LAS TUNAS, Cuba. – El almirante (r) de la Marina venezolana Mario Iván Carratú, compareció vía telefónica este lunes en el programa Las noticias como son de Radio Martí, comparecencia en la que, también vía telefónica, junto a los periodistas Amado Gil en Miami y Michel Suárez en Madrid, integré el panel entrevistador desde Cuba.
Traigo a los lectores de CubaNet las declaraciones de nuestro entrevistado, conocedor del tejido militar en el contexto sociopolítico venezolano, por la importancia que hoy tiene para el mundo la crisis en Venezuela.
Si Venezuela está hoy a la vista del mundo, un papel protagónico de lo bueno o malo que en los próximos días ocurra en esa nación, corre a cuenta de sus militares, que no pueden verse como un ente disociado de ese pueblo latinoamericano, sino como un componente estrechamente ligado a nuestra sociedad, pese a todos los desencuentros pasados.
El propósito de informar e integrar a la ciudadanía a soldados, sargentos y oficiales subordinados través de familiares y amigos, hoy reviste una tarea urgente, antes de que ellos sean utilizados para reprimir en masa a la población venezolana. Y quizás nuestros lectores puedan colaborar en ese empeño humanitario, cuando según Nicolás Maduro dijo “no voy a dar mi brazo a torcer”.
Según el almirante (r) Mario Iván Carratú, aunque en los soldados y en los mandos medios de las Fuerzas Armadas de Venezuela hay “un rechazo mayoritario” al gobierno de Nicolás Maduro, también en esos soldados, sargentos, suboficiales, oficiales subalternos e incluso oficiales superiores, “hay miedo”.
“Hay cubanos en los altos mandos de las Fuerzas Armadas venezolanas; hay células cubanas que dirigen algunos sectores del ámbito militar venezolano, y hoy lo que hay es un miedo supremo para reaccionar porque ya las expresiones de control que ha tenido el gobierno han sido de asesinar, de eliminar físicamente” a quienes desconozcan la autoridad de Nicolás Maduro, dijo el señor Carratú.
Almirante, como usted sabe, mando real no es aquel que procede del nombramiento oficial de un jefe militar, sino del que brota del carisma, del liderazgo que se tenga ante la tropa, y hay en Venezuela 365 mil efectivos desplegados en ocho regiones militares estratégicas. ¿No cree usted que, entre ellos, y en correspondencia con el apoyo internacional que tienen, habrá un jefe militar que al frente de su tropa de un vuelco a la democracia en Venezuela?”, pregunté.
Contestando mi pregunta el almirante (r) Mario Iván Carratú dijo: “La posibilidad de que un jefe militar, un líder militar aparezca como figura, como punta de lanza de un movimiento para sacar del poder al dictador no la veo posible. Yo veo la solución, o la posible acción de los militares activos en desconocer al presidente (Maduro) de una manera masiva, incorporándose a las marchas de los ciudadanos de manera que Maduro pierda el apoyo militar.”
Almirante, ¿usted cree que el Ejército estará dispuesto a desobedecer a Nicolás Maduro?
“Yo creo que sí. Y le digo lo siguiente: ya ha habido manifestaciones en algunos repartos militares o guarniciones, en el estado Lara, en el estado Falcón, donde miembros de la Guardia Nacional han salido de los cuarteles y se han unido a los ciudadanos, y ha habido expresiones de esa manera, de esa magnitud, lo que ocurre es que en Venezuela ocurre algo inédito, hay dos presidentes, dos tribunales supremos, dos asambleas, dos fiscales, entonces hay una tremenda confusión y duda de cuál va a ser la salida, el resultado de estas maniobras políticas que están ocurriendo en Venezuela de las que no hay claridad.
“Sí hay algo importante, y es el apoyo internacional, el desconocimiento a Maduro, pero falta en el ámbito interno cómo los militares van a reaccionar, y hay que invitarlos, hay que hablar con ellos, hay que mandarles mensajes, para que se pasen para el sector de la sociedad civil.”
Pero entre la sociedad civil venezolana y los militares de esa nación, interfiere el régimen cubano. “La inteligencia cubana maneja las redes electrónicas y de comunicaciones; tienen un seguimiento al día de la gran mayoría de las personas que utilizan las redes sociales, los teléfonos, y en el sector militar se les prohíbe utilizar computadoras, usar internet, porque les tienen un seguimiento cercano a todos los oficiales, y a los que sospechan que están en contra del gobierno, los desarman y les retiran la capacidad militar para actuar”, dijo el almirante (r) Carratú.
Así y todo, quizás sino en la misma medida que el régimen castrista supervisa al de Nicolás Maduro, impidiendo a las Fuerzas Armadas una unión cívico-militar, sí es la clase política venezolana, la que, en no poca dimensión, con su suspicacia hacia los militares, ha retardado el encuentro entre civiles y uniformados. Al respecto el señor Carratú dijo:
“Eso produce un evento de retardo en el entendimiento y la reacción que podía haber del militar, claro, no me refiero a todos los partidos políticos, pero hay líderes políticos que en el pasado han expresado un rechazo hacia las Fuerzas Armadas, una especie de ruptura de la relación civil militar hacia lo político.”
Pero si el pasado de militares venezolanos vinculados a golpes de Estado y la presunta vinculación de algunos de ellos, fundamentalmente del generalato, en actividades de narcotráfico, ello no debía ser causa para de forma generalizada, asociar a la clase militar con el delito político o de tráfico de drogas. Y al respecto pregunté:
Almirante, aunque no para bien, luego los sargentos cubanos se convirtieron en coroneles y generales golpistas, pero eso es otra historia, lo que llamo mando real ya ocurrió en Cuba en los años 30 del pasado siglo. La dictadura del general Gerardo Machado se vino abajo no por acción de la cúpula militar, sino por una unión cívico-militar, integrada por sargentos y oficiales subordinados.
¿Usted cree que eso ahora puede ocurrir en Venezuela?
“Eso es lo que debe ocurrir, esperamos que ocurra, y se está trabajando para que ocurra. Eso es exactamente lo que estamos buscando. Se necesita liderazgo en el sector político que apruebe y que apoye y se incline a eso. Porque eso es otro fenómeno, el sector político le tiene miedo, miedo no, guarda distancia del sector militar por todo lo que ha pasado, no me refiero a que sea negativo ni mucho menos, sino que es una situación real, porque han sido 20 años de despotismo, de oprobio, de genocidio.
“Entonces hay un rechazo natural del sector civil y político hacia los militares, y esa brecha que hay entre el ciudadano y el militar debe cerrarse, ya se está cerrando con el apoyo externo y con lo que están viendo los militares que ocurre alrededor del mundo con respecto a Venezuela.
“Hay una determinación para actuar en Venezuela, pero el paso final, de dar el paso ese hacia adelante, es el de los militares, fundiéndose con la sociedad civil, ese me voy al plano civil, ese brinco no se ha dado todavía”, concluyó el almirante (r) Mario Iván Carratú, a lo que sólo cabe añadir:
¡Bienvenido ese impulso para bien de Venezuela y de América toda!