paciencia con usted, señor Castro, porque usted tiene las manos manchadas con la sangre del pueblo salvadoreño”. Fue suficiente para que el dócil COC declarara que Cuba no iba a esos juegos debido a “razones de seguridad”.  

Y ahora, cuando la Isla recibe a Thomas Bach, el gobernante Miguel Díaz-Canel declara que “Fidel siempre planteó, desde el triunfo de la Revolución, al deporte como derecho del pueblo”.

Pero a lo que no se refirió el heredero de los Castro fue a la nada despreciable cantidad de deportistas cubanos que vieron pasar sus mejores momentos sin poder participar en citas donde tenían posibilidades de triunfo. Todo por la soberbia del indeseado “hermano mellizo” del Comité Olímpico Cubano.

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Muere a los 51 años Alexis Batte, integrante de la generación dorada del voleibol cubano

Alexis Batte, Voleibol, Cuba

MIAMI, Estados Unidos. — El exvoleibolista cubano Alexis Batte, integrante de las selecciones de la isla en los años ochenta y noventa del pasado siglo, falleció este martes en Cuba a los 51 años de edad, de acuerdo con diversos reportes aparecidos en redes sociales e Internet.

La publicación italiana Volleyball Magazine informó que Batte falleció a causa de “una enfermedad contra la que luchó con valentía”.

Nacido el 28 de julio de 1971 en la provincia de Villa Clara, Batte destacó en el voleibol desde la categorías inferiores y su talento lo llevó a la selección absoluta de Cuba, con la que ganó una Liga Mundial.

“Esta es una de las noticias que nunca hubiera querido recibir. Acaba de fallecer Alexis Batte, un hermano con el cual compartí equipo en Piacenza y en la selección de Cuba. Alegrabas el día a todo el que te rodeaba con tus anécdotas. Coño, mi hermano, esta sí me dolió. Te fuiste demasiado pronto. Se fue otro grande del voleibol cubano”, escribió el exvoleibolista Leonel Marshall en su cuenta de Facebook.

El exjugador Ihosvany Hernández, quien fuera capitán de la selección cubana, también lamentó en redes sociales el deceso de Batte.

“Hermano, te nos fuiste a sin decirnos adiós. ¡Qué dolor me da sentir esta noticia de tu partida! Te recordare siempre con esta sonrisa y la alegría y el respeto que siempre te conocí. Fuiste parte importante en mi vida y en la de muchos jugadores del voleibol cubano”.

Opuesto zurdo con excelentes condiciones técnicas, Batte incursionó en la potente Serie A1 de Italia, jugando con los clubes Falconara, Padua y Piacenza.

De acuerdo con Volleyball Magazine, a Batte le sobrevive su hija Llaria, joven pasadora de dieciocho años nacida en Moncalieri (Turín), quien ya obtuvo la medalla de plata en el Campeonato Mundial Junior de 2021 y que actualmente se desempeña en el Club Italia, de la Serie A2.




Reineris Andreu es el sexto luchador que este año abandona Cuba

CDMX, México-. El atleta Reineris Andreu abandonó la delegación que asistió a República Dominicana para clasificarse hacia a los Juegos Centrocaribes de San Salvador 2023, informó el sitio oficial Jit.

El portal de noticias que responde al Instituto Cubano de Cultura Física y Deportes reconoció que Andreu es el sexto luchador que deja Cuba este año.

En mayo, el campeón olímpico del estilo grecorromano en Río 2016, Ismael Borrero, abandonó la delegación que participó en el Campeonato Panamericano de la disciplina en México.

Pese a ello, Cuba tuvo la mejor actuación en el torneo clasificatorio y consiguió 16 oros de 18 posibles.

Abreu (57 kg) y natural de Sancti Spíritus es doble campeón mundial entre menores de 23 años y una de las figuras jóvenes de proyección para este deporte en la isla. Era esperada su actuación en el ciclo olímpico de París 2024.

Los abandonos no cesan

El portal Swing Completo recordó que los otros luchadores que han elegido emigrar tenían resultados notables “Yowlys Bonne, quien en 2018 fuese campeón del mundo y Reinier Pérez, medallista en torneos internacionales”. El sitio, especializado en deporte, también apuntó que Liván López  llegó a suelo de Estados Unidos.

En otros deportes el escenario es similar. El campeón olímpico de Tokio 2020 , Fernando Dayán Jorge, abandonó la delegación cubana que viajaba a México para el cumplimiento de una base de preparación. Además, buscaron iniciar su vida en suelo americano el boxeador Andy Cruz y la discóbola, Yaimé Pérez.

