En la noche del miércoles 8 de mayo casi un centenar de académicos, intelectuales, periodistas, activistas comunitarios y residentes de la ciudad de Pittsburgh se reunieron en la sede de la institución comunitaria City of Asylum para conocer e intercambiar experiencias e interrogantes con el grupo de activistas cívicos y antirracistas que han llegado desde Cuba para desarrollar un intenso programa cultural en la ciudad.
La velada destinada a presentar la revista ISLAS, como una importante plataforma de proyección y comumicación intelectual y cultural de la problemática racial en todas sus dimensiones, devino en un encuentro donde confluyeron en perfecta armonía la convicción y el entusiasmo de los que animan el proyecto ISLAS y el interés y sensibilidad de los participantes por profundizar en el conocimiento de la compleja realidad cubana.
Para los activistas cubanos y los patrocinadores del evento significó una enorme satisfacción la presencia en el evento del profesor Carmelo Mesa Lago, ese académico de trayectoria brillante que con su genio y sencillez se ha erigido en un referente incuestionable de los estudios económicos y sociológicos de la compleja realidad cubana.
Después de hecha las presentaciones por parte de Henry Reese y Silvia Duarte, principales anfitriones del evento, el Dr. Juan Antonio Alvarado, editor jefe de la revista ISLAS procedió a explicar las motivaciones que dieron origen al proyecto que a través de los años ha cubierto un importante espacio hasta el momento vacío en el campo de las valoraciones y análisis de la problemática racial, desde todas las dimensiones posibles. A su vez destacó la labor realizada por todo el equipo de realización de la revista, encabezado por la presidenta de Afrocuban Alliance, Jaqueline Arroyo. Acto seguido Leonardo Calvo, representante en Cuba de la publicación, que desde 2005 se edita en Florida, dio testimonio del papel jugado por la revista como espacio ideal de exposición de las más variadas visiones y referencias sobre la historia, el presente y el futuro de las relaciones interraciales en Cuba. Calvo explico además como alrededor de la revista ISLAS se ha nucleado una familia de colaboradores y activistas que se han erigido en referente obligado en el ámbito cívico e intelectual independiente de la Isla.
Por su parte Juan Antonio Madrazo Luna, coordinador nacional del Comité Ciudadanos por la Integración Racial argumentó sobre la importancia de la revista como instrumento ideal para movilizar la gestión del conocimiento sobre un tema delicado y capital después de varias décadas de invisibilizacion, manipulación y silencios inducidos que han distorsionado en los cubanos las referencias sobre nuestra historia e identidades.
Manuel Cuesta Morúa, principal promotor de la plataforma Nuevo País hizo profundas valoraciones sobre el lugar en que han sido colocados los afrodescendientes como permanentes subalternos, siempre víctimas de la exclusión que sustentan los intereses hegemónicos más allá de los matices ideológicos. Y habló de las manifestaciones sutiles del racismo que él llamó “racismo cordial”, pero que en su esencia no deja de ser tan cruento, como el que se manifiesta abiertamente. Cuesta Morúa advirtió sobre la importancia de un instrumento intelectual y cultural como ISLAS para que las víctimas de siempre comiencen a reconocerse como protagonistas soberanos de su propio destino y sujetos capaces de transformar en positivo una realidad históricamente hostil.
Rafel Campoamor, director de la ONG Empoderacuba, dio cuenta de su paso de la condición de lector a la de colaborador y reafirmó en qué medida el alcance de la publicación como vehículo de conocimiento se vincula estrechamente con su inquietud y compromiso de atenuar la brecha tecnológica y digital que sufre el pueblo cubano en general y los afrodescendientes en particular. Esta situación los limita para asumir ese protagonismo cívico y social que demanda el avance de Cuba hacia a democracia. La profesora Kenya C. Dworkin, una de las organizadoras del evento, tuvo la gentileza de servir como intérprete de la velada, lo que complació las exigencias de un nutrido y heterogéneo auditorio interesado en conocer más a fondo la vida de los cubanos.
A la presentación siguió un copioso y productivo segmento de preguntas y respuestas en el cual los participantes demostraron amplio interés y sensibilidad sobre la realidad cubana. A partir de las interrogantes del auditorio los panelistas explicaron las diferentes formas en que se manifiesta el racismo en Cuba, desde las costumbres, la cultura incorporada o la misma institucionalidad.
Ante la preocupación mostrada acerca de los peligros que pueden enfrentar los activistas en el futuro, explicaron que ese peligro es permanente aun sin haber visitado los Estados Unidos y sobre todo reafirmaron la determinación de no dar un paso atrás ante las dinámicas represivas del régimen.
A la interrogante de un invitado sobre si con la desaparición de Castro redundaría en la eliminación del racismo, los panelistas explicaron que la lucha contra ese flagelo debe trascender las coyunturas temporales y políticas y como el activismo antirracista en Cuba está preparado para enfrentar el reto en cualquier circunstancia.
Los invitados manifestaron reiteradamente su satisfacción por haber tomado pulso y conocimiento de la realidad cubana en la voz de sus protagonistas y expresaron de manera generalizada su solidaridad con el trabajo y la lucha de los activistas cubanos.
Los representantes del movimiento cívico por la integración se mostraron impresionados y estimulados por la acogida dispensada en este espacio que contribuye de manera muy especial a mostrar las verdades y necesidades de una sociedad en plena crisis y abocada a cambios trascendentales.
Todos los participantes pudieron llevarse a casa diferentes números de la revista, que al ser bilingue, resultó muy asequible a tan nutrido auditorio.
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