LA HABANA, Cuba.- Desde que las calles cubanas fueran invadidas por internautas deseosos de información y comunicación, diversas son las aplicaciones móviles que han ganado un espacio dentro de la cotidianeidad nacional. Algunas para el robo de señal Wi-fi, otras representativas de las distintas redes sociales, y hasta para citas a ciegas; pero sin duda alguna, la necesidad de contacto con la familia que está del otro lado del mundo provocó la búsqueda de una opción que sustituyera al costoso y bloqueado Skype.
El resultado fue la exitosa IMO.
Diseñado para casi todos los sistemas operativos móviles conocidos en la Isla, y gratuita en su totalidad, la aplicación IMO permitió que las familias se reencontraran una vez más, ya el texto y la imagen fija pasarían al olvido con este programa que realiza video-llamadas.
Desde su descubrimiento en el país, no faltaron contratiempos para esta revolucionaria forma de comunicarse. La desactualización de los teléfonos móviles y el poco conocimiento de algunas personas conspiraban contra las mínimas exigencias de IMO para una perfecta funcionalidad. No obstante, la mala calidad de la conexión sigue siendo el mayor obstáculo para quienes se acercan a una red Wi-fi de ETECSA intentando lograr una clara comunicación con sus amistades y seres queridos.
La Rampa habanera, el punto Wi-fi de mayor tráfico en todo el país, fue testigo de los innumerables intentos de miles de cubanos por lograr al menos medio minuto de comunicación clara y fluida. Frases como “se cuadricula la imagen” o “se congeló” se hicieron habituales cuando la conexión comenzó a escasear, desde el día de su apertura.
Vale destacar que, con la instalación de nuevos puntos de acceso, la comunicación ha visto cierta mejoría. Sin embargo esto ocurre en horarios poco favorables. La descentralización ha generado que mayor número de personas puedan acceder a la red de redes, pero siguen siendo las horas laborales y la madrugada los períodos de mayor calidad de la conexión.
Por otro lado, la necesidad del uso de audífonos –por encontrarse las conexiones Wi-fi en plena calle, expuestas a todos los ruidos– limita considerablemente el uso de la aplicación a un público que debe enfrentar diversos contratiempos en un mismo momento.
“Yo tengo 75 años de edad, ya no es lo mismo. Los audífonos, aunque no quieras, te aíslan de la peligrosa realidad de estar en la calle. También está la mala conexión, y no hay lugares cómodos donde poder sentarme. Es como si no se hubiera considerado a los más adultos. Me lo pienso antes de salir de casa”, comentó para CubaNet Luis Benavides, ingeniero civil jubilado que utiliza la aplicación para conversar con su hija.
De accidentes de tránsito, robos y asaltos, han sido víctimas esos que, sumergidos en una conversación por IMO, se han olvidado del mundo que los rodea. Por tales razones, gran parte de los usuarios coinciden en que una conexión desde casa sería una solución para este y muchos otros problemas.
Pese a todas las dificultades, los isleños ven como un logro el poder realizar video-llamadas a esos que por años no veían. La colonización de IMO ha sido bien vista tanto por los cubanos de la Isla como por los que han salido de ella.
“Dentro de tantos problemas y tantas familias separadas, el poder ver como cae una lágrima no tiene comparación. Muchas cosas tienen que cambiar dentro de todo el sistema de conexión a Internet en Cuba, y esta aplicación necesita considerables mejoras, pero definitivamente llegó para cambiarnos la vida. El IMO se robó el show” concluyó Benavides.