Conferencia sobre la Sociedad Civil en Cuba

La violencia política contra las mujeres opositoras y activistas de la sociedad civil en Cuba fue denunciada por varias representantes cubanas que asistieron a una conferencia internacional sobre la situación de la mujer y los derechos humanos en América Latina y el Caribe, que se celebró este jueves en la Universidad Internacional de la Florida
“Ser mujer en Cuba, más que un género, es un diseño político de la dictadura”, dijo la líder del movimiento Damas de Blanco, Berta Soler, quien calificó al gobierno cubano de “dictadura racista, sexista y discriminatoria”.
Soler dijo que en Cuba, “la libertad de la mujer y del negro solo puede existir si se ajustan a la premisa ‘dentro de la Revolución todo, fuera de la Revolución nada’”, en alusión al discurso conocido como Palabras a los intelectuales, que diera Fidel Castro en junio de 1961 y que sentó los límites de la expresión política en las siguientes décadas.
Por su parte, la abogada Laritza Diversent, presidenta del Centro de Información Legal Cubalex, denunció lo que consideró una “violencia institucionalizada” y “formas específicas de discriminación” contra las mujeres vinculadas con la oposición, entre ellas “las amenazas con castigos a sus hijos” y “elementos sexuales en las requisas”.
La abogada citó prácticas como “hacerlas desvestir y registrar sus genitales” en búsqueda de dispositivos de grabación y el encarcelamiento en celdas que carecen de privacidad, situaciones que calificó de “habituales” a partir de su experiencia brindando ayuda legal a algunas de estas mujeres.
La filóloga Yusmila Reyna Ferrera, miembro de la organización Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) habló, además, del reto de ser madre y opositora en el evento organizado por el Centro de Estudios de América Latina y el Caribe de FIU, y la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba.
“La mujer vive en un estrés cotidiano como consecuencia de vivir en una dictadura. Buscar el empoderamiento y oportunidades para las mujeres es una tarea de la sociedad civil”, dijo Ferrera, que destacó el espacio que han ido ganando las mujeres en esa esfera y puso como ejemplo que el 35% de los activistas de UNPACU son féminas.
La periodista independiente y madre de tres niños dice haber asumido “la desobediencia civil como un modo de vida” y relató los conflictos que se generan en el ámbito escolar.
“Desde pequeños hay que explicarles a nuestros hijos qué queremos para ellos y para Cuba. Aunque haya que alfabetizarlos en la escuela cubana, ser madre y opositora implica darle otra educación en la casa para que sean independientes y creativos”, destacó Ferrera, que conversa con los maestros y maestras sobre las actividades políticas en las que no quiere ver involucrados a sus hijos.
Para Yoani Sánchez, conocida bloguera y directora del diario digital 14ymedio, “ser mujer se ha convertido a veces en una dificultad añadida para hacer mi trabajo”, según comentó a los presentes vía teleconferencia desde la Universidad de Georgetown, donde se encuentra realizando investigaciones sobre el periodismo digital. “Estamos en un continente cuya política es muy masculina, basada en la confrontación, y el caso cubano es uno de los peores ejemplos de la región”, añadió.
Sánchez denunció a la violencia doméstica como “un drama subyacente que la propaganda oficial no quiere mostrar” y enumeró los problemas que enfrenta la mujer cubana, atrapada en una doble jornada laboral y sin posibilidad de “organizarse de manera espontánea a partir de reclamos femeninos”.
“Pese a los alardes del gobierno sobre la participación de la mujer, esta tiene poco poder real en Cuba; basta ver cuántas mujeres manejan un carro, poseen una vivienda o tienen un pequeño negocio y veremos todo lo que nos queda por hacer”, dijo.
“El reto más importante encontrar un espacio político para las mujeres no solo en términos de participación sino para que pueda imponer su feminidad en la política. Feminidad no significa debilidad”, aclaró, sino “una política de reconciliación” y un carácter “inclusivo”, que a su juicio, debería primar en la política cubana.
“Espero que deje de ser una política de pelos en el pecho”, añadió.
FUENTE: EL NUEVO HERALD