1

Alan Gross acusa a Sanders de haber elogiado al régimen durante visita a Cuba

Alan Gross, Cuba, Bernie Sanders

Alan Gross (Foto: Político)

MIAMI, Estados Unidos. – El ex contratista estadounidense Alan Gross acusó al aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Bernie Sanders, de elogiar hace varios años al sistema cubano durante un viaje a la Isla.

Según contó Gross a National Public Radio (NPR), Sanders visitó Cuba como parte de una delegación del Congreso en 2014, junto con los senadores Jon Tester y Heidi Heitkamp.

En aquella ocasión, el senador por Vermont se reunió con Gross cuando este se encontraba detenido en cárceles cubanas.

El ex contratista reveló que Sanders no entendía por qué otros criticaban a Cuba.

“Dijo, ‘No sé qué le pasa a este país’”, recordó Gross.

La campaña de Sanders se negó a comentar sobre la reunión con Gross, y Tester dijo que no recordaba la discusión.

Una fuente cercana a Heitkamp dijo que el entonces senador de Dakota del Norte recordó que Sanders parecía ignorar la reunión con Gross y que se produjo un incómodo intercambio, pero no recordaba el comentario exacto.

Bernie Sanders ha enfrentado durante mucho tiempo las críticas por los comentarios que ha hecho sobre los gobiernos autoritarios.

Durante una reciente entrevista en el programa 60 minutos, de la cadena CBS, el senador elogió al líder cubano fallecido Fidel Castro, citando la alta tasa de alfabetización del país.

“Estamos muy en contra de la naturaleza autoritaria de Cuba. Pero es injusto decir simplemente que todo está mal (…) Cuando Fidel Castro llegó al cargo, ¿sabes lo que hizo? Tenía un programa de alfabetización masivo. ¿Es algo malo, aunque Fidel Castro lo hizo?”, comentó Sanders durante la entrevista.

Las declaraciones a CBS se suman a otros comentarios positivos que Sanders ha hecho sobre los regímenes dictatoriales en Cuba, Nicaragua y la Unión Soviética a lo largo de su carrera política de décadas.

Gross, quien ahora dice que se opone a la campaña presidencial de Sanders, fue arrestado en diciembre de 2009 después de completar un subcontrato de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Estaba en Cuba trabajando para expandir el acceso a Internet a la pequeña comunidad judía del país, más allá de las restrictivas regulaciones de Internet establecidas por el gobierno de Castro.

Pasó un total de 1 841 días detenido, durante los cuales perdió cinco dientes y más de 100 libras. También dijo que sus interrogadores amenazaron con sacarle las uñas y colgarlo.

Si tienes familiares en Cuba comparte con ellos el siguiente link (descargar Psiphon), el VPN a través del cual tendrán acceso a toda la información de CubaNet. También puedes suscribirte a nuestro Boletín dando click aquí.




Alan Gross: “La economía cubana no puede tener éxito sin un sector privado fuerte”

Alan Gross (Foto: charlotte.quepasanoticias.com)

MIAMI, Estados Unidos.- Alan Gross fue arrestado hace 10 años en Cuba y condenado a 15 años de prisión por tratar de instalar redes inalámbricas privadas de transmisión de datos, algo que ahora el gobierno de la isla pretende abrir con beneplácito a todos los cubanos. En aquel momento el régimen acusó a Gross de atentar “contra la independencia nacional y la integridad territorial del Estado”, pero a él hoy ya no le interesa una disculpa por su cautiverio injusto, prefiere pasar la página de los sufrimientos vividos y concentrarse en el porvenir, contó Cibercuba, de acuerdo a una entrevista con el contratista estadounidense.

Cuba liberó a Gross el 17 de diciembre de 2014 como moneda de cambio, hecho que dio un giro histórico en la política de Washington y abrió una etapa de acercamiento bilateral entre los dos países, fue un rehén del régimen, sin embargo, hoy, a sus 70 años, no quiere desprenderse de la Isla, incluso, aguarda aún por un permiso para una visita amigable que las autoridades cubanas no han respondido desde 2015, a pesar de sus insistentes peticiones.

