LAS TUNAS, Cuba. – “Masividad caracteriza comicios en Puerto Padre”, “Puerto Padre por encima de la media nacional”, tituló la prensa local, la selección de vecinos este domingo para representar los barrios en la Asamblea Municipal del “Poder Popular”.
Según fuentes oficiales, pasadas las 5:00 pm de ayer habían votado unos siete millones de cubanos. Por analogía, esa cifra muestra que, en toda Cuba, las “elecciones” ocurrieron semejantes a las de este municipio.
El municipio de Puerto Padre posee 91 889 habitantes según datos del pasado censo. Y a las 5:00 am de hoy, la “Comisión Electoral” computó que el 93.43% de “los electores” ejerció “el derecho al voto”, esto es, unos 75 mil puertopadrenses en las urnas.
De tales cifras se deduce que, en este municipio, los inhábiles para ejercer el voto, menores de dieciséis años o sancionados por los tribunales, por sólo citar dos ejemplos, sólo son unos 16 mil. Quien quiera asomarse a esta cifra, uno de estos días dé una vuelta por las escuelas, los tribunales, las cárceles o los centros correccionales, para que así pueda formarse una idea si, solamente, son 16 mil almas inhábiles quienes tienen cabida en estos lugares.
Las autoridades y la prensa oficial alegan que tal masividad se consiguió como un “gesto de reafirmación revolucionaria”. Ancianos, enfermos y toda suerte de incapacitados para acudir a las urnas, en no pocos casos “solicitaron que les llevaran las boletas para ejercer su derecho al voto”, informaron.
Cualquier cubano sabe que esto no es así. Este es sólo un ejemplo de tantos. En el número 85 de la calle Juan Gualberto Gómez de esta ciudad, una mujer cuida a su madre de 85 años de edad, aquejada de Alzheimer. La mujer, residente muy lejos de allí, no había pedido que le llevaran boleta alguna, pero no bien había terminado de dar el almuerzo a la anciana demente, cuando se aparecieron los de la Comisión Electoral en un automóvil con la consabida boleta. Pero lo más trágico del caso es que en las pasadas “elecciones”, cuando esta anciana con demencia desde hace varios años residía junto a su hija, también pusieron en sus manos una boleta para que votara.
Sabido es: salvo el voto adverso de sus opositores, el régimen va a la caza de cuanto voto favorable pueda conseguir, poco importa si lo consigue por miedo, aburrimiento o locura.
Según la prensa oficial, en estas “elecciones votaron por primera vez 1920 jóvenes” en Puerto Padre. ¿Tendrá buen oído el señor Presidente? Ojalá. Ayer en la mañana, frente a la sede del “Poder Popular”, cruzaron su camino el señor Miguel Jorge, presidente del gobierno municipal y este corresponsal al tiempo que dos jóvenes sostenía el siguiente diálogo:
“¿Ya votaste?”, preguntó uno.
“Ya, y ni sé por quién ni me importa”, dijo el otro añadiendo perentorio: “desmaya eso y vamos a lo de la harina, porque sin harina no hay pizza y sin pizza no hay baro”.
Esta es una de las tantas formas de votar en Cuba. Importaba la harina, no el voto. Pero sin voto no habría harina: tachado de contrarrevolucionario aquel joven no podría dar un paso en su negocio sin tener un soplón y un policía detrás. Así funciona la “democracia socialista” en Cuba.