Gobierno cubano concedió círculos infantiles solo al 46,9 % de solicitantes
written by CubaNet | martes, 31 de enero, 2023 7:44 am
MADRID, España.- Durante el curso 2022-2023 se entregaron en Cuba 25 086 capacidades para círculos infantiles, cifra que representa solo el 46,9 % del total (53 447) de solicitudes.
Según dijo al medio oficialista Granma la directora nacional de la Primera Infancia, del Ministerio de Educación (MINED), se priorizaron las madres con dos hijos o más, en correspondencia con la disponibilidad en cada territorio.
La información precisa que en el mencionado periodo las plazas otorgadas se distribuyeron en: Educación, 5 219; Salud Pública, 5 346; Agricultura, 981; Turismo 426; Ciencias, 105; MININT-MINFAR, 2 189; Poder Popular, 1 301; casos sociales, 948; estudiantes, 719; trabajadoras por cuenta propia, 855; y para otros organismos 6 997.
Ante la cantidad de plazas que quedaron por otorgar, el MINED dice que “impulsa una estrategia dirigida a la ampliación de salones dentro de los círculos infantiles y las escuelas primarias, a fin de incrementar capacidades”.
Así como se refiere a la alternativa de casitas infantiles, variante de atención educativa en la modalidad institucional de la Primera Infancia; pero que depende de las condiciones económicas y materiales de los centros laborales, y su posibilidad de destinar recursos para su apertura y mantenimiento, con la asesoría metodológica del Ministerio de Educación.
La pasada semana la periodista oficialista Yadianny María Rojas Pupo denunció a través de redes sociales que se le había negado una plaza de círculo infantil para su hija, a pesar del tiempo que lleva solicitándola “por los canales reglamentarios”.
“Ni siquiera puedo aspirar al derecho que debería tener toda madre trabajadora de este país de contar con una plaza de círculo infantil, cosa que viene siendo ya para muchas una utopía, pero que para mí es indispensable”, dijo la reportera.
Además, aseguró que para cumplir “con su deber de periodista, con lo que consideraba su responsabilidad”, hizo sacrificios; pero llegaba a la conclusión de que no habían valido la pena.
Tras su denuncia pública, finalmente le fue otorgada la plaza del círculo infantil para su hija.
Al compartir el hecho, la reportera agradeció “a todos los amigos que brindaron su apoyo compartiendo la publicación o comentando, y a aquellos que se solidarizaron a través de otros amigos o porque simplemente lo vieron en las redes”.
Niegan círculo infantil a periodista oficialista
written by CubaNet | martes, 31 de enero, 2023 7:44 am
MADRID, España.- La periodista holguinera de televisión Yadianny María Rojas Pupo denunció a través de redes sociales que se le ha negado una plaza de círculo infantil para su hija, a pesar del tiempo que lleva solicitándola “por los canales reglamentarios”.
“Ni siquiera puedo aspirar al derecho que debería tener toda madre trabajadora de este país de contar con una plaza de círculo infantil, cosa que viene siendo ya para muchas una utopía, pero que para mí es indispensable”, dijo la reportera.
La joven relató que para cumplir “con su deber de periodista, con lo que consideraba su responsabilidad”, hizo sacrificios como dejar a su madre sola en una cama del hospital con tratamiento de hemodiálisis o ir a trabajar con su hija en brazos.
“Ahora ratifico lo que yo bien sabía, que no ha valido la pena… ni por muy importante que fuera la noticia, ni por mucho funcionario que estuviera presente, ni por muy necesario que fuera poner la cultura holguinera en la televisión nacional. No vale la pena hacer de tripas corazón para cumplir con la profesión que amas, que desde niña soñaste. No vale la pena ni el más mínimo sacrificio”, dijo decepcionada.
Rojas Pupo denunció también que la última vez que emitió un criterio de insatisfacción a través de redes sociales, relacionado con las pésimas condiciones higiénicas de una sala de puerperio quirúrgico, “sufrió un acoso horrible, aún con su bebé recién nacida en brazos”.
“Se me aconsejó que hiciera uso de los canales correspondientes”, explica, “pero llevo ya varios meses haciendo uso de los canales correspondientes, poniendo al tanto de mi situación a todos los factores involucrados. Sin embargo, la conclusión final la recoge esta carta, que para mí ha sido esclarecedora. Si mi caso no es prioridad para mi Sindicato de Cultura, que es el que yo atiendo como periodista, entonces creo que he equivocado el camino”.
