LA HABANA, Cuba -A partir de ayer 18 de noviembre, 50 ingenios azucareros de Cuba comenzaron a incorporarse paulatinamente a la Zafra 2014-2015, en la fase de Zafra Chica que se extiende hasta fines de diciembre. En realidad, todas las zafras cubanas son chicas por la caída progresiva de la producción hasta llegar a 1,12 millón de toneladas de azúcar en 2007 (en 1905 alcanzó 1,2 millones de toneladas).
Para la actual temporada se pretende aumentar en 13% la producción de azúcar en relación con 2013, cuando se incrementó en un 4,2% respecto a 2012. Entonces, el Plan solo se había cumplido en 88,0%, para un 1,6 millón de toneladas, según la empresa AZCUBA. Las causas fundamentales se atribuyeron a bajos rendimiento industrial y aprovechamiento de la capacidad potencial, y dificultades en el abastecimiento de caña.
La agroindustria azucarera cubana tuvo un declive progresivo a partir de 1989, inmersa en un proceso de descapitalización en los centrales, así como de los equipos de corte y tiro de caña; la destrucción de los caminos cañeros, la pérdida de fertilidad de los suelos por la compactación, la falta de rotación y la incorrecta aplicación de muchas técnicas.
En 2002, cuando las zafras apenas alcanzaban 4,0 millones de toneladas de azúcar, Fidel Castro decidió la reestructuración de los 156 centrales existentes, con el desmantelamiento de 64 y 21 supuestamente dedicados a producir mieles o para fines turísticos. Esto implicó la eliminación de campos de caña, la supresión de los caminos, la dispersión del personal experimentado y la decadencia de los pueblos que albergaban esta industria.
Simultáneamente, los precios del azúcar en el mercado internacional se elevaron, pero la nación no pudo beneficiarse por el decrecimiento progresivo de su producción. Cuba había sido la mayor productora y exportadora de azúcar en el mundo, con unas zafra de 6 038 559 millones de toneladas en 1959. En la década de 1980 obtuvo más de 8,0 millones de toneladas. La cultura y la nacionalidad cubana se desarrollaron con esta industria iniciada en el Siglo XVII. Eran los tiempos en que se decía “sin azúcar no hay país”.
La empresa AZCUBA ha realizado inversiones en centrales azucareros, con renovación capital como la efectuada en el Central Brasil (el otrora coloso Jaronú), y reposición de equipos industriales. En la agricultura se han reparado y construido combinadas de corte, incluso con colaboración china y la adquisición de algunas brasileñas; se ha procurado restituir los cultivos abandonados, en gran parte invadidos por el marabú, nuevamente acercar los campos cañeros a la industria, eliminar los ineficientes centros de acopio de caña, y recuperar los caminos. A pesar del incremento de los salarios, existen grandes dificultades para lograr fuerza de trabajo eficiente en el campo y el retorno de los trabajadores experimentados dispersos por el país.
El gobierno procura inversiones extranjeras, iniciadas en Central 5 de Septiembre de Cienfuegos por la empresa brasileña Odebrecht. Restituir la eficiencia y la organización centenaria dilapidadas ha probado ser una tarea colosal para la misión imposible de actualizar el modelo económico.