CIUDAD DE MÉXICO. – El ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil, anunció un nuevo paquete de medidas económicas el pasado 20 de julio para intentar paliar la crisis estructural de la economía cubana. Las nuevas medidas anunciadas, sin embargo, no liberan la producción ni el comercio en Cuba.
El modelo económico de la dictadura cubana ha sido de planificación centralizada y control económico absoluto sobre los productores, modelo copiado de la antigua URSS. Para alejarse en algo de ese modelo, la propuesta de Miguel Díaz-Canel y del doctor en Ciencias Jorge Núñez Jover ―presidente de la Cátedra de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación de la Universidad de La Habana y tutor de la “tesis doctoral” del gobernante cubano― ha sido descentralizar el control del Estado, pero manteniendo similar control en las localidades.
Esto implica la duplicación de la burocracia parásita del Estado a nivel municipal para seguir controlando cada producción. El resultado es una proporción descabellada de al menos cinco funcionarios controladores por cada productor. La producción en Cuba sigue maniatada.
Veamos las medidas que han sido publicadas (otras muchas no han sido publicadas como parte del juego sistemático de desinformación que aplica la dictadura para ser inasible por la ciudadanía).
-Se disminuyen los precios de las misceláneas importadas en la Aduana, sin fines comerciales. La importación con fines comerciales sigue prohibida.
-Se crean nuevas empresas estatales medianas y pequeñas para la importación. Los monopolios estatales para exportar e importar siguen impidiendo la exportación e importación al margen del Estado.
-Identificar todas las posibilidades para incrementar los ingresos en divisas e implementar las acciones que correspondan. Esto se traduce, en una política de prohibición de producción y comercio al margen del Estado, siempre muy caro e ineficiente.
-Impulsar las producciones nacionales, industriales y agropecuarias para sustituir importaciones en el turismo. Esta medida desde su propia formulación vaga, nos recuerda el fracaso del “derrame” económico que anunció GAESA desde inicios o mediados de los 90, que mantuvo un 70% de importación de productos para hacer funcionar la industria del turismo en Cuba, desde alimentos, a muebles y lencería para los hoteles.
-Un mayor encadenamiento con los productores nacionales. Sin embargo, los productores nacionales no pueden producir porque el Estado sigue definiendo qué se produce, el precio de las producciones y a quiénes se puede vender.
-Dice el ministro Gil: “No hay manera de enfrentar los procesos inflacionarios si no enfrentamos la magnitud del déficit fiscal”. También comentó que todavía la escala de empleo en el sector presupuestado está por encima de su nivel. Es una medida igualmente vaga, que incluye a los militares y funcionarios del Gobierno y el PCC, a los medios de propaganda del régimen, a las organizaciones de “masas”, pero también a los médicos y maestros en todos los niveles de enseñanza. No se especifica a qué sector se refiere dentro de los presupuestados por la dictadura.
-Implementar medidas para incrementar la captación de ingresos en los municipios. Esta medida igualmente vaga mantiene el control estatal sobre los productores, el precio de sus ventas y con quién pueden comerciar, todo prohibido al margen del Estado.
-Redimensionar el sector presupuestado. Una medida que no se explica e igualmente vaga.
-Perfeccionar la identificación, selección y atención priorizada a las personas, familias, hogares y comunidades en situaciones de vulnerabilidad con protocolos integrales de actuación y frenar la reproducción de patrones de comportamientos negativos. Esta medida significa en la práctica aumentar la represión en los municipios para controlar la rebeldía popular.
-Continuar consolidando el trabajo en los barrios. Hasta ahora esta medida ha significado pintar las fachadas de algunas viviendas y reparar algunas escuelas o edificios estatales y algunas calles. Nada sustancial para la mejora de la calamitosa situación de la ciudadanía.
-Evaluar los sistemas de bonos para las personas en situación de vulnerabilidad. Una política social paupérrima desde hace 30 años y una ridícula asistencia social no universal.
