Con aguas albañales dentro y fuera de sus casas, así viven los vecinos de Sucu Sucu
written by CubaNet | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
LA HABANA, Cuba. – Desde hace casi 20 años los vecinos del barrio Sucu Sucu, en el reparto Párraga, de Arroyo Naranjo, conviven con un salidero de aguas albañales. En diferentes momentos los residuos putrefactos han contaminado el agua potable de la zona, lo que ha provocado el reclamo constante de los residentes a los organismos del Gobierno.
Sin embargo, a pesar de que brigadas de Aguas de La Habana solucionan momentáneamente la situación, la fosa vuelve a verter aguas negras y por dos de las calles del barrio, Pinar del Río y Hatuey.
Aunque las tuberías se destupen cada vez que ocurre uno de estos incidentes, el problema se repite, asegura Julia Fernández González, quien reside en Pinar del Río, entre Calixto García y Hatuey.
“Son tantos y tan grandes los problemas con esas alcantarillas, que el Gobierno tiene que hacer un arreglo capital y una gran inversión para solucionar definitivamente la situación”, manifestó.
Las aguas albañales corren por las calles del barrio Sucu Sucu (Foto: CubaNet)
El salidero comienza en la calle Pinar del Río y pasa a Hatuey, donde se encuentra el vertimiento más grande. Las tuberías de Pinar del Río tienen salida al río Orengo (conocido como río de Párraga). Cuando llueve fuerte entra el agua por el registro y al no poder salir debido a la tupición y las roturas, regresa a la calle Hatuey y se derrama por toda la arteria.
La situación en Sucu Sucu no solo dificulta el tránsito por las calles afectadas, sino que también ha conllevado a que muchas de las casas que se encuentran en los alrededores tengan problemas en sus sanitarios.
Precisamente, una de las vecinas del lugar, Aracelis Calzadilla, lleva más de 20 años “haciendo la gestión” para que el Gobierno solucione de una vez los problemas de desagüe, pero solo “llega, destupe y se va”.
Contaminación del agua potable (Foto: CubaNet)
“En el 2000 se metió el río aquí y acabó, se llevó hasta las paredes de las casas. Los vecinos en aquel momento fuimos al Partido Provincial a protestar; vinieron y dragaron el río, pero al hacerlo aplastaron las tuberías y desde ese momento mi casa se llenó de aguas albañales, negras como el petróleo”, relató la habanera de 62 años.
Tras las quejas, según refiere Calzadilla, una brigada de Aguas de La Habana abrió un falso registro para solucionar la laguna de excrementos que se acumulaba en la calle Pinar del Río; sin embargo, esas aguas albañales comenzaron a salir por la casa de la mujer y como consecuencia perdió la mitad de su vivienda.
“Vino un especialista de Vivienda y me dieron expediente para albergue, pero se limpiaron conmigo. Ya la gestión para que arreglen se ha vuelto caótica, hace más de 15 años si mal no recuerdo dijeron que iban a poner nuevas todas esas tuberías, pero hasta ahora no ha sucedido”, aseguró.
En el 2021, el presidente del Consejo Popular Párraga, Omar García, “habló directamente con el jefe de Aguas Negras” pues, debido a un mal trabajo anterior, había comenzado a contaminarse el agua potable del barrio.
Al respecto, en agosto de ese mismo año los vecinos de una ciudadela ubicada en la calle Pinar del Río entre Calixto García y Hatuey, enviaron una carta a varios organismos del régimen, sobre la necesidad de una solución a dicha “situación colectiva”.
Carta enviada al Partido Provincial por los vecinos de Sucu Sucu (Fotos: CubaNet)
“Somos una comunidad en un barrio marginado, un tanto olvidada con las calles llenas de basura y vertimientos, un mal olor repugnante por cada paso que das (…). Desde hace unos cuatro años estamos sufriendo con el brote de aguas albañales dentro de la misma [la ciudadela], la cual se desliza hacia afuera y corre por toda la calle con una pestilencia que penetra…”, explican los vecinos en la misiva.
Asimismo, los residentes de Sucu Sucu refieren que en la ciudadela viven muchos niños y adultos mayores que han presentado erupciones en la piel y hasta ingresos por infección en las vías respiratorias; además de la presencia de roedores y cucarachas por todo el lugar.
Los vecinos afectados ya han denunciado la situación en organismos como Aguas Negras de Mantilla y de La Palma, ambos en Arroyo Naranjo, Vivienda y Gobierno provinciales, pero no han recibido una respuesta certera y definitiva.