El deporte cubano se desangra al mismo ritmo que la sociedad, envuelta hoy en una aguda crisis migratoria.

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Yipsi Moreno deja la Comisión Nacional de Atletismo tras pésima actuación cubana en Eugene

Yipsi Moreno, Cuba

MIAMI, Estados Unidos. — La exmartillista cubana Yipsi Moreno renunció a su cargo de Comisionada Nacional de Atletismo, informó este sábado el diario Jit.

El medio oficialista señaló que la campeona olímpica de Pekín 2008 abandonó el puesto por voluntad propia y que será relevada por Rolando Carlos Charró Estrada.

Como nuevo comisionado de atletismo “ha sido designado el compañero Rolando Carlos Charró Estrada, quien se desempeñaba como director del INDER en la provincia de Guantánamo”, indica la nota, firmada por el Consejo de Dirección de ese organismo.

Las autoridades del deporte insistieron que la salida de Moreno de la Comisión Nacional de Atletismo obedece a la “voluntad personal” de la exatleta, quien ocupaba el cargo desde 2018.

El INDER reconoció a Yipsi por “el esfuerzo que realizó en su etapa al frente del atletismo”, aunque no ofreció detalles sobre el futuro de la exmartillista.

La renuncia de Yipsi Moreno se produce tras la pésima actuación del atletismo cubano en el Campeonato Mundial de Eugene (Estados Unidos), donde la delegación de la Isla se fue sin medallas por primera vez en la historia.

Pese al fiasco de Eugene, Yipsi intentó defender su gestión asegurando que lo ocurrido en Estados Unidos no podía calificarse de fracaso.

“Oregón, creo que para todo campeón, para todo aquel que trabaja, que se esfuerza y siempre trata de dar lo mejor y más los que estamos en la familia del atletismo, es insatisfacción, es una tristeza, pero una tristeza temporal, porque al final, todos sabíamos qué podía pasar en Oregón”, dijo Moreno al Canal Tele Rebelde a la vuelta de la cita mundialista.

Además de los pobres resultados, la delegación cubana también fue noticia por el abandono de tres de su integrantes: la discóbola Yaimé Pérez, la jabalinista Yiselena Ballar y el fisioterapeuta Carlos González Morales.

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El gran daño que el castrismo le ha infligido al béisbol cubano

béisbol cubano

LA HABANA, Cuba.- Los gobernantes cubanos se aprestan a declarar este 19 de octubre al béisbol como Patrimonio Cultural de la Nación Cubana. El hecho tendrá lugar en el estadio Palmar del Junco, en la provincia de Matanzas, donde en la segunda mitad del siglo XIX se jugó el primer desafío organizado del deporte de las bolas y los strikes en nuestro país.

Paradójicamente, esta declaración se produce en uno de los peores momentos de este deporte en Cuba. Sucede cuando el béisbol cubano atraviesa por una extensa sequía de triunfos a nivel internacional, y un éxodo creciente de sus mejores figuras, e igualmente en momentos en que el “deporte nacional cubano” ha perdido la batalla contra el fútbol en lo referido a la preferencia de la afición.

El camino que conduce a la actual debacle cubana en los torneos internacionales habría comenzado a inicios de la revolución castrista, cuando el máximo líder prohibió el béisbol profesional en la isla, y nuestros mejores peloteros debieron emigrar para jugar en otros países. Después vinieron años de aparente fortaleza del béisbol cubano, cuando nuestros jugadores “amateurs” -en verdad eran profesionales, pues solo se dedicaban a la práctica del béisbol, y recibían un salario estatal sin realizar otro trabajo- chocaban contra los verdaderos equipos amateurs de otros países.

Mas, una vez que se eliminó la frontera entre amateurs y profesionales, y los equipos cubanos debieron enfrentar a los mejores peloteros de otras naciones, desapareció la “supremacía” que ostentaban los jugadores de nuestro país. Ha quedado al descubierto el estancamiento de la pelota cubana.

Pero la posición que ocupa un deporte en determinada sociedad no solo se mide por los resultados internacionales que se obtengan, sino también por la pasión que despierte entre los aficionados.

Los cubanos mayorcitos recordarán aquel frenesí que se vivió en Cuba en el año 1969 al celebrarse el Campeonato Mundial en República Dominicana, evento en el cual Cuba derrotó en el juego decisivo a Estados Unidos con la participación clave de los matanceros Rigoberto Rosique y el Curro Pérez.

Toda la nación estuvo pendiente de la transmisión radial de ese juego, y el país saltó de alegría al producirse el último out.