Para Alan Gross las políticas de Estados Unidos hacia Cuba “tienden, en general, a causar más daño a los cubanos de a pie que al gobierno cubano. En los últimos años, el gobierno cubano ha aliviado algunas restricciones al sector privado. Un resultado concreto es que ahora un 25 por ciento de la fuerza laboral cubana trabaja en el sector privado. Estas personas ya no dependen del gobierno cubano para su sustento. Las empresas privadas que se iniciaron estaban parcialmente financiadas con remesas de Estados Unidos. Muchas empresas nuevas, como restaurantes y apartamentos afiliados a Airbnb, apoyan el próspero sector turístico de Cuba. Al imponer nuevas restricciones a las remesas y los viajes a Cuba, las nuevas políticas del presidente Trump dañarán directamente al sector privado de la isla y, en realidad, irán contra de los propios intereses de Estados Unidos”.

Ante el cuestionamiento de Cibercuba de ¿Cómo se siente a nivel personal al regresar a la etapa de confrontación entre La Habana y Washington? Gross respondió:

“La única confrontación que veo viene de la Casa Blanca. Las nuevas políticas incompetentes del presidente Trump no producirán ningún resultado positivo. Lamento decir que a nivel personal encuentro que el POTUS [President of the United States] actual es un hombrecillo vengativo, celoso, con manos pequeñas y poco cerebro. No es de extrañar que Obama tenga casi el doble de seguidores en Twitter que Trump. Tengo la sensación de que Trump no será reelegido por razones de salud: la mayoría de nosotros estamos hartos de él y de su falsedad. En otras palabras, a nadie le gusta un mentiroso”.

Respecto al embargo hacia Cuba “no creo que volver a las políticas viejas y fallidas satisfaga los deseos del presidente Trump. Hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente satisface la definición de demencia de Albert Einstein. Pero ya sea locura [insanity] o Hannity [se refiere al comentarista conservador Sean Hannity], algún bubio o [Marco] Rubio, detrás de las “nuevas”, viejas y fallidas políticas de Estados Unidos hacia Cuba, los dos gobiernos deben volver a comprometerse de manera constructiva para que ocurra algo positivo”.

Así mismo, aseguró ser crítico “del Grupo de Trabajo de internet para Cuba de la administración Trump, porque no invitó explícitamente a participar a los cubanos, incluyendo al gobierno de la isla. Estados Unidos ha estado tratando de forzar su agenda fallida contra el gobierno cubano desde que Fidel Castro comenzó a cometer crímenes contra la humanidad. La historia no absolverá a ninguno de los dos”.

“Aprendí de la manera más dura que en Cuba es ilegal distribuir cualquier cosa que sea financiada -en parte o en su totalidad- por el gobierno de Estados Unidos y sus agencias federales. Los programas del gobierno de los Estados Unidos que involucran a Cuba deben revisarse cuanto antes”, dijo.

“Aprendí que la libertad es felicidad, pero también que la libertad no es gratuita. Fue una gran pérdida para mi familia y para mí. Se podría decir que he vivido la experiencia cubanoamericana. Pero no importa cuánto lo intente, nunca podré recuperar los cinco años que perdí. Por eso prefiero centrarme en los próximos cinco años y los otros cinco años que seguirán después”, y así y todo quiere volver a Cuba “en un abrir y cerrar de ojos para poder conocer a las familias de mis compañeros y visitar partes de la isla donde aún no he estado, como Pinar del Río. Retornaría con la disposición de hacer todo lo que esté a mi alcance para mejorar las relaciones entre los dos países. Las autoridades cubanas no me han respondido nunca directamente”.

¿Se considera un ciudadano desilusionado de la política?

“No soy un político, así que no puedo decepcionarme con la política. Sin embargo, puedo estar decepcionado y frustrado con los políticos que son falsos y menos competentes de lo que es aceptable. Estoy decepcionado por la baja participación de votantes, y aliento a las personas a apoyar a los candidatos de su preferencia y a votar el día de las elecciones”.

A los cubanos les envía un mensaje: “El futuro económico de Cuba dependerá de su capacidad para generar ingresos en moneda convertible, como el país lo hacía antes de la revolución de 1959. La economía cubana no puede tener éxito sin un sector privado fuerte. Si se trabaja en eso, sucederá el milagro.  Y tendrán que hacerlo, porque no hay más “ángeles financieros” en el mundo para subsidiar al gobierno cubano. Cuando todo se ve demasiado oscuro, recuerden que el sol siempre sale por la mañana. Siempre. Si algo aprendí durante mis cinco años como prisionero político en Cuba fue sobre la capacidad de recuperación. Los cubanos me enseñaron todo sobre eso”.




