LA HABANA, Cuba.- El pasado 10 de septiembre la portada del Granma disgustó a muchos de los que cazan la Internet en Cuba. Pese las malas comunicaciones: Raúl Castro felicitaba a Corea del Norte por el aniversario de su fundación y destacaba los nexos de los dos países “basados en las relaciones especiales entre sus dirigentes y la admiración hacia su líder Kim Jong-un”.
¿Será que Raúl ve a su gemelo Corea del Norte, “el país más peligroso del mundo”, con sus armas nucleares y un sistema de gobierno que le prohíbe al pueblo las libertades más fundamentales y mucho más?
Un país que, desde las alturas, se ve como un agujero negro porque carece de luces, de semáforos, donde 24 millones de coreanos viven en extrema pobreza, mientras Kim Jong-un es más millonario cada día gracias al trabajo esclavo de cientos de miles de coreanos porque, según él, posee “el don de dirigir las aguas por haber nacido un día de doble arcoíris”.
Este es el hombre que admira Raúl Castro.
En cambio, no soporta a Donald Trump, no porque también sea millonario ̶ Raúl también lo es ̶ sino porque como lo dijo hace poco la líder política argentina, Cristina Fernández: “Donald Trump ha sido quien ha logrado por primera vez en la historia de Estados Unidos subir y mantener el mayor PIB y el nivel más bajo de desempleo”.
De Trump se escribe a diario en las paginitas de Raúl. Este rubio neoyorkino, bachiller en Economía, lo tiene nervioso. Sobre todo, si es reelegido y da el tiro de gracia a la dictadura castrista, y cae esta como un castillo de naipes, tal como ocurrió con la URSS, con mejor estándar de vida entonces que en la Cuba de hoy.
Raúl posee una corte de periodistas, que no pasan de cuatro (comenzando por Juanita Carrasco y terminando con Raúl A. Capote, más otros anónimos) que no le pierden pie ni pisada a Trump, porque deben tener presente aquel célebre compromiso de Fidel Castro, escrito el 5 de junio de 1957: “…Cuando esta guerra acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos ̶ los americanos ̶ . Me doy cuenta de que ese va a ser mi destino verdadero”.
¿También es el destino de Raúl, de sus periodistas, de Maduro y de Kim Jong-un?
Donald Trump, nacido en New York, el corazón económico y financiero de Estados Unidos ¿les estará cobrando a todos ellos aquel destino- amenaza que tampoco pudo cumplir Bin Laden, porque murió sin haber podido destruir la economía más grande del mundo desde 1890?
Como dije: de Trump se escribe a diario en la pequeña prensa de Raúl, pero no todo se dice. Por ejemplo, de las remesas familiares, por lo cual se beneficia la población cubana, nada se dice.
En ese sentido, algo raro ocurría cuando Trump comenzó a limitar el envío de grandes cantidades de dólares, no precisamente a familiares cubanos necesitados, sino para beneficiar al régimen y su comunismo descalabrado.
De esa forma, Raúl se incomodó cuando Trump anunció el endurecimiento de las sanciones reduciendo la cantidad de dinero que Estados Unidos permite enviar a Cuba. Los cambios limitan las remesas a mil dólares por persona para tres meses ̶ una cantidad razonable ̶ , y entrarán en vigor por el Departamento del Tesoro el próximo 9 de octubre. Su objetivo es poner fin a malos manejos de Raúl Castro, quien mucho se beneficia de las medidas para su sistema improductivo de gobierno.
O sea, que Trump cambió el rumbo: su propósito es ayudar económicamente al pueblo, no a un régimen que sólo ofrece salarios miserables a los trabajadores y limosnas al pueblo, quien ahora recibirá tres mil 575 millones para su comida, sus negocios particulares, etc.
¿Duro golpe al comunismo de Raúl Castro?
Ustedes tienen la palabra.
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