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Cerro: reportan tercer derrumbe parcial en ocho días

LA HABANA, Cuba. — Otro derrumbe parcial se produjo en la tarde de este miércoles en el número 1364 de la Calzada del Cerro, entre Saravia y Patria (La Habana). El inmueble afectado fue la casa natal del famoso escritor, poeta y dramaturgo cubano Gustavo Sánchez Galarraga (1893–1934).

El siniestro ocurrió al desplomarse más de la mitad de la columna que soportaba los restos de lo que en su momento fuera el techo del portal de la vivienda, cayendo una parte de los restos del techo para el portal y la columna obstruyendo parte de la avenida.

La columna que sostenía el techo del portal de la casa de Sánchez Galarraga presentaba señales de falla estructural desde hace más de un año y requería una intervención inmediata para evitar un futuro derrumbe.

(Foto del autor)

Una foto a la que tuvo acceso CubaNet muestra la columna formando un arco hacia la vía pública, evidenciando el deterioro avanzado de la estructura. Por desgracia, la falta de intervención en este caso ha llevado a la destrucción casi total de la vivienda.

(Foto del autor)

El derrumbe parcial de la casa natal del famoso escritor Gustavo Sánchez Galarraga, en el consejo popular Cerro, tiene algo que contar: el mantenimiento de edificios históricos es crucial para conservar la memoria y el patrimonio cultural de una ciudad.

Afortunadamente, no hubo reportes de heridos o pérdidas humanas.

Hace ocho días, CubaNet reportó el desplome del balcón de un edificio ubicado en la Avenida Máximo Gómez (más conocida como Calzada de Monte) esquina San Joaquín. Menos de 24 horas después, tras las lluvias, se desplomó otro balcón de otro edificio justo en la misma Calzada de Monte, esquina Infanta, en la céntrica Esquina de Tejas, a apenas a cien metros de distancia.

Tarja de Enrique José Varona a Gustavo Sánchez Galarraga
(Foto del autor)

Gustavo Sánchez Galarraga fue uno de los grandes de la cultura cubana de inicios del siglo XX. Entre sus títulos poéticos más destacados figuran La fuente matinal, La barca sonora y Cancionero de la vida.

Su popularidad aumentó notoriamente gracias a su colaboración con el compositor Ernesto Lecuona, en la que compuso la letra de canciones como María la O y Madrigal.




Salideros y basura: vecinos incómodos del Cerro

Basurero en El Cerro

LA HABANA, Cuba. – Miles de litros de agua a diario se escapan por los salideros del Cerro. Por gravedad, el vital líquido se desparrama más de un kilómetro atravesando las barriadas, hasta caer por algún alcantarillado. Una parte queda empozada en los incontables baches que colman las calles del municipio.

A ellos se unen los múltiples basureros que prosperan en las esquinas, desbordando los pocos contenedores plásticos y camas Ampliroll que existen en los barrios para la recogida de desechos y escombros. En muchos puntos ni siquiera hay depósitos, por lo que las pilas de basura aumentan sobre las aceras y se expanden a las calles, en una zona densamente poblada.

Los salideros cubren numerosas calles del Cerro
Los salideros cubren numerosas calles del Cerro (Foto del autor)

Un problema añejo, sin soluciones a la vista 

Los salideros se remontan unos 30 años atrás. Nativos del lugar aseveran que, desde entonces, entregaron un sinfín de quejas en las oficinas del Gobierno local y en la empresa Aguas de La Habana (AH), pero los trabajos de mantenimiento que se han realizado no solucionan el problema.  

“Algunos salideros llegaron con Cristóbal Colón, y siguen en el mismo lugar, molestando a la misma gente. Lo que hacen no sirve, porque si no es por ahí mismo, revienta por otro punto”, comentó Aimara Alcántara Rodríguez, vecina del Consejo Popular Latinoamericano. Ella estima que, lejos de disminuir, los salideros se incrementan.

A principios de abril, Maroly Guillart Ferrer, subdirectora de Mantenimiento de Acueductos en AH, explicó a la prensa oficial que en enero y febrero la capital promedió entre 3.700 y 3.800 salideros diarios. 

Basurero en el Cerro
Basurero en el Cerro (Foto del autor)

Coincidiendo con la apreciación de Alcántara Rodríguez, la funcionaria de AH confirmó que la empresa solo puede acometer de 120 a 130 acciones por jornada, las cuales, además de contemplar la reparación de salideros, incluyen el mantenimiento a válvulas y cambios de ramales.