En su publicación la periodista compartió la respuesta a su solicitud para la plaza en el círculo. En la carta se lee: “Se realizó una revisión de documentos donde se comprobó que la promoverte no está en la prioridad de su sindicato”.
Foto: Facebook / Yadianny María Rojas Pupo
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“La mitad de mi salario va para la cuidadora”
written by Laura Rodríguez Fuentes | martes, 31 de enero, 2023 7:44 am
Foto del autor
VILLA CLARA, Cuba.- La sala de la casa de Cecilia es bastante amplia. En una esquina hay dispuesta una caja plástica llena de juguetes, un tobogán en el patio trasero totalmente pavimentado y un baño exclusivo con un inodoro y un lavabo minúsculos. En una taquilla se guardan toallas personalizadas, los cepillos de dientes, y las bandejas de colores con los nombres de cada niño o niña matriculados en su guardería particular.
El cuarto en el que duermen la siesta los menores está climatizado con un Split de una tonelada, y las paredes están ambientadas con pegatinas de dibujos animados foráneos. “Si quieres montar un negocio, tienes que tener las condiciones óptimas”, comenta esta educadora retirada del circuito de los círculos infantiles.
Hasta la fecha, Cecilia Treto dice haber cuidado allí más de cien niños y niñas a lo largo de siete años. “Ahora, con la pandemia, no vamos a aceptar más de ocho, aunque perdamos dinero”, afirma. A instancias de la Dirección Municipal de Trabajo, Cecilia está catalogada como “asistente infantil”, debe abonar 20 pesos mensuales por la licencia, y “mantener las condiciones higiénico sanitarias pertinentes para el cuidado de menores”, porque puede ser visitada frecuentemente por inspectores.
“Yo empecé cuando los círculos eran círculos de verdad”, asegura ella. “Cuando vino el período especial la cosa se puso muy mala, no había condiciones para los niños y eso me daba un dolor tremendo. Los juguetes lindos que habían, aquellos de donación, se rompieron y no hubo cómo reponerlos. Recuerdo que tuvimos que inventar muñecas y carritos con tubos de desodorante. La hora del almuerzo y la merienda era lo más difícil. A veces, la leche llegaba cortada, por la falta de refrigeración, y se sustituía por refresco instantáneo, y el pan muy duro, casi incomible. Además, tenías que lavarlos con agua fría si se orinaban. Ya no se trataba de calidad humana, es que no tenías con qué trabajar mejor. Con el tiempo, muchas compañeras nos fuimos de allí y montamos estos negocios por cuenta propia”.
De acuerdo con cifras publicadas en la prensa oficialista el pasado año, en el país hay construidos 1 122 círculos infantiles, pero solamente se encuentran abiertos 1 085, porque 37 de ellos sufren problemas constructivos. Hace ocho meses, Cubadebate afirmó que habían aumentado a 638 la capacidad de los círculos en el país, cifra ínfima que no se corresponde con la actual necesidad de las madres cubanas. En Villa Clara solamente existen 62 de estas instituciones y una necesidad de más de 100 docentes para cubrir la matrícula, según datos oficiales.
Si bien los propios medios estales han reconocido que las guarderías particulares surgieron para paliar la crisis existente, y que se han otorgado más de 2 mil licencias en el país, los reportajes publicados al respecto apuntan a que “muchas veces carecen del personal calificado para el trabajo con los pequeños de la primera infancia” o que los niños que asisten a estos lugares llegan con menor preparación al grado prescolar. La rutina diaria de Lourdes Delgado, asistente infantil de uno de los también llamados “cuidos” en Santa Clara, contradice el criterio de los medios oficiales. En su negocio también tiene empleadas a una logopeda y a una antigua auxiliar pedagógica de nivel primario.
Fotos del autor
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“Todos los días lo primero que hacen los niños es la gimnasia matutina. Cada uno tiene un expediente en el que anotamos su evolución. Les enseñamos las figuras geométricas, los colores, algunos salen de aquí hasta escribiendo sus nombres antes de tiempo. Mi esposo y yo hemos viajado y les garantizamos juegos didácticos que no se encuentran en Cuba. Solo les permitimos una hora de televisión diaria. La mayoría de las veces, en los círculos infantiles, las maestras no les dan un trato personalizado a cada niño, como hacemos nosotros”.