Hasta tres meses sobre las aguas albañales, así vive una anciana en La Habana Vieja
written by Enrique Díaz y Vladimir Turró | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
LA HABANA, Cuba. – La vivienda de Estrella de la Caridad Fernández Saínz, sita en avenida Zulueta, número 64 interior, entre Refugio y Genios, La Habana Vieja, lleva meses inundada de aguas albañales.
“Me meto hasta tres meses con estas aguas albañales aquí y no hay solución. Vienen [trabajadores de la empresa Aguas de La Habana], destupen y al mes y pico o dos meses vuelve a tupirse y a llenarse de agua esto de nuevo. Desde que está la construcción del Hotel Corona, esa situación se ha agudizado más”, denuncia la anciana, que reside a pocos metros del Museo de la Revolución y a un costado del Hotel Corona (actualmente en construcción).
Para la mujer, esa obra ha provocado el empeoramiento de las tupiciones en su casa, ya que desde allí se vierte agua mezclada con cemento hacia los desagües públicos. “No es que sea culpa del hotel solamente, pero sí tiene parte de ella”, opina la entrevistada.
La casa de Estrella de la Caridad Fernández Saínz, inundada por aguas albañales (Foto de los autores)
En lo que va de 2022 ―explica― esta es la segunda ocasión en que su vivienda se inunda con aguas albañales, aunque lleva años lidiando con el mismo problema.
“El 19 de junio se volvió a tupir, pero antes, en febrero (2022), estuve tres meses con las aguas albañales aquí adentro. Ese viaje vino mucha gente y Aguas de La Habana destupió en la calle y el agua fue bajando”, detalla.
Fernández Saínz asegura que, a pesar de las quejas presentadas ante las autoridades pertinentes, cuando llama para solicitar que acudan a destupir los desagües le dicen que “no hay petróleo para el camión”.
Aguas albañales dentro de la vivienda (Foto de los autores)
La anciana también precisa que la tupición de su vivienda involucra a los apartamentos del edificio colindante.
“Toda esa agua que está estancada en el cuarto viene del sótano de al lado. Yo he dicho que hay que destupir al lado también, pero nadie me hace caso”, lamenta.
Debido a esta situación, a la anciana y los demás residentes del inmueble no les ha quedado otra alternativa que mudarse a casa de otros familiares.
“Yo no puedo vivir eternamente en casa de mi hija porque allí tampoco cabe la gente. Estoy allí porque no hay más opción, pero a mi edad no quiero estar en casa de nadie”, insiste.
Patio de la vivienda (Foto de los autores)
La anciana de 81 años dijo a CubaNet que cada tarde debe recurrir al transporte público y atravesar toda la capital para llegar hasta el municipio La Lisa, donde reside su hija. Luego, a la mañana siguiente regresa a su hogar. Entre lágrimas refiere que vive con la esperanza de que las autoridades resuelvan su situación.
“Aquí no hay quien esté; entre los mosquitos y la peste es imposible vivir aquí”, se queja.
Fernández Saínz trabajó durante años como auxiliar de limpieza en la Dirección Municipal de Vivienda, entidad que le ofreció el local donde ahora reside legalmente bajo la promesa de concederle una vivienda más adelante, cuenta. Luego le dijeron que no había ningún inmueble disponible para otorgarle.
“Me dieron esto con la condición de sacarme y ya llevo 42 años aquí, con penetraciones del mar que me lo ha desbaratado todo. Me he quedado sin nada y aquí estoy yo todavía”, termina.
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Aguas albañales amenazan salud de residentes en solar habanero
written by Enrique Díaz y Vladimir Turró | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
LA HABANA, Cuba.- Vecinos de un solar de La Habana Vieja denunciaron esta semana las pésimas condiciones sanitarias de sus viviendas, particularmente la tupición de los conductos de aguas albañales que provocan hedor y acumulación de desechos orgánicos en Esperanza 439, entre Carmen y Figura.
“Estamos hablando de un pasillo donde hay ocho apartamentos, en los cuales viven cinco niños menores de cinco años y cuatro personas mayores de 70 con antecedentes de enfermedades crónicas. Esta asquerosidad es un peligro para la vida de todos, y aún más para ellos en medio de la pandemia de coronavirus”, alertó Ana Margarita Miranda, una de las vecinas.