Alan Gross critica plan de EEUU para fomentar internet en Cuba

Alan Gross perdió cinco dientes y 115 libras en cárceles cubanas (Reuters)

MIAMI, Estados Unidos.- El estadounidense Alan Gross, quien pasó cinco años en cárceles cubanas acusado de espionaje por intentar expandir el servicio de internet en la isla caribeña, ha criticado el programa anunciado por Washington para fomentar el acceso a la red de redes en Cuba.

“Mi primera respuesta fue: ‘¿Están bromeando?’”, dijo Gross en una entrevista telefónica con la agencia Reuters, acerca de la reacción que provocó en él la iniciativa de la administración Trump.

Gross trabajó en Cuba en 2009 para un programa financiado por el Gobierno de los EEUU con el fin de promover el cambio político mediante el aumento del acceso a Internet en un país que tiene una de las tasas de penetración web más bajas del mundo.

En enero, el Departamento de Estado de los EEUU dijo que estaba convocando a una Fuerza de Tarea de Internet de Cuba para examinar formas de ampliar el acceso a la información y los medios independientes en Cuba.

La Habana protestó por la medida que dijo que intentaba violar su soberanía, destacando la connotación militar de la expresión “fuerza de tarea”.

Cuba ve estos programas como parte de los intentos de larga data de Estados Unidos de derrocar a su Gobierno, añade la nota de Reuters.

En 2009, Cuba arrestó y sentenció a Gross a 15 años de cárcel, una medida que pospuso el deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba bajo el mandato del ahora expresidente de los EEUU, Barack Obama. Fue solo en 2014 que Obama y Raúl Castro anunciaron una distensión largamente negociada.

“Se supone que debemos aprender de nuestros errores”, dijo Gross el jueves. “Aprendí por las malas que es ilegal distribuir cualquier cosa en Cuba financiada total o parcialmente por el gobierno de los EEUU”.

Gross, de 68 años, perdió cinco dientes y alrededor de 115 libras (52 kilogramos) en la cárcel.

“Hasta que el Gobierno de Cuba no desee el tipo de asistencia que Estados Unidos es capaz de brindar, Estados Unidos no debería estar haciendo cosas allí”, dijo Gross.

Los medios estatales cubanos han escrito extensamente esta semana sobre los intentos estadounidenses de manipular las telecomunicaciones con fines políticos. Washington, por ejemplo, estableció una red social para cubanos llamada ZunZuneo, incluso después de que Gross había sido encarcelado. Funcionó de 2010 a 2012.

En el caso de Gross, este importó dispositivos de comunicaciones satelitales prohibidos y otros equipos de alta tecnología en su equipaje, y ayudó a instalarlo en centros judíos en La Habana, Santiago y Camagüey durante cinco viajes a Cuba en 2009.

Después durante su tiempo en la cárcel, Gross notó que Cuba había expandido el acceso a internet, donde antes era inclusive menor que en la actualidad.

“El gobierno de EEUU debería analizar el tema de internet directamente con Cuba, proporcionando detalles, por ejemplo, de cómo podría impulsar el crecimiento económico”, dijo el exprisionero. “Hay tantas cosas que podrían estar sucediendo de una manera positiva y constructiva”.

Gross dijo que regresaría de vacaciones a Cuba “en un abrir y cerrar de ojos” si las autoridades cubanas lo dejaban, para reunirse con las familias de sus excompañeros y explorar el país.




Alan Gross afirma que Internet no es “una herramienta subversiva” de EEUU

Alan Gross (Foto: charlotte.quepasanoticias.com)
Alan Gross (Foto: charlotte.quepasanoticias.com)

MIAMI, Estados Unidos.- El estadounidense Alan Gross, que pasó cinco años preso en Cuba, señaló que Internet no es una “herramienta subversiva del Gobierno de Estados Unidos” sino una vía de acceso al derecho humano de la información.