A pesar de que las condiciones estructurales, humanas y materiales de las guarderías particulares sobrepasan con creces a las de los jardines estatales, muchas madres cubanas no pueden permitirse el pago de 10, 20 y hasta 30 CUC por la matrícula de sus hijos en estos lugares. Patricia Bermúdez es una madre divorciada que solamente gana 395 pesos mensuales como técnico de recursos humanos en una empresa. Para pagar el “cuido” de sus dos niños pasa la noche elaborando pudines de pan para vender en su propio centro de trabajo.
“Me han dicho que se priorizan a las madres con dos hijos, pero no me ha llegado nada todavía. Una amiga me dijo que el círculo se puede resolver por la izquierda, pagando bastante dinero o con una palanca. Además, después tienes más posibilidades de que te asignen un seminternado cuando empiecen prescolar”.
Según las madres entrevistadas, en la mayoría de las guarderías particulares exigen, además de los 250 pesos mensuales, un tubo de pasta dental cada dos o tres meses, papel sanitario o toallas húmedas, pañales desechables para la hora de la siesta y el almuerzo diario cocinado, o bien una asignación de granos, huevos y cárnicos para ser preparados por la propia cuidadora, aunque no está permitido a instancias legales que sean ellas quienes elaboren los alimentos.
El almuerzo de un círculo infantil cubano está compuesto, generalmente, por arroz, sopa y algún plato fuerte como huevo o embutido. También puede incluir algún postre y un vaso de leche o yogurt. “Algunos aprenden a comer de todo, hasta piedra”, dice Yamilka, ex auxiliar de una de estas instituciones que se pasó al sector privado para mejorar económicamente. “Otros son más melindrosos y tienes que obligarlos. Es lógico, porque la comida casi no tiene sazón. Si te digo la verdad, muchas madres han sacado a los niños de los círculos y se los han llevado para un cuido. Eso lo viví en carne propia. Está visto y comprobado que las cosas privadas siempre tendrán mejores condiciones que las estatales. Los privilegios cuestan”.
El círculo también se compra
Los propios medios oficialistas han reconocido que la disminución de las plazas para madres trabajadoras y el deterioro administrativo y del personal pedagógico de los círculos infantiles ha contribuido en los últimos años a la proliferación de las guarderías privadas.
La diáspora de educadoras hacia el negocio cuentapropista ha sido uno de los detonantes de que la demanda supere con creces a la oferta disponible. Para tener el acceso a un círculo infantil en Cuba, las madres deben llenar una planilla de solicitud desde el mismo centro laboral y mantenerse a la espera de que el caso sea evaluado y asignado de acuerdo a la capacidad de cada municipio.
Fotos del autor
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Para que el infante sea acogido debe saber caminar, tener más de 11 meses y, una vez admitido, las familias deben abonar cerca de 40 pesos mensuales en dependencia del porcentaje salarial que se perciba por cada padre o tutor. Las trabajadoras de los sectores de Salud y Educación se supone que sean las priorizadas para el otorgamiento de dichas plazas.
Sin embargo, una madre santaclareña que pide el anonimato y que trabaja como dependienta en una unidad gastronómica con un salario de menos de 500 pesos asegura que recientemente le propusieron “comprar la entrada” de su hija al círculo infantil. Según revela, le dijeron que podía costar entre 100 o 150 CUC, porque había que repartirlo entre varios actores del proceso.
Tras el confinamiento, la mayoría de las madres cubanas debieron quedarse en casa al cuidado de sus hijos. Algunas, percibieron solo el 60 por ciento de su salario mensual. Inés María, enfermera de un consultorio, ha esperado por un año a que le den una respuesta convincente sobre el caso de su hija, que también asiste a una guardería particular. Durante estos tres meses tuvo que dejar el trabajo para quedarse en casa a tiempo completo.
“La última vez que fui a quejarme me dijeron que, aunque estoy en la lista, primero tenían que priorizar a unas madres que forman parte del personal de limpieza de salud pública, porque eso era imprescindible. No discrimino a las limpiapisos, pero ¿cómo me van a decir que siga esperando? Prácticamente me quedo a fin de mes con menos de 300 pesos para vivir. La mitad de mi salario va para la cuidadora. Estoy trabajando para que cuiden a mi niña”.