Según explicaron los vecinos a CubaNet, en varias ocasiones han pedido a las autoridades que les ayuden a mejorar las condiciones higiénico-sanitarias de su solar.
“Hemos ido al policlínico, a la empresa Aguas de La Habana, hemos llamado al funcionario de Aguas Negras, y nada”, detalló Miranda.
Esta no es la primera vez que los residentes de Esperanza 439 alertan a las autoridades. No obstante, varios entrevistados aseguran que las deplorables condiciones higiénicas de sus viviendas se vuelven más peligrosas ahora, a medida que aumentan los riesgos de infección con la COVID-19.
“No nos vamos a cansar de denunciar porque tiene que haber una solución a nuestro problema. Esto, aparte del coronavirus, puede generar un brote de cólera, de dengue… Cada vez que este pasillo se llena de aguas albañales hay problemas para que vengan a destupir. Nadie hace caso”, se quejó Miranda.
Los vecinos insisten en que su mayor preocupación recae sobre las personas de la tercera edad que residen en el solar, ya que muchas de ellas son hipertensas, asmáticas o diabéticas. Sus vidas podrían estar en peligro en caso de contraer cualquier otra infección viral.
“Es peligroso porque son personas que tienen otros problemas. Además, cuando esto se inunda no se puede salir”, advirtió Miranda.
Para salir o entrar a sus viviendas mientras el pasillo está inundado de aguas albañales, los vecinos tienen que caminar sobre tablas dispuestas en el piso y evitar entrar en contacto con los desechos.
La situación, incluso, es conocida por la doctora del médico de la familia que, en más de una ocasión, ha visitado la ciudadela para realizar el pesquisaje orientado por las autoridades de Salud Pública, en aras de identificar personas con síntomas respiratorios, denunciaron los vecinos.
“Ayer pasó la doctora y nosotros nos quejamos otra vez. Dijo que haría el reporte en el policlínico, pero ella no es la que tiene que resolver el problema. Esto pasa aquí cada vez que se tupe (el desagüe de) la calle”, señaló Miranda.
Helen Yu Gómez, otra de las residentes en Esperanza 439, cree que por causa de la acumulación de aguas albañales se han incrementado los mosquitos en la zona. Además, el mal olor se ha apoderado de todas las viviendas de manera constante, se queja la vecina.
“Nos mandan a quedarnos dentro de la casa, pero aquí no hay quien esté por la peste. En esta historia llevamos un mes”, denunció. “Tenemos mucho miedo y más en medio de la pandemia que está acabando con el mundo”.
En tanto, el vecino Javier González Hernández también está preocupado por la posible contaminación del agua potable, pues las tuberías quedaron sumergidas bajo las aguas albañales.
“Ellos (las autoridades) no entienden que el agua potable podría contaminarse. Son tuberías nuevas, pero igual es muy peligroso”, advirtió.
La alta tasa de insalubridad que afecta a numerosos municipios de la capital cubana podría empeorar la compleja situación epidemiológica actual, mientras la pandemia de coronavirus que avanza a lo largo del país ya ha provocado cerca de 1 200 contagios y 40 muertes.
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“La fosa está vertiendo aguas albañales dentro de mi casa”
written by Enrique Díaz y Vladimir Turró | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
LA HABANA, Cuba.- “El Palenque parece que no está en el mapa para nuestro gobierno, porque aquí nunca resuelven nada”, así define Ernesto León Cruz la inoperancia de las autoridades para resolver el salidero de aguas albañales que afecta su vivienda hace más de seis meses.
Ernesto, quien reside en avenida 69 entre 144 y 148, en la barriada del Palenque, municipio La Lisa, explicó a CubaNet que la situación es conocida por todas las instituciones municipales, sin embargo, las mismas no han hecho nada para resolver el problema, a pesar del riesgo infeccioso por brote de enfermedades como el dengue y el chikungunya.
“Nadie me da una explicación, ni una solución para mi problema. La fosa está vertiendo aguas albañales dentro de mi casa, y cuando llueve se mete todo el excremento para dentro. Ya mi nieta pequeña estuvo ingresada en el hospital producto a eso, pero eso no le interesa a nadie, entonces, después que sucede lo peor es que te quieren solucionar el problema. ¿Por qué hay que esperar siempre que suceda lo peor para resolver los problemas del pueblo?, preguntó.
Los reclamos de Ernesto han llegado hasta la Dirección Municipal de Higiene y Epidemiología del país, pero los mismos han hecho caso omiso a pesar de lo delicada que resulta la situación.