Juan Manuel Palacios Fría, trabajador de Acueducto en el Cerro, argumentó en diálogo con CubaNet que la situación es más compleja en los consejos populares Palatino y El Canal, donde los escapes restan potencia a las redes conductoras y, en consecuencia, el abastecimiento de agua a las viviendas sufre afectaciones sistemáticas.

Según Palacios, los ramales que conducen el agua al área contienen al menos 20 tramos ―unos dos kilómetros de tuberías― dañados por salideros y obstrucciones que, a la postre, provocan nuevos salideros.

La mejor solución sería sustituir los tramos afectados, “lo demás es seguir remendando”, refiere Palacios. Pero, “¿cómo hacerlo si no recibimos los medios que se necesitan?”, pregunta, desmarcándose de cualquier responsabilidad en la situación. Al fin y al cabo ―sostiene―, en AH es “un empleado más”.

Los basureros coexisten, como parte del entorno natural, junto a la población del Cerro
Los basureros coexisten, como parte del entorno natural, junto a la población del Cerro (Foto del autor)

Las características del terreno ―añade― disminuyen la posibilidad de cambiar tuberías, pues la red conductora atraviesa la mayoría de los repartos y un alto porcentaje de los ramales se expande bajo los domicilios.

“Vivienda y Planificación Física tienen culpa en todo esto, por permitir construcciones que, aunque después fueron legalizadas, se conectaron a la red de abastecimiento violando todas las normas que existen”, puntualizó. 

Hacia la barriada El Canal, el agua fluye 12 horas en días alternos. Sin embargo, la mayoría de las veces el líquido solo llega un par de horas antes que concluya el horario establecido, con un chorro “muerto” (sin presión) que nada más permite acopiar desde pilas bajas usando envases pequeños.

Los días que corresponde agua, frente a casa de José Luis Mederos Pérez corre un riachuelo que entorpece el acceso a la vivienda. En cambio, hace meses que no cae una gota en los tanques que tiene en alto.  

Basurero en el Cerro
Basurero en el Cerro (Foto del autor)

“A base de cubos recogemos agua para tomar y cocinar, más un tanque de 55 galones que se llena para el baño. Mi esposa va y lava la ropa en casa de su hermana, en Centro Habana, y la casa se limpia cada 10 días. Entonces, el agua también llega sucia y hay que hervirla para tomarla, a cada rato alguien se enferma del estómago”, lamentó Mederos.

Sobre la calidad del agua, Zobeida Ferrán Castellanos amplió que, cada cierto tiempo, tiene que destupir los filtros de los grifos de su casa, debido a la acumulación de “un residuo verdoso”que se asemeja al moho o a partículas vegetales. 

“Hasta sabe mal y apenas se le siente el cloro, es como si no la trataran. Uno nunca se adapta, siempre hay que tener mucho cuidado”, alertó la mujer, quien teme que los no menos cuantiosos vertimientos de aguas albañales puedan penetrar por los salideros y contaminar el agua de consumo humano.

Calle rota por la Empresa Aguas de La Habana, en un intento de arreglar los salideros
Calle rota por la Empresa Aguas de La Habana, en un intento de arreglar los salideros (Foto del autor)

Basureros, la otra pata de la mesa

Al igual que los salideros, hace tiempo que los basureros dan guerra a los residentes del Cerro. En el municipio se vierten unos 6.000 metros cúbicos de basura a diario, según el reporte de un empleado de la Empresa Aurora, encargada de la recogida de desechos, que aceptó conversar con CubaNet bajo condiciones de anonimato. 

De acuerdo con la fuente citada, la proliferación de los basureros tiene como factores comunes la escasez de recursos destinados por el Gobierno al sector y la tendencia enraizada a cometer indisciplinas sociales .

“Muchos recortes… Desbarataron las empresas de comunales y ahora pasa lo mismo con las Aurora. Hay que meterle dinero para que esto mejore, pero sueltan muy poco y encima la gente no cuida nada. En enero sacamos un lote de contenedores plásticos y en menos de una semana ya les habían robado las ruedas y casi todos estaban partidos”, dijo la fuente.