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Madres cuentapropistas en Alamar, las últimas de la cola
written by Ernesto Carralero Burgos | martes, 31 de enero, 2023 7:44 am
América Latina, uno de los establecimientos cerrados (foto del autor)
Círculo infantil Maquinita Dorada (foto del autor)
Puesto de mando del Polo Alamar, residencias para militares a cargo del MININT (foto del autor)
Obra Polo Alamar II (foto del autor)
Edificios para militares en construcción (foto del autor)
LA HABANA, Cuba.- El reparto de Alamar, en el municipio Habana del Este, presenta deficiencias en su sistema de círculos infantiles. Los hijos de padres cuentapropistas se encuentran al final de la lista de espera para el otorgamiento de plazas.
Con más de 90 000 habitantes, conseguir una matrícula se ha vuelto una tarea difícil para muchos padres. Se cuenta con 15 círculos infantiles y dos de ellos, Pequeña Ita y América Latina, han sido cerrados por el gobierno, que alega “mal estado de la construcción”. Aunque la situación de estos contrasta con otros círculos como Maquinita Dorada, que se encuentran funcionando en pésimas condiciones.
Aquellos que permanecen abiertos no dan abasto para suplir la demanda por falta de personal.
El orden de prioridades establecido por el gobierno sitúa ,en orden descendente, a los hijos de padres que trabajen en educación, medicina e instituciones militares. Los cuentrapopistas se encuentran al final de la lista.
Daniela, vendedora ambulante, comenta: “¿Por qué los hijos de los militares tienen prioridad sobre los míos? Si te pones a ver yo sí aporto algo a este país. Produzco dinero. ¿Qué hacen ellos? Limpiar fusiles y marchar.”
La construcción de una urbanización a cargo del Ministerio del Interior en la localidad causa preocupación a muchos padres cuentapropistas.
Paula, dependienta de una cafetería, dice: “Tengo casi un año de espera para que inscribir en el círculo infantil a mi hijo. Yo pago licencia y con eso debieran dárselo pero dicen que no hay espacio. Para colmo están construyendo edificios para los militares, eso significa que vendrán más niños. A ellos le dan prioridad, así que lo más probable es que me pase otro año esperando.”
En el Polo Alamar, una urbanización a cargo del Ministerio del Interior, pretenden construir 195 viviendas para los militares. Hasta el momento se han terminado 15 edificios, que ya se encuentran habitados, otros 15 están en fase de construcción. Muchos padres protestan ya que, aunque se aduce falta de materiales para reparar los círculos infantiles, la construcción militar no se ha detenido en ningún momento. El puesto de mando de la construcción se encuentra en funcionamiento todo el día y detrás del cartel de ZONA MILITAR pueden mirarse sacos de materiales entrando y saliendo. También la mano de obra esta disponible ya que el MININT esta utilizando presos para construir la residencia militar.
Un funcionario del Ministerio de Educación en la Habana del Este declaró bajo anonimato: “La gente esta preocupada y con razón. Ahora la cosa se enreda más porque los militares son prioridad. Se considera que ellos están desempeñando funciones de primer interés para la defensa nacional así que sus matrículas son las primeras y tienen que estar listas en cuanto las pidan. Al final tenemos que meterlos aunque no tengamos espacio en los círculos”.
Naylin, cuentapropista, dice: “A mí me lo dijeron a la cara en el Ministerio (de Educación), los cuentapropistas estábamos en lo último de la lista. Ahora tienen que otorgarle un círculo infantil a los hijos de los militares. Yo pensaba que en este país todos éramos iguales. Pero resulta que a ellos le dan casas y círculos infantiles. A mí lo único que me da el Gobierno son multas, esas sí me las dan abundantemente, como si fueran agua”.
El funcionario de Educación anteriormente citado comenta al respecto: “Los cuentapropistas están al final de la lista y eso es un hecho. No es que sea una resolucion sólo para Alamar, es una resolución nacional. El problema es que aquí se está dejando ver porque tenemos mucha escasez de círculos infantiles. La falta de personal es tan crónica que cerramos dos círculos, pero como no se quiere reconocer el problema dijimos que tenían problemas constructivos”.