“Nadie hace nada, ya no sé a dónde voy a ir. Tú sabes lo que es que no me puedo ni sentar a comer en el comedor de mi propia casa por causa de la peste que hay, y mucho menos sentarme en el portal, la peste es insoportable. Todas las instituciones saben sobre esto, incluso la delegada me planteó que no está en sus posibilidades resolverlo, porque nadie le hace caso”.
Ernesto denuncia además que trabajadores de la Empresa de Saneamiento de la Habana le han pedido entre 30 y 40 CUC para resolverle su situación con las aguas albañales, pero advierte que no cuenta con el dinero para esto, porque lo que gana trabajando apenas le alcanza para adquirir alimentos, asegura.
“Se me han acercado y me han pedido entre treinta y cuarenta dólares para resolverme la situación, imagínese usted, yo soy un simple trabajador y lo que gano no me alcanza ni para la comida, cómo lo pago, y necesito resolver esta situación”, denunció.
Por su parte, Caridad Hernández, vecina de la zona, destaca que hace varios años la comunidad se encuentra afectada por el problema del salidero de aguas albañales producido por tupición en las tuberías, pero alega que nunca las autoridades han dado una verdadera solución al problema.
“No te puedo decir exactamente cuántos años hace que ese río de excrementos corre por el barrio, pero sí te puedo decir que hace muchísimos años que esto nos afecta, que incluso en algún momento hubo hasta cólera en esta zona, y casi muere un niño, pero a pesar de ello no han hecho nada real para resolver el problema”.
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“Mi casa es la fosa del edificio”, así vive este cubano en La Habana
written by Enrique Díaz y Vladimir Turró | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
LA HABANA, Cuba.- “Mi casa es la fosa del edificio”, así dice el letrero que William Sánchez Aldana ha colgado en la puerta de su apartamento, intentando llamar la atención de las autoridades para que le den solución a la difícil situación que enfrenta hace más de 9 meses, ante la inundación de su casa de aguas albañales.
William, que reside en la calle Genios número 256 entre San Lázaro y Malecón, Centro Habana, denunció a CubaNet que por causa de esta problemática lleva nueve meses durmiendo en la calle, ya que no puede vivir en su hogar.
“Estoy durmiendo en parques, en paradas de ómnibus, donde se pueda, y eso no le interesa al gobierno. Me alimento gracias a los vecinos que una que otra vez me brindan un plato de comida, porque en mi casa no puedo hacer nada”, dice entre lágrimas.
Su apartamento está ubicado en el sótano de un edificio de unos 14 apartamentos que presentan roturas en las tuberías de aguas albañales, las cuales van a parar al apartamento de William.
“Esto lo sabe el delegado, el partido, el Consejo de Estado, la gente de higiene y epidermiología; porque además hay riesgo de contaminación de las aguas potables del edificio y nadie hace nada. Yo no entiendo cómo es que le quieren celebrar los 500 años a la Habana y los edificios están totalmente destruidos”, advirtió.
Destaca William que han entregado cartas firmadas por todos los vecinos en diferentes instituciones, pero solo “han dado respuestas burocráticas y no hacen nada”.
“Yo pienso que están esperando que alguien muera o que se caiga el edificio, porque esto empezó desde el 28 de enero, cuando lo del tornado, y mira a cómo estamos y nada. En el edificio incluso ya dos niños han tenido diarreas, ojalá que no haya un desenlace fatal, porque serán ellos los únicos responsables de la situación, ya nosotros no sabemos qué hacer”, afirmó.
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Denuncian estado crítico de consultorio veterinario en La Habana
written by Raúl Lázaro Fonseca Díaz | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
Estado del consultorio veterinario en Nuevo Vedado. Foto del autor
LA HABANA, Cuba.- Para Nuria, próxima a cumplir los 60 años, resulta una proeza llevar a sus perros a la consulta veterinaria de su zona, ubicada en la calle Central número 803 entre Tulipán y Conill, Nuevo Vedado, en el municipio Plaza de la Revolución.
Sus animales son tres, y dos de ellos, los que lleva con una correa, son grandes y robustos: Pepe, un pastor alemán, y Eulogio, un mestizo que tiene bastante de pitbull. Al tercero, un cocker spaniel llamado Elpidio, lo lleva cargado. Pero el problema no son los perros, sino las aguas albañales que inundan los alrededores del consultorio. Si no anda con cuidado, Nuria corre el riesgo de resbalar y caerse.