Sin embargo, ya casi nadie se emociona aquí ante un resultado beisbolero, nacional o internacional. Ahora se oyen gritos y euforias cuando Messi o Cristiano Ronaldo meten un gol, o si el Real Madrid gana un partido.

El periódico oficialista Juventud Rebelde acaba de publicar un artículo en el que incluye a “los desafíos mediáticos impuestos por el fútbol globalizante” como uno de los escollos a vencer  para la consolidación del béisbol (“El alma deportiva de Cuba”, edición del domingo 17 de octubre).

Claro, el articulista no quiso o no pudo reconocer que esa pasión por el fútbol -el internacional, pues el que se practica en Cuba a nadie interesa- que hoy exhiben los cubanos, principalmente los jóvenes, no es un resultado espontáneo de ese carácter globalizador que cree apreciar en ese deporte. Ha sido la consecuencia de una saturación en los medios oficialistas cubanos, que han brindado por la televisión todas las ligas futbolísticas del mundo, y ni uno solo de los mejores juegos de béisbol que se celebran en el mundo. Evidentemente, con el objetivo de que el cubano de a pie no vea la labor de los peloteros cubanos en la MLB.

Ahora mismo, en plena post temporada de las Grandes Ligas, casi nada se dice aquí del desempeño que han tenido Yuli Gurriel, Pito Abreu, Luis Robert Moirán, Randy Arozarena y otros. Solo el programa televisivo Meridiano Deportivo dedica cuatro o cinco minutos, de un total de 30 que tiene como duración, para hablar de algunos aspectos de las Grandes Ligas. En los demás espacios de la radio, la televisión y la prensa escrita parece estar totalmente prohibido hablar de la MLB.

Algunos podrían pensar que esta declaratoria del béisbol como Patrimonio Cultural de la Nación oficiaría como una especie de rectificación, como las tantas que han hecho en la dirección de la economía. Mas, no creemos que haya rectificación capaz de borrar los daños que la maquinaria castrista le ha infligido al deporte de las bolas y los strikes.

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Francys Romero: A menos que cambie la política deportiva de Cuba, el éxodo masivo de peloteros continuará

Peloteros cubanos

MIAMI, Estados Unidos. – El periodista especializado en temas deportivos Francys Romero aseguró este martes a CubaNet que la fuga de 12 jugadores cubanos del equipo de la Isla durante la Copa Mundial de Béisbol (categoría sub-23) recién celebrada en México no tenía precedentes.

No obstante, Romero reconoció que se trataba de un fenómeno histórico, que comenzó en 1991 “cuando un lanzador cubano, René Arocha, se quedó en el Aeropuerto Internacional de Miami. A partir de ese momento y cada año, cada vez que el equipo Cuba sale a eventos internacionales, los abandonos se multiplican”, precisó.

Durante el Mundial Sub-23, abandonaron el equipo de la Isla el receptor Loidel Rodríguez, los infielders Miguel Antonio González y Yandy Yánez, los jardineros Reinaldo Lazaga, Dismany Palacios, Geisel Cepeda y Reinaldo Lazaga, y los lanzadores Dariel Fernández, Luis Dany Morales, Ubert Mejías, Yeiniel Zayas y Bryan Chi.

Hasta la fecha, la mayor cifra de fugas en un solo torneo había sido de cinco, en 1996, hace ya 25 años, recordó Romero.

“Antes de que comenzara el Mundial Sub-23 muchos ya suponíamos que iban a existir varios abandonos (…), pero muy pocas personas pudieron imaginar que iba a pasar de 10. Esta cifra de 12 salidas en un evento se convirtió en el récord de salidas desde 1991”, explicó. 

Romero, que es autor del libro El sueño y la realidad: Historias de la emigración del béisbol cubano (1960-2018), precisó que entre 2001 y 2010 solo hubo siete fugas de deportistas cubanos. “Ahora, en un lapso de 12 días pues hubo 12, cinco más que todas las ocurridos en una década”, apuntó.

Sobre el futuro profesional de los 12 peloteros cubanos señaló: “Va a ser muy difícil que todos puedan obtener un contrato profesional al menos con una organización de Grandes Ligas, pero quizás también puedan hacerlo en otras ligas”. 

No obstante, “entre cinco o seis sí tienen bastante talento para ser contratados por organizaciones de grandes ligas”, detalló. 

Para Romero, a menos que el régimen cubano promueva “un cambio drástico” de su política deportiva, que profesionalice sus ligas y adopte un nuevo modelo de ejercicio deportivo diferente al actual ―para que los jugadores tengan más remuneración económica y “una motivación extra para no emigrar”― el éxodo masivo de deportistas continuará.