Otra funcionaria del Ministerio de Educación dice: “El problema es el mismo de siempre, los salarios. Una educadora cobra 575 pesos si es licenciada. Casi todos los círculos infantiles de Alamar están funcionando de puro milagro. Por ejemplo, el Ministerio tiene una resolución, la número 5, que dice que en segundo año sólo pueden haber 6 niños por educadora. Se supone que son pequeños y necesitan mucho cuidado. En la práctica eso se viola todos los días así que tienes una sola educadora para 20 niños. Simplemente no tenemos personal”.
La mayoría de las educadoras han comenzado a emigrar a las casas cuidadoras privadas donde pueden cobrar como mínimo 60 CUC al mes.
Julia, educadora entrevistada, comenta: “Era demasiado. Llegué a atender 26 niños yo sola. Imagínate que tenía que pedirle ayuda a la muchacha de limpieza. Si dos niños empezaban a fajarse enseguida estallaba el globo. Porque empezaban algunos a llorar y otro a preguntar por su mamá. No puedes con tantos al mismo tiempo, uno es humano. A eso súmale el salario que yo tenía, 450 pesos, y las visitas de control que en Educación son una tortura. Al final conseguí trabajo de cuidadora en una guardería privada. Tengo que viajar todos los días a La Habana pero me pagan mejor y estoy en mejores condiciones”.
La polémica de los Círculos Infantiles privados
written by Ernesto Aquino | martes, 31 de enero, 2023 7:44 am
Esta es la imagen oficialista de los círculos infantiles, sin embargo, la realidad puede ser muy distinta (foto tomada de internet)
LA HABANA, Cuba.- Las guarderías privadas son objeto de constantes debates. Algunos especialistas de la psicología, que han trabajado profesionalmente el tema, consideran más conveniente el cuidado en centros atendidos directamente por el estado.
El Licenciado Irenaldo Castellano Gondre, Máster en Psicología Clínica, opina que “las instituciones estatales cuentan con mayores recursos y personal calificado para asumir este tipo de actividad”.
Castellano Gondre, de 40 años de edad y 18 de experiencia profesional, señala que “toda persona que se dedique profesionalmente al cuidado de niños debe haber sido bien entrenada, y poseer conocimientos de pedagogía, psicología, y medidas higiénico-sanitarias, además de estar familiarizada con la metodología aprobada por el Ministerio de Salud Pública para el aprendizaje por edades”.
El Máster en psicología clínica considera que “existen trabajadoras privadas que se dedican al cuidado primario porque es una forma de ganar dinero, pero carecen de entrenamiento y vocación, aunque eso no signifique que no se produzcan irregularidades en centros supervisados por el estado; en definitiva, donde interviene la criatura humana no pueden descartarse los errores”.
Sin embargo, algunas profesoras de preescolar que fueron consultadas, y que evitaron identificarse para “no comprometer” su trabajo y haciendo declaraciones a la prensa independiente, confesaron que “un número considerable de niños que provienen de guarderías particulares llegan al preescolar con mejor educación formal, son más disciplinados y están mejor instruidos que los que han asistido a Círculos Infantiles estatales”.
“No todo es blanco y negro”, comenta una profesional de la salud que laboró durante 25 años inspeccionando centros escolares, Círculos Infantiles y guarderías privadas. “Si consideramos los recursos materiales, profesionales y legales con que cuenta el estado para garantizar un rendimiento de calidad, tenemos que admitir que el servicio que ofrece deja mucho que desear”.
Algunos ejemplos parecen confirmar que la calidad del trabajo privado muchas veces supera con creces las asistencias estatales. Tal es el caso de la guardería infantil “Lolita”, ubicada en Calle Buenaventura, municipio 10 de Octubre.
Conversamos con su propietaria, la señora Eloína Samón Vázquez, de 74 años, quien lleva 44 como cuidadora de niños. Algunos de los pequeños que están bajo su cuidado “son hijos de padres que asistieron también a esta guardería infantil”.
Según el testimonio de Samón Vázquez, “en estos momentos el círculo tiene una matrícula de 15 niños que son atendidos por dos auxiliares, Maysú Mesa López, de 19 años, y Dayana García de la Puente, de 23, a quienes les pago un salario mensual de 600 pesos (unos 24 dólares); además, cuento con el apoyo de mi hija, Mercedes Quile Samón, que también se ocupa del cuidado y la enseñanza de los pequeños. En total somos cuatro personas para atender a los niños”.
