LA HABANA, Cuba, 19 de septiembre de 2013, Eriberto Liranza Romero/ www.cubanet.org.- El joven recluso Iyamil García Benítez, de 35 años de edad, murió en circunstancias aún no esclarecidas en la Prisión Combinado del Este, en La Habana. Esta cárcel de máxima seguridad se encuentra en cuarentena por una epidemia de cólera. Los familiares sospechan que sea el cólera la verdadera causa de la muerte de Iyamil.
En la mañana del pasado 17 de septiembre, los familiares del recluso, vecino de la calle Pinar del Río, entre Hatuey y Lindero, reparto Párraga, municipio Arroyo Naranjo, recibieron una llamada de uno de los presos de la compañía donde se encontraba García, para informarles que el joven estaba en estado grave. Las hermanas de García supieron, después de estar dos horas en la cárcel, que su hermano había muerto cerca de las 2 de la madrugada de ese día.
Irasema García Benítez, hermana de Iyamil, declara que cuando llegaron al penal fue rodeada por un cordón de militares y que los familiares de otros presos impidieron que fuera golpeada por los uniformados. Los gritos de Irasema reclamando ver a su hermano provocó la ira de los familiares, quienes exigían respeto por el dolor de la joven.
Mi hermano murió como a las 2 de la madrugada y ni siquiera nos avisaron, era fuerte y no padecía de ninguna enfermedad, quieren encubrir la causa de su muerte y exigimos la verdad. Cuando vimos el cuerpo de mi hermano estaba muy inflamado, casi irreconocible. Si murió por cólera o lo mataron a golpes tenemos derecho a saber la verdad, declaró Irasema.
Ismara García Benítez, otra de las hermanas de Iyamil, dice que el día 9 de septiembre visitó a su hermano y lo vio en buen estado físico: Antes de la visita nos llevaron para una sala donde nos informaron que la prisión se encontraba en cuarentena por un brote de cólera, nos impidieron entrar varios alimentos al comedor debido a esta epidemia, luego nos encontramos con nuestro hermano y lo vimos bien, jamás sospechamos que podría morir.
Ismael García, también hermano, dijo que un preso lo llamó por teléfono diciendo que su hermano había tenido vómito y perdió el conocimiento después de horas sintiéndose mal. Todo está muy extraño, pues después de la visita no recibimos más noticias de él y nos llamaba a cada rato. Las autoridades se negaron a decirnos con claridad la causa de la muerte, uno dijo que fue por el cólera, otro que por causa de una embolia, otro que fue un infarto.
La madre del joven fallecido, una anciana enferma y casi inválida, dice que su hijo no debió morir de esa forma, que el policía jefe de sector de su barrio lo acusó sin pruebas bajo convicción moral por un supuesto delito de “robo con violencia”, y que lo dejaron morir en la cárcel como si fuera un animal.
Vecinos entrevistados declaran que Iyamil García era un joven muy querido en el barrio, Tres ómnibus repletos del barrio fueron a darle un último adiós al cementerio, después del velorio que le dedicaron en su propia casa. Otros casos de sospechosas muertes de jóvenes saludables se reportan por toda la isla en prisiones contaminadas por el cólera, muertes que los doctores militares encuentran causas naturales.