Las aguas albañales no solo corren por el exterior de la clínica veterinaria: también ruedan por las paredes, procedentes del techo. Producto de las filtraciones, el consultorio, situado en el sótano de un edificio de 26 plantas, se encuentra en gran estado de deterioro.
La filtración, que empezó hace más de un año, se debe, según explica la doctora veterinaria Isabel Moliner, a que “las oficinas de Comunales y Aguas de La Habana que están allá arriba tienen tupidos los tragantes y los baños y no acaban de arreglarlos”.
Estado del consultorio veterinario en Nuevo Vedado. Foto del autor
A pesar de las pésimas condiciones en que se ve forzada a trabajar, la doctora Moliner hace lo mejor que puede. “Estoy sola aquí, pues a la otra doctora que trabajaba conmigo la pusieron a visitar las casas, y ahora yo tengo que hacerlo todo, no solo atender a los animales, sino también limpiar el piso y botar cuando se llena el cubo de agua que tengo que poner debajo del fregadero”.
“De la empresa no vienen por aquí ni siquiera a felicitarnos por el Día de la Mujer, o por el Día del Veterinario, que se celebra el 24 de marzo ̶ antes era el 10 de abril, porque en ese año, en 1907 se creó la primera Escuela de Medicina Veterinaria en Cuba, pero ahora lo que se celebra es la creación del Instituto de Medicina Veterinaria que fue el 24 de marzo de 1960 ̶ . Pero eso sí, nos aumentaron la recaudación de 1200 pesos a 2100.”
Estado del consultorio veterinario en Nuevo Vedado. Foto del autor
El salario básico mensual de un médico veterinario estatal es 385 pesos (poco más de 15 dólares), aunque con la estimulación puede llegar a 700 pesos (cerca de 29 dólares), pero según la doctora Moliner a veces se atrasa el pago. “Debíamos cobrar el día 20 y todavía no nos han pagado”, aseguró a Cubanet y comentó que el pasado mes depositó 3300 pesos. “No entiendo entonces, con tanta recaudación, por qué la empresa no se ha ocupado de solucionar los problemas que hay.”
El consultorio veterinario de Nuevo Vedado abrió sus puertas en el año 2000 para acercar este servicio a la población de la zona, que antes tenía que trasladarse hasta Carlos III y Ayestarán, donde se encuentra la Facultad y Clínica Veterinaria, o de lo contrario, contratar los servicios de veterinarios privados, que suelen ser más caros.
Estado del consultorio veterinario en Nuevo Vedado. Foto del autor
“Aunque estamos un poco mejor de medicamentos que en otros años, faltan sueros de solución salina y glucosa. Súmele a eso la filtración y los demás problemas. Tal parece que no les interesara o que quisieran eliminar el consultorio y con él el servicio que le presta a la comunidad”, se lamenta Moliner.
Comunidad en Santiago de Cuba lleva 30 años viviendo entre aguas albañales
written by Yosmany Mayeta Labrada | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
SANTIAGO DE CUBA, Cuba.- Roxy lleva más de 30 años viviendo en la comunidad santiaguera de Los Pinos, cuenta que sale cada mañana con botas para agua, sorteando las calles inundadas de aguas residuales y desechos fecales cuando va para su centro laboral, donde se desempeña como cajera en un banco del Distrito # 2 en el centro de la ciudad.
“Cuando salgo a la avenida Los Pinos me cambio estas botas en la casa de mi prima por los tacones, así llevo treinta años, día tras día, con la misma rutina para salir o entrar a mi casa”, y señala para un rincón en la sala donde pone sus botas.
Residentes de la comunidad Los Nuevos Pinos, en las cercanías de la joven Avenida Patria y la Necrópolis Santa Ifigenia, describen que este problema medioambiental comenzó el 20 de mayo de 1988, desde entonces la amnesia gubernamental ha convertido sus días en verdaderas odiseas, lidiando con la fetidez y las heces por doquier, a raíz de una tupición en los tragantes de la comunidad.
La barriada, creada en la década del 60, contaba en sus inicios con 130 viviendas, según datos ofrecidos por una especialista de la Oficina del Conservador de la Ciudad. En aquel entonces, el rústico sistema de drenaje lograba satisfacer la demanda, pero ahora el débil alcantarillado no logra mantenerse estable y fluctúa ante las más de 900 casas que acoge la zona.
