PUERTO PADRE, Las Tunas. – La noche del pasado jueves, al reportar la ceremonia militar por el 116 aniversario de la muerte del mayor general Máximo Gómez Báez, el Noticiero Nacional de Televisión (NTV) nos recordó otro acto de hipocresía del régimen castrocomunista con relación a quien fuera general en jefe del Ejército Libertador.
Y por si no fuera suficiente teatro, a propósito de la fecha Miguel Díaz-Canel escribió en Twitter: “Día de emocionado recuerdo al Generalísimo Máximo Gómez que murió el 17 de junio de 1905, con el abrazo agradecido del pueblo de Cuba, al que le entregó su extraordinario talento de jefe militar hasta su último aliento”.
Nacido allá por el 8 de noviembre de 1836, en Baní, República Dominicana, el Generalísimo falleció justo a las 6:00 de la tarde del 17 de junio de 1905, a los 68 años de edad, en La Habana. Paradójicamente, habiendo dirigido y combatido en 235 combates en los que solo recibió una herida de bala de riesgo mortal en el cuello, murió de septicemia, en su cama, por un rasguño infectado luego de saludar a multitudes en Santiago de Cuba, donde promovía la candidatura presidencial de su amigo, el general Emilio Núñez.
Dije que el NTV “reportó otro acto de hipocresía” del castrocomunismo con la memoria de Máximo Gómez, pues, si en honor a su caída en combate el lugarteniente general Antonio Maceo tiene un obelisco en Punta Brava, como lo tiene el Apóstol de la Independencia José Martí en Dos Ríos, fue este jueves, al cumplirse 116 años de su fallecimiento, que “se hará una recreación de la habitación donde murió Gómez”.
Luego de utilizar la nombradía del Generalísimo por más de medio siglo, recuérdese que el militarismo castrocomunista llamó “Mayor General Máximo Gómez” a su más excelsa academia militar y distingue a “personalidades” con réplicas de su machete. Después de emplear en campañas internacionales el pensamiento táctico-operativo del “Napoleón de la guerrilla”, como lo llamaron estrategas ingleses, es ahora, luego de 62 años usufructuando su nombre que, la llamada “Revolución” decidió hacer “una recreación de la habitación donde murió Gómez” en la casona de 5ta y D donde queda poco menos que el recuerdo del Generalísimo.
En 1905, luego de enfermar en Santiago de Cuba y regresar a La Habana por ferrocarril, los médicos consideraron prudente que el enfermo no regresara a su casa en la calle Galiano. Es entonces que el gobierno del presidente Tomás Estrada Palma alquiló para Máximo Gómez y su familia la residencia situada en 5ta y D, en el Vedado, donde el Generalísimo murió y su cadáver embalsamado fue expuesto.
Pero tres años después, en 1908, por cambio de propietarios y por la inminente remodelación de la vivienda, ante el peligro de perderse el sitio histórico donde Gómez expiró, por iniciativa de cubanos patriotas debidamente legitimados ante notario, pieza a pieza el aposento fue desmontado y trasladado a Cárdenas, la ciudad donde hoy se encuentra toda la habitación. Sí, el piso, las paredes, el techo, las mamparas y las puertas del cuarto donde Máximo Gómez falleció fue sacado de 5ta y D y vuelto a montar, exactamente igual, en la “Ciudad Bandera”.
También, en el aposento trasladado está la cama donde el Generalísimo exhaló su último aliento, sus pantuflas, su silla, la mesa de noche, el escaparate y otros objetos donados por sus hijos al antiguo Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas. Del recorrido de esos objetos y muebles que acompañaron a Gómez en sus últimos días, el medio oficialista Cubadebate, parafraseando a García Márquez, publicó “El General en su habitación”, artículo que constituye un mérito para quienes en 1908 protegieron esos bienes históricos y una afrenta para quienes, todavía en 2021, mantienen aquella casa en 5ta y D como si fuera un establo.
Acerca de la vivienda que luego de expropiada en 1959 debió esperar 62 años para estar en “proyecto de recuperación”, otro medio oficial, Habana Radio, publicó “Casa de 5ta y D, donde murió el Generalísimo”, que es una muy exhaustiva investigación de los distintos propietarios que, según los asientos del Registro de Propiedad, tuvo ese inmueble desde 1813 y hasta 1959.
Dicha vivienda, antes de pasar al Estado, fue propiedad de las Hermanas Dominicas Americanas, a quienes la Iglesia Católica traspasó el dominio adquirido en 1908 por 23 000 pesos oro. Las Dominicas condicionaron la compraventa con una cláusula: que esa residencia siempre fuera destinada personalmente por los adquirentes a colegio católico de niñas.
Titulado “Ruinas y escombros en la mansión donde murió el general Máximo Gómez”, un reportaje de Radio y Televisión Martí fechado el 17 de enero de 2018, dice: “En la esquina de 5ta y D en el barrio del Vedado, en La Habana, se ubica en pésimas condiciones constructivas y de infraestructura una casona víctima de descuido, desinterés y olvido de aquellos que pretenden contar la historia de Cuba a su manera. En ese sitio que brinda un pobrísimo espectáculo restaurativo, murió el 17 de junio de 1905 el general Máximo Gómez”.
“En 2018 el inmueble pasó a formar parte del Registro de la Propiedad de la Oficina del Historiador”, publicó la web de Radio Rebelde este jueves, citando al presidente de la Unión de Historiadores de Cuba, Jorge Luis Aneiros, quien además dijo: “La población cubana debe saber que la casa donde murió este patriota (Máximo Gómez) no está abandonada y va a recuperar el esplendor que tuvo en su época”.
Como la casona de 5ta y D en el Vedado, en La Habana, también será la sede de la Unión de Historiadores de Cuba, luego de tantos años de abandono, cabe preguntar: ¿El “esplendor” será para la casa de los historiadores o para la Casa-Museo mayor general Máximo Gómez Báez? Lo pregunto por la frase que se atribuye a Gómez: “Los cubanos, cuando no llegan, se pasan”. Y en 5ta y D, la hipocresía hace mucho tiempo que pasó delante de los historiadores, aunque a veces cambia el paso y se abraza a ellos.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.