Calle rota por la Empresa Aguas de La Habana, en un intento de arreglar los salideros (Foto del autor)

Para las labores de saneamiento la empresa cuenta con solo dos equipos funcionando: un tractor con carreta y uno de los camiones donados por Japón, por lo que la eliminación de los basureros ocurre en ciclos de siete y hasta diez días.

“Con esto del combustible estamos muy limitados, el tractor casi no puede salir y el camión malamente cubre las principales calles y avenidas. Estamos en crisis”, puntualizó el entrevistado, que también denuncia la falta de guantes, botas y delantales que necesitan los empleados para cuidarse de contraer alguna enfermedad por el contacto con los desechos.

Por esa última causa, fundamentalmente, argumenta que desaparecieron los tradicionales barrenderos que durante la madrugada garantizaban la higiene de la ciudad. “Casi nadie quiere hacer ese trabajo”, acotó.

Mientras tanto, miles de personas conviven con la basura y los vectores como vecinos indeseados. Amarilis Acevedo Curvelo, residente en el Consejo Popular Las Cañas, narra que las cucarachas y los ratones ya se pasean por la calle como si fuera su hábitat natural 

Algunos salideros tienen décadas de existencia, sin que las reparaciones resuelvan el problema
Algunos salideros tienen décadas de existencia, sin que las reparaciones resuelvan el problema (Foto del autor)

 “Párate unos minutos y vigila la basura, para que veas como salen y corren los ratones de un lado para otro. Se te meten en la casa y tienes que esconder lo poco que se consigue de comida, para que no lo manoseen”, comentó Acevedo.

En El Canal, de manera general a casi todos preocupa la mezcla de la basura con las aguas que vierten los salideros, situación que produce arrastre de desechos hasta la puerta de las viviendas que ocupan zonas bajas.

“Alguien tiene que dar la cara y solucionar esto; nos están exponiendo a una enfermedad. No es posible que una para entrar o salir de la casa tenga que obligatoriamente mojarse los zapatos en esa pudrición”, sentenció Mariela Ríos Puentes.




“¡Que la pongan!”: Cacerolazo en el Cerro por más de tres días sin electricidad

apagón, Cerro, Habana

MIAMI, Estados Unidos. – Tras más de 60 horas sin servicio eléctrico, vecinos del consejo popular Cerro, del municipio homónimo, en La Habana, protagonizaron un cacerolazo al ritmo de consignas como “Oye, ¡que la pongan…!”.

El cacerolazo, que duró poco más de media hora comenzó frente a la Escuela Primaria Juan Bruno Zayas Alfonso, ubicada en la calle Agua Dulce, entre Calzada de Diez de Octubre y Buenos Aires.

Los primeros en sonar las cazuelas fueron vecinos de la calle Agua Dulce, entre San Indalecio y San Benigno, la misma zona donde el martes 16 de agosto, tras el apagón que dejó a oscuras toda La Habana, se escucharon gritos de “Queremos libertad”.

Este jueves en la noche, se sumaron al cacerolazo numerosos vecinos desde las azoteas de sus edificios, temiendo la llegada de las fuerzas represivas.

A las 10:05 de la noche, tras el cacerolazo, fue restablecido el servicio eléctrico.

Tras el paso del huracán Ian por la provincia de Pinar del Río, el municipio Cerro quedó sin servicio eléctrico poco después de las 7:00 de la mañana del martes 27 de septiembre, cuando aún la lluvia era persistente y soplaban fuertes rachas de viento.

También en la noche de este jueves ocurrieron protestas en el Reparto Eléctrico y La Güinera, en Arroyo Naranjo, donde mujeres y niños salieron a las calles a exigir el restablecimiento de la electricidad y a denunciar que sus alimentos se habían descompuesto tras más de tres días sin energía eléctrica. 

También se escucharon gritos contra Miguel Díaz-Canel y consignas de “el pueblo unido jamás será vencido” y “Patria y Vida”. 

Luego de los disturbios, se perdió la conexión a internet y se multiplicó la  presencia de patrullas de policías, contra las cuales también se lanzaron gritos de protestas. 

A pesar de restablecido el servicio de manera parcial los cacerolazos y gritos se mantuvieron hasta bien entrada la madrugada en la zona del Reparto Eléctrico y La Güinera.

