LA HABANA, Cuba.- Este martes 9 de agosto el diario Granma advirtió, en su página cultural, que habían transcurrido cuarenta años desde la muerte de José Lezama Lima, para anunciarnos de inmediato las celebraciones que tendrán lugar en el Centro Dulce María Loynaz por los cincuenta años de la aparición de Paradiso. Eso fijó en sus páginas el periódico del Partido Comunista, pero no se atrevió a mencionar la suerte que le tocó a esa novela, y mucho menos habló del ostracismo que vivió el autor tras la aparición de su libro más reverenciado. El articulista olvidó mencionar como desaparecieron de las librerías cada uno de los ejemplares de la controvertida novela, y también dejó a un lado la muerte en vida que sufrió Lezama Lima, y hasta su familia…
Ese mismo periódico, el de más circulación en el país, confirmó al día siguiente, que había aparecido en la Gaceta Oficial extraordinaria, número 22 del año en curso, un conjunto de normativas que autorizaban la entrega de financiamientos, en moneda nacional y en divisas, a obras de escritores y artistas que desarrollen proyectos culturales que no tengan al comercio entre sus presupuesto; y también asegura, desde el título, que tales normativas están a favor de la cultura cubana. ¡Qué maravilla, con la falta que nos hace!
Solo que ahora tendremos, gracias al secretismo del Granma, que hurgar en la mencionada Gaceta para enterarnos de los detalles, aunque ya sabemos que será el Ministerio de Cultura, junto con las instituciones que a él están subordinadas, el encargado de otorgar la aprobación a los proyectos que se presenten; pero al menos está muy claro que lo primero que deben tener en cuenta los “jurados”, y también los postulantes, es la calidad de la obra, lo que me parece más que bueno, pero también será importante en la decisión el impacto social que puede tener ese proyecto, cuando deje de serlo y se convierta en obra definitiva. Habrá que ver lo que significa, para el Ministerio de Cultura, un gran impacto social. ¿Será que apostarán por el reguetón? ¿Será que prefieren la frivolidad y la tontería de Amaury Pérez?
Sin dudas la obra de Lezama tuvo un enorme impacto social, al menos en esa zona de la vida cubana apegada a la cultura literaria, pero no creyeron lo mismo esos lectores que detentaban el poder, esos que creyeron que Paradiso en nada ayudaba a la muy joven revolución, al joven “proyecto de nación”, y lo mismo sucedió con Virgilio Piñera, con Reinaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infante y su hermano Sabá, con Severo Sarduy y Heberto Padilla… Y ojalá que todo eso hubiera terminado…
Me pregunto si el Instituto Cubano del Libro, que trabajará con el Ministerio de Cultura para decidir cuales son los mejores proyectos, esos que deben recibir la ayuda, apoyaría hoy mismo el libro de Carlos Acosta si es que precisara de una “ayudita”… ¡Claro que no! Ellos todavía no resuelven esa censura, y también posponen otra más antigua, la del libro En boca de otro que explica la obra de Arrufat, y que si hasta hoy no fue a la imprenta, es porque en ese tomo hay un texto de Rafael Rojas, y otro de Manuel Diaz Martínez, y otro de Antonio José Ponte, y ellos no son…
Confieso que mi curiosidad se volvió enorme desde que leí esa nota en el Granma. Me pregunto por el nombre de los autores y de las obras distinguidas. Especulo. ¿Especulo? Quisiera conocer a los dichosos que contarán con esa ayudita para conseguir llevar a buen fin su obra. Ojalá que el elegido no sea Miguel Barnet, de él se dice que tiene dinero, muchísimo dinero, y una finquita adornada por muchos pavos reales… ¿Acaso el excelente escritor Ernesto Santana conseguirá financiamiento para el proyecto de alguna obra de ficción? ¿Atenderán la escritura de Ángel Santiesteban? ¿Qué pasaría si reciben un cuaderno de Rafael Alcides? ¿Aplico o no aplico?