“Esta situación la hemos vivido desde hace años, mi hija tiene 22 años y tengo un nieto de cinco, que está enfermo con falta de aire debido a la humedad. Ayer tuve que pagar para que me destupieran el desagüe, porque me estaba entrando agua por la cocina, si no, hoy tuviera la entrada de la casa y el baño completamente lleno de agua sucia”, lamentó Mariela Rueda, vecina del Pasaje 11, quien lleva más de cuarenta años viviendo en esta comunidad.
Otra señora que no quiso identificarse, pero que dijo vivir en las calles más abajo que permanecen inundadas, contó a Cubanet que las gestiones realizadas por la delegada de circunscripción son en vano. “Hemos ido donde quiera, en el Partido Provincial nos sentamos con el 1er Secretario Expósito y por gusto, nos dijo que tuviéramos paciencia, pero de eso han pasado varios años y ya no hay aguante, solo falta que nos plantemos con carteles en el Parque Céspedes, para que la prensa extranjera saque esto para el mundo”, sentenció.
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba (Foto de archivo)
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Raúl Conde tiene 34 años de edad y vive en el Pasaje 7, por donde el correr de las aguas albañales se compara solo con el cauce de un río. “Todos los días saco a mi hija a caballito para que vaya a la escuela, pero cuando regresa en muchas ocasiones la he cogido sin zapatos tratando de llegar a la casa”, lamentó.
Nancy, enfermera del Consultorio 25, reveló a este diario que las condiciones higiénicas son cada día peores. “Hemos tenido que lamentar pérdidas de vidas humanas por esta situación, aunque nunca podemos decirlo, son varios los casos. Además de que no cesan las apariciones de cólera, y el dengue es frecuente, casi todos los días ingresamos a personas con fiebre, por temor a esta enfermedad”.
Según la trabajadora sanitaria, la comunidad cuenta con centros educacionales que también sufren de estas condiciones. “Tenemos niños pequeños en las escuelas y círculos infantiles cercanos y a menudo los vemos pasar por dentro de las aguas residuales, exponiéndose a toda esta contaminación. En mi consultorio atiendo a más de 300 niños que viven con esta podredumbre, niños enfermos y ancianos con el sistema inmunológico deprimido. Muchas de las enfermedades que presentan los pacientes están relacionadas con las aguas albañales”.
Roberto Jiménez fue delegado de circunscripción años atrás y alega haber renunciado a este cargo porque el Gobierno de Santiago de Cuba no lo ayudó a solucionar la problemática. “Mentira tras mentira recibía en cada despacho, mis electores ya no aguantaban más y querían más acciones de mi parte. Tras la poca ayuda tuve que renunciar porque la gente no es boba, ven que hacen reparaciones en alcantarillados cerca del cementerio y para los que viven aquí nunca hay recursos”.
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Muchas son las personas de esta localidad que temen que las condiciones empeoren. “Cuando llueve el agua sube y entra a la casa, siempre tenemos que andar con botas, mis pies están llenos de hongos por esta humedad, y hasta que no hagan un buen trabajo en el alcantarillado de la zona, viviremos sumergidos entre las aguas de mierda”, criticó una joven del Pasaje 11.
Para Mariela tomar agua o lavar igual es difícil. “Cuando lavo la peste se pega en la ropa, aunque la pongo al sol por horas, la peste se queda siempre, con el agua de tomar también es tremendo dolor de cabeza, no cogemos la que llega por la tubería por temor a que esté contaminada y aunque han dicho que no está, hace años le pago a un señor 30 pesos todas las semanas para que me llene un barril que tengo en la cocina”.
Pilar Risco Rojas, actual delegada de la circunscripción 30, indicó que tienen una manzana completa cuyos baños permanecen clausurados por encontrarse apestados, “los baños sanitarios y tragantes de los patios permanecen desbordadas de heces fecales, las calles parecen ríos, y lo peor es que las personas están tirando sus desechos en la misma calle”.
“Vivo con mi mamá postrada y cuando hace sus necesidades en el tibor lo tiro para la carretera, porque tengo el baño cerrado por salud pública hace meses, los demás hacemos nuestras cosas en casas de vecinos o esperamos la noche para hacerlas en el montecito que queda por el río”, refirió un señor que prefirió no revelar su identidad por vergüenza.
Reinier Delgado, joven cuentapropista, dijo vivir en el área que tiene los baños clausurados, “cuando me entran ganas de hacer mis necesidades corro para la casa de mi papá que vive cerca o lo hago en un nylon, luego lo boto para la calle, y si hay mucha gente parada afuera de la casa voy con la jaba para el río San Pablo y la tiro allí”.