En una entrevista al diario El Nuevo Herald publicada hoy, el excontratista se refirió así a una reciente declaración de la directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba, Josefina Vidal, quien dijo que los organizadores en Miami de un foro sobre Internet “insisten” en el empleo de esta herramienta “como arma de subversión”.

“Internet no es una herramienta subversiva del gobierno de Estados Unidos, 3 000 millones de personas se conectan diariamente alrededor del mundo. ¿Por qué no pueden hacerlo 11,3 millones (de cubanos)?”, señaló al periódico Gross, que estuvo encarcelado en Cuba entre 2009 y 2014.

El excontratista, que con anterioridad se ha mostrado partidario del proceso de acercamiento entre EE.UU. y Cuba, defendió que el Gobierno estadounidense de pasos en ese sentido, tras “50 años de una política fallida” en la que la potencia mundial no logró que las “cosas cambiarán” en la isla.

“Nosotros queremos que el gobierno de Cuba deje tranquilo al sector privado, entonces el gobierno de EE.UU. debe hacer lo mismo: deshacerse del embargo (económico), permitir que los agricultores privados tengan un mercado en Estados Unidos”, afirmó.

Nacido en Nueva York, el excontratista cumplía en La Habana una condena de 15 años por “acciones contra la integridad territorial del Estado”, pero fue puesto en libertad el mismo día en que Estados Unidos y Cuba anunciaron que comenzarían su proceso de acercamiento, el 17 de diciembre de 2014.

Gross, que fue liberado por “razones humanitarias”, había sido contratado por el Gobierno de EE.UU. para facilitar el acceso a Internet para una comunidad judía en la isla, y siempre defendió que nadie en su país le alertó de los peligros que implicaba su labor en Cuba.

“Lo que hice enfureció al gobierno cubano, pero hay 11,3 millones de personas que viven en la isla que deberían estar furiosas con el Gobierno por no darles acceso” a Internet, afirmó el estadounidense, tras insistir en que no era un espía que trabajaba para el Gobierno de su país.

El contratista participará en Miami (EE.UU.) en el foro Cuba Internet Freedom (CIF), que reunirá este lunes y martes a innovadores digitales y periodistas independientes cubanos junto con personas que desde fuera de ese país están enfocadas en posibilitar la transformación digital y el acceso a Internet sin censura en la isla.

Gross será parte del panel “Libertad en Internet: Derecho humano fundamental”, que se desarrollará el lunes y que girará en torno a un reporte de 2011 de las Naciones Unidas en el que el organismo declara un “derecho humano” el acceso a Internet.

Entre los panelistas provenientes de Cuba se encuentran Eliecer Ávila (Somos+), Yaima Pardo (La Red), Miriam Celaya (Sin EVAsión), Rosa María Payá (Cuba Decide) y el grafitero Danilo Maldonado, “El Sexto”.

(EFE)




Alan Gross: Si pudiera volver a Cuba, “visitaría a algunos amigos”

ALAN GROSS
Alan Gross en entrevista con EFE (EFE)

WASHINGTON, Estados Unidos.- El estadounidense Alan Gross cree que los hermanos Castro ya no tienen las riendas del poder en Cuba ni son relevantes para el futuro de la isla, y está deseando volver a visitar el país donde estuvo encarcelado durante cinco años como “un peón, un prisionero de dos Gobiernos” enemistados durante décadas.

En una entrevista con Efe, el contratista estadounidense, cuyo encarcelamiento en Cuba complicó el acercamiento entre ambos países, opinó que el Gobierno cubano está “fracturado en distintas fracciones que tratan desesperadamente de aferrarse a su porción de un pastel que se desintegra”.

“Los Castro ya no están (realmente) en el poder. No son relevantes para el futuro de Cuba”, aseguró Gross, de 66 años, desde el apartamento en Washington donde vive desde poco después de su liberación el 17 de diciembre de 2014, el mismo día del anuncio del deshielo entre Estados Unidos y Cuba.

El ex gobernante cubano Fidel Castro, añadió, “no es un hombre joven, su tiempo es limitado y sus días se han acabado”.

“Él es el pasado. Cuba no puede permitirse vivir en el pasado, y lo sabe”, continuó Gross, para quien Raúl Castro no tiene “completamente el control, como sí lo tuvo su hermano”.