En la tarde de este jueves, otro grupo de cubanos se reunió en Calzada del Cerro, entre San Pablo y Auditor, La Habana, para protestar y exigir el restablecimiento de la electricidad, luego de varios días sin servicio por los daños ocasionados tras el paso del huracán Ian.

A los gritos de “¡Queremos la luz!” decenas de habaneros mostraron su inconformidad con el apagón masivo que tiene a toda la isla a oscuras desde el pasado lunes.

Otra protesta tuvo lugar cerca del hospital capitalino conocido como La Covadonga, en la que los cubanos protestaban por la falta de servicio eléctrico desde hace cuatro días. Los vecinos de la zona se quejan, según contaron a CubaNet, que han perdido comida que les ha costado mucho comprar.

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Amelia Calzadilla se reúne con autoridades del Cerro: “Nadie le encontró una solución a mi problema”

Amelia Calzadilla, Cuba

MIAMI, Estados Unidos. — Amelia Calzadilla, la joven cubana que denunció dificultades con el servicio de gas manufacturado el pasado jueves, reveló detalles de su reunión con funcionarios del Gobierno del municipio Cerro, celebrada este lunes.

En un transmisión vía Facebook Live, Calzadilla aseguró que las autoridades, pese a ofrecerle numerosas explicaciones sobre el por qué de las dificultades con el gas manufacturado en su vivienda, no le ofrecieron solución ni alternativa que permita aliviar su situación y la de su familia.

La joven explicó que las entidades competentes ni siquiera le pueden garantizar gas licuado (gas que se expende en las llamadas “balitas”) debido a que no cuentan con los cilindros para entregarlo.

“Dicen que no pueden planificarse para los próximos seis meses porque, debido a la situación que están pasando, tienen a muy pocos cilindros y los que tienen solo les alcanzan para sustituir los de las personas que ya tienen contratado el servicio. Eso para mí no es una respuesta”.

Calzadilla reveló que las autoridades municipales, encabezadas por la gobernadora del Cerro, la citaron a una segunda reunión, con fecha aún por definir, para intentar dar solución a sus problemas con el suministro de gas.

“Yo acudí a todas las autoridades que guardaban relación con este problema y nadie le encontró una solución. De hecho, a día de hoy, no tiene solución. Yo quedo a la espera de que me vuelvan a citar”, agregó.

Amelia Calzadilla destacó que a su llegada a la sede del Gobierno del Cerro observó la presencia de la prensa estatal y dejó claro que rechazó responder preguntas sobre la situación que ha enfrentado en los últimos días.  A la reunión, que duró más de dos horas, solo pudieron entrar ella y sus padres.

La joven también pidió explicaciones a las autoridades sobre el asedio de un medio estatal como Cubadebate, que publicó un artículo acusándola, “sin pruebas”, de ser un instrumento financiado por grupos contrarrevolucionarios con fines desestabilizadores.

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Fallece la mujer que quedó atrapada tras un derrumbe en el Cerro

Rescate tras derrumbe en el Cerro

Rescate tras derrumbe en el Cerro
Rescate de María Magdalena Oliver, víctima de un derrumbe en el Cerro (Foto: Granma)

MIAMI, Estados Unidos. – María Magdalena Oliver Millar, la mujer de 68 años que quedó atrapada bajo los escombros tras un derrumbe parcial ocurrido en el municipio del Cerro, en La Habana, murió este jueves en el Hospital Calixto García, pocas horas después del accidente, confirmó el periódico oficial Granma.

El siniestro tuvo lugar alrededor de las 6:30 p.m. de este 23 de julio, en uno de los apartamentos ubicados al interior de un inmueble sito en la calle Monte, entre Fernandina y Romay. El local, al que se accede a través de un pasillo, funcionaba como albergue.

Tras la detección de un foco de la COVID-19 hace 10 días, la zona donde se encuentra la edificación había sido declarada en aislamiento por las autoridades sanitarias.

Tras los hechos, los servicios de urgencia médica y una brigada del Destacamento Nacional de Salvamento y Rescate llegaron rápidamente al lugar para auxiliar a la mujer. La víctima fue trasladada de inmediato al hospital. Su esposo y sus hijos pequeños no se encontraban en la vivienda en el momento del derrumbe.

El abogado independiente Julio Ferrer Tamayo, miembro del Centro de Información Legal (Cubalex), informó a CubaNet que los militares a cargo del rescate pidieron picos y palas a los vecinos para acelerar el rescate.

