LA HABANA, Cuba, setiembre, Camilo Ernesto Olivera Peidro, www.cubanet.org – ¿Fórmula para hacer una TV gris y aburrida? Que la haga el gobierno. El 6 de agosto de 1960, comenzó el principio del fin de la televisión y la radio privadas en Cuba. Fueron intervenidas por el gobierno revolucionario, junto a compañías norteamericanas, como la “Cuban Telephone Company” y su filial “Equipos Standard de Cuba S.A.”, esta última creada para el ensamblaje de equipamiento radioelectrónico. En 1962 se completó el proceso de control gubernamental sobre los medios de difusión, al ser creado el Instituto Cubano de Radiodifusión (ICR), más tarde denominado Instituto Cubano de Radio y Televisión.
Con la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, cesó el suministro de tecnología norteña para el sostenimiento del sistema de transmisiones televisivas en la Isla. El gobierno logró la compra, en 1967, de equipos VTR (Video Tape Recorder), de formato semejante al denominado Tipo A, fabricado por la firma norteamericana AMPEX en esa época. Tales equipos se destinaron, en lo fundamental, para la grabación de materiales informativos o para los actos políticos de envergadura.
Por otra parte, la mayoría de los espacios dramatizados salían al aire en vivo y filmados en set de estudio. Según el caso, se recurría a las imágenes filmadas en exteriores, en el formato de cine de 16 milímetros o telecine. En 1957, el Canal 12, Escuela de Televisión, había realizado los primeros ensayos de transmisión en colores a pequeña escala. Sin embargo, la primera transmisión a color se efectuó en 1975, cuando fue televisado el acto de clausura del Primer Congreso del PCC.
De igual manera, la primera transmisión de un espacio captado vía satélite en la isla, consistió en la difusión del acto político y desfile militar que tuvo lugar en Moscú, por el aniversario 60 del Octubre Rojo, en 1977. Para ese momento, ya estaba en operaciones la denominada Estación Terrena Caribe, ubicada en la localidad de Jaruco. También se adquirió el equipamiento de formato U-matic, de la Sony, lo cual introdujo cambios en todo el sistema de producción y transmisiones de la TV cubana.
En 1979, salió al aire Colorama, un espacio que divulgó videos musicales del área internacional. En ese propio año se grabó la serie “En silencio ha tenido que ser”. Sin embargo, no es sino hasta el año 1984, con la introducción del equipamiento de formato Sony Betacam, que se generaliza la grabación y edición en los espacios dramatizados y musicales de la TV cubana.
Algunos materiales, que habían sido grabados en formato U-matic, fueron salvados mediante transfer al nuevo formato. Pero muchos casetes fueron o botados o mal almacenados. En algunos casos, los propios directores de los programas se ocuparon de salvar sus materiales. La desidia lanzó al olvido todo un patrimonio audiovisual, que incluía materiales únicos.
Por otra parte, estaba orientado por el Departamento Ideológico del CC – PCC, eliminar los programas donde actuaban artistas que emigraban del país. Luego, en la década de los noventas, la compra de casetes nuevos fue reducida. Muchos programas realizados en los ochenta se perdieron, pues los soportes donde estaban grabados fueron borrados para volver a utilizarlos. Los archivos de la televisión nacional quedaron ubicados en Mazón y San Miguel. Durante las labores constructivas para rescatar ese local y convertirlo en el Canal Habana (estación local), el polvo y el cemento afectaron seriamente los casetes mal protegidos.
A inicios de la década pasada, fueron reconstruidos los estudios de P y 23. Estos habían sido transformados en almacenes y oficinas. Actualmente se filma y se edita prioritariamente en formato digital. El formato de soporte para transmisiones continúa siendo el casete analógico Sony Betacam. En un determinado momento, se consideró la posibilidad de saltar a la TV digital adoptando el formato ISDB-Tb (Integrated Services Digital Broadcasting), variante brasileña de la norma japonesa. Esta norma es estándar en buena parte de los países latinoamericanos que ya acogieron la digitalización.
Sin embargo, los “dueños de la finca” decidieron adquirir la norma china denominada DTMB (Digital Terrestrial Multimedia Broadcast). Ésta es utilizada solamente por China, Macao y Hong Kong. En materia de tecnología televisiva, los gobernantes cubanos también se niegan a una verdadera transición.