Visita y condena en Cuba

Gross, un especialista en electrónica contratado por EEUU para instalar equipos que permitieran el acceso a internet a una pequeña comunidad judía en Cuba, fue detenido en 2009 y condenado en 2011 a 15 años de prisión por lo que el Gobierno cubano describió como “acciones contra la integridad territorial del Estado”.

“No fui a Cuba a hacer ningún trabajo de inteligencia. Fui a Cuba para mejorar la forma en que la gente se conecta a internet, como hacen otros 3 000 millones de personas cada día”, defendió Gross.

Aunque él nunca percibió su trabajo en Cuba como arriesgado, aseguró que la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés), la que le contrató, “definitivamente” sabía que la misión que le encomendaba era ilegal en la isla.

“Creo que el programa de Usaid en Cuba y el programa del Gobierno estadounidense en Cuba durante los últimos 54 años no solo han estado mal, han sido un fracaso abismal”, sostuvo Gross, que llegó a demandar al Gobierno por negligencia debido a su encarcelamiento, en un caso que fue sobreseído y que él aún confía en que vuelva a activarse.

“Fui un peón. Un prisionero de dos Gobiernos” que son igualmente “culpables del resultado de 54 años de relación amarga”, agregó.

También considera que “el sistema de justicia estadounidense no funcionó de forma eficaz para ‘Los Cinco’ ” cubanos condenados por espionaje en EEUU en 2001, de los que tres fueron liberados de una prisión en Florida el mismo día que Gross.

“Creo que a ninguno de nosotros se nos trató de forma justa”, dijo.

Regresaría a la isla “sin dudarlo”

Gross, un ferviente defensor del proceso de acercamiento bilateral, irradia energía positiva y no parece amargado por lo que le ocurrió, convencido de que es mejor “centrarse en los próximos cinco años que en los últimos cinco”.

Ahora tiene una empresa de asesoría y se dedica a dar discursos mientras intenta escribir sus memorias, y asegura que volvería a la isla “sin dudarlo”.

“Podría ir a Cuba mañana. No estoy sujeto a ninguna restricción de viaje. El problema es que el Gobierno cubano no me ha dado permiso”, indicó Gross, que ha enviado dos solicitudes a La Habana para “explorar la posibilidad” de que le permitan visitar la isla.

Si pudiera volver, “visitaría a algunos amigos”, volvería a la sinagoga judía que frecuentaba en La Habana e iría por primera vez a una playa en la isla; pero lo que más desea es “dar las gracias” en persona a la madre de uno de sus compañeros de celda que, cada semana, le enviaba un pudin que él siempre acababa probando.

Al contrario que en Washington, donde la gente le para a menudo por la calle, Gross no cree que “mucha gente conozca” su nombre en Cuba, porque, durante su tiempo allí, solo contó “cuatro o cinco veces” en las que se le mencionó en el periódico oficial, Granma.

Además, está convencido de que EEUU levantará “inevitablemente” el embargo, porque “la mayoría de estadounidenses lo quiere” y “a estas alturas, es algo realmente insignificante”, que no bloquea la capacidad de Cuba de comerciar con el mundo.

Por lo mismo, cree que, sea quien sea el próximo presidente estadounidense, no cortará las relaciones con Cuba, porque habrá demasiada “presión de los negocios y los votantes”.

Trece meses después de su liberación, Gross agradece el poder “caminar grandes distancias en línea recta”, después de cinco años dando 10,000 pasos diarios para mantener su fuerza dentro de una celda de cinco metros cuadrados que compartía con dos cubanos.

Durante el primer año, a Gross le interrogaban a diario y asegura que incluso le amenazaron con ahorcarle y arrancarle las uñas, “pero eso no ocurría a menudo, y nunca llegaron a hacer nada”.

Cada día, Gross da un largo paseo por Washington, y a veces, enciende uno de los cigarros cubanos que guarda en un humidificador de madera en su casa. También se ha aficionado al ron —aunque su favorito es de Guatemala— y echa de menos los aguacates de la isla.

A pesar de todo, no cree que su vida “pueda volver a ser normal”.