Según declaraciones de Nelson Santana Jiménez, intendente del Gobierno en el Cerro, el fondo habitacional de ese municipio capitalino está muy afectado por el paso del tiempo. Su construcción data de los años 1800 y es la zona más envejecida del municipio, apuntó.

Aún así, el funcionario dijo que la edificación donde ocurrió el siniestro no se consideraba en peligro de derrumbe “ni era de las viviendas calificadas como críticas”.

El pasado domingo se reportó un herido grave en Centro Habana a causa de otro derrumbe parcial. La víctima, identificada como un trabajador de servicios comunales, también quedó bajo los escombros luego de que colapsara una pared del inmueble.

Según el diario digital 14yMedio, el accidente se produjo a causa del avanzado grado de deterioro que presentaban algunas de las estructuras de la edificación, declarada inhabitable desde hace varios años.

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Derrumbe en el Cerro atrapó a una mujer bajo los escombros

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(Foto: CubaNet)

LA HABANA, Cuba. – Una mujer quedó atrapada bajo escombros tras un derrumbe parcial registrado en la calle Monte, entre Fernandina y Romay, municipio del Cerro, en La Habana.

El siniestro se produjo alrededor de las 6:30 p.m. en uno de los apartamentos ubicados al interior del inmueble. El local, al que se accede a través de un pasillo, funcionaba como albergue.

La edificación se encontraba desde hace diez días dentro de una zona de aislamiento debido a la detección de casos de coronavirus.

Los servicios de urgencia médica y una brigada de salvamento llegaron rápidamente al lugar para auxiliar a la mujer, conocida en el barrio como Magdalena, quien, tras ser rescatada, fue llevada a un hospital. Su esposo y sus hijos pequeños habían logrado escapar antes de la vivienda.

El abogado independiente Julio Ferrer Tamayo, miembro del Centro de Información Legal (Cubalex), informó a CubaNet que los militares a cargo del rescate pidieron picos y palas a los vecinos para acelerar el rescate.

El pasado domingo se reportó un herido grave en Centro Habana a causa de otro derrumbe parcial.

La víctima, identificada como un trabajador de servicios comunales, también quedó bajo los escombros luego de que colapsara una pared del inmueble.

Según el diario digital 14yMedio, el accidente se produjo a causa del avanzado grado de deterioro que presentaban algunas de las estructuras de la edificación, declarada inhabitable desde hace varios años.

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Régimen lanza ultimátum de desalojo a más de 100 familias en el Cerro

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LA HABANA, Cuba. – Las autoridades municipales del Cerro, en La Habana, han dado un nuevo ultimátum de desalojo a más de un centenar de familias que residen en el asentamiento ilegal conocido como “Campo Catorce”, en las cercanías de la heladería Ward.

“Ayer fui citado por el segundo jefe de la policía de la 4ta unidad y me dijo que si todos los hombres que vivimos aquí no nos vamos nos van meter preso. Que nos van abrir un expediente por peligrosidad y que nos van a meter presos”, aseguró Rodelquis Estrada Álvarez, uno de los residentes del asentamiento.

Según explicó, las autoridades les han dado de plazo hasta el próximo 10 de julio para que todos los residentes abandonen el lugar por su propia voluntad, o de lo contrario, serían desalojados por la fuerza.

“Esta es mi casa y la voy a defender hasta la muerte, no porque yo sea valiente ni guapo, es porque no tengo opción. De aquí no puedo irme. Muchos de los que estamos aquí si nos quitan la casa vamos a ir a dormir a la Plaza de la Revolución, porque no tenemos otra opción, no la hay”.

“Aquí llevamos dos años y algo… ¿Qué han hecho Planificación Física y Vivienda que en dos años han dejado que esto prolifere así? Porque aquí hay casi cuatrocientas viviendas… no nos podemos ir porque no tenemos para dónde ir”, puntualizó Estrada Álvarez.

El hombre agrega que, desde que comenzó el periodo de aislamiento social condicionado por la pandemia, las autoridades no han dejado de asecharlos para obligarlos a salir de la zona donde han construido su propia comunidad.

“Se aparecieron aquí en pleno COVID-19, proclives a propagar el virus, porque vienen de la calle y se te personan en la casa, en ocasiones sin pedir permiso. Eso es propagación de epidemias, pero eso no lo sanciona nadie”, apuntó.

