LA HABANA, Cuba.- Un accidente de trabajo cobró la vida, de manera escalofriante, a un empleado de la industria azucarera, quien cayó en las esteras del Complejo Agroindustrial (CAI) donde laboraba y fue devorado por los molinos.
El accidente ocurrió en la mañana del pasado viernes día 17, en el CAI azucarero Enidio Díaz Machado, perteneciente al poblado Ceiba Hueca, del municipio Campechuela, en la oriental provincia Granma. La víctima se nombraba Jesús Queala Morales, de 54 años de edad.
Esta información la ofrecieron Amparo Arias Mejías y Rosa Suárez, vecinas del difunto.
“Acabamos de recibir la noticia de que a un vecino de nosotras, allá en Oriente, lo molió un central”, se lamentó una de las dos señoras, mostrándose bastante atormentada, mientras la otra asentía con la cabeza. Estaban de visita en La Habana cuando recibieron la llamada fatal.
Queala Morales residía a unos nueve kilómetros del CAI donde laboraba, en el caserío Realengo de Ojo de Agua, ubicado a 780 kilómetros al este de La Habana.
Familiares suyos, en el Oriente de Cuba, que fueron consultados vía telefónica por este reportero, confirmaron la irreparable pérdida y explicaron que el accidente sucedió al terminar el turno de trabajo.
“Ellos habían trabajado en el turno de por la noche y eran cómo las seis de la mañana”, dijo Ornel Pacheco, uno de los parientes que fue consultado, refiriéndose a Queala y sus compañeros de trabajo. “Ya estaban recogiendo para irse cuando Jesús cayó en las esteras que lo pasaron por los molinos”.
Es de lamentar que este accidente no constituyera noticia para Trabajadores, el Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba, un semanario oficialista de circulación nacional.
“Aquí (en Cuba) todo el mundo sabe que los periódicos son censurados, y este tipo de noticias no se dan porque casi siempre suceden debido a las pésimas condiciones en los centros de trabajo y al poco control de los directivos”, señaló Eddy, un señor que dijo haber laborado como puntista azucarero por muchos años.
Eddy también explicó que la difícil situación económica que se vive en Cuba conlleva a las personas a doblar turnos de trabajo con vista a recibir una mejor remuneración, algo que destacó como “sumamente peligroso” en labores como la que desarrollaba Queala.