FILADELFIA, Pensilvania, febrero, 173.203.82.38 -Si tuviera que elegir uno solo entre los atributos caracterizadores de estos cuentos de Teresa Dovalpage, adelanto que me quedaría con dos: en primer lugar el talante humorístico consustancial a la narrativa de esta autora, (que acierta con igual gracia en los géneros narrativos del cuento y la novela), y en segundo término la noción anti-esquemática del universo relatado a que propende y corresponde el recurso de la ironía, lo que se observa desde la primera narración que da título al volumen, “Llevarás luto por Franco,” donde la penetrante mirada de la narradora, una niña cubana cuyos padres se desempeñan en el servicio diplomático compara y evalúa perspicazmente los atributos de ambos regímenes, el del Generalísimo y del Coma Andante, no como antípodas sino por sus concomitancias, para sacar al cabo conclusiones a tono con la picaresca en común a españoles y cubanos. Estas cualidades se observan igualmente en los demás cuentos que componen la primera y segunda partes del volumen, bajo los títulos respectivos de ‘Cantos para viajeras’ y ‘Sones para turistas’, con los cuales la autora parodia el conocido título de “Cantos para soldados y sones para turistas” (1937) poemario del poeta comunista Nicolás Guillén —designado Poeta Nacional de Cuba por el mismo Castro y puesto a la cabeza de la única organización de este tipo consentida desde 1960, la oficial Unión de Escritores y Artistas de Cuba, con lo que se “unificaban” tendencias, por aquello de “dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada” que dijera el Máximo Líder a fin de dejar claro los límites de la disidencia literaria.
La fina ironía que destilan los cuentos de ambas secciones del volumen se aprecia desde los títulos elegidos por la autora: además del que sirve de nombre al libro, son estos: ‘El retrato astral, (Fábula post-moderna y multicultural)’, ‘Malvenida, mamá’, ‘Traslaciones’ y ‘Miénteme una eternidad’ en la primera parte; ‘Un americano, y el Ché’, ‘Sobre una tumba una rumba’, ‘Canción de carnaval’, ‘El efecto Mozart’, ‘Secuestro exprés a la cubana’ y ‘La virgen se llama Juana’ en la segunda parte. La autora no se limita a burlarse de las ideologías, sino asimismo de los clisés que hacen de las relaciones interpersonales, (en el país de origen o en el exilio), entre padres e hijos o entre perfectos extraños, un infierno camuflado, hace burla asimismo de las máscaras que nos colocamos con ánimo de mentir o de disfrazarnos, tal y como ocurre en ‘El efecto Mozart’, y no podría faltar en éste y otros cuentos la socarrona ironía para caracterizar los malentendidos que se suscitan a veces entre cubanos y españoles cuando más creen entenderse ambos.
¡He invitado al dulce! Ahora a saborearlo, acompañado de un buen café.
La colección ha sido publicada por la editorial Atmósfera Literaria en España. http://www.atmosferaliteraria.com/