Elidio Tumbarel Cascaré, otro de los residentes del asentamiento, alega que todos los residentes están siendo citados por la policía y que los amenazan con enviarlos a prisión si no abandonan el lugar.

“Han venido los inspectores, han pegado multas, han amenazado, van casa por casa diciéndole a todo el mundo que se vayan de aquí, que esto lo van a derrumbar. No tienen en cuenta el miedo de las mujeres y los niños, y no pedimos mucho, lo único que queremos es que nos dejen vivir tranquilamente”, acotó Elidio.

Entretanto, Liannet Nobrega González denunció que además de ser amenazada y doblemente multada las autoridades, a través de su centro laboral, también están acosando a su madre, a la cual le exigen que abandone el asentamiento o de lo contrario podría ser despedida.

“Me pusieron dos multas, una de 1000 pesos y otra de 200. La de 1000 fue por el terreno y la de 200 por el agua”.

Sin embargo, González explica que hasta el momento no tiene entrada de agua potable en su vivienda, algo que no tuvieron en cuenta las autoridades del Cerro para aplicarle la medida. Insistieron, según dijo, en que había cometido una violación.

“Yo no tengo entrada de agua en mi casa, si ella no ve una manguera o un tubo como ella me va a poner a mí una multa por agua. Entonces ella (inspectora) me dice, en mala forma, que, aunque yo vaya a los edificios a buscar el agua con un cubo, yo tengo que pagar esa multa, porque, según ella, estoy violando la ley”.

Aliuska Silva Martínez resalta que, incluso, el Intendente del municipio Cerro advirtió a las autoridades sanitarias para que no les dieran asistencia médica durante el momento más crítico de la pandemia.

“El Intendente del gobierno del Cerro le reclamó a la enfermera que ella no era quien para atender a ninguno aquí, que ella no podía atender a ningún ciudadano aquí adentro: ni a nosotros, ni a los niños, ni a nadie, que no nos podían atender”.

En enero de este mismo año el régimen también intentó desalojar a estas familias y amenazó con demolerles sus viviendas y enviarlos hacia sus provincias de origen bajo la justificación de que en los terrenos que ocupan serían construidos varios edificios de residencia.

A pesar del azote de la pandemia en la Isla, el régimen cubano no ha cesado su lucha contra los asentamientos ilegales que abundan en toda la capital cubana.

En mayo pasado, las autoridades del municipio Boyeros intentaron acabar con otro asentamiento ilegal ubicado en el reparto Sierra Maestra, zona donde la mayoría de los residentes son militares. Según la justificación ofrecida por las autoridades para la demolición, en el terreno que ocupaban sería construida una cochiquera.

La falta de vivienda continúa siendo uno de los principales problemas a los que se enfrentan los cubanos. Según el sitio oficialista Cubadebate, al cierre de mayo fueron entregadas 68 viviendas a madres con tres o más hijos. De 7 403 viviendas previstas a construir en la provincia este año, hasta la fecha se han logrado edificar 4 373.

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Decretan cierre de cuatro manzanas en municipio capitalino del Cerro

Cerro manzanas coronavirus

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Cierran cuatro manzanas en el Cerro. Foto Cubadebate

MIAMI, Estados Unidos.- El gobierno cubano anunció el aislamiento obligatorio en cuatro manzanas del área de salud policlínico Abel Santamaría en el consejo popular Pilar Atarés, municipio Cerro, La Habana, informó este martes el sitio oficialista Cubadebate.

La medida se tomó en la reunión del Consejo de Defensa de La Habana, luego de que se informara que de los 14 nuevos casos de COVID-19 en la capital, en el día, “cuatro están relacionados con el evento del municipio de Cerro, del área de salud Abel Santamaría y ocho con el control de foco del municipio de Centro Habana, del área de salud Reina (7) y Van Troi (1). Un caso es del municipio de La Habana Vieja, del área de salud R. Zulueta y uno del Cotorro, del área de salud Cuatro Caminos”, reza la nota.

El evento acumula 19 casos confirmados, con contactos en San Miguel del Padrón y La Habana del Este, por lo cual, a partir de este incremento “el doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director provincial de Salud, presentó la propuesta de abrir el evento de transmisión local con medidas de refuerzo”.

