NUEVA YORK, noviembre 2013, www.cubanet.org – Recuerdo que hace algunos años, en el inicio de la era de Hugo Chávez, advertí en un blog venezolano con el cual yo colaboraba, que tuvieran cuidado, que los acuerdos de Venezuela con el régimen de Cuba habían permitido que las redes de internet y teléfonos estuvieran intervenidos.
Mi alerta me costó la salida de ese blog, donde colaboraba sin remuneración alguna y cuya admistradora me dijo que yo lo que estaba haciendo era “alarmar sin fundamento”.
Pasaron los años y se ha demostrado que ese alerta sí tenia fundamento. Desgraciadamente, el tiempo me ha dado la razón y con ello a mis fuentes en Cuba, quienes me advirtieron sobre ese peligro y me pidieron que lo hiciera público.
El comandante Ramiro Valdés ya estaba al frente de la operación de la empresa de infiltración de los medios. Asimismo, de la maquinaria electoral venezolana que permitió la ventaja en los resultados del electorales que le dieron el triunfo a Chávez en sus días finales, cuando estaba moribundo.
Hoy gracias a esa infiltración cubana, Conatel, Comisión Nacional de Telecomunicaciones, pudo bloquear más de 111 sitios web que informaban sobre el dólar paralelo, además de interferir llamadas clave de la oposición
Contemplo con horror lo que está ocurriendo en la otrora próspera y alegre Venezuela donde yo viví diez de mis mejores años. Donde la gente tenía trabajo y alimento y no vivía en la zozobra.
Nacionales y extranjeros prosperaban y no lloraban al ver los crímenes, la corrupción e intervenciones que arrebatan el fruto honrado de los que sí trabajan, como lo demostró un conmovedor video, que está dando la vuelta al mundo y donde se muestra al dueño y personal de una pequeña tienda en el Tigre, estado Anzoátegui, llorando y suplicando, mientras le arrebatan el negocio.
No es reproche, pero es una manera de abrir los ojos de los que los que aún los mantienen cerrados, cuando aun hay tiempo para enfrentar el caos en las urnas y detener la debacle final que se aproxima.