La indigencia del discurso y el chantaje del castrismo

LA HABANA, Cuba.- Con su intervención durante la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, pasará a la historia como uno de los dirigentes de la región que en eventos o conferencias de esa naturaleza le ha dicho al castrismo las verdades que se merece. En ese sentido se une al entonces mandatario salvadoreño Francisco Flores, quien actuó de una manera similar en ocasión de celebrarse la Cumbre Iberoamericana en Panamá en el año 2000.
Lacalle Pou expresó su preocupación por la violación de los derechos humanos en Cuba, así como por el modo en que los gobernantes de la isla reprimen las manifestaciones pacíficas de sus ciudadanos, y también por el encarcelamiento de los opositores políticos. Una situación que el mandatario uruguayo hizo extensiva a los regímenes de Venezuela y Nicaragua.
Como era lógico suponer, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, también presente en la cita mexicana, replicó las palabras del presidente Lacalle. Pero no lo hizo tratando de desmentir los argumentos expuestos por el estadista uruguayo -claro, le hubiese resultado muy difícil negar verdades muy evidentes-, sino que empleó ese lenguaje gastado y retórico con que el castrismo y la más rancia izquierda califican a sus adversarios. La emprendió contra el “paquetazo neoliberal” que según él mantiene sojuzgado al pueblo uruguayo. Hay que recordar que esa izquierda reserva el término “neoliberal” para la mayoría de los sistemas económicos que le restan protagonismo al Estado, y por el contrario le asignan al mercado el papel principal en la conducción de la economía,
Como era de esperar, el planteamiento del mandatario uruguayo en esta Cumbre de la CELAC produjo también la reacción de los medios controlados por la maquinaria castrista del poder. Uno de ellos fue el sitio web progubernamental Cubadebate.
En el artículo titulado “El presidente de Uruguay olvidó la ayuda de la Revolución Cubana a su país”, el articulista Jorge Candelario Barroso expresa que “el presidente de turno de Uruguay se olvidó todo lo que la Revolución Cubana ha ayudado a ese país con vacunas para niños en épocas pasadas”.
He ahí la clave de la supuesta ayuda solidaria que los gobernantes cubanos dicen ofrecer a otras naciones. El envío de médicos, entrenadores deportivos y personal del sector educacional, más allá del aporte financiero que proporcione, no responde a un sentimiento filantrópico de La Habana, sino que en determinado momento -como este que comentamos- es usado por el castrismo como una especie de chantaje contra los países que se desvíen de la conducta esperada.
Entonces queda claro que esos “países agradecidos” son los que aportan buena parte de los votos con que cuentan los gobernantes cubanos para armar todos los años el show en las Naciones Unidas contra el “bloqueo” de Estados Unidos, e igualmente suelen prestarse para esa estrategia mediática alentada por los regímenes totalitarios que consiste en ocultar los trapitos sucios de sus amigos, y exaltar los problemas de sus enemigos. De más está decir que la posición del articulista de Cubadebate no es solo la suya individual, sino que constituye la esencia del comportamiento de las autoridades cubanas.
En esta ocasión, sin embargo, el castrismo salió trasquilado. No pudo conseguir que la supuesta ayuda que ofrece a otras naciones lograra acallar las críticas por la represión que llevan cabo contra sus ciudadanos. Además, y para completar su malestar, no hallaron consenso para desbancar a la Organización de Estados Americanos (OEA).
ARTÍCULO DE OPINIÓNLas opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.