Además de la cuarentena obligatoria en el citado consejo popular, con una población de 2042 habitantes, se propuso también “el cierre del servicio de venta de los centros de trabajo que se encuentran ubicados en las cuatro manzanas que provoquen aglomeraciones; además, el traslado de la parada de ómnibus fuera de la zona para evitar la permanencia de personas”.

El gobierno informó además que habilitará cinco puntos de acceso peatonal y vehicular, en los cuales se aplicarán medidas de control dos veces al día.

La anterior medida de cuarentena obligatoria había sido tomada en abril, cuando las autoridades de Camagüey y el Consejo de Defensa Provincial de ese territorio aislaron a 16 manzanas del Consejo Popular Buenos Aires-BellaVista.

La medida en esa ocasión también fue adoptada debido al elevado riesgo de transmisión de coronavirus en el consejo popular, que se encontraba bajo vigilancia epidemiológica reforzada.

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“Lo que me agobia es la escasez de comida”: así vive un cubano en cuarentena

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LA HABANA, Cuba. – Desde que fueron ordenadas las medidas de aislamiento social para evitar el contagio de la COVID-19 en Cuba, lo que más extraña Emilio Pagés Rodríguez es la playa, el fútbol y el murmullo de su barriada, en el municipio habanero del Cerro.

Mientras la mayoría de las personas se agobia durante el aislamiento, Pagés, que desde hace 12 años vive solo en el mismo lugar donde nació, acumula paciencia.

“Quedándome en casa no me siento fuera de lugar. A mí lo que me agobia es la comida; si pudiera garantizarla me adaptaría a todo lo demás”, afirma, a la vez que se niega a participar en aglomeraciones humanas para comprar alimentos. Sin embargo, la nueva rutina de Emilio no es muy diferente a la que llevaba antes de la pandemia de coronavirus. Comienza el día con las noticias de la prensa oficial; después relee un libro y, pasada la media mañana, escucha blues mientras inicia la batalla por asegurarse la comida del día.

“Cuando lo necesito, salgo a comprar pan, croquetas y algo de vegetales”, dice Pagés, de 58 años. “Si tengo dinero voy a la pescadería; si hay, compro un pedazo de tiburón”.

Emilio no tiene en cuenta si el alimento es saludable o no: come lo que pueda conseguir para evitar el hambre. En su actual encierro, las croquetas de cerdo producidas por particulares se han vuelto habituales en su dieta diaria.

“Las croquetas (de claria) que venden en la pescadería tienen mejor sabor, pero son difíciles de comprar, y más caras: el paquete (de 25 croquetas) cuesta 50 pesos (2 CUC)”, se lamenta.

El escándalo del barrio

Cuando el avance de la epidemia en Cuba obligó al aislamiento, Emilio escuchó cómo se fue apagando el vocerío de su barrio, hasta el punto de sentir añoranza por el ruido.

“Estoy acostumbrado a la soledad, no me llevo mal con ella, ni con la tranquilidad que hay ahora en el barrio. Sin embargo, extraño la bulla, las malas costumbres y los bafles a todo volumen con reguetón”, dice.

A principios de abril, cuatro cuadras del municipio Cerro fueron aisladas tras la confirmación de casos de coronavirus en la zona. Emilio cuenta que, a partir de ese momento, los vecinos se recogieron en sus casas y cedieron las calles a la tranquilidad. De hecho, quisiera que el sosiego actual se quedara una vez superada la crisis sanitaria.

No es tanto como decían

Emilio Pagés intenta cumplir las reglas higiénicas para evitar el contagio. El tiempo libre le permitió perfeccionar sus rituales de desinfección: dispuso una frazada con cloro en la puerta del apartamento para limpiar los zapatos antes de entrar. Cuando llega de la calle limpia la puerta con un trapo bañado en hipoclorito de sodio, hierve el nasobuco o lo lava y lo seca al sol. “Estoy haciendo alergia al hipoclorito, por eso trato de usarlo lo menos posible”, apunta.

“Si declaran toque de queda no sé cómo resolverán el problema de la comida”, comenta Emilio, mientras eleva la mirada en señal de rezo.

En la zona donde reside, la Policía prohibió la presencia de personas en los parques. De esa forma, él también tuvo que dejar de salir al área wifi para conectarse a Internet y perdió la única posibilidad que tenía de conocer otras perspectivas noticiosas sobre el avance de la pandemia.

