NUEVA YORK, Estados Unidos, agosto, www.cubanet.org -Los aliados de Hugo Chávez sabían, en el mes de diciembre del año pasado, que el hombre se les iba. Que Chávez estaba agonizando, a pesar que su gobierno insistía que se recuperaba e iba a poder juramentarse para otro periodo presidencial en el mes siguiente.
Quien hizo la revelación fue el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien forma parte del Clan Caracas-La Habana.Su confesión ha creado una serie de especulaciones sobre los motivos que tuvo para hacer esa divulgación, en estos momentos. Más extraño todavía es el detalle, añadido por Correa, de que el propio Fidel Castro le había dicho que Chávez tenía los días contados y había que prepararse para esa muerte. Me pidió “absoluta discreción”, dijo Correa.
El mandatario ecuatoriano había visitado a Chávez en el hospital de la Habana durante la cuarta operación que se le hacía al presidente venezolano, en los 18 meses de tratamiento de un cáncer, del cual nunca se revelaron pormenores.
Todos estos detalles los proporcionó Correa a la cadena Telesur.
Cabe preguntarse ¿Por qué este Jefe de Estado revela ahora esa confidencia, que lo único que hace es perjudicar al grupo de aliados?Es posible que estas declaraciones sean una fisura en el Clan, en momentos en que se rumora que Fidel Castro está cada día más frágil y su puesto como Líder quedaría vacante. ¿Quiere Correa heredar el liderazgo latinoamericano dejado por Chávez y por eso, en una forma soslayada, desprestigia a Nicolás Maduro y el actual gobierno venezolano?
Porque, con esta revelación, Maduro queda a mal traer.
El Heredero de Chávez, -quien según la oposición se apropió del poder, luego de las elecciones del 15 de abril de este año- aseguró que Chávez estaba mejorando y que entraba a una nueva etapa de restablecimiento.
Maduro sabía que Chávez estaba moribundo y le mintió a los venezolanos y el mundo sobre el verdadero estado de salud del presidente.
Igualmente mintió al decir que Hugo Chávez había muerto en Caracas, cuando en realidad falleció en Cuba, a fines de diciembre del 2012.
El 20 de enero del 2013 Maduro señalaba que Chávez mejoraba. El 5 de marzo anunciaba que Hugo Chávez había muerto, a las 4.10 de la tarde. Luego vino todo el aparataje de si lo embalsamaban o no. En toda la tragicomedia de la muerte de Hugo Chávez, La Habana, Nicolás Maduro -y la plana mayor del gobierno de Venezuela- tienen la culpa de que Chávez no haya podido ser embalsamado en una forma apropiada y sus restos conservados para la posteridad.
Pudo más la ambición de Maduro por el poder que el Comandante a quien dice que adora. Por eso debió mantener sus mentiras. Negar que Chávez había muerto en Cuba, era imperativo para sus planes. Luego buscó el 5 de marzo como la fecha más apropiada para el anuncio de la muerte, a pocos días de las elecciones presidenciales del 15 de abril.
Cabe concluir que si Maduro mintió en una forma tan descarada sobre la enfermedad y muerte de Chávez, tampoco podría estar diciendo la verdad sobre su nacionalidad, que según el ex embajador de Panamá, Guillermo Cochez; el ex candidato presidencial, Henrique Capriles y la mayoría de los venezolanos, dicen que es colombiana.
(Con datos de la Agencia Bloomberg)