Eloína Samón Vázquez administra una pequeña guardería privada (foto de Ernesto Aquino)
Indagamos sobre la preparación profesional que respalda la labor que ellas realizan, a lo que respondió Samón Vázquez: “Todo nuestro conocimiento es empírico. Lo hemos adquirido sobre la marcha. Pero fíjate, llevo 44 años cuidando y educando niños de uno a cinco años y jamás he tenido una queja de los padres, ni han existido problemas entre las personas que conforman el equipo de trabajo”.
Maysú Mesa López, una de las auxiliares, explica que “en este Círculo se promueven los hábitos de estudio, no solo en los niños, sino en los adultos que tenemos la responsabilidad de cuidarlos. Nos informamos sobre metodología del aprendizaje, consultamos manuales de pedagogía infantil, y otros textos relacionados con el tema.
Por su parte, Mercedes Quile Samón, de 54 años, asegura que “somos muy rigurosos con los requisitos para la admisión. Cuando los niños son aceptados, sus padres tienen que traer el chequeo de salud realizado a los niños en la policlínica; luego, se inscriben mediante una planilla con sus datos de identidad para llevar un control personalizado. Nunca suministramos a los niños ningún tipo de medicamento, aunque a los que tienen que seguir un tratamiento médico –y siempre a solicitud de sus padres– los atendemos según las indicaciones médicas orientadas en el método”.
Dayana García de la Puente, la joven auxiliar de 23 años, destaca la seguridad que disfrutan los pequeños. Según nos dice, “los niños tienen su área de juegos, su espacio para las horas de sueño, un pantry con refrigerador para la elaboración y manipulación de sus alimentos y un comedor independiente, y nunca tienen contacto con los adultos que visitan la casa ni se les permite relacionarse con personas ajenas a su cuidado”.
Sobre el pago de la licencia, la señora Samón Vázquez paga 80 pesos al mes por la licencia al mes, y el pago por niño es de 250 pesos mensuales. El primer mes –“de adaptación”, como lo describe la educadora– los padres no tienen que pagar; “además, cuando algún niño falta por enfermedad se le hace un descuento”, detalla Eloína.
Una auxiliar pedagógica que lleva seis años laborando en un Círculo Infantil nos proveyó alguna información a cambio de que protegiéramos su identidad.
La joven de 28 años, comentó: “En Cuba las cosas funcionan mal porque las prioridades del gobierno siempre son políticas. Hay mucha gente que quiere hacer las cosas bien, pero los que tienen el poder no se lo permiten. Aunque en el Círculo donde yo trabajo, la verdad es que la alimentación de los niños y la higiene son buenas”.
“El problema grande es con el personal, que no se siente económicamente estimulado y se marcha en busca de empleos mejor pagados; además, el trabajo se hace muy agotador. Una Educadora y una auxiliar tienen a su cargo entre 15 y 18 niños, y cuando las demás educadoras salen de vacaciones una ‘seño’ (cuidadora) se tiene que ocupar de todos los salones (aulas). En mi Círculo hay seis salones y cada uno tiene 30 niños, ¡Imagínate la locura!”
Según el testimonio de la joven auxiliar, “la capacitación se ha convertido en otro de los problemas críticos. “Cuando yo estudié la carrera eran dos años para graduarte, y en esos dos años recibí una sola clase de psicología infantil. Ahora el curso para auxiliares se redujo a tres meses. Yo no sé por qué critican tanto la profesionalidad de las educadoras y auxiliares particulares cuando muchas de ellas, aunque no sean graduadas de escuelas especializadas, están mejor preparadas que nosotras”.
“Podría pagarle a una cuidadora particular pero no me alcanza el salario”
written by Pablo González | martes, 31 de enero, 2023 7:44 am
Entrada a círculo infantil estatal (foto del autor)
LA HABANA, Cuba. -Muchos padres cubanos están indecisos en cuanto al cuidado de sus hijos pequeños durante la jornada laboral. Pueden internarlos en un círculo infantil estatal desde las 7:00 am hasta las 6:00 pm, pero estos lugares no cuentan con las condiciones necesarias para sus cuidados. Además, el descontento de las educadoras, provocado mayormente por los bajos salarios, es notable y repercute directamente en el bienestar y educación de los niños.
Por otro lado, las cuidadoras particulares cobran unos 25 dólares mensuales, cifra que significa más del 100% del salario promedio en Cuba. El cuidado a bebés lactantes cuesta hasta el doble de esta cantidad.
