LA HABANA, Cuba, 18 de enero (Yaremis Flores, 173.203.82.38) -Un edificio ubicado en la calle Infanta entre Salud y Zanja, se derrumbó ayer 17 de enero. El estremecimiento tuvo lugar alrededor de las nueve y media de la noche. Fuentes no oficiales reportaron hasta el momento el deceso de tres jóvenes de 17 años aproximadamente. La cifra total de heridos está aún por determinar por parte de las autoridades, pues al mediodía de hoy todavía se realizaba la búsqueda de personas bajo los escombros.
Policía, ambulancias y bomberos tomaron cartas en el asunto, rodeados de curiosos transeúntes y familiares preocupados. También se encontraban presentes agentes de la Seguridad del Estado y brigadas de respuesta rápida. A las tres de la madrugada sacaron de los escombros a 7 heridos, uno de ellos descubierto casualmente al sonar el timbre de su teléfono celular.
“Las jóvenes fallecidas estudiaban para un examen cuando ocurrió el desastre. Un padre resultó herido al buscar entre los escombros y una niña se salvó gracias a un colchón”, comentó una vecina.
Una de las personas que ayudó en las acciones de rescate, comentó a las 11 y 30 de la mañana de hoy, que “aún se encuentra bajo las ruinas del edificio, un herido a unos 6 metros de profundidad y abrieron un pequeño conducto para que pueda respirar. No han podido emplear equipos pesados para sacarlo, pues prevén la existencia de más heridos y no quieren lamentar más pérdidas de vida”.
La necesidad de un techo, obliga a muchas familias cubanas a vivir en inmuebles declarados oficialmente inhabitables, que ofrecen peligro inminente de derrumbe. El derrumbe de este edificio, construido en el año 1901, fue vaticinado por varios vecinos del lugar, pues no es este el primer derrumbe que sufre. Hace unos años, la parte delantera del inmueble se derrumbó y murió una anciana, cuya familia recibió una vivienda como compensación del Gobierno. No obstante al resto de los inquilinos el gobierno no les asignó viviendas y tuvieron que continuar viviendo en sus apartamentos a pesar del inminente peligro de derrumbe; hoy son ellos las víctimas de este fatal hecho. Entre los presentes aglomerados en los alrededores se escuchó a algunas personas comentar: “Probablemente a los sobrevivientes les den ahora una casita”
Para los habitantes de este edificio ha llegado muy tarde el Decreto Ley 288, aprobado a finales del año pasado, que autoriza la compraventa de viviendas después de dadas de estar prohibido por el gobierno; también la reciente autorización gubernamental para que las personas puedan reparar sus viviendas y la aun más reciente asignación de pequeños subsidios para reparar sus viviendas, para los que califiquen, que comenzó este lunes.
En opinión de muchos estas nuevas medidas del gobierno del General Raúl Castro no bastarán para aliviar la agudísima crisis habitacional del país, luego de décadas de abandono estatal y prohibiciones de todo tipo en lo referente a la reparación, construcción y venta de viviendas. El déficit de viviendas se calcula entre 600 mil y un millón, en una isla con una población de menos de doce millones. Desde 1959 la población de la isla se ha duplicado y la construcción de nuevas viviendas ha sido prácticamente nula.
En cualquier país del mundo un hecho como este conllevaría una investigación seria para determinar quiénes son los funcionarios responsables de la tragedia y castigarlos según determinen las leyes; no obstante, en Cuba es común que este tipo de hechos se “diluya” sin que se busquen culpables y no se hable más del asunto. Hasta hace solo unos años la prensa no informaba sobre esto hechos y la mayoría de la población ni se enteraba; hoy, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, al gobierno se le dificulta mucho más la tarea de ocultar las noticias, aunque lo intenta..
Granma, el periódico oficial del partido comunista no informó hoy sobre el derrumbe en su edición impresa, ni en su sitio digital. Finalmente, al mediodía de hoy, después de diecisiete horas de ocurrido el derrumbe, el Noticiero Nacional de Televisión, dio la noticia, mucho después de que Cubanet y más tarde otros medios de prensa independiente, así como blogueros y “tweeteros” lo habían informado al mundo.