PUERTO PADRE, Cuba. – Japón, Corea del Sur y China Taipéi son los únicos países del mundo que han conseguido un acuerdo similar al pactado entre la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y las Grandes (MLB, por sus siglas en inglés). “En América ningún país lo había conseguido, el primero que lo logra es Cuba”, dijo el presidente de la FCB, Higinio Vélez, a la televisión cubana estatal.
Independientemente de la calidad del béisbol cubano, la ley del embargo estadounidense al régimen de la isla prohíba transacciones comerciales con entidades gubernamentales. En ese sentido, Vélez fue explícito: “el acuerdo con las Grandes Ligas fue posible porque la FCB es una organización no gubernamental (ONG)”.
Según el directivo, la FCB es “una organización no gubernamental, con todas las prerrogativas, que tiene independencia”.
“La Serie Nacional de Béisbol cuesta al INDER (Instituto Nacional de Deportes y Recreación) tres millones en moneda libremente convertible (dólares) y cuatro millones 700 mil pesos”, dijo a la prensa oficial el tesorero de la FCB Luis del Risco del Río.
En Cuba, el INDER es una especie de ministerio de Deportes, y su presidente, Antonio Eduardo Becali Garrido, un ministro a la par de las carteras del Exterior, Interior, Defensa, Agricultura o Industrias; integra el Consejo de Ministros presidido por Miguel Díaz-Canel. Según el artículo 95 de la Constitución, “el Consejo de Ministros es el máximo órgano ejecutivo y administrativo y constituye el Gobierno de la República”.
Cabe preguntarse en relación a lo dicho por el señor Higinio Vélez, comisionado nacional de béisbol: ¿Técnicamente la FCB es una ONG? ¿Hay ONG en Cuba?
Según el concepto universalmente aceptado, una ONG es una organización que no forma parte de las instituciones gubernamentales, ni son empresas cuyo objetivo fundamental sea la obtención de lucro.
El concepto organización no gubernamental (ONG) implica no formar parte del Gobierno de un país, aunque reciba financiamiento de éste. Por tal razón, encontrar en Cuba una ONG separada del Estado es como hallar una aguja en el pajar.
Según la nomenclatura castrista, también son ONG los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP), la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y muchas otras organizaciones adscriptas de hecho y de derecho al Estado.
Según el artículo 89 de la Constitución, “el Consejo de Estado es el órgano de la Asamblea Nacional del Poder Popular que la representa entre uno y otro período de sesiones, ejecuta los acuerdos de ésta y cumple las demás funciones que la Constitución le atribuye”. Entre esas atribuciones está “dictar decretos-leyes”, y en caso necesario, “dar a las leyes vigentes una interpretación general y obligatoria”.
Son miembros del Consejo de Estado Carlos Rafael Miranda Martínez, presidente de los CDR; Teresa Amarelle Boué, presidenta de la FMC; Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC; Rafael Ramón Santiesteban Pozo, presidente de la ANAP y Miguel Ángel Barnet Lanza, presidente de la UNEAC, por sólo citar ejemplos.
Para refutar la existencia de ONG independientes en Cuba, baste citar el encargo estatal que debe cumplir una de ellas, los CDR.
La Ley número 5 de 13 de agosto de 1977, Ley de Procedimiento Penal, en el artículo 111 considera “auxiliares de las funciones judiciales” a los “responsables de vigilancia de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR)” a la par de los “oficiales, sargentos y soldados del Ministerio del Interior, de los jefes de las unidades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los capitanes de naves y aeronaves cubanas”.
El 10 de febrero de 2007, en la 43ª Conferencia de Múnich sobre Política de Seguridad, un experto apreciado por los castristas, Vladimir Putin, acerca de las ONG dijo: “Son formalmente independientes, pero están financiadas con un propósito y, por lo tanto, bajo control”.
Los CDR fueron creados por Fidel Castro el 28 de septiembre de 1960 como una fuerza parapolicial, mientras que el INDER, creado y financiado desde los años 60, tuvo y tiene un propósito específico: hacer a los deportistas cubanos embajadores de segunda vía del castrismo.
Ahora pretenden que la Federación Cubana de Béisbol se muestre al mundo como ONG, un contrasentido cómodo de clarificar por aquello de que es más fácil coger a un mentiroso que a un cojo. Los peloteros cubanos no los forma la FCB, sino un sistema estatal en el que intervienen desde el ministerio de Educación hasta el de Salud, y no sólo el INDER.
El Estado financia desde el sistema de Escuelas de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE), hasta los centros de preparación de atletas de alto rendimiento y las instituciones de medicina deportiva. No por ser desprendido, sino por ser un Estado-Monopolio.
“El INDER sufraga esos gastos”, reconoció esta semana ante la prensa oficial el tesorero de la FCB Luis del Risco del Río.
Y las Grandes Ligas comprarán a Cuba peloteros profesionales. Y por “profesionales” entiéndase jugadores mayores de 25 años que hayan participado en al menos, seis series nacionales.
Por aquello del que paga dispone, detrás de esos contratos está el Estado-Monopolio del régimen castrista, al que ahora, las Grandes Ligas sirven de cómplices: En lo adelante los jugadores de pelota que huyan de la isla, aunque lo hagan por motivos políticos o religiosos, por sólo mencionar dos causales de asilo, verán truncas sus carreras deportivas porque no podrán ser contratados fuera del pacto FCB-MLB.
Y en Cuba, por comentarios “políticamente incorrectos”, no deportistas, sino incluso castristas prominentes, fueron defenestrados; unos fueron a la cárcel, otros al paredón de fusilamiento y otros desaparecieron, se suicidaron o murieron de forma sospechosa.
No se diga pues que, en Cuba, tiene cabida una ONG. Hoy en Cuba se criminaliza el incumplimiento de contrato, sancionando con hasta ocho años de cárcel por “abandono de funciones” (artículo 135 del Código Penal), al “funcionario o empleado encargado de cumplir alguna misión en un país extranjero que la abandone o requerido para que regrese se niegue, expresa o tácitamente.”
Cierto. Gracias a la connivencia de directivos de las Grandes Ligas y la administración Trump con un régimen militar practicante de servidumbre, los peloteros cubanos consiguieron un contrato antes sólo en poder de japoneses, coreanos y chinos. A decir del presidente de la FCB, Higinio Vélez, un acuerdo que “en América ningún país lo había conseguido, el primero que lo logra es Cuba”.
Pero no diga señor Vélez que la Federación Cubana de Béisbol es “una organización no gubernamental, con todas las prerrogativas, que tiene independencia,” porque eso no se lo cree ni él ni nadie.