CubaNet realizó entrevistas a madres, educadoras de círculos infantiles estatales y cuidadoras por cuenta propia. Mara Bernal, madre de un niño que acaba de cumplir un año nos comenta:
“He estado dos años sin trabajar. Hice un embarazo difícil y tenía que estar de reposo. Después de nacido mi bebe, me acogí a ley de un año de licencia. El gobierno cubano no da opciones para el cuidado de menores de 1 año. En los años 90s retiraron las salas de lactantes de los círculos infantiles. El país no contaba con recursos económicos para mantenerlas. Los bebés requerían de una alimentación y cuidado especial. Ahora que mi niño tiene 1 año, no sé con quién lo voy a dejar. En el círculo infantil sé que no me lo van a cuidar bien. No tienen ni siquiera papel sanitario. Tienen que dormir en catres hechos de lonas con mucho calor. Podría pagarle a una cuidadora particular pero no me alcanza el salario”
Rita Calderón, que tuvo su niña en un círculo estatal hasta los 3 años, dijo:
“No dejan a los padres facilitar pañal desechable a sus hijos. Dicen que para no hacer diferencia con niños que no tienen esa posibilidad. Todos los meses hay que llevarle regalos a las educadoras para mantenerlas contentas. Así tratan bien a tu hijo. El almuerzo casi siempre es sopa. La carne una vez a la semana y poca. El postre es pan con azúcar. Tienen indicado almorzar sin ayuda de adultos. Los niños de 2 años pasan mucho trabajo y quedan mal alimentados. A los círculos infantiles no traen sazones. Los propios padres tienen que conseguirlos para darle sabor a la comida.”
Basado en las opiniones de estas madres, la situación en los círculos infantiles del Estado es precaria, tanto para las madres, como para las educadoras y los niños. Muchos padres prefieren pagar más de lo que ganan en un mes para dejar su niño al cuidado de un particular.
Una educadora del círculo “Jorge Dimitrov” ubicado en el pueblo de Wajay, Boyeros, que no quiso revelar su nombre, y lleva más de 20 años ejerciendo esa profesión, nos cuenta:
Niños duermen la siesta en casa de cuidadora particular (foto del autor)
“En Cuba los círculos infantiles están en crisis, lo han estado siempre. Yo soy educadora desde los años 90, cuando todavía existían salas para lactantes. Fueron quitadas porque no había condiciones para el cuidado especial que lleva un lactante. Siempre me he preguntado: ¿Acaso un niño de 2do año de vida no requiere de cuidados especiales también? Los más pequeños se pasan casi todo el tiempo mojados porque no hay pañal desechable. Sufren mucho calor a la hora de tomar la siesta, sin ventilador. Lloran casi todo el tiempo. Los juguetes son de cartón confeccionados por las educadoras con sus propios medios. Nadie quiere este trabajo por su alta responsabilidad y mala remuneración, pero la necesidad de personal hace que acepten a cualquiera. Yo me vi sola con cuarenta niños, los tenía que sentar en forma circular y cantarle canciones infantiles para entretenerlos. Eran tantos que no podía dejar que se levantaran de su silla para nada. Supuestamente, el reglamento del círculo no permite más de 7 niños por educadora.”
Muchos padres han optado por las cuidadoras particulares, aunque no están calificadas para hacer el trabajo. Casi todas son personas mayores, ya jubiladas que, lo hacen por pura necesidad. Sin embargo, muchos padres dejan confiados a sus hijos y pagan lo que no tienen con la idea de que estén mejor cuidados.
Una cuidadora, que trabaja sin licencia en su casa y que prefirió el anonimato, dijo:
“Los padres traen a los niños por la mañana, con su almuerzo en pozuelos plásticos. Ellos saben que no tengo mucho espacio para que jueguen. Paso trabajo para acostarlos porque la casa es pequeña, pero son pocos niños. A las cuidadoras particulares el Estado no permite cuidar más de 6, pero no tengo licencia de tutora. Si lo hago por las vías legales se me complicaría el negocio. Tendría que sobornar a los inspectores. Gano siete veces lo que gana una educadora de circulo infantil y soy una de las que menos cobra.”