Ahora, la televisión estatal del régimen (canal Telesur incluido) es la única fuente de información a la que tiene acceso Pagés. El sistema de propaganda cubano se refiere a los peores acontecimientos que ocurren fuera de la Isla y resta gravedad a la crisis sanitaria interna.

Apenas con la prensa oficial y sus vivencias cotidianas, el cubano de 58 años se ha formado su opinión sobre el avance de la pandemia de COVID-19 en la Isla: “Pensaba que sería peor; no siento que haya esa alarma que se esperaba. Por lo demás, creo que existe control de la epidemia, más ahora que suspendieron el transporte. Solo quedarían las colas”.

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Amenazan con desalojar a más de un centenar de familias en el Cerro

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LA HABANA, Cuba.- Más de un centenar de familias cubanas, asentadas en un terreno ocioso, cercano a la heladería “La Word”, en el municipio Cerro, temen ser desalojadas por las autoridades, que amenazan con demoler sus viviendas y deportarlos a sus provincias de origen.

“El gobierno del Cerro nos ha puesto contra la pared, porque quieren desalojarnos de aquí, nos amenazan con demolernos nuestras casitas y enviarnos a nuestras provincias, casas que fueron construidas con esfuerzo propio, en un terreno en el que lo único que había eran mosquitos y caracol gigante africano, pero nosotros acabamos con todo eso”, aseguró Roberto Estrada Álvarez, uno de los residentes del asentamiento.

Según explicó a CubaNet, el lugar antes era un monte plagado de escombros y basura que ellos limpiaron, y convirtieron en una comunidad.

“Nosotros llegamos cuando habló el presidente, que dijo que se podía, y de manera organizada vinimos y limpiamos todo el terreno. Nuestra primera batalla fue contra el caracol gigante africano, esto estaba lleno de eso, y de gomas de carro viejas, repletas de focos de mosquitos, con los que acabamos también. Hicimos calles y convertimos esto en lo que es ahora, una comunidad para el pueblo”.

“Nosotros estamos aquí por problemas de vivienda, por necesidad, eso no es un secreto para nadie. Mi hija ahora cumple quince años y yo no tengo dinero para hacerle ningún regalo, mi regalo es este ranchito, y hacerle un motivito —fiesta de cumpleaños— con los amiguitos, pero si nos desalojan para dónde vamos a ir si nosotros no tenemos casa”, lamentó Roberto.

Daniellis López Cordobés, en tanto, destaca que las autoridades hace poco menos de tres meses intentaron desalojarlos en una ocasión, pero gracias a que todos los residentes se unieron y protestaron, impidieron el desalojo.

“Estuve varios días a base de calmantes para los nervios, me puse muy mal esos días, estaba tensa, casi no dormía, y el niño a cada rato me preguntaba que si su casita no se la iban a tumbar. Estábamos muy mal, todo el mundo estaba nervioso de pensar que nos quedaríamos sin hogar”, apuntó López Cordobés.

La mayoría de las familias cubanas residentes en este asentamiento proceden de las provincias orientales del país, y en su totalidad carecen de una vivienda donde residir en caso de ser desalojados.

Entretanto, Yudel Masan Ferrer, impedido físico, exhorta a las autoridades a que se compadezcan de su situación, y les pide que cesen de amenazarlos y atacarlos, aludiendo a que ellos, a pesar de ser de las provincias más orientales del país, también son cubanos.

“Nosotros somos orientales que estamos aquí en La Habana, pero seguimos siendo cubanos. Estamos aquí por un propósito, el de tener nuestras viviendas legales, y lo único que necesitamos es que el gobierno nos de la facilidad, y como en Cuba no hay desalojo por qué no nos dejan este pedacito de tierra, que era un monte que estaba cerrado. Las personas tenían miedo de pasar por aquí, pero ahora todo el mundo pasa, porque está limpio, organizado y todos los que estamos aquí somos una sola familia. No creo que estemos pidiendo mucho a la revolución, que es para todos y por el bien de todos, al menos eso es lo que dicen nuestros dirigentes”, resaltó.

La vivienda sigue siendo uno de los principales problemas del gobierno, que afecta a su vez a muchas familias cubanas, con un déficit habitacional que va en aumento por días, lo cual continúa siendo una asignatura pendiente para el régimen de la Isla.familias cubanas cuba vivienda

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