Sin embargo, el entrevistado cree que el béisbol cubano “no cambiará mucho más de lo que lo ha hecho ya”: el régimen de la Isla “implementó “una política de contratación en el exterior, pero solo para los jugadores que tuvieran realmente el talento de hacerlo, un 15 o 20% de la generalidad. Todos esos talentos que quedan (…) van a caer en la desmotivación y lo que van a hacer es buscar emigrar”, concluyó.

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Recordando a Kid Gavilán

Kid Gavilán Cuba

Kid Gavilán Cuba
Kid Gavilán. Foto tomada de Internet

MIAMI, Estados Unidos.- Gerardo González, conocido mundialmente como Kid Gavilán’, está considerado uno de los mejores pugilistas latinos de todos los tiempos y entre los grandes pesos welters de la historia.

Su nombre, que está escrito con letras de oro en los anales del boxeo profesional, fue borrado para las nuevas generaciones de cubanos por el régimen de Fidel Castro cuando decidió marcharse del país por sus creencias políticas y religiosas.

Nació en Berrocal, Camagüey, el 6 de enero de 1926. Durante sus primeros años de juventud trabajó en las plantaciones de azúcar y combinaba en los ratos libres con la práctica del boxeo.

Fue un púgil técnico y agresivo que no daba ni pedía tregua a sus rivales. Famoso por su golpe de “bolo punch’’, una combinación entre el gancho y el uppercut.

A los 17 años fue firmado por un club de La Habana y en la capital cubana se le comenzó a llamar “Cuban Hawk’’ (El Gavilán Cubano).

Su debut profesional ocurrió en 1943 derrotando a su compatriota Antonio Díaz, y en 1947 se convirtió en campeón cubano welter venciendo por nocaut a José Pedroso.

Después de 14 peleas en la Isla, viajó a México y derrotó a César Jiménez, para luego dar el salto a Estados Unidos en busca de la fama y la gloria.

Su primera pelea ante peleadores estadounidenses ocurrió el primero de noviembre de 1946 superando a Johnny Ryan, en Nueva York.

Derrotó a varios rivales de prestigio incluyendo a Ike Williams, Tommy Bell, Rocky Castellani, Jack Beau y Laurent Dauthuille, que le abrieron las puertas para medirse por la corona mundial frente a Ray “Sugar’’’ Robinson, considerado por muchos expertos como el más grande pugilista libra por libra de la historia.

Se enfrentó a Robinson en dos peleas sensacionales, perdiendo ambas por decisión. La primera en diez asaltos, el 23 de septiembre de 1948, ante 15 413 aficionados en el Yankee Stadium, en el Bronx, Nueva York. La segunda, el 11 de julio de 1949, en el Municipal Stadium de Filadelfia, con una concurrencia de 27 805 fanáticos.

La corona mundial le llegó a Kid Gavilán cuando Robinson dejó vacante su título welter en busca del mediano. Ocurrió el 18 de mayo de 1951 superando por decisión en 15 asaltos a Johnny Bratton en el Madison Square Garden, el principal escenario boxístico de la época.

Después de ganar la corona welter la defendió en varias ocasiones, incluyendo ante Billy Graham el 29 de octubre de 1951 donde afianzó su reinado.

En 1952 dispuso de Gil Turner y luego de Bobby Dykes, el 4 de febrero en el Miami Stadium, ante 17 000 fanáticos.

La victoria por decisión ante Dykes en Miami marcó la primera vez que un boxeador blanco y otro negro se enfrentaran en esta ciudad, que en ese momento enfrentaba problemas raciales.

En 1953 retuvo su corona ante Chuck Davey, Carmen Basilio y el propio Bratton, siendo elegido el mejor Boxeador del Año por la Asociación de Escritores de este deporte y seleccionado por la prestigiosa publicación Ring Magazine entre los 26 más grandes pugilistas de la historia.

Gavilán intentó conquistar el cetro mediano perdiendo por puntos ante Carl Bobo Olson, en 1954. En octubre de este mismo año cedió el cinturón welter frente a Johnny Saxton en un polémico combate donde para muchos aficionados y expertos Gavilán mereció la victoria.

Después de la pelea con Saxton circularon rumores que antes de tocar la campana del primer asalto le informaron a Gavilán que estaba obligado a noquear para ganar, al estar el combate arreglado por la mafia.

Luego de este revés, se inició el declive del cubano al perder más combates que victorias. Su última pelea fue el 18 de junio de 1958.

Kid Gavilán es uno de los pocos púgiles de la historia en no ser noqueado en su carrera. Tuvo tres managers: Fernando Valido (quien le puso el apodo Gavilán), Angel López y Yamil Yade. Sus entrenadores fueron Ray Arcel, Charley Goldman y Mundito Medina.