Los padres prefieren pagar por el cuidado de sus hijos
written by Reinaldo Emilio Cosano Alén | martes, 31 de enero, 2023 7:44 am
Círculo Infantil de Guanabo (Foto Cosano Alén)
LA HABANA, Cuba -El edificio del círculo infantil “Caballito Blanco”, en calle 110, entre 35 y 37, municipio habanero de Marianao, se encuentra en muy malas condiciones. Dayana de León Lugo, de 28 años, vecina de la zona, expone:
“Tuve la dicha de pasar allí mis primeros años. Era una de las mejores guarderías del municipio. Hoy causa tristeza. El Ministerio de Educación no se ocupa de rescatarla y perjudica su buen funcionamiento, lo cual influye en el ánimo de los trabajadores. Conozco del disgusto de maestras y asistentes”.
El inmueble, construido hace treinta años, tiene tres plantas: “Próximo a la entrada está el parque, que tenía aparatos para diversión de los niños. Tenía dos aulas para infantes de 4 y 5 años, enfermería, cocina, comedor para trabajadores, baños para adultos y para infantes, con peine, cepillo dental y toalla de cada niño. Había un aula de lactantes, otras dos para niños de dos y tres años y un cubículo de la cátedra de música. Nunca olvido una fuente muy bonita en el pasillo, donde jugábamos con nuestras maestras o escuchábamos cuentos. En el tercer piso había aulas, lavandería y un pequeño huerto donde sembrábamos, como parte de nuestra educación”.
Hoy desaparecieron el aula de lactantes, la cátedra de música y los instrumentos musicales, la fuente, la lavandería, el huerto, y el parque no funciona. Y agrega Dayana: “Ha decaído la calidad del aprendizaje y la preparación integral de educadoras y auxiliares. Algunas proceden de escuelas de oficios o que terminaron el noveno grado, preparadas de prisa. Algunas a veces no tienen paciencia con los niños, les gritan”.
Otro círculo infantil, “Coralitos del Este”, en Séptima Avenida-B y calle 482, Guanabo, Habana del Este, exhibe un parecido abandono. El segundo piso está desactivado por filtraciones del techo y por pérdida de puertas y ventanas. Hay quejas de madres cuyos niños no reciben la alimentación adecuada, en calidad y cantidad.
Círculo Infantil de Marianao (Foto Cosano Alén)
Edelmis Olano Fernández, de 32 años, residente en Guanabo, electricista con dominio de electrónica y otros oficios, ocupó la plaza de Operario de Mantenimiento: “Trabajé tres meses recogiendo el pan en la panadería y chapeando yerba de los alrededores. El Estado no situaba ni un tornillo o una bisagra para asegurar puertas desprendidas. No había con qué trabajar y como el salario era muy bajo, renuncié”.
Allí también, por incapacidad estatal, desaparecieron las salas de lactantes. Solo reciben párvulos de tres años en adelante, siempre que la madre sea trabajadora y haya capacidad.
En cambio, frente a la ineficiencia de los Círculos Infantiles estatales, se alzan las casas de las Cuidadoras de Niños, legalmente autorizadas desde la apertura al trabajo por cuenta propia, en 2008. María, una madre, nos cuenta:
“Tengo a mi niño al cuidado de Nila y otras cuatro auxiliares, en la vivienda situada en Carretera de Jústiz, Guanabo. Hay trece niños. No admiten más para no perjudicar la atención especializada. Igual que en los círculos, exigen análisis clínicos antes de admitirlos. Los alimentos quedan a cargo de los progenitores. Los entregan en la mañana, al llevar al niño. La elaboración corre a cargo de Nila y sus empleadas. Para no crear diferencias entre niños, a la hora de alimentarlos, reciben igual menú diario, incluido meriendas”.
En esta casa de Cuidadoras de Niños, el horario es de 7 am a 5 pm. Los pequeños juegan como parte de la formación educativa con juguetes de la casa o propios, escuchan cuentos, realizan otras actividades de aprendizaje, aunque sin politización de la enseñanza.
La iniciativa privada va sin duda por encima de la estatal. Y la diferencia está en la calidad de los servicios. Es cierto que los círculos infantiles son gratuitos, mientras los particulares cobran quince CUC mensuales, un precio que no pueden pagar todos los padres. Pero cada vez son más los que prefieren apretarse el cinto y sacrificar otros gastos, pues se trata de la buena salud física y mental de sus hijos.