LA HABANA, Cuba, septiembre, 173.203.82.38 -El segundo tema tratado por agentes de la Seguridad del Estado con abogados de la Asociación Jurídica Cubana (AJC) fue, “la no claridad de los propósitos que animaban a la misma”.
Honestamente, no sé si permanecer serio o reírme ante esa aseveración de los investigadores.
Este cuerpo represivo siempre nos ha dado la imagen de saberlo absolutamente todo, de estar en todas partes, de tener la capacidad de penetrar cualquier organización en cualquier lugar del mundo… me cuesta mucho concebir que después de más de dos años de proceso totalmente abierto de la AJC ante los Tribunales de Justicia nacionales, el DSE “no sepa con claridad nuestros propósitos”.
He comparecido ante ellos en la famosa Sección 21. Han estado en mi casa en largas conversaciones. Hasta me han invitado a colaborar con ellos.
Por lo anterior es que tengo la tendencia a pensar que conocer perfectamente bien los propósitos que nos animan es precisamente lo que les preocupa.
Aprovechemos entonces la oportunidad que la duda que dicen manifestar nos brinda, para explicar por qué pensamos de esta forma.
Cuando creamos la AJC, hicimos una Carta de Presentación donde explicamos los propósitos de su surgimiento. En una de sus partes puede leerse:
Nuestra labor se orientará entonces a:
1. Coadyuvar a la educación jurídica de toda la población del país.
2. Dar a conocer a los cubanos los Pactos firmados por el gobierno en nombre del pueblo de Cuba.
(Aquí nos estamos refiriendo al Pacto de los Derechos Civiles y Políticos y al Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales ambos de la ONU, que el ex canciller Felipe Pérez Roque firmara a nombre del gobierno cubano en Nueva York en febrero de 2008 y aún no ratificados).
3. Brindar, en la medida de nuestras posibilidades, ayuda o asesoría jurídica gratuita a los ciudadanos que así lo requieran o necesiten.
4. Cualquier otra dentro del perfil de la profesión de Abogado.
Lo curioso de todo esto es que, en cuanto comenzamos con los cursos elementales de derecho a la población, casi de inmediato fuimos impedidos de hacerlo …por la Seguridad del Estado, a quien explicamos nuestros propósitos y argumentamos que no violábamos en lo absoluto la legalidad con ello, …pero fueron intransigentes en su negativa a que continuáramos.
Este peculiar incidente (se supone que las autoridades recibieran con beneplácito todo lo que difundiera su legalidad entre su propia población), motivó sendas cartas abiertas a la Ministra de Justicia donde le explicaba todo lo sucedido, anexaba el contenido de los cursos, invitaba a la propia policía a participar, y llegué hasta enviar una carta al coordinador nacional de los CDR para realizar esa actividad a nivel de cuadra y de conjunto.
Por supuesto, todos esos documentos -que fueron además publicados en internet y que están en el Blog de la Asociación Jurídica Cubana- ellos no los desconocen.
La única “explicación” que pudiera tener esa posición (nos han llegado señales en ese sentido), es que la Asociación se ha propuesto, escondiéndose tras los propósitos ya mencionados, una “tarea torcida”, una “maniobra del enemigo”, o una “misión de la CIA”, a saber, demostrar al mundo que la revolución cubana no cumple con su propia legalidad, que desconoce los derechos humanos de sus ciudadanos, y que por tanto, es ilegítima.
Pero aquí hay un contrasentido. Si hemos querido, como ya lo hemos demostrado, realizar la instrucción de la población con la participación del resto de los abogados del país, del Ministerio de Justicia y de los CDR, y la policía política se niega sin explicaciones de ninguna índole ¿esto muestra que reconoce o desconoce los derechos de sus ciudadanos?
¿No es precisamente esa actitud la que pone en entredicho el deseo real de las autoridades cubanas en cuanto a la instrucción jurídica de la población y no lo que pudiera decir la AJC?
¿Cómo puede tildarse de maniobra del enemigo el que le expliquemos a nuestros conciudadanos, por ejemplo, cuándo y bajo qué supuestos de la Ley de Procedimiento Penal vigente en el país, es posible o no el registro en sus viviendas y bajo qué condiciones puede o no puede la policía llevarse cosas de sus casas?
Estamos hablando del CONOCIMIENTO y del CUMPLIMIENTO de las leyes nacionales por TODOS (y aquí incluimos también a los cuerpos represivos), no de otras.
La elección es simple: los que estén a favor, están con el pueblo. Los que se niegan, deben tener muy buenas razones para ello, pero que, desgraciadamente, no explican.
Espero no sigan diciendo desconocer nuestros propósitos que pueden resumirse con total transparencia en:
Deténganse las arbitrariedades que se realizan desde detrás de un uniforme o desde el poder del Estado, hágase que todos sin excepción alguna, cumplan las leyes de la nación, y no habrá que temer ni denuncias en Ginebra, ni que asociaciones de letrados de espíritu independiente tengan que salir en defensa de las casas, los procesos judiciales, los bienes, los viajes libres, las libertades individuales y los demás DERECHOS de sus compatriotas.
Lic. Wilfredo Vallín Almeida
Presidente de la Asociación Jurídica Cubana