LA HABANA, Cuba. – El motivo inicial por el cual se crearon las tiendas de ventas en moneda libremente convertible fue retener en el país las divisas que utilizaban personas naturales para importar artículos de gama media o alta y drenar esa divisa hacia el Estado.
Siempre que se tomó esta medida se dijo que beneficiaría al pueblo porque, aunque todo el mundo no puede comprar porque todos no poseen las divisas necesarias, lo que se ingresa se revierte, en teoría, en todo el país. Lo que pasa que nadie lo ve, nadie ha sentido la mejoría que se anunció.
Hay contradicciones. Se plantea que van a abrir nuevos establecimientos, pero los que tienen abiertos hasta el momento -unos 80- están vacíos. Un ejemplo es 3ra y 70, en Miramar, que resultó al principio ser la “estrella” de todo este carnaval y en estos momentos no tiene nada a la venta.
La señora Izet Maritza Vázquez Brizuela, vicepresidenta de CIMEX reconoció, en el programa televisivo “La Mesa Redonda” del pasado 6 de febrero, que desde que se abrieron las tiendas, a la fecha ha habido inestabilidad en el abastecimiento.
La nueva noticia es que se incorporan a la venta, por este tipo de plan, otros productos, entre ellos: sistemas de seguridad, generadores eléctricos, calentadores, cámaras frías, minibares, campanas de extracción, podadoras de césped, laptops, partes y piezas de computadoras, pintura para autos, herramientas eléctricas profesionales, cabinas de ducha y pavimento de porcelana.
¿Qué cubano de a pie tiene necesidad de algo de esto, cuando la mayoría de las casas se están cayendo?
Después de que se analiza toda esta situación de “inventos” para atraer dinero fuerte, hay que decir que es la dictadura la que fomenta las clases sociales dentro de Cuba, porque si hay cubanos capaces de tener acceso a estas cosas, hay otros –en los que no se piensa- que una gran parte del mes no tienen qué poner en la mesa para comer.
Algo que es irritante, mientras se ve esta exposición televisiva, es el hecho de que esta señora, Izet Maritza, ja dicho que se han tenido en cuenta los criterios de la población. ¿Pero qué población puede tener criterio de algo a lo que no tiene acceso?
El ministro de transporte Eduardo Rodríguez Dávila, explicó que la venta de vehículos se realizará en moneda libremente convertible. Desde 2014 se hacía en CUC, lo que implica que se acorrala más esta moneda.
Este “dirigente” dice que esto no tendrá un impacto directo en la mayoría del pueblo pero que contribuirá a mejorar el transporte público, porque quieren que uno crea que los beneficios revestirán en la adquisición de ómnibus para el servicio público.
A los vehículos se les aplicará un 10% de descuento, y se plantea que el precio es fijado por la comercializadora, pero el ministro no dice quiénes están detrás, solo se sacude el polvo y plantea que el MITRANS no interviene en los precios, elevados de forma extrema.
La medida está dirigida a un sector de la población que tiene ingresos superiores, o recibe remesas de familiares en el extranjero. Vuelven a ser sectarios y no están tomando decisiones para el pueblo. Solo habría que ver los precios de algunos de los vehículos, a pesar que han anunciado este descuento, por ejemplo: un auto Peugeot 4008 del año 2013 costaría la “bicoca” de 215 325 dólares.
La venta comenzará en la provincia de La Habana, el próximo 24 de febrero. Al parecer con esta oferta, tan poco interesante para la casi totalidad del pueblo de Cuba, quieren celebrar el Grito de Baire.
Por su parte Francisco Mayorbe Lence, vicepresidente del Banco Central, se refirió al gravamen del 10% que tiene el dólar cuando se ingresa en una cuenta de Banco. Explicó que las condiciones que existían para que se aplicara el gravamen del dólar no han cambiado, sino que se han venido enrareciendo y ahora están en su momento más agudo. De hecho, el peor momento para tomar alguna medida encaminada a eliminarlo.
Habría que recordar que, en el año 2004, La Piedra (léase Fidel Castro) en respuesta a la prohibición de operar con dólares estadounidenses en bancos extranjeros, tomó esta decisión que quedó plasmada en la Resolución 80 de ese año, del Banco Central de Cuba que tenía el objetivo de desestimular la entrada de USD en efectivo al sistema bancario y financiero cubano.
En estos momentos están tratando de recopilar dólares por la difícil situación financiera que atraviesa el país y, sin embargo, de forma contradictoria mantienen el gravamen, al parecer en memoria del que destruyó la economía cubana.
Lo que sí se dejó claro es que no circulará el dólar en efectivo, ya bastantes problemas tienen con la doble moneda, aunque hay que decir que algunos privados dueños de cafeterías y restaurantes, aceptan dólares y euros.
Después de todas estas “modificaciones” al sistema económico, se puede afirmar sin temor a equivocarse que estas son una burla al pueblo cubano, el cual no puede “disfrutar” de ninguna de ellas.
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