Muchos lugareños apuntan que las inundaciones de aguas albañales se han agudizado por las reparaciones que está acometiendo la empresa de Aguas Santiago en el aliviadero del Río San Pablo, obras que según la mirada escéptica de los vecinos “marcha a paso de hormiga”.
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
Viviendas en el oriente de Cuba rodeadas de aguas albañales. (Foto: CubaNet)
Viviendas de la comunidad Los Pinos Nuevos en Santiago de Cuba, rodeadas de aguas albañales. Fotos cortesía del autor
“Ahora me entero de ese río, tienen una serie de equipos que pueden ayudar a destupir el alcantarillado y dicen que no son ellos, al final viven quitándose responsabilidad. Desde hace años estamos inundados, y no aparecen los responsables que tienen que arreglar esto”, acotó una joven del Pasaje 1.
Según sentenció el ex delegado Jiménez, las reparaciones que se están realizando en el aliviadero del río no solucionarán el problema. “Esto no va a resolver nada, después de 30 años pensábamos que el trabajo se iba hacer completo, pero es un inicio de obra y el proyecto era comunicar este desagüe con el canal de la avenida Patria, vamos a continuar en los mismo y estamos cansados de vivir entre las inundaciones, el tufo y el excremento de la gente flotando por ahí”, selló.
Aguas de la Habana no responde a quejas por inundación de aguas albañales
written by Ezequiel Fuentes Morales | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
Pasillos del solar, inundados con aguas albañales. Fotos del autor
Entrada del apartamento completamente inundado de aguas albañales. Fotos del autor
Entrada del apartamento de Antonia Reyes. Fotos del autor
SANTIAGO DE CUBA, Cuba.- Antonia Reyes, residente en la calle San Rafael, en el municipio Centro Habana, vive por estos días el peor de los escenarios, ya que el depósito de desechos y aguas albañales de la cuartería donde vive lleva más de dos semanas obstruido y la empresa de alcantarillados de La Habana aún no ha dado respuesta a la queja.
Hace poco más de 15 días la fosa común del edificio 1076, radicado en el consejo Cayo Hueso, comenzó a desbordarse, y consigo, a esparcir el mal olor y las heces fecales por todo el piso inferior del solar, además de que los desagües de los baños más cercanos a la cárcava, comenzaron a regurgitar los desechos fecales.
“Tengo que salir de la casa en las noches y dormir en el apartamento de la vecina porque no me puedo bañar ni estar en casa por la peste, mi entrada está llena de agua sucia y si esto sigue, el agua me va a entrar a la vivienda”, denunció Reyes, quien es la más afectada por vivir más cerca al desagüe.
La señora damnificada critica que los encargados de dar solución a este tipo de problemas en el municipio hacen caso omiso a sus reclamos, “desde el primer día que vi que estaba empezado a salir agua de ahí reporté a la empresa que la fosa estaba tupida, pero me dijeron que tenía que esperar porque no tenían los carros a disposición, pero que no tardarían en venir a destupirla, así han pasado los días y nada, ya ni siquiera cogen el teléfono”.
El mal estado del alcantarillado por los más de 100 años de explotación, además de la falta de mantenimiento, anuncian una grave crisis sanitaria que amenaza a los más de dos millones de personas que hoy residen en La Habana, a lo que autoridades no responden efectivamente, convirtiendo el mal olor de las aguas albañales en parte indiscutible de la cotidianidad capitalina.
Otros vecinos aseguran que este problema ha pasado en dos ocasiones más y que nunca han venido a cambiar el sistema de desagüe del edificio, a pesar de que, en la rendición de cuenta del delegado a sus electores, prometieron que iban a remplazar el alcantarillado por completo en la añeja edificación y mostraron un proyecto para su remplazo, pero nunca sucedió.
Fosa desbordada. Fotos del autor
Baños de los apartamentos afectados por la obstrucción del drenaje. Fotos del autor
Marcos, morador de la cuartería, mencionó que en el segundo piso reemplazó por sus propios medios una sección de los tubos del drenaje, “pasó que la tubería de mi casa se tupió de tal forma que nunca se pudo destupir, al parecer los tubos que estaban se deshicieron por viejos que eran y tuve que poner nuevos, todo el dinero salió de mi bolsillo, siendo este edificio propiedad del gobierno y por lo tanto garante del alcantarillado”, señaló.
