TripAdvisor, The New York Times y la propaganda engañosa

La Habana,Cuba.- Si en 2022, basándose en los criterios de los usuarios de la página, TripAdvisor no fue nada generosa con el destino Cuba, este año, evidentemente sin razones que avalen el cambio de opinión, se excedió en “generosidades” al otorgarle el primer puesto en la categoría “Destino de Moda”, de los premios Travellers´Choice 2023.
Y es que algunas de las recomendaciones del portal a los turistas se tornan altamente cuestionables, sobre todo esa de invitar a “deambular por las encantadoras calles de La Habana” que, por las explosiones inexplicables y los derrumbes, quizás clasifiquen entre las más peligrosas del mundo, por la cantidad de personas lesionadas y fallecidas por causa del deterioro de las edificaciones. Una consecuencia de malas gestiones y el abandono institucionales, que a la vez se derivan de una política de más hoteles y menos viviendas. El bienestar de los habitantes se coloca en último lugar.

Una sugerencia a deambular que pudiera hasta clasificar como “propaganda engañosa”, y sabrá quien conozca de leyes si hasta terminar en demandas judiciales. En tanto ha llegado acompañada de fotos desactualizadas y manipuladas de una ciudad que ya no es ni la sombra de lo que fue incluso hace 30 años atrás, en plena hambruna de los años 90, cuando ya la destrucción y la miseria eran la marca distintiva de esa que alguna vez estuviera, antes de 1959, entre las más prósperas capitales del planeta.

TripAdvisor debiera actualizar su archivo de instantáneas con cualquiera de las imágenes que hoy, en una búsqueda de pocos segundos, encontraría en las publicaciones de cualquier medio de prensa, oficialista o independiente, e incluso en las denuncias que a diario circulan en las redes sociales, de personas verdaderamente aterradas con la posibilidad de perecer por el desplome de sus viviendas.

Incluso, sin necesidad de retribución alguna, pudiera cederle unas cuantas de las que a diario capturo con mi teléfono, solo con la esperanza de que puedan servir de alerta a quienes, después de leer la nota del premio y ver las viejas fotos que usaron, se aventuren de “vacaciones” en la que habría de ser su mayor decepción. Si vienen , que vengan con el mínimo conocimiento de que todo lo que brilla en Cuba, es solo el pan de oro en la cúpula del Capitolio, ¿ok?

El turista totalmente desconocedor de la realidad cubana, y que por tanto acepte la recomendación de TripAdvisor, puede terminar bien enfadado con el sitio web no solo porque, castigado por el azar, su cuerpo o parte de él termine bajo los escombros de un balcón, pared o techo desplomados sino porque, asumiendo que nada grave le sucediera, comprobará que esa “capital colorista” es solo el efecto de un editor de imágenes. Sabrá también que la “generosidad del cubano” es un cliché que ya incomoda a millones de gente enfadada, así como la “vibrante vida nocturna” es la gran tomadura de pelo, porque más allá de las poquísimas opciones, el pésimo servicio y la malísima gastronomía, ni siquiera las calles, más allá del centro turístico, están iluminadas ya por los constantes apagones, o por la falta de luminarias.

Pero sucede que, al parecer, TripAdvisor fue subida al mismo carrito de mercado en el que, de alguna forma que desconocemos pero sospechamos, fue metido, quizás a precio de Black Friday, el The New York Times. Solo así es posible saltarse la objetividad del periodismo para terminar confundiendo la apatía y el aburrimiento que nos consumen con “tranquilidad”, la miseria con “idiosincrasia”, o la destrucción por abandono que causa muertes, incluso de niños y ancianos, con “color local”.

Aunque creo que el mejor método para conocer qué pasa hoy en Cuba no es dar la espalda y dejarla a su suerte, sino verla bien de cerca y escuchar a sus gentes, no desde los hoteles o los “polos de turistas” sino en el mismo lugar donde transcurren sus tragedias cotidianas, me siento en la obligación, como habitante de esta isla en ruinas, de advertir a estos “promotores” ya subidos al carrito y a quienes les sigan en la lista de compras, que tengan mucho cuidado con las “recomendaciones” que hacen. Pueden convertirse en el boomerang que les golpee la cabeza y bien duro.

Más ahora que Rusia, la de Putin, comenzará a asesorar con sus más fuertes “tanques pensantes” al gobierno cubano en asuntos de economía, tecnología y, sobre todo, de “privatización”. Así que pudieran estar muy, pero muy cerca esas pesadillas que pensábamos algo lejanas y cuyo primer paso (hornear la panetela) ha sido dado. Lo siguiente es repartir el pastel. ¿Entre quiénes? Eso lo dejaremos como tarea al The New York Times.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
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