“Mi vida se volvió surrealista el 3 de diciembre de 2009, y sigue siendo surrealista hoy”, resumió. (EFE)




Alan Gross quiere regresar a Cuba

(foto de Reuters)
(foto de Reuters)

MIAMI, Redacción. – El exprisionero Alan Gross quiere regresar a Cuba, según publicó el sábado el periódico The New York Times. Gross buscaría con su decisión contribuir al mejoramiento de las relaciones entre La Habana y Washington.

El cooperante estadounidense, que pasó cinco años preso en la Isla, prevé participar el 4 de mayo en Miami en una recaudación de fondos en la casa de su abogado, Scott Gilbert, para promover un comercio más libre y los viajes hacia Cuba.

Gross realizará en la recaudación de fondos una “discusión off the record sobre la modernización de las políticas Cuba-EEUU” en la recaudación de fondos, donde se sugieren contribuciones de entre 1.000 a 5.000 dólares, agrega The New York Times.

El abogado de Gross afirmó que el mismo ha superado su permanencia en prisión durante cinco años y ha prometido desde su liberación “hacer lo que pueda para promover una relación más constructiva” entre ambos países. Añadió que su cliente quiere regresar a Cuba “de otra manera” a la que viajó la vez que acabó en la cárcel, si ello contribuye a promover las relaciones.

Gross fue liberado en diciembre cuando Estados Unidos anunció que reestablecería relaciones diplomáticas con Cuba. En aquella oportunidad se encontraba trabajando como subcontratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, en la Isla cuando fue arrestado en 2009.




EEUU indemniza a Alan Gross con $3,2 millones

Alan GrossLa Agencia Internacional para el Desarrollo de EEUU, USAID, le pagó a Alan Gross 3,2 millones de dólares como parte de un acuerdo con el otrora subcontratista liberado la semana pasada por el gobierno cubano, después de pasar cinco años en una prisión de la isla.

Así lo aseguraron varios medios nacionales, mencionando a voceros no identificados de la agencia.

USAID, la agencia que vigila la ayuda internacional, dijo en un comunicado que finalizó el acuerdo con Development Alternatives, Inc. (DAI), firma con sede en Maryland que empleaba a Gross cuando fue detenido por las autoridades cubanas en 2009, mientras intentaba proporcionar una red y equipamiento de Internet a la comunidad judía local.

EEUU asegura que la misión de Gross era ayudar a los cubanos a acceder a Internet como parte de su programa de construcción de la democracia en un país en el que la información es controlada con rigor.

Gross fue sentenciado a 15 años de prisión por cargos de subversión, pero fue liberado en un intercambio de prisioneros histórico, que demarcó el inicio de las conversaciones para restablecer las relaciones entre EEUU y Cuba.

USAID dijo en un comunicado oficial que el acuerdo se fijó a principios de noviembre, y constituye un acuerdo al que llegaron las dos instituciones tras una demanda instaurada por DAI, por siete millones de dólares. El pago representa el final de este proceso civil, aunque el gobierno le habría hecho al pago a Alan Gross, y no a DAI.

“El acuerdo evita los costos, las demoras y los riesgos de futuros procedimientos, y no constituye una admisión de responsabilidades de ninguna de las partes”, reza el comunicado.

Gross y su esposa, Judy, instauraron una demanda por 60 millones de dólares en noviembre de 2012 alegando negligencia de parte del gobierno de EEUU y DAI. Llegaron a un acuerdo con DAI, en mayo de 2013, bajo términos desconocidos, y una corte federal de distrito llevó la petición al gobierno de EEUU. Dicha decisión fue confirmada en un tribunal de apelaciones, hace un mes.

PUBLICADO POR EL NUEVO HERALD




14ymedio: Alan Gross, el anzuelo que terminó siendo tragado

Judy Gross, esposa del contratista encarcelado en Cuba_Internet
Judy Gross, esposa del contratista encarcelado en Cuba_Internet

LA HABANA, Cuba. (Yoani Sánchez) -Con ese pesimismo que se ha vuelto ya crónico en nuestra sociedad, muchos cubanos pensábamos que Alan Gross sólo lograría salir de Cuba “con los pies por delante”, en una imagen alusiva a un desenlace fatal. La terquedad que ha mostrado el Gobierno cubano en sus relaciones con Estados Unidos, no presagiaba una solución a corto plazo para el contratista. Sin embargo, este miércoles ha sido canjeado por tres espías cubanos presos en Estados Unidos, con lo que se cierra un largo y complicado capítulo político para ambas partes.

