GUANTÁNAMO, Cuba.- Las autoridades guantanameras han declarado a diferentes medios oficiales que los daños causados por Irma no han sido considerables aquí si se comparan con los sufridos por las provincias más perjudicadas.
Es cierto. Pero se obvia que Guantánamo no se ha recuperado totalmente de los daños causados por Matthew hace casi un año y que si antes el país estaba volcado en la recuperación de nuestro territorio, donde la información sobre los daños tardó más de seis meses en ofrecerse, ahora serán otros los destinatarios de los esfuerzos y la ayuda del país. Así lo informó el Consejo de Defensa Provincial de Guantánamo (CDPG), según publicó el periódico Venceremos el pasado 15 de septiembre en nota rubricada por el periodista Jorge Luís Merencio Cautín, donde se expone que atendiendo a los severos estragos de Irma en otras partes del país la provincia deberá recuperarse con su propio esfuerzo y ayudar a las demás en su recuperación.
Un informe preliminar del CDPG reveló que 875 viviendas fueron dañadas. De ellas 73 se derrumbaron totalmente y fueron dañadas 42 instituciones estatales, fundamentalmente de las áreas de comercio, salud y educación. La pregunta que muchos se hacen es: ¿cuándo nos recuperaremos de los efectos de Matthew e Irma si ahora contamos solamente con nuestros esfuerzos?
Río Seco se mojó, ¡y de qué forma!
A pesar de lo dicho por las autoridades, lo vivido por algunos residentes del municipio Manuel Tames en nada se diferencia de la tragedia sufrida por los cubanos que residen en las zonas del norte del país.
Según declaraciones que la señora Alemia Martínez ofreció al periodista Julio César Cuba Labaut, del mencionado órgano de prensa, ella y su familia se salvaron de milagro. “Nunca pensé que podría hacer el cuento, parece que Dios repartió suerte, pues la corriente del río crecido me arrastró como a un gajo seco. Pude agarrarme de algo, no sé de qué ni de dónde saqué fuerzas para subir a la placa del baño del vecino”. Aleima, vecina de la calle Camilo Cienfuegos No.187, municipio Manuel Tames, declaró que con ella estaban su esposo, tres hijos y una nietecita de quince días de nacida y todos estuvieron a punto de morir. Indudablemente su experiencia fue muy dramática. A Aleima le cayó una pared encima y casi no podía caminar. Las aguas comenzaron a inundar su vivienda. En tales condiciones ella y sus familiares lucharon por su vida y cuando creían estar a salvo sobre el techo del baño de un vecino, un poste del tendido eléctrico se desplomó muy cerca de ellos y otros pobladores tuvieron que lanzarles una soga para sacarlos de allí. En doce años de vida en el lugar ella nunca había visto que el río Seco creciera de esa forma.
Similar dramatismo revistió la experiencia de Gracy Aliaga Martínez, según declaró al periodista Edelman Henriquez Pons, cuando las aguas arremetieron con furia inusitada. “Eran las seis o siete de la noche cuando sentimos un estruendo que cada vez se hacía más fuerte, como si fueran truenos, solo segundos después el agua se colaba por dondequiera”.
Según su declaración, es inusual que el río penetre en las casas, pero esta vez lo hizo tanto por detrás como por el frente. Por lo que dijo se infiere que la gran acumulación de desechos sólidos en las márgenes del río provocó su represamiento y el desvío de las aguas, una circunstancia que deberá ser tenida en cuenta por las autoridades en el futuro, pues se trata de algo que es habitual en todos los ríos de la provincia.
Los daños de Irma en este municipio se extendieron a instalaciones estatales, entre ellas la cabina del estadio de pelota, la cancha de baloncesto, la sala de ajedrez y los gimnasios de lucha y boxeo, aunque según el órgano de prensa ya estos últimos fueron recuperados. Todavía en este municipio hay 42 familias ubicadas en centros de protección.
Otras consecuencias de Irma en Guantánamo
Irma no dejó un acumulado de lluvias significativo para los embalses a pesar de las intensas lluvias. Los 36.8 millones de m3 acopiados elevaron el acumulado hasta un 41.7%, uno de los más bajos del país en estos momentos, cuando queda poco más de un mes para que termine el período lluvioso.
Esto se debe a que lugares como el municipio de Yateras, donde se reportaron 438 mm de agua durante el paso de Irma, carecen de embalses de significación o sencillamente no los tienen. Toda esa agua fue a parar al mar.
La situación epidemiológica, de la que casi no se informa nada, continúa siendo complicada debido a la permanencia de la epidemia de conjuntivitis hemorrágica, a la que se unen las de dengue y zika, indudablemente potenciadas por las recientes lluvias. Los municipios de mayor peligro en estos momentos son Manuel Tames y Yateras.
Ayer lunes 18 de septiembre este corresponsal recibió información de una fuente del Ministerio de Salud Pública de la provincia, cuya identidad preservamos por razones obvias, que el municipio El Salvador habilitó una sala en previsión de brotes de cólera.
Las autoridades han llamado a la población a hervir el agua y clorarla, así como a mantener una higiene adecuada en los hogares y sus alrededores, algo que no podrá cumplirse mientras Guantánamo continúe con un servicio de recogida de desechos sólidos deficiente. En múltiples zonas de la ciudad pueden verse contenedores de basura repletos de desechos, los cuales son vaciados cada tres días o más. Ellos son una fuente reproductora de vectores, como también lo son los abundantes salideros y charcas de aguas albañales que proliferan en la ciudad.
Como dice un viejo refrán: ¡Qué Dios nos coja confesados!