Terminó con récord de 143 peleas celebradas, ganando 107 con seis empates y 30 derrotas. La mayoría de sus reveses ocurrieron en las postrimerías de su carrera cuando había perdido parte de sus habilidades boxísticas.

Su esposa se llamó Leonor y la pareja tuvo una hija a la que le pusieron Victoria. Después de su retiro, Kid Gavilán se unió a la religión “Testigos de Jehová’’, lo que provocó que fuera arrestado en varias ocasiones por el régimen de Fidel Castro. Por dicha razón tuvo que marcharse de su patria y residir en Estados Unidos.

Fue elegido para el Salón de la Fama del Boxeo Internacional en 1990 y en febrero del 2008 fue seleccionado por la Revista Ring como el tercer mejor peso welter de la historia.

Murió el 13 de febrero del 2003, en Miami, y fue sepultado en el Cementerio Mercy. En 2005, la Asociación de Veteranos del Ring, que incluía a figuras como Angelo Dundee, Roberto Durán, Emile Griffith, Ray Mancini, Leon Spinks y Mike Tyson, pagaron para mover sus restos a otra sección del cementerio en un Memorial en honor a su contribución a este deporte.

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Campeonato Mundial de Boxeo: otro revés del deporte cubano

Cuba; Boxeo;

Cuba; Boxeo;
Julio César La Cruz obtuvo la medalla de bronce (Foto: CubaSi)

LA HABANA, Cuba. – Algunos entendidos en materia de boxeo aseguraron que varias de las victorias de los púgiles cubanos en los Juegos Panamericanos de Lima se debieron a las malas decisiones de los jueces y no a la calidad mostrada sobre el cuadrilátero.

El criterio se ha visto reforzada tras la actuación de los pugilistas antillanos en el recién finalizado vigésimo Campeonato Mundial de Boxeo, celebrado en la ciudad rusa de Ekaterimburgo. Los peleadores cubanos llegaron a la cita con el propósito de retener el primer lugar por países conquistado en el certamen anterior, que tuvo lugar en Alemania, donde alcanzaron cinco medallas de oro y dos de plata.

Sin embargo, ahora, en Rusia, el panorama se presentó bien distinto para los boxeadores de la isla. Aunque salieron de Cuba con el propósito de presentar un equipo completo -fueron ocho las divisiones pactadas para el evento-, llegaron a Ekaterimburgo con siete peleadores, ya que el superpesado José Ángel Larduet abandonó la base de entrenamiento que los cubanos realizaban en Alemania como preparación para este certamen mundialista, actitud censurada por los directivos de la Federación Cubana de Boxeo, que reprobó el hecho.

Ya en el plano competitivo los representantes de Cuba fueron cayendo paulatinamente. Yosbany Veitía, Erislandy Savón, Roniel Iglesias y Arlen López  resultaron eliminados antes de la discusión de las medallas. No obstante, al quedar tres boxeadores en competencia -Andy Cruz, Lázaro Álvarez y Julio César La Cruz- los directivos del equipo vaticinaron que los todos obtendrían medallas de oro. De esa forma, aun sin igualar la actuación de Alemania 2017, la isla podría encabezar el medallero por países.

Pero en la discusión de las medallas fue otra la realidad. Julio César La Cruz, a quien la propaganda cubana calificaba casi de invencible, y al que le pronosticaban su quinta medalla de oro en estas citas, perdió en semifinales y tuvo que conformarse con el metal bronceado. Por su parte, Lázaro Álvarez obtuvo la medalla de plata al ser derrotado en su pelea final.  Únicamente Andy Cruz alcanzó la medalla de oro en su división.  Así, con el balance final de una medalla de cada color, la representación cubana descendió al cuarto lugar por países, superada por Uzbekistán (3-1-1), Rusia (3-0-1) y Kazajistán (1-1-4).

Sin dudas, esta actuación del boxeo -llamado por los medios oficialistas como “el buque insignia del deporte cubano”- es un síntoma nada alentador para las aspiraciones de la isla en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.  En las pasadas olimpiadas de Río de Janeiro 2016, el boxeo encabezó el medallero cubano con tres títulos de oro, uno de ellos conseguido por Robeisi Ramírez, quien abandonó la isla con posterioridad. Lo sucedido ahora en Ekaterimburgo pudiera ser un presagio de lo que acontezca en la capital nipona.

A lo anterior se añaden las pobres actuaciones de los deportistas cubanos en los recientes campeonatos mundiales de lucha y judo, otros dos de los deportes en los que generalmente cifran sus esperanzas los jerarcas del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).

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