Gross sólo era de utilidad vivo y su salud se deterioraba muy rápidamente. Y eso lo sabía muy bien Raúl Castro. De ahí que en los últimos meses le aumentara los decibeles a la propuesta de intercambiarlo por el agente Antonio Guerrero y los oficiales Ramón Labañino y Gerardo Hernández que cumplían largas condenas en cárceles del vecino del Norte. En la medida que el contratista de 65 años enflaquecía y perdía la vista, las campañas oficiales insistían más en el canje. Cuando Gross amenazó con quitarse la vida, las alarmas se dispararon en el Gobierno de la Isla y el cronograma de la negociación se aceleró.

Barack Obama, por su parte, tenía claro que cualquier cambio en la política hacia La Habana se encontraría ante el obstáculo insalvable de un estadounidense preso por “amenazas a la seguridad del Estado”. Ya el propio The New York Times había sugerido el intercambio en uno de sus editoriales sobre Cuba, y la publicación del texto en tan prestigioso diario fue leída como un adelanto de lo que ocurriría. Como en todo juego político, sólo veíamos una parte, mientras en los entresijos del poder se ataban los hilos del acuerdo que hoy acaba de hacerse público.

Para quienes conocemos los mecanismos de presión que utiliza la Plaza de la Revolución hacia sus contrincantes, la propia captura de Gross queda como una jugada dirigida a recuperar a los agentes del Ministerio del Interior. El contratista no fue arrestado tanto por lo que hacía, sino por lo que se podría lograr con él. Era un simple anzuelo y estaba consciente de ello desde el principio. Su delito no radicaba en haberle traído un equipo de conexión satelital a Internet a la comunidad judía cubana, sino en llevar en su bolsillo un pasaporte que lo convertía de inmediato en una pieza de cambio en el tablero de las tensas relaciones bilaterales entre Washington y La Habana.

Si se revisan los cinco años de cautiverio padecidos por Gross, se verá un estudiado guión informativo con que el Gobierno cubano ayudó a presionar a la administración Obama. Cada imagen que salió a la luz pública, cada visitante al que se le permitió verlo, fueron autorizados con la única condición de que reforzaran la tesis del canje. De esa manera el castrismo ha terminado por salirse con la suya. Ha logrado intercambiar a un hombre pacífico, enrolado en la humanitaria aventura de proveer conectividad e información a un grupo de cubanos, por agentes de inteligencia que causaron daño significativo y dolor con su accionar.

En el juego de la política los totalitarismos logran imponerse a las democracias, porque controlan la opinión pública al interior de sus países, determinan los resultados legales a su antojo y pueden mantenerse tres lustros gastando los recursos de toda una nación en aras de liberar a sus topos enviados al terreno del adversario. Las democracias, sin embargo, terminan por ceder porque tienen que darle respuestas a los suyos, vivir con una prensa incisiva que le reprocha a los gobernantes el tomar o no tomar ciertas decisiones y porque están obligadas a hacer todo lo posible por llevar sus muertos y sus vivos de vuelta a casa.

El castrismo ha ganado, aunque el resultado positivo es que Alan Gross ha salido con vida de una prisión que amenazaba con convertirse en su tumba. Ahora, nos esperan largas semanas de vítores y consignas, en las que el Gobierno cubano se proclamará vencedor de su última batalla. Pero no hay espacio en el panteón nacional para tanto héroe que respira y, poco a poco, los recién llegados agentes irán perdiendo importancia y visibilidad. Empezará a desteñirse el mito que les labraron en la distancia.

Eliminado el principal obstáculo para el restablecimiento de relaciones, sólo falta saber cuál será el próximo paso. ¿Planea el Gobierno cubano otro movimiento para volver a estar en posición de fuerza con el Gobierno de Estados Unidos? O por esta vez todas las cartas han quedado sobre la mesa, ante los cansados ojos de una población que presiente que el castrismo volverá a ganar también la próxima jugada.