-Incrementar la cría de especies no dependientes del pienso en estanques de agua en tierra, para su desarrollo y ceba. Esta medida alude a la pesca, pero las cooperativas pesqueras y la pesca libre para comerciar siguen prohibidas en el país.
-Estimular el comercio electrónico y autorizar al Grupo Empresarial Correos de Cuba para realizar el comercio electrónico transfronterizo en la modalidad de importación-exportación. Esto significa informatizar la ineficiente empresa de Correos de Cuba, que acumula miles de paquetes en sus almacenes, muchos de los cuales son violados y no llegan a sus clientes, un problema de hace décadas.
-Se comercializarán en el país productos ofertados por proveedores en el extranjero y nacionales, bajo la modalidad de ventas en consignación. Esto significa en la práctica que las empresas estatales podrán importar, como hasta el momento, pero no lo podrán hacer los privados. Todavía no existen en Cuba mercados mayoristas para insumos y bienes. El comercio sigue maniatado por el estado.
-Continuar ampliando el esquema secundario de asignación de divisas para actores económicos estatales y no estatales. Esta medida hace depender del estado, y no de los emprendedores, la entrada de divisas en el país.
-Estimular que las empresas estatales, a partir de sus utilidades, dediquen financiamiento a la construcción de viviendas para sus trabajadores. Se intenta renovar la construcción por microbrigadas, en las cuales los trabajadores no controlan los materiales de construcción ni la asignación de las casas. Esto en medio de un plan nacional de viviendas que solo logró el 40% de su propuesta en el 2021 y primer semestre del 2022. Por eso se exhorta de nuevo al trabajo gratis “voluntario” como en los años 60.
-Avanzar en la constitución de empresas mixtas estatales-privadas. Esto significa mantener el narigón estatal ―asfixiante, ineficiente y abusador― sobre los emprendedores privados de todo tipo de productos.
-Establecer el marco regulatorio para la inversión extranjera con el sector no estatal, lo cual significa imponer las empresas estatales como intermediarias, con su abuso ineficiente y fracasado, que impide la producción.
-Estimular desde las nuevas formas de gestión no estatal el desarrollo de servicios de tintorería, lavatines, servicios de alimentación ligera para llevar y otros de apoyo a las familias. Medida vaga, muy prometida en los últimos 22 años, pero que nacen con exceso de impuestos y sin posibilidades de importación y exportación directa, sino a través de intermediarias estatales.
“Todo lo que hagamos en esa dirección es positivo”, dijo el ministro al referirse a la necesidad de estimular las mipymes que resuelvan problemas de la población.
–Un mercado cambiario para la compraventa de divisas a la población con un tipo de cambio “económicamente fundamentado y donde podamos trabajar con todas las divisas, incluyendo los dólares en efectivo”. Esta medida despenalizaría la tenencia de dólares, secuestrados en el país con las tarjetas magnéticas desde el 2019.
Cubadebate señala otras siete medidas, todas ejemplo de las absurdas prohibiciones económicas en el país y del fracaso del modelo económico cubano:
- Estimular la venta de paneles solares tanto a personas naturales como a jurídicas.
- Incorporar en los análisis de los consejos energéticos a los nuevos actores económicos altos consumidores del sector no estatal.
- Incrementar la producción y empleo de biocombustibles, alimentos, energía y medicina natural.
- Organizar la utilización del transporte estatal en apoyo al transporte público de pasajeros.
- Evaluar la pertinencia de reactivar el movimiento de microbrigadas como alternativa para avanzar en la solución de las necesidades de la población.
- Ajustar los planes de actividades en función de disminuir la presencialidad, minimizar las reuniones y reducir gastos.
- Retomar las jornadas productivas con la participación del pueblo, contingentes para producir alimentos donde sea adecuado y rentable (trabajo gratis “voluntario”)
Hemos reseñado 28 medidas, las demás no han sido publicadas. Por el análisis de las publicadas en la prensa oficial, se puede concluir que anuncian un fracaso anticipado, porque no liberan la producción ni el comercio. Son el fracaso renovado de la política económica de la dictadura, que impide el crecimiento y el desarrollo en el país.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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