Otra de las complicaciones acarreadas por el desbordamiento de fosas y el deterioro de los conductos es que la contaminación del agua potable ha aumentando considerablemente los brotes epidémicos (bastante reincidentes en solares y caseríos de La Habana, y en específico en el consejo Cayo Hueso). Se han reportado casos de leptospirosis, cólera, dengue y chikungunya. Pero a pesar del largo y complejo laberinto de consecuencias que representan estos desbordamientos de aguas residuales, autoridades encargadas de erradicar estas situaciones recurren a la preterición de los miles de casos alrededor de la urbe, quedando entre la inmundicia y viviendo a su suerte.
“Si no hemos cogido una enfermedad por el mosquito o de cualquier otra cosa, es porque Dios existe y hace milagros, porque si no aquí ya no quedara gente”, lamentó Mario Sergio, vecino del solar.
Ante la grave situación que viven los residentes de la edificación, y que la empresa Aguas de La Habana no ha atendido las quejas formuladas, vecinos del edificio planean llamar a los “destupidores privados”, como son conocidos los mismos trabajadores de la empresa estatal, que utilizan los carros y equipos de la misma para realizar estos trabajos, por la izquierda.
“Cuando uno llama a la empresa nunca están disponibles, pero si les pagas 30.00 o 40.00 CUC enseguida vienen, artillados con todo para solucionarle el problema a uno. Ya para eso que lo pongan privado, resolverían más”, reprocha una moradora del edificio.
Ahora Antonia y otros vecinos del solar comenzaron a recaudar el dinero para reparar por su cuenta la obstrucción, antes que, según sus palabras, “se muera un poco de gente aquí”, pues alegan que ya la situación no se sostiene y las aguas albañales están comenzando a desbordarse también en el segundo piso del edificio. “Si no tenemos el dinero nos plantamos en la empresa y hasta que no nos resuelvan no nos iremos de allí, por la falta de respeto. Aquí hay niños y ancianos que si cogen una bacteria entones sí se complican, pero todo aquí es esperar a que alguien se muera para dar solución a las cosas”, manifestó la desesperada señora.
Sin arreglo por más de 40 años
written by Palenque Visión | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
written by Frank Correa | miércoles, 1 de febrero, 2023 9:02 am
Patio inundado de aguas albañales (foto del autor)
LA HABANA, Cuba. – La familia Guzmán, residente en la capitalina barriada de Jaimanitas, no puede más con la fosa desbordada dentro de la vivienda y tras agotar las reclamaciones en los canales oficiales, finalmente recurre a la prensa independiente para denunciar el abandono y la indolencia en que están sumidos.
¨Desde hace años la fosa reventó y el agua albañal lo ha inundado todo¨, cuenta Pablo, el mayor de la familia Guzmán. ¨El patio permanece anegado, el mal olor nos impide dormir, los mosquitos nos acribillan, de milagro no nos hemos enfermados. Este problema lo conoce el Delegado. Nos hemos quejado a todos los niveles, pero no se resuelven el problema. La fosa necesita un escombreo, pero Aguas Negras exige mil pesos por el servicio, dinero que no tenemos. Hace dos años solicitamos un subsidio al Poder Popular, pero nos dijeron que no tenían presupuesto. Así es imposible vivir¨.
Su vecina Elvira, padece una situación aún más compleja. Me muestra su baño,desbordado. Cuenta que tuvo que sellar el lavadero y la poceta, realiza sus necesidades elementales en un cubo, pues la taza no descarga desde hace tiempo. ¨Mi esposo Osvaldo falleció el año pasado y estuvo postrado los últimos once meses de su enfermedad terminal. Tenía que bañarlo en la sala, en una silla que mi hijo le confeccionó para tal fin, porque al baño no se puede entrar. En 2012 hice una reclamación en la Dirección Municipal de Vivienda, al departamento que atiende los edificios múltiples, pero después de llenar un sinfín de papeles jamás se han mostrado por aquí¨.
En estos momentos Jaimanitas presenta muchos casos de fosas desbordadas y a pesar de los intentos de la campaña por la erradicación del mosquito Aedes Aegypti, en estos cenagales el insecto encuentra un caldo de cultivo ideal para su procreación y embestida. Pero ningún caso presenta una situación tan dramática como esta de Elvira y la familia Guzmán, donde los moradores apenas pueden permanecer dentro de la vivienda por la inmundicia en que viven.