ARTÍCULO ORIGINAL




Cuba libera a Alan Gross y EE UU a los 3 espías

ALAN GROSSDespués de cumplir cinco años de arresto en Cuba, Gross fue liberado de la prisión del Hospital Militar “Carlos J. Finlay” de La Habana y se encuentra ya en viaje hacia Estados Unidos, confirmaron fuentes de la Casa Blanca, reportó esta mañana la cadena estadounidense ABC News.

El acuerdo fue alcanzado tras más de un año de conversaciones secretas al más alto nivel entre ambos gobiernos.

Gross, subcontratista de la Agencia Estadounidense de Ayuda el Desarrollo (USAID), pasó más de 25 años viajando por el mundo , ayudar a las personas en más de 50 países. Pero durante los últimos cinco , Alan Gross había sido atrapado en una prisión cubana , perdiendo la esperanza , la salud y más de 100 libras. Fue arrestado el 3 de diciembre de 2009 en La Habana bajo el cargo de distribuir sofisticados equipos de comunicación, y posteriormente condenado a 15 años de prisión.

La detención de Gross, cuya liberación inmediata y sin condiciones es exigida por Washington, puso fin a un tibio acercamiento a Cuba iniciado por el presidente Barack Obama tras su llegada al poder en 2009. En su segundo mandato, Obama ha dado señales claras de querer abrir las puertas a Cuba.

Editoriales del New York Times, de The Economist y otros influyentes organos de prensa han pedido a Obama que elimine el embargo a Cuba y deje viajar libremente a la Isla a los ciudadanos estadounidenses. Pero cualquier decisión del presidente democrata tropezaba con el encarcelamiento de Alan Gross.

El intercambio de Gross por los tres miembros de la Red Avispa encarcelados en Estados Unidos precede al anuncio en un significativo cambio de política hacia Cuba, medidas diplomáticas y reglamentarias, que el presidente Obama anunciará en las próximas horas. Será el mayor viraje en la política de la Casa Blanca hacia el regimen de Fidel y Raúl Castro desde la imposición del embargo en 1962.

Con el acuerdo para el intercambio de prisioneros, se despeja el principal obstáculo para avanzar las relaciones bilaterales y se abre un nuevo capítulo en el prolongado diferendo entre ambos países.

  • Agencias



Bill Clinton: EE UU podría avanzar hacia fin de embargo si liberan a Gross

Bill-Clinton-expresidente-Unidos_CYMIMA20141212_0011_13El expresidente estadounidense Bill Clinton estimó que Estados Unidos podría avanzar hacia un levantamiento del embargo contra Cuba si la isla liberara al subcontratista norteamericano Alan Gross, en una entrevista este jueves al diario Miami Herald.

“Pienso que estaríamos avanzando hacia ello si liberaran a Alan Gross”, dijo Clinton al diario, al ser preguntado sobre un posible levantamiento del embargo impuesto por Estados Unidos contra la Isla en 1962.

“Es realmente tonto permitir que una encarcelación a todas luces cuestionable ponga en peligro el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, pero esa no es mi decisión”, dijo el exmandatario, quien este jueves lideró en Miami un foro con líderes latinoamericanos a 20 años de la primera Cumbre de las Américas realizada bajo su mandato en la ciudad del sureste estadounidense.

Gross, subcontratista de la Agencia Estadounidense de Ayuda el Desarrollo (USAID), fue arrestado el 3 de diciembre de 2009 en La Habana bajo el cargo de distribuir sofisticados equipos de comunicación, y posteriormente condenado a 15 años de prisión.

La detención de Gross, cuya liberación inmediata y sin condiciones es exigida por Washington, puso fin a un tibio acercamiento a Cuba iniciado por el presidente Barack Obama tras su llegada al poder en 2009.

El Gobierno en La Habana ha sugerido tratar la situación de Gross en un diálogo que contemple también la suerte de tres agentes, quienes cumplen condena en cárceles estadounidenses, pero Washington se niega de plano a negociar un intercambio de detenidos.

Hillary Clinton, esposa del expresidente y posible candidata presidencial para 2016, afirmó en sus memorias publicadas en junio que antes de terminar sus funciones como secretaria de Estado, recomendó a Obama una “nueva mirada” sobre el embargo a Cuba, ya que “no estaba alcanzando sus objetivos y estaba retrasando” la agenda estadounidense en